–¡Son preciosos Cassie, eres una verdadera artista! –Habló Elyanna maravillada mirando todos los diseños de joyas que habían sobre la mesa de su amiga.
–¿Artista yo? – Preguntó Cassie con incredulidad abriendo mucho los ojos mirándola. –Tú sí que eres una verdadera artista cuando se trata de crear joyas. – Afirmó agarrando la muñeca de Elyanna para ver las pulseras que llevaba puestas. – Es increíble lo que haces Ely, ninguno de mis dibujos es capaz de superar una de esas pulseras, eso sin contar el collar que llevas puesto. – Murmuró y agarró entre sus dedos el dije que llevaba Elyanna en su cuello. – ¿Son las iniciales de tu adorado Brandon, ¿verdad? –Preguntó mirando las letras que habían grabadas en el dije.
–¡Así es, mi primero y único amor! –Contestó Elyanna con una tierna sonrisa en su rostro mirando aquellas iniciales que significaban tanto para ella.
–¿Todavía tienes alguna esperanza de volver a estar con él? – Preguntó Cassie con curiosidad mientras que organizaba los dibujos que deberían exponer en la reunión.
–Han pasado diez años Cassie, seguramente habrá rehecho su vida con alguien, pero sí tengo esperanzas de algún día volver a encontrarlo para saber si es feliz y como le ha ido en todos estos años. –Murmuró Elyanna con nostalgia y Cassie llevó la mano a su barbilla para que levantará la mirada.
–¿Nena has probado salir con alguien en todo este tiempo? – Preguntó Cassie intrigada pensando que no podía ser posible que Elyanna se haya quedado anclada al pasado durante diez años sin darse una oportunidad con otra persona.
–Por supuesto que sí Cassie, he tenido algunas citas, pero ninguno me ha llegado al corazón. – Suspiró Elyanna encogiéndose de hombros. –Creo que jamás olvidaré a Brandon, él siempre será mi primer amor.
–Pues el primer amor no es el más importante, nena, sino que el último. Ese será el que marcará toda la diferencia en tu vida. –Afirmó Cassie dando la vuelta a la mesa para agarrar una carpeta.
–No creo que sea capaz de volver a amar a otra persona Cassie. Amo a Brandon desde que era una niña. – Murmuró Elyanna ayudándola a guardar los dibujos en la carpeta.
–Exactamente nena, es el primer amor de una niña, ya es hora de que encuentres tu primer amor siendo una mujer. – Habló Cassie agarrando la mano de Elyanna, dándole un suave apretón y por un instante la mente de Elyanna recordó el rostro de su Ángel de guarda, el extraño que la había salvado.
Entonces Elyanna se pegó una bofetada mental sin entender porque había pensando en aquel hombre de repente y decidió cambiar de tema.
–Bueno ahora dime, veo que están muy liados hoy con todo esto. ¿Estás nerviosa por la tal reunión? –Preguntó Elyanna con curiosidad viendo como su amiga parecía estar ansiosa.
–Estoy en pánico Ely, es la primera vez que recibimos a uno de los dueños de Hands Of Gold & Company de visita en esta empresa. – Habló Cassie con expectación. – Al parecer recibiremos hoy aquí al heredero de la familia Butt, Christian Butt.
–Llevo a penas tres meses en esta empresa y jamás he visto a los dueños, solo sé quién es el dueño por su nombre. –Murmuró Elyanna sentándose en una banqueta al lado de Cassie, pasando los dedos sobre uno de los diseños.
Hace más de un año que trabajo aquí y esta es la primera vez que viene. –Susurró Cassie pegando su hombro al de Elyanna. –Nuestra cadena de joyerías es parte del grupo Hands Of Gold, pero no son las principales, así que casi no aparecen por aquí y creo que vienen...
–¡¡No te he contrato para estar aquí de cotilleo Polyanna!! – Exclamó Rebecca la subgerente de la empresa, como siempre dirigiéndose a Elyanna con otro nombre a propósito.
–¡Elyanna! –Contestaron Elyanna y Cassie a unisonó.
–Como sea, si hicieras mejor tu trabajo hace mucho tiempo me hubiera aprendido tu nombre, pero sigues siendo una insignificante en esta empresa. – Escupió Rebecca, pero a Elyanna ya no le importaba sus intentos de humillarla, sabía que lo hacía para descontar en ella los malos ratos que la hacía pasar el gerente.
–Lo siento señora Rebecca, pero usted me dijo que viniera aquí para ayudar a Cassie a preparar la presentación de la nueva colección. – Habló Elyanna poniéndose de pie.
–No importa, igualmente no haces nada bien y Cassie, prepara bien esa presentación. –Ordenó tocándose la sien con una de las manos, como si tuviera un terrible dolor de cabeza. – Me han dado un chivatazo y hoy no recibiremos aquí a señor Butt, sino que al mismísimo Satanás. – Afirmó la mujer dándose la vuelta y Cassie abrió mucho los ojos asustada, llamando la atención de Elyanna.
–¿El CEO de Hands Of Gold es el que presidirá la reunión? – Preguntó Cassie con expectación y la subgerente volvió a girarse para mirarla.
–¿Es que eres sorda? – Preguntó Rebecca exasperada y la chica se sobresaltó dejando caer la carpeta con todos los dibujos de la nueva colección. – Eres un verdadero desastre, asegúrate de hacer bien tu trabajo, porque hoy todos estaremos corriendo el riesgo de perder nuestros puestos. – Escupió saliendo del taller de diseño, pero no tardó en volver a asomarse para darle un aviso a Elyanna. – Date prisa carita bonita, que tú hoy corres doble peligro, con Satanás y conmigo.
Las dos amigas sacaron la lengua para la subgerente como si fueran dos niñas cuando ella les dio la espalda y continuaron recogiendo todo lo que había dejado caer Cassie.
–¿Quién es Santanas? – Preguntó Elyanna con curiosidad.
–No tengo idea de como se llama, el jefe de diseño es el único que tuvo contacto directo con él y nuestro gerente claro, pero ambos se refieren al CEO como si fuera un demonio, dicen que tiene un carácter horrible y que es muy exigente. –Contestó Cassie con nerviosismo y después se centraron en recoger todo para la presentación.
Brandon entró a la empresa acompañado de otros directivos mirando por encima del hombro a cualquiera que se acercará a él. Los empleados se iban apartando de su camino cuando daban cuenta de quien se trataba y una gran parte de ellos estaban sorprendidos, porque escuchaban hablar del Satanás, pero les costaba asociar la imagen de un hombre tan atractivo con aquel apodo, hasta que Brandon comenzó a repartir órdenes y amenazas de despido.
En menos de diez minutos Brandon estaba sentado encabezando la enorme mesa de la sala de reuniones, rodeado de los directivos de las empresas y otros socios mientras que Cassie presentaba toda la colección en una pantalla, acompañada del jefe del departamento de Marketing.
¿Me estáis diciendo que os habéis tirado meses para preparar una colección que es exactamente igual a la anterior y que por cierto no ha vendido prácticamente nada? –Preguntó Brandon recostándose en el respaldo de la silla mirando al gerente como si fuera un insecto.
–Bueno señor, si le da una oportunidad a esta colecc...
–¡Cállate! – Ordenó Brandon interrumpiendo a Cassie sin molestarse en mirarla. –¿Dónde está el encargado del departamento de diseño? –Preguntó mirando al gerente que se pasó un pañuelo por la frente sudando por el nerviosismo.
–Está enfermo señor, por ese motivo no pudo estar presente hoy. –Contestó el gerente intentando disimular sus nervios sin éxito, porque Brandon podía ver como temblaba.
–¡Pues ya se puede estar muriendo para no darme la cara después de haber diseñado semejante porquería! –Escupió Brandon enojado sin fijarse en Elyanna que había entrado a la sala de reuniones con la cabeza bajada, para entregarle un vaso con agua al gerente.
Brandon estaba sentado de espaldas hacia la puerta, así que cuando Elyanna entró no pudo verle la cara y como le habían informado sobre el carácter del jefe, decidió entrar a la sala sin levantar la mirada del suelo y en ese momento Brandon estaba callado, apenas escuchando lo que tenían que decir los socios.
Elyanna dejó el vaso con agua sobre la mesa y después se giró para salir, pero cuando pasó cerca de Brandon, él la agarró del brazo mientras que escuchaba las explicaciones del gerente sobre los números de la empresa que habían caído.
Elyanna sintió una electricidad recoger su cuerpo al sentir el tacto de aquella mano sobre su piel, pero cuando escuchó la voz de Brandon sintió todo el equilibrio abandonar sus piernas y tuvo que reunir toda su fuerza para mantenerse de pie.
–Quiero un café bien fuerte y que no se te ocurra echarle a azúcar porque no lo soporto. – Ordenó Brandon sin mirarla, pero no tardó en levantar la cabeza para verla al darse cuenta de que la chica temblaba en su mano y casi perdió la respiración cuando sus ojos se encontraron con aquella mirada que veía a penas en sueños. –Elyanna. – Susurró tan bajo que solamente ella pudo escucharlo mientras que la miraba a los ojos, pero Elyanna no fue capaz de pronunciar ni una sola palabra, estaba en estado de shock.
Brandon no supo que hacer, había pensado tantas veces en aquel momento y en cada uno de sus sueños, pero cuando finalmente la tenía delante no sabía que decirle, olvidó hasta su propio nombre. Entonces el gerente llamó la atención de Brandon sacándolo de su aturdimiento y despertando a Elyanna del estado de shock en el que se encontraba.–¿Señor Müller a usted que le parece? ¿Señor Müller? –Preguntó el gerente extrañado al ver que su jefe parecía aturdido mirando a la asistenta personal de la subgerente.–¿Qué...qué...qué dijiste? – Preguntó Brandon haciendo un esfuerzo para gesticular la pregunta girándose para ver al gerente y Elyanna se apartó de él al darse cuenta de que los demás comenzaban a mirarlos extrañados, entonces se giró para ver al gerente intentando recomponerse.Elyanna se dio la vuelta llevándose una mano a la boca para ahogar un sollozo por la impresión tan grande que había tenido de volver a encontrar a Brandon y salió de la sala de reuniones. En el pasillo Elyanna
Brandon tenía ganas de colgar la llamada y entrar al bar para ver a Elyanna que había desaparecido de su campo de visión, pero conocía muy bien a su padre y sabía que ignorarlo no sería una buena idea.–¿Qué pasa con Daisy ahora, papá? – Preguntó Brandon disgustado porque nada le molestaba más que los desplantes de su esposa.–Ha pasado toda la maldita tarde llenándome la cabeza con vuestros problemas matrimoniales. – Escupió Cyrus. – Ella dice que quiere tener un bebé, pero que tú te niegas.–Y seguiré así viejo, Daysi puede borrar de su cabeza la idea de tener un hijo mío, porque eso no va a pasar. – Contestó Brandon enojado apretando los dientes, recordando lo insistente que estaba su mujer con la idea de tener un hijo.–Pues sabes perfectamente que debes tenerla contenta. – Habló Cyrus con un tono más relajado.–¡Ni muerto papá, no pienso tener un hijo con Daysi Butt! –Exclamó Brandon con rabia. – Tener un hijo con ella no está incluido en nuestro plan viejo.–Lo sé, lo sé, pero e
–¿Seguro que no te importa cerrar el bar esta noche? – Preguntó Dex el compañero de Elyanna mirándola con carita de perro abandonado.–¡¡No Dex, vete con tu chica que estará como loca esperándote!!– Contestó Elyanna con una sonrisa, para enfatizar que no había problema y él volvió a dejar otro beso en su mejilla.–¡Serás la madrina de la boda nena, eso que te quede muy claro! –Exclamó Dex saltando la barra para marcharse y cuando pasó por Brandon se dio cuenta de que parecía querer matarlo con la mirada, pero estaba tan entusiasmado con la sorpresa que había preparado para su novia que no le dio mucha importancia y salió del bar.Cuando la mirada de Brandon volvió a cruzarse con la de Elyanna los dos sonrieron con timidez, entonces él se sentó en uno de los taburetes altos que estaban pegados a barra y la chica se acercó para atenderlo.–¿Qué vas a querer tomar? Te aviso que es por cuenta de la casa. – Preguntó Elyanna mirando las botellas que había detrás de ella y después se mordió
Brandon estaba sentado en la silla de su despacho enojado, porque quería estar con Elyanna después que terminase su trabajo, pero la chica le había dicho que tenía un compromiso con la diseñadora y Brandon odiaba no ser una prioridad para Elyanna en aquel momento, pero su humor se puso peor cuando su teléfono móvil comenzó a sonar y se vio obligado a contestar.–¿Qué es lo que quieres ahora Daisy, ya te dije que estoy trabajando? – Preguntó Brandon molesto contestando a la llamada de su esposa.–¿De verdad que estarás fuera una semana entera? – Preguntó Daisy con tristeza y Brandon giró los ojos porque sabía que iba a empezar con sus berrinches.–Sí cariño, hay mucho que hacer en San Francisco y no pienso marcharme hasta que todo esté arreglado en esta empresa. –Murmuró Brandon recostándose en su silla pensando en Elyanna, porque ella era el verdadero motivo por el cual seguía en San Francisco.–Bueno cariño, entonces yo podría ir y estar contigo…–¡¡No, de ninguna manera Daisy, no qu
Horas más tarde Elyanna estaba recogiendo sus cosas para marcharse, había quedado con Cassie para tomar algo y quería darse prisa para ir buscarla. Cuando la secretaria del gerente se acercó al pequeño escritorio que tenía Elyanna, al lado de la puerta de la oficina de Rebeca.–Elyanna, necesito que me ayudes con algunas fotocopias para los documentos que necesita el departamento de Marketing. – Pidió la chica y Elyanna miró su bolso que estaba encima del escritorio sin saber que hacer, porque su turno ya había terminado.–Es que estaba a punto de salir Sheila, ya he terminado mi turno. – Contestó Elyanna con expectación porque llevaba días haciendo horas extras, que encima no eran bien remuneradas.–Bueno, no te preocupes, te puedes marchar si quieres, mañana le comentaré a la subgerente sobre tu poco rendimiento en esta empresa. – Escupió la secretaria y Elyanna frunció el ceño indignada, porque se dejaba la piel en aquel trabajo, pero no podía discutir con alguien que llevaba años
Las dos disfrutaban de la música desde una mesa que estaba a unos metros del escenario mientras que probaban varios tipos de cervezas alemanas que ofrecía el bar, hablando sobre los chismes de la empresa y criticando todos los novios que tenía Cassie en aquel momento. Cuando de repente se paró la música y el cantante comenzó a hablar para llamar la atención de todos y las chicas se giraron para ver qué estaba pasando. –Buenas Noches a todos los que están aquí presente disfrutando de esta maravillosa noche. – Habló el vocalista del grupo que tocaba aquella noche en el bar mientras que todos le prestaban atención, incluyendo Cassie y Elyanna que no apartaban la vista del escenario mirando lo que sucedía con curiosidad. – Quería hacer una invitación especial a un viejo amigo mío que está entre el público, para que suba aquí arriba y cante una canción para nosotros, para regalarnos un poco de ese talento tan bonito que tiene. – ¡¡Chase hermano, sube aquí vamos!! – Pidió el cantante seña
Elyanna estaba hablando con los amigos y Chase de Cassie animadamente, disfrutando inmensamente de la compañía. Chase y Elyanna parecían estar cómodos juntos y él no podía dejar de observarla, porque aparte de buena chica también le resultaba ser la mujer más hermosa que había visto en su vida, entonces el teléfono móvil de Elyanna comenzó a sonar y la chica se apartó un poco del grupo para contestar al ver que era Brandon quien la estaba llamando. –¿Te lo estás pasando bien con tu amiga? – Preguntó Brandon intentando controlar sus celos que había decidido llamarla primero para saber que estaría haciendo, antes de presentarse en el bar y Elyanna se tapó el otro oído para escucharlo mejor. –Sí Bran, me está gustando mucho el bar al que me ha traído Cassie, ¿qué tal la reunión que tenías? – Preguntó Elyanna apartándose de un grupo de personas que gritaban con entusiasmo como si estuviesen celebrando algo. –Ha ido bien, un poco estresante, pero bien. Quería decirte que paso por ti en
–¡Quién iba a decir que detrás de aquella mirada inocente, se esconde una zorra interesada que se acuesta con hombres casados! – Escupió Chase para sí mismo volviendo a entrar en el bar, para tomarse una copa de la bebida más fuerte que tuvieran, porque estaba asqueado y a la vez preocupado, porque en aquel momento necesitaba saber si Elyanna sabía quién era él, aunque no le había dado señales de que lo supiese, pero Chase llevaba años de su vida cuidándose las espaldas y no podía bajar la guardia con una mujer que para él debía ser una arribista.–¡Brandon no hagas eso! – Exclamó Elyanna alejándose al sentir como Brandon la tocaba en medio de la calle.–Lo siento cariño, es que tanto tiempo sin ti me tiene loco, perdóname. – Suplicó Brandon poniendo un puchero y Elyanna asintió todavía un poco molesta.Después Brandon la llevó a su casa y antes de que se bajará la invitó a desayunar con él a la mañana siguiente, pensando que no estaría mal darle un momento de tranquilidad antes de lo