Brandon se estaba volviendo loco. Tuvo que ir hasta uno de sus departamentos en Nueva York para poder romper allí todo lo que se le cruzase por delante, para intentar descargar su ira.–Tienes que tranquilizarte Brandon, ya sabes que Elyanna está bien y que solo ha pasado la noche en un hospital. –Habló Paul intentando controlar la bestia en la que se había convertido Brandon Müller.–¡¡EN UN MALDITO HSOPITAL CON OTRO HOMBRE Y TODAVÍA NO HA REGRESADO A CASA PAUL!! –Rugió Brandon furioso, imaginando a otro hombre cuidando de Elyanna.Elyanna había pasado tres días en el departamento de los Lauder porque Chase se había negado a dejarla marcharse a su casa para estar sola. Olivia hasta había adelantado su regreso a la ciudad cuando se enteró de lo que le había pasado a la chica.–No deberías preocuparte tanto Brandon, además si te estuviese poniendo los cuernos no pasaría la mayor parte del día hablando contigo contándote todo lo que está haciendo. –Contestó Paul sirviéndole una copa con
Chase sacó el taxista del bar a patadas después de haberle propinado varios puñetazos dentro del establecimiento, y cuando alguien intentaba ayudar al hombre Patrick les informaba que se trataban de asuntos de la justicia.–¡¡No le he puesto ni un solo dedo encima se lo juro!! –Gritó el hombre levantando las manos en señal de rendición, pero Chase le agarró de la camisa con brusquedad zarandeándolo.–¡¡La dejaste tirada en una carretera desierta bajo la lluvia!! –Vociferó Chase pegándole otro puñetazo que dejó al hombre mareado tirado en el suelo. –¡¡Que sepas que esta paliza no es lo único que te vas a llevar maldit* cerdo!! ¡Mi chica también te pondrá una denuncia por intento de violación y agresión! –Escupió y su hermano lo miró impresionado.Después los dos hermanos se alejaron del taxista dejándolo casi inconsciente en medio de la calle con la cara ensangrentada y Patrick miró a su hermano de reojo.–¿Tu chica? –Preguntó con sarcasmo y Chase lo miró molesto.–¡No me jodas ahora P
Pietra estaba escupiendo fuego por las orejas caminando de un lado a otro por la habitación de su hija mientras que Daisy la observaba acostada en la cama sin saber que decirle.—¡No puedo creer que tu marido haya tenido la desfachatez de dejarte sola cuando más lo necesitas! —Exclamó Pietra indignada viendo como su hija se limpiaba las lágrimas. —¡Tenías que haberlo acompañado Daisy y no quedarte aquí en esa cama como si estuvieras muerta en vida!—Sabes que Brandon no soporta que esté detrás de él cuando está trabajando mamá y no quiero que se enoje conmigo, ya hemos tenido demasiado con lo que ha pasado con nuestro hijo. –Contestó Daisy con la voz baja, aunque en realidad su mayor miedo era llenarle la cabeza a su marido y darle más motivos para buscar a otra mujer.—¡Acabas de perder a su hijo Daisy, lo más normal es que quieras estar a tu lado y él debería brindarte toda su atención porque eres su esposa, no debería existir nada más importante en su vida que tú! —Contestó Pietra
Chase estaba mirando por la ventana de la habitación de Savannah viendo las olas del mar chocar contra las piedras de la playa mientras que escuchaba como la chica intentaba atarlo a su vida sin importar el precio que tendría que pagar por eso.–¿Te estás escuchando Savannah? –Preguntó Chase girándose para ver a la chica que estaba acostada en la cama con la pierna enyesada después de su accidente automovilístico. –¿Así es como quieres que me quede a tu lado, con chantajes?–No es ningún chantaje Chase, te amo y creo que soy la mujer que puede hacerte feliz porque nadie te conoce tan bien como yo, ninguna a otra mujer te ha apoyado más que yo que siempre estuve a tu lado. –Afirmó y Chase resopló con cansancio, aquello era una locura. –No puedes abandonarme otra vez, porque no sé que podría llegar a pasarme si no estás conmigo.–¿Has provocado ese accidente verdad? –Indagó y ella frunció el ceño ofendida. –No sería la primera vez que una mujer de tu familia se atreve a hacer algo parec
Brandon abrió la puerta del departamento con frustración deseando tirar todo abajo. Había pasado por la joyería para recoger a Elyanna, pero le habían informado que ella se había marchado con Olivia y él había intentado llamarla, pero Elyanna no contestaba a sus llamadas, algo que le empezar a desesperar. Brandon estaba cansado de andar detrás de ella como un perro abandonado.Estaba preparado para empezar maldecirla y romper toda la casa cuando entró en el salón y la encontró llorando en los brazos de Olivia.–¡¿Elyanna amor que ocurre?! –Preguntó Brandon acercándose a ella con rapidez y al ver el semblante serio en su rostro se preocupó. –¿Ely estás bien?–Olivia podrías dejarnos solos por favor, necesito hablar a solas con Brandon. –Pidió Elyanna y Olivia miró al hombre con recelo, lo que dejó a Brandon intrigado por la forma como lo miraban.–¿Estás segura de que no quieres que me quede Elyanna? –Preguntó Olivia preocupada porque no confiaba en Brandon y le angustiaba dejar a Ely
Olivia cerró la puerta de la habitación después de estar segura de que Elyanna seguía dormida después de la noche tan difícil que había pasado mirando la chica con pena.Chase y ella habían decidido no revelarle toda la verdad sobre ellos y que sabían siempre habían estado al tanto de quien era Brandon Müller en realidad. Olivia todavía tenía la esperanza de poder utilizarlo para su venganza y no podía arriesgarse contándole a Elyanna toda la verdad.Cuando entró en la cocina para prepararse un café bien fuerte, encontró a Chase en la isla abriendo el teléfono móvil de Elyanna y parecía intentar meter algo dentro con una pequeña pinza.–¡Chase, ¿qué estás haciendo? –Preguntó Olivia intrigada y su hijo levantó la vista por unos segundos para mirarla, después volvió a centrar su atención en el aparato.–Estoy escondiendo en el teléfono de Elyanna un pequeño rastreador, para estar más tranquilos.–Chase no puedes hacer esto sin su autorización no es correcto. –Lo regañó Olivia y Chase fr
Chase había sentado a Elyanna sobre la encimera de la cocina intentando convencerla de comer algo, ya que pasado la mayor parte del día sin alimentarse. –No sabía que ser tan gruñón era una característica de los ángeles guardianes. –Bromeó Elyanna mientras que Chase intentaba alimentarla como si fuera una niña. –Abre la boca y deja de actuar como una niña pequeña, recuerda que llevas un bebé en esa barriguita y necesitas alimentarte bien por él. –Pidió Chase levantando la cuchara y Elyanna abrió la boca para tomar la sopa. Mientras que los dos se reían en la cocina, Patrick los miraba desde el salón viendo lo feliz que estaba su hermano al lado de Elyanna y eso le preocupó. –Parece que Chase no tiene ningún problema con el hecho de que Elyanna está embarazada de otro hombre. –Habló Patrick sentándose en el sillón que estaba delante de Olivia. –Creo que eso lo ha aprendido de tu padre. Jack lo recibió de brazos abiertos cuando lo conoció y lo protegió con todo su amor como si Chase
Cuando la policía entró en la oficina de Brandon, Paul estaba a su lado ejerciendo de abogado, algo que no solía hacer jamás, pero en aquel momento no tenías más opción. Paul observaba el rostro de Brandon para estar seguro de que mantenía la calma, pero hasta le dio escalofríos la seriedad que se veía ante aquella situación. –Sabemos que la señorita White vivía con usted en San Francisco. –Habló el detective analizándolo con la mirada. –Bueno, no vivía con ella –empezó Brandon a explicarse controlando con maestría sus nervios –era uno de mis departamentos y me gustaba tenerlo para verla de vez en cuando y me sentía más cómodo encontrándome con ella en un lugar más privado antes que en un hotel. –¿Entonces confirmas que la señorita White era su amante? –Preguntó otro detective mirándolo a los ojos y Brandon hizo un gesto positivo con la cabeza. –Sí, como podrá imaginar soy un hombre casado y debo mantener las apariencias, por eso nuestra relación era tan secreta. –Contestó Brandon