—NATALIA—Contemplo absorta el color de mis manos hasta mi antebrazo, como si las hubiera metido en algún recipiente de tinta negra y ahora tuviera permanentemente unos guantes que me recuerdan una y otra vez lo ocurrido hace poco.Esa pequeña ruptura de una barrera que aparentemente todavía se mantenía intacta en mi interior.Han pasado ya tres días desde que Penélope consiguió hacerse paso en mi mente.Han pasado ya tres días desde que entendí que no estoy sola en mi propio cuerpo o que quizás este ni siquiera sea mi cuerpo.¿Y si he sido un alma intrusa empujada aquí dentro por aquellos que fueron tras Penélope?Sé lo he escuchado murmurar a Aryen y Badel, al otro lado de la puerta.Las cosas han cambiado tanto desde la última vez en la que creí poder sentirme segura y aceptada como uno más en su familia.Aryen ni me mira.Badel cuando lo hace, duele tanto que soy incapaz de mirarle a los ojos.Lex ni siquiera se presenta.Lyam… esa voz que creí escuchar teñida de ese pánico por pe
—Pero no tendría sentido… me queríais muerta.Intento ofrecerle algo de lógica a tan extraña teoría, a lo que parece molestarse brevemente en un casi culpable malestar.Kail no libera mis manos, pero si las baja aún en la suavidad cálida de las suyas.—No sabemos quien realizó este acto de magia negra, quien lo hiciera se ocupó de mitigar por completo vuestro vinculo y encerrarlo tras la jaula donde retuvieron el alma de Penélope… —Añade la anciana aflojando la tensión en el cuero de Kail. Aún con mis manos capturadas cariñosamente entre las manos del feroz hombre, me vuelvo para encontrarme con la mirada cálida de Tanya — Las intenciones de quien haya realizado este pacto, son aparte de aquellas que somos capaces de distinguir en Penélope sobre ti… Ella no rechaza esta unión, los que nos hace sospechar que ella quiere protegerte de aquello que la hizo tomar la aceptación de este cruel vinculo…Mi cabeza comienza a doler por la información que golpetea en mí, recordando esa temblorosa
—NOX— Siento el crujir de la madera bajo mi puño tras el impacto que recibe por mi ira. Cada musculo de mi cuerpo se contrae en esta frenética rabia que amenaza con corroer mis entrañas. Soy consciente de la tensión que se a generado entre estas cuatro paredes de sepulcral silencio, nadie es capaz de decir nada tras el anuncio que nos ha soltado Kail. Natalia a tomado una decisión egoísta y cruel. Para ella y para nosotros. Aunque Lyam, Lex, Badel y Aryen estén actuando como imbéciles, ellos notan lo mismo que yo y Kail, Natalia es nuestra, tanto como lo fue Penélope. Y no necesitamos tener el don de Kail para saber que ni siquiera Penélope apoyaría esta decisión. —Si ella entregó su alma fue por algo… —Murmura abatido Lyam a mis espaldas, mientras saco mi puño del boquete que he creado en la pared robusta ante mí, encuadro mis hombros, intentando alivianar la tensión densa que se concentra y teje en cada átomo de mi cuerpo. Lex se arrastra en silencio hasta alcanzarme, siento
[NT: Mil disculpas, no me di cuenta de que una vez más había subido el contenido que no era. Creo que está semana tengo la cabeza en otro lado... Aquí les dejo el verdadero Capítulo 41] —LYAM— Mi corazón retumbaba con ferocidad bajo mi pecho, como si quisiera evidenciar mi propio malestar furioso por la situación que sentía volvía a repetirse. ¿Pará que nos habían dado una destinada si luego nos la quitarían? Había pasado con Penélope. Y ahora volvía a pasar con Natalia. Apreté mis puchos a los costados de mi cuerpo, cobarde y resentido con mi propio comportamiento desde que la sentí tocar directamente mi alma, aún frente a su puerta, en la oscuridad silenciosa del pasillo. Nunca había sido bueno para enfrentar mis propias emociones, mi propia perdida cuando pequeño me convirtió en esta bola pesada de demolición con la que me acostumbré a enfrentar todo. Incluso la primera vez que se me entregó la oportunidad de formar parte de algo, cuando aún Penélope no había llegado a nuest
—NATALIA—Una lágrima traicionera es barrida con gentileza por el pulgar suave de Lyam en mi mejilla, mucho antes de que descendiera, como si me permitiera seguir fingiendo estar dormida.Ambos sabemos que no lo estoy, seguramente lo supo al entrar en mi habitación, pues había estado llorando desde que me había despertado por esa pesadilla de sentirme sola incluso en mi propio subconsciente.Como si Penélope estuviera molesta conmigo y no quisiera hablarme.Ni siquiera ella quería darme esa ultima oportunidad para conocer mi verdad.¿Ella conoció a mis padres? ¿Ellos formaron parte de esto? ¿Quién era mi familia? ¿Habrían llegado a amarme? Aunque esa última cuestión carecía cada vez más de valor, al conocer la crueldad que acarrea aquello que me hicieron cuando si quiera era consciente de mi vida, me anula la posibilidad de que alguna vez ellos realmente me hubiesen amado.Quizás fui una espina que tuvo que ser arrancada de cuajo.Y ahora con las palabras de Lyam en esa voz rota que
—NATALIA—Limpio con el dorso de mi mano la pequeña lágrima que amenazaba con estropear la ultima de las cartas escritas, esa dirigida a la mujer con la que comparto este cuerpo y a la que mi alma permanece anclada.La fragilidad y sensibilidad que siento en este punto, me hacen demorar más de lo correcto en plantar mi firma al final de la redacción, más aún al saber que ahora tendré que esperar un poco más a que la tinta se seque antes de doblarla e introducirla en el sobre que espera con el nombre perfectamente escrito de Penélope.Tapo la pluma de bonita estructura dorada, para echar un fugaz vistazo a los dos montoncitos de sobres sobre la mesa.No sé si he hecho bien.Quizás es algo incomodo o innecesario… Mi corazón se contrae bajo mi pecho ante la punzada de incertidumbre que mi repentina inseguridad a plantado en mí, esa misma inseguridad que llego como una bandada de cuervos a picotear el rígido caparazón que había conseguido construir durante todos estos años, protegiéndome
—KAIL— El silencio que se extiende en la sala solo resalta lo que ya aquí todos sentimos. Pesar y arrepentimiento. Lo sé por la postura decaída de Lyam, a un extremo de la estancia, con sus ojos perdidos en esa bruma pesada de pena profunda. Así como el distanciamiento evidente entre Nox y Badel, cada cual listo a los extremos contrarios de la larga mesa de piedra que Tanya usa para sus rituales. Ninguno de los dos es capaz de mirarse. Ambos igual de furiosos y dolidos, quizás por la incomprensión que por primera vez han recibido el uno del otro. Nox no entiende la postura rabiosa y afilada de Badel hacia la decisión que se a tomado, mientras que Badel no quiere entrar en razón y aceptar que esto es lo mejor para todos nosotros. Aceptar lo que se nos ofrece y cuidarlo. A diferencia del resto, tanto Lex como Aryen permanecen distantes, no solo con el resto sino también consigo mismo, casi como si se hubieran perdido en su propia cabeza que no deja de dar vueltas, muy probablement
—NATALIA—¿Así es como se siente ser expulsada a lo más profundo de tu mente?Calor suave acariciando cada átomo de mi ser, acunándome en un arropar suave hacia un dulce letargo de paz.Podía percibir la brisa cosquilleando tiernamente mi piel, como si estuviera en ese tramo corto transitorio entre verano y otoño.Aún consciente de los latidos retumbantes de mi corazón, un indicio posible de sentir aún la conexión con mi cuerpo a pesar de haber sido empujada lejos en mi mente.Recordar el ritual se me hacía borroso, solo conseguía mantener en vilo esa sensación explosiva de éxtasis que me acogió mucho antes de haber caído en la eterna inconsciencia.Pero esto no se siente como esa inconsciencia eterna en la que suponía viviría hasta desaparecer… no, todo se siente como si pudiera abrir los ojos y explorar un mundo nuevo a mi alcance.Quizás esto era cosa de Tanya y me hubiera creado un lugar algo más acogedor en mi mente.Una parte de mí quería comprobarlo, pero otra, temeraria de des