Después de unas horas Cyrus se quedó completamente dormido y Brandon miró su reloj. Cuando vio la hora que era se levantó despacio para ir a la cabaña del lago, seguro de que Elyanna estaría esperando por él y así fue.
Brando entró a la cabaña y Elyanna estaba encendiendo unas velas, porque no había electricidad en el lugar. Cuando ella se giró para verlo no dijo nada y Brandon la miró con curiosidad porque parecía diferente. Entonces Elyanna desató los tirantes de su vestido que iban a atados detrás de su nuca y lo dejó caer al suelo, quedándose completamente desnuda delante de él.
–Quiero ser tuya esta noche. –Murmuró y Brandon pudo notar el nerviosismo en su voz, pero en su mirada solo había determinación.
Elyanna comenzó a temblar cuando Brandon se acercó a ella deslizando las manos por sus brazos y la besó suavemente.
–No quiero que te sientas obligada a hacerlo Ely, te amo con toda mi alma y eres la mujer de mi vida, pero nada me dolería más que verte arrepentida después de que esto pase.
–Me arrepentiré si no lo hago, yo también te amo y quiero que sepas que siempre seré tuya Bran.
Brandon la besó suavemente para no ponerla todavía más nerviosa, sin dejar de acariciarla. Elyanna ya lo había visto excitado, pero en aquel momento estaba como ella jamás lo había visto antes. Su respiración estaba acelerada y ella podía notar en la tensión de sus músculos cuando él se quitó la camiseta, lo mucho que se estaba controlando.
Elyanna se acostó en el sillón y Brandon se acomodó sobre ella. Él ya había estado con otras chicas antes, pero sabía que no tenía la experiencia necesaria para que aquella primera vez fuese menos dolorosa para su chica, pero intentó ser lo más cariñoso posible, besándola y acariciándola. Su autocontrol iba bien, hasta que sintió la humedad entre las piernas de Elyanna, entonces todo el control se esfumó y lo único en lo que podía pensar era en enterrarse dentro de ella hasta encontrar su final.
Brandon la besó para distraerla mientras que se empujaba dentro de ella con suavidad. Elyanna ahogó sus gritos buscando la boca de Brandon, porque ella misma quería olvidarse del dolor para entregarse a él y cuando Brandon sintió el tope, aquel himen que necesitaba romper pegó su frente a la de Elyanna seguro de que podía escuchar como sus corazones latían acelerados.
–Te amo Ely. – Suspiró sobre la pequeña boca de su chica, que tenía las uñas clavadas en su espalda y se enterró en su estrecho agujero hasta el fondo.
Elyanna gritó cuando lo sintió abrirse el camino dentro de ella con tanta fuerza y Brandon la besó con cariño sin dejar de decir lo mucho que la amaba. Elyanna estaba tan apretada y mojada que él sabía que no aguantaría mucho porque ya estaba perdido en placer y también estaba frustrado por no poder darle lo mejor de él, pero cuando Elyanna comenzó a moverse debajo de él gimiendo de placer, toda la frustración despareció dando lugar al completo placer de verla comenzar a disfrutar.
Brandon se movía dentro de ella intentando controlarse para no terminar, hasta que sintió la tensión de sus paredes apretándolo, anunciando que ella ya estaba casi terminando. Los dos besaron apasionadamente mientras que se entregaban al clímax que los había llevado al paraíso. Después Brandon la abrazó y Elyanna se quedó dormida sobre su pecho mientras que é acariciaba sus cabellos.
–Te amo Bran. –Suspiró antes de quedarse dormida y el corazón de Brandon se llenó de felicidad, no le había mentido a su padre, Elyanna era realmente lo único que necesitaba para ser feliz en su vida.
A la mañana siguiente Brandon se despertó y se sobresaltó cuando vio que Elyanna no estaba a su lado, pero su respiración se acompasó cuando la vio sentada en el suelo cerca de la ventana con su camiseta puesta.
Brandon miró el sofá y vio algunas gotas de sangre que lo habían manchado, la prueba que hacía el primer hombre en la vida Elyanna, entonces tiró una sabana sobre la mancha y se acercó a ella sentándose a su lado.
–¿Has traído tu cajita con piezas para hacer bisuterías? – Preguntó Brandon dejando un beso en cuello de su chica que esbozó una hermosa sonrisa asintiendo. –Haces cosas muy bonitas, mi mamá tenía varios collares que habías hecho para ella y estaba loca con todos. – Habló recordando a su madre con tristeza.
–¡Cualquier cosa le quedaba bien a Lorraine, tu madre era muy hermosa! ¡Hice algo para ti, bueno para los dos! – Habló Elyanna mientras que sacaba de una de sus pequeñas cajitas dos collares, cada uno con un dije diferente. –Yo los he diseñado y en una joyería me los hicieron. –Explicó entregando uno de ellos a Brandon.
Era una pequeña placa con el diseño de un copo de nieve y detrás iban puesto las iniciales EW de Elyanna White mientras que él de Elyanna era un copo con las iniciales BM de Brandon Müller.
–¡Un copo de nieve! – Exclamó Brandon con una sonrisa sabiendo el porque Elyanna había elegido aquel diseño.
–¿Sabes porque elegí un copo de nieve verdad? – Preguntó Elyanna mirándolo atentamente.
–Por supuesto que sí. – Respondió Brandon vehemencia. – Por el baile de invierno de tu instituto, entré a escondidas para verte y allí te dije por primera vez que te amaba. Eres muy talentosa mi amor, son preciosos. –Murmuró sin dejar de mirar el dije.
–Pues espero que algún día puedas montar un pequeño taller mecánico y al lado abriré una tiendita para vender mis bisuterías. –Habló Elyanna con entusiasmo y Brandon la miró con curiosidad.
–¿Esto es lo que quieres de verdad Ely? –Preguntó Brandon mirándola con un brillo en los ojos. –¿Quieres vivir una vida simple a mi lado?
–Lo que sea mi amor, pero que sea siempre a tu lado, porque no imagino mi vida sin ti Brandon Müller. –Contestó Elyanna llevándose una mano a su rostro para acariciarlo y Brandon se quedó pensativo mirándola, pensando que tal vez había llegado el momento de tomar una decisión.
–¡Escápate conmigo Ely, vámonos lejos de aquí para buscar nuestra felicidad! – Se aventuró Brandon y Ely lo miró sorprendida por la propuesta. – ¿Me amas lo suficiente para escaparte conmigo?
–Te amo lo suficiente para seguirte a cualquier lugar mi amor. – Contestó Elyanna con vehemencia y Brandon sonrió antes de llenarla de besos y volvieron a hacer el amor en el suelo de aquella pequeña cabaña.
Después salieron de la cabaña cerrando bien las ventanas y la puerta, dispuestos a no volver nunca más aquel lugar y Elyanna lo abrazó con fuerza, respirando su perfume.
–Te estaré esperando cuando caiga el atardecer en la estación de autobús, Ely. –Habló Brandon y ella se acercó a él para volver a besarlo.
–Está noche seremos libres para vivir nuestro amor, te veo en la estación. – Murmuró ella separándose de él.
Durante la noche Brandon estaba delante de la estación de autobús caminando de un lado a otro preocupado, porque ya había pasado una hora y Elyanna todavía no había aparecido. Llovía mucho aquella noche y él estaba entero mojado a penas con una mochila en la espalda con lo poco que tenía, cuando de repente una camioneta vieja que Brandon conocía muy bien se paró delante de él.–¡¡¿Es que te has vuelto loco muchacho?!!– Exclamó Cyrus bajándose de la camioneta acercándose a su hijo. –¿Te ibas a marchar dejándome solamente una carta despidiéndose?–No intentes impedírmelo papá, me iré muy lejos de aquí con Ely. Nadie nos impedirá de ser felices juntos. –Habló Brandon con vehemencia y su padre miró alrededor.–¿Y dónde se supone qué está tu princesa, que no la veo aquí contigo?–No lo sé papá, se habrá retrasado, pero yo sé que vendrá, Elyanna me ama y quiere estar conmigo. –Contestó Brandon angustiado porque Elyanna todavía no había llegado.–Ella no vendrá Brandon, Elyanna jamás abandon
San Francisco, en la actualidad.Elyanna estaba agachada en medio de la calle recogiendo todas las cosas que se habían caído de su bolso, después de que un hombre se hubiera chocado con ella y ni siquiera se hubiese molestado en ayudarla. La chica miraba con inquietud la parada donde estaba el autobús, que debería coger para volver a su casa y lo peor es que era el último que pasaba aquellas horas de la noche.Cuando todas sus cosas ya estaban guardadas en el bolso, Elyanna corrió lo más rápido que pudo para llegar a la parada, pero cuando estaba casi llegando el autobús se marchó dejándola sola en aquella calle sola.La chica resopló con cansancio porque debería coger otro autobús que la dejaría a unas cuantas calles de su casa, que infelizmente estaba en un barrio muy peligroso de San Francisco, entonces miró el reloj para ver la hora y se preocupó porque eran casi las once de la noche. En aquel día había muchísimo trabajo en la empresa, todos los empleados estaban como locos para e
Nueva YorkBrandon tiró su maletín sobre el carísimo sillón de cuero que había en su oficina mientras que su secretaria entraba de tras de él nerviosa, sujetando una taza de café. Él se quitó el abrigo entregándolo a ella para que lo guardará y agarró la taza antes de sentarse en la silla detrás de su escritorio.–¡A veces pienso que eres estúpida! –Escupió Brandon y la chica bajó la cabeza apenada. – ¿Cuántas veces te he dicho que debes avisarme con antelación cada vez que haya un cambio en mi agenda?–Lo siento señor Müller, pero el señor Butt ha avisado hace menos de dos horas que no podrá comparecer a la reunión con una de las empresas para hablar sobre el lanzamiento de la nueva colección que tienen. – Murmuró la mujer asustada, deseando no recibir otra amenaza de despido.–¡Maldito Christian! –Vociferó Brandon golpeando su mesa. – ¿Y no hay nadie que pueda ir en su lugar a parte de mí?–No señor, los señores Butt no pueden comparecer a la reunión porque... bueno, ya sabe usted e
–¡Son preciosos Cassie, eres una verdadera artista! –Habló Elyanna maravillada mirando todos los diseños de joyas que habían sobre la mesa de su amiga.–¿Artista yo? – Preguntó Cassie con incredulidad abriendo mucho los ojos mirándola. –Tú sí que eres una verdadera artista cuando se trata de crear joyas. – Afirmó agarrando la muñeca de Elyanna para ver las pulseras que llevaba puestas. – Es increíble lo que haces Ely, ninguno de mis dibujos es capaz de superar una de esas pulseras, eso sin contar el collar que llevas puesto. – Murmuró y agarró entre sus dedos el dije que llevaba Elyanna en su cuello. – ¿Son las iniciales de tu adorado Brandon, ¿verdad? –Preguntó mirando las letras que habían grabadas en el dije.–¡Así es, mi primero y único amor! –Contestó Elyanna con una tierna sonrisa en su rostro mirando aquellas iniciales que significaban tanto para ella.–¿Todavía tienes alguna esperanza de volver a estar con él? – Preguntó Cassie con curiosidad mientras que organizaba los dibujo
Brandon no supo que hacer, había pensado tantas veces en aquel momento y en cada uno de sus sueños, pero cuando finalmente la tenía delante no sabía que decirle, olvidó hasta su propio nombre. Entonces el gerente llamó la atención de Brandon sacándolo de su aturdimiento y despertando a Elyanna del estado de shock en el que se encontraba.–¿Señor Müller a usted que le parece? ¿Señor Müller? –Preguntó el gerente extrañado al ver que su jefe parecía aturdido mirando a la asistenta personal de la subgerente.–¿Qué...qué...qué dijiste? – Preguntó Brandon haciendo un esfuerzo para gesticular la pregunta girándose para ver al gerente y Elyanna se apartó de él al darse cuenta de que los demás comenzaban a mirarlos extrañados, entonces se giró para ver al gerente intentando recomponerse.Elyanna se dio la vuelta llevándose una mano a la boca para ahogar un sollozo por la impresión tan grande que había tenido de volver a encontrar a Brandon y salió de la sala de reuniones. En el pasillo Elyanna
Brandon tenía ganas de colgar la llamada y entrar al bar para ver a Elyanna que había desaparecido de su campo de visión, pero conocía muy bien a su padre y sabía que ignorarlo no sería una buena idea.–¿Qué pasa con Daisy ahora, papá? – Preguntó Brandon disgustado porque nada le molestaba más que los desplantes de su esposa.–Ha pasado toda la maldita tarde llenándome la cabeza con vuestros problemas matrimoniales. – Escupió Cyrus. – Ella dice que quiere tener un bebé, pero que tú te niegas.–Y seguiré así viejo, Daysi puede borrar de su cabeza la idea de tener un hijo mío, porque eso no va a pasar. – Contestó Brandon enojado apretando los dientes, recordando lo insistente que estaba su mujer con la idea de tener un hijo.–Pues sabes perfectamente que debes tenerla contenta. – Habló Cyrus con un tono más relajado.–¡Ni muerto papá, no pienso tener un hijo con Daysi Butt! –Exclamó Brandon con rabia. – Tener un hijo con ella no está incluido en nuestro plan viejo.–Lo sé, lo sé, pero e
–¿Seguro que no te importa cerrar el bar esta noche? – Preguntó Dex el compañero de Elyanna mirándola con carita de perro abandonado.–¡¡No Dex, vete con tu chica que estará como loca esperándote!!– Contestó Elyanna con una sonrisa, para enfatizar que no había problema y él volvió a dejar otro beso en su mejilla.–¡Serás la madrina de la boda nena, eso que te quede muy claro! –Exclamó Dex saltando la barra para marcharse y cuando pasó por Brandon se dio cuenta de que parecía querer matarlo con la mirada, pero estaba tan entusiasmado con la sorpresa que había preparado para su novia que no le dio mucha importancia y salió del bar.Cuando la mirada de Brandon volvió a cruzarse con la de Elyanna los dos sonrieron con timidez, entonces él se sentó en uno de los taburetes altos que estaban pegados a barra y la chica se acercó para atenderlo.–¿Qué vas a querer tomar? Te aviso que es por cuenta de la casa. – Preguntó Elyanna mirando las botellas que había detrás de ella y después se mordió
Brandon estaba sentado en la silla de su despacho enojado, porque quería estar con Elyanna después que terminase su trabajo, pero la chica le había dicho que tenía un compromiso con la diseñadora y Brandon odiaba no ser una prioridad para Elyanna en aquel momento, pero su humor se puso peor cuando su teléfono móvil comenzó a sonar y se vio obligado a contestar.–¿Qué es lo que quieres ahora Daisy, ya te dije que estoy trabajando? – Preguntó Brandon molesto contestando a la llamada de su esposa.–¿De verdad que estarás fuera una semana entera? – Preguntó Daisy con tristeza y Brandon giró los ojos porque sabía que iba a empezar con sus berrinches.–Sí cariño, hay mucho que hacer en San Francisco y no pienso marcharme hasta que todo esté arreglado en esta empresa. –Murmuró Brandon recostándose en su silla pensando en Elyanna, porque ella era el verdadero motivo por el cual seguía en San Francisco.–Bueno cariño, entonces yo podría ir y estar contigo…–¡¡No, de ninguna manera Daisy, no qu