Hola mis queridos lectores, espero que estén disfrutando de esta historia, os mando un saludo a todos y muchas, MUCHAS gracias por acompañar esta historia conmigo. Quiero avisaros que esto no ha terminado, así que por favor no se asusten con la muerte de nuestra protagonista.
Cuando la policía entró en la oficina de Brandon, Paul estaba a su lado ejerciendo de abogado, algo que no solía hacer jamás, pero en aquel momento no tenías más opción. Paul observaba el rostro de Brandon para estar seguro de que mantenía la calma, pero hasta le dio escalofríos la seriedad que se veía ante aquella situación. –Sabemos que la señorita White vivía con usted en San Francisco. –Habló el detective analizándolo con la mirada. –Bueno, no vivía con ella –empezó Brandon a explicarse controlando con maestría sus nervios –era uno de mis departamentos y me gustaba tenerlo para verla de vez en cuando y me sentía más cómodo encontrándome con ella en un lugar más privado antes que en un hotel. –¿Entonces confirmas que la señorita White era su amante? –Preguntó otro detective mirándolo a los ojos y Brandon hizo un gesto positivo con la cabeza. –Sí, como podrá imaginar soy un hombre casado y debo mantener las apariencias, por eso nuestra relación era tan secreta. –Contestó Brandon
Tennessee, Diez años antes.–No hay nada que me duela más que verte tan triste. –Murmuró Elyanna mirando con tristeza al chico que tanto amaba.–Todo por dinero Ely, mi madre dejó de tratarse porque ya no teníamos como pagar sus tratamientos, si no fuese por el maldito dinero ahora mi madre estaría viva. –Contestó Brandon apretando los dientes con rabia, recordando todas las veces que su padre tuvo que humillarse intentando conseguir un préstamo para que salvarán la vida de su mujer. –No sabes cuanto odio ser un pobre muerto de hambre.–No digas esto mi amor, eres maravilloso Bran y el dinero no es importante, ayuda es cierto. –Habló Madison abrazándolo y lo vio negar con la cabeza frustrado.–Sabes muy bien que tengo razón, tú no lo entiendes porque tu familia tiene dinero. Para tu padre yo no soy lo suficiente para ti, para él no soy nada. – Replicó con frustración, recordando el motivo por el cual tenía que ver a su chica a escondidas.–A mí no importa eso Bran, con dinero o sin él
Después de unas horas Cyrus se quedó completamente dormido y Brandon miró su reloj. Cuando vio la hora que era se levantó despacio para ir a la cabaña del lago, seguro de que Elyanna estaría esperando por él y así fue.Brando entró a la cabaña y Elyanna estaba encendiendo unas velas, porque no había electricidad en el lugar. Cuando ella se giró para verlo no dijo nada y Brandon la miró con curiosidad porque parecía diferente. Entonces Elyanna desató los tirantes de su vestido que iban a atados detrás de su nuca y lo dejó caer al suelo, quedándose completamente desnuda delante de él.–Quiero ser tuya esta noche. –Murmuró y Brandon pudo notar el nerviosismo en su voz, pero en su mirada solo había determinación.Elyanna comenzó a temblar cuando Brandon se acercó a ella deslizando las manos por sus brazos y la besó suavemente.–No quiero que te sientas obligada a hacerlo Ely, te amo con toda mi alma y eres la mujer de mi vida, pero nada me dolería más que verte arrepentida después de que
Durante la noche Brandon estaba delante de la estación de autobús caminando de un lado a otro preocupado, porque ya había pasado una hora y Elyanna todavía no había aparecido. Llovía mucho aquella noche y él estaba entero mojado a penas con una mochila en la espalda con lo poco que tenía, cuando de repente una camioneta vieja que Brandon conocía muy bien se paró delante de él.–¡¡¿Es que te has vuelto loco muchacho?!!– Exclamó Cyrus bajándose de la camioneta acercándose a su hijo. –¿Te ibas a marchar dejándome solamente una carta despidiéndose?–No intentes impedírmelo papá, me iré muy lejos de aquí con Ely. Nadie nos impedirá de ser felices juntos. –Habló Brandon con vehemencia y su padre miró alrededor.–¿Y dónde se supone qué está tu princesa, que no la veo aquí contigo?–No lo sé papá, se habrá retrasado, pero yo sé que vendrá, Elyanna me ama y quiere estar conmigo. –Contestó Brandon angustiado porque Elyanna todavía no había llegado.–Ella no vendrá Brandon, Elyanna jamás abandon
San Francisco, en la actualidad.Elyanna estaba agachada en medio de la calle recogiendo todas las cosas que se habían caído de su bolso, después de que un hombre se hubiera chocado con ella y ni siquiera se hubiese molestado en ayudarla. La chica miraba con inquietud la parada donde estaba el autobús, que debería coger para volver a su casa y lo peor es que era el último que pasaba aquellas horas de la noche.Cuando todas sus cosas ya estaban guardadas en el bolso, Elyanna corrió lo más rápido que pudo para llegar a la parada, pero cuando estaba casi llegando el autobús se marchó dejándola sola en aquella calle sola.La chica resopló con cansancio porque debería coger otro autobús que la dejaría a unas cuantas calles de su casa, que infelizmente estaba en un barrio muy peligroso de San Francisco, entonces miró el reloj para ver la hora y se preocupó porque eran casi las once de la noche. En aquel día había muchísimo trabajo en la empresa, todos los empleados estaban como locos para e
Nueva YorkBrandon tiró su maletín sobre el carísimo sillón de cuero que había en su oficina mientras que su secretaria entraba de tras de él nerviosa, sujetando una taza de café. Él se quitó el abrigo entregándolo a ella para que lo guardará y agarró la taza antes de sentarse en la silla detrás de su escritorio.–¡A veces pienso que eres estúpida! –Escupió Brandon y la chica bajó la cabeza apenada. – ¿Cuántas veces te he dicho que debes avisarme con antelación cada vez que haya un cambio en mi agenda?–Lo siento señor Müller, pero el señor Butt ha avisado hace menos de dos horas que no podrá comparecer a la reunión con una de las empresas para hablar sobre el lanzamiento de la nueva colección que tienen. – Murmuró la mujer asustada, deseando no recibir otra amenaza de despido.–¡Maldito Christian! –Vociferó Brandon golpeando su mesa. – ¿Y no hay nadie que pueda ir en su lugar a parte de mí?–No señor, los señores Butt no pueden comparecer a la reunión porque... bueno, ya sabe usted e
–¡Son preciosos Cassie, eres una verdadera artista! –Habló Elyanna maravillada mirando todos los diseños de joyas que habían sobre la mesa de su amiga.–¿Artista yo? – Preguntó Cassie con incredulidad abriendo mucho los ojos mirándola. –Tú sí que eres una verdadera artista cuando se trata de crear joyas. – Afirmó agarrando la muñeca de Elyanna para ver las pulseras que llevaba puestas. – Es increíble lo que haces Ely, ninguno de mis dibujos es capaz de superar una de esas pulseras, eso sin contar el collar que llevas puesto. – Murmuró y agarró entre sus dedos el dije que llevaba Elyanna en su cuello. – ¿Son las iniciales de tu adorado Brandon, ¿verdad? –Preguntó mirando las letras que habían grabadas en el dije.–¡Así es, mi primero y único amor! –Contestó Elyanna con una tierna sonrisa en su rostro mirando aquellas iniciales que significaban tanto para ella.–¿Todavía tienes alguna esperanza de volver a estar con él? – Preguntó Cassie con curiosidad mientras que organizaba los dibujo
Brandon no supo que hacer, había pensado tantas veces en aquel momento y en cada uno de sus sueños, pero cuando finalmente la tenía delante no sabía que decirle, olvidó hasta su propio nombre. Entonces el gerente llamó la atención de Brandon sacándolo de su aturdimiento y despertando a Elyanna del estado de shock en el que se encontraba.–¿Señor Müller a usted que le parece? ¿Señor Müller? –Preguntó el gerente extrañado al ver que su jefe parecía aturdido mirando a la asistenta personal de la subgerente.–¿Qué...qué...qué dijiste? – Preguntó Brandon haciendo un esfuerzo para gesticular la pregunta girándose para ver al gerente y Elyanna se apartó de él al darse cuenta de que los demás comenzaban a mirarlos extrañados, entonces se giró para ver al gerente intentando recomponerse.Elyanna se dio la vuelta llevándose una mano a la boca para ahogar un sollozo por la impresión tan grande que había tenido de volver a encontrar a Brandon y salió de la sala de reuniones. En el pasillo Elyanna