Nueva York
Brandon tiró su maletín sobre el carísimo sillón de cuero que había en su oficina mientras que su secretaria entraba de tras de él nerviosa, sujetando una taza de café. Él se quitó el abrigo entregándolo a ella para que lo guardará y agarró la taza antes de sentarse en la silla detrás de su escritorio.
–¡A veces pienso que eres estúpida! –Escupió Brandon y la chica bajó la cabeza apenada. – ¿Cuántas veces te he dicho que debes avisarme con antelación cada vez que haya un cambio en mi agenda?
–Lo siento señor Müller, pero el señor Butt ha avisado hace menos de dos horas que no podrá comparecer a la reunión con una de las empresas para hablar sobre el lanzamiento de la nueva colección que tienen. – Murmuró la mujer asustada, deseando no recibir otra amenaza de despido.
–¡Maldito Christian! –Vociferó Brandon golpeando su mesa. – ¿Y no hay nadie que pueda ir en su lugar a parte de mí?
–No señor, los señores Butt no pueden comparecer a la reunión porque... bueno, ya sabe usted el por qué, entonces el único que queda es usted. –Contestó la mujer y a Brandon le puso de los nervios escuchar como le temblaba la voz.
–Está bien avísales que iré a la reunión en San Francisco y cancela los compromisos que tenga para mañana. –Escupió Brandon molesto y la chica asintió haciéndole una reverencia como si fuera un rey, por el miedo tan grande que le tenía. –¡Abigail! –Exclamó llamando la atención de la chica que volvió a girarse rápidamente para verlo.
–Sí, señor Müller.
–No avises, prefiero llegar de sorpresa para saber que m****a andan haciendo, que cada vez tenemos menos beneficios con las colecciones de joyas que sacan a la venta. –Ordenó recostándose en su silla, pasando la mano por su barbilla pensativo, después la miró. –¿Se puede saber porque sigo viendo tu cara? –Preguntó molesto al ver que la chica estaba parada mirándole y Abigail pensó que tanta belleza no encajaba con su temible carácter, porque era un verdadero ogro. – ¿Qué estás esperando? Ve a avisar al piloto que necesito el jet listo mañana a primera hora. –Ordenó y la chica salió prácticamente corriendo de su oficina, entonces Brandon agarró el teléfono e hizo una llamada.
–¡Paul! –Habló Brandon y escuchó una voz entusiasmada que lo contestó al otro lado de la línea.
–¡Mi Rey, el grandísimo señor Brandon Müller! ¿A qué se debe el honor de recibir la llamada de su majestad? –Preguntó Paul y Brandon puso los ojos en blanco.
–A que dejes de hacerme la pelota y hagas bien tu trabajo, quiero una chica para esta noche. – Habló con autoridad mientras que jugaba con el dije que tenía las iniciales de Elyanna entre sus dedos.
–Lo que quieras mi Rey.
–No es lo que ha parecido la última vez, te he dicho muchas veces que deben tener los cabellos hasta la curva del trasero, oscuros y ondulados. ¡La que me estaba esperando en el hotel la semana pasada los tenía completamente lisos, sosos y sabes que así no me gusta! – Escupió Brandon enojado y escuchó al hombre suspirar.
–Por supuesto que lo sé mi Rey. Las chicas deben tener la piel blanca, largos cabellos ondulados y oscuros, los ojos verdes con una mirada inocente y siempre deben llevar puesto un vestido con estampado de flores. –Respondió Paul intentando disimular lo harto que estaba de las exigencias de Brandon. – Me pregunto quién será esa mujer que tanto buscas en mis chicas.
–No la busco en esas putas, ella no es como las prostitutas con las que intento saciarme.
–Si lo fuera no necesitarías a mis chicas, pero me imagino que debe ser una mujer muy importante para ti, amigo. –Respondió Paul y Brandon miró el dije que tenía en su mano.
–Ella es mi objetivo principal, Paul. –Contestó Brandon con sinceridad porque Paul Smith era de las pocas personas que de verdad conocían al verdadero Brandon, después cerró los ojos para recordar el rostro de Elyanna. –Esta noche a la misma hora de siempre. – Ordenó y colgó la llamada para centrarse en su trabajo-
Brandon había pasado todo el día ocupado deseando tener algo de paz, pero cuando salió de la empresa su teléfono móvil comenzó a sonar y al ver quien lo estaba llamando tiró el aparato sobre el asiento del copiloto con brusquedad, cansado de todo lo que le rodeaba. Después puso el coche en marcha para ir directo al hotel donde tenía su cita.
Cuando Brandon entró a la habitación del hotel se quedó paralizado al abrir la puerta. Delante del enorme ventanal había una mujer vestida con un vestido claro de flores que le llegaba hasta los muslos, el cabello largo como tanto le gustaba y desde la puerta pudo oler aquel perfume que lo volvía loco. Entonces la mujer se dio cuenta de su presencia e hizo movimiento para girarse.
–¡No te des la vuelta, quédate así! –Ordenó Brandon acercándose a ella.
Entonces la chica apoyó las manos en el cristal, preparándose para lo que estaba a punto de suceder, tal y como le había explicado una de sus compañeras que había estado anteriormente con Brandon.
–No sabes cuanta falta me haces cada día. –Murmuró Brandon acariciando los cabellos de aquella mujer, buscando en ella revivir el pasado. –Te sigo amando nena y sueño con volver a tener en mis brazos cada noche. –Susurró Brandon enterrando su rostro en el cuello de la chica inhalando su perfume y subió las manos por sus muslos hasta llegar a sus bragas, pero cuando se dio cuenta de que no las llevaba puestas se apartó de ella con brusquedad. –¿Por qué no llevas las malditas bragas puestas? – Preguntó furioso y la chica comenzó a temblar mientras que se giraba para verlo.
–Pensé que le gustaría más así...
–¡¡No, no me gusta, porque ella jamás iría sin bragas por la vida, mi mujer no es una puta como tú!!–Vociferó Brandon agarrando a la chica del brazo. –Vete de aquí ahora mismo, y a ver si aprendes a complacer un cliente como es debido. –Se quejó y la empujó fuera de la habitación con brusquedad, después se dio cuenta de que había dejado su bolso y lo cogió, abrió la puerta y lo tiró encima de la chica que seguía en el suelo del pasillo aturdida sin saber que hacer.
Brandon se quitó la chaqueta de su traje, se aflojó la corbata con rabia y después se acostó en la cama. Cerró los ojos recordando aquella noche con Elyanna, en las única dos veces que había podido hacerle el amor. Era una tortura para él recordar aquellos momentos con ella, su voz, sus caricias, sus besos y hasta sus gemidos. Todo eso le volvía loco porque necesitaba volver a tenerla en sus brazos y sentirla suya otra vez.
Habían pasado diez años desde la última vez que la había visto y decidió no buscarla porque sabía que si volviera a verla sería capaz de abandonarlo todo para estar a su lado y ya no podía hacerlo. Brandon había avanzado mucho en sus planes y estaba muy cerca de lograr su objetivo. Él estaba decidido seguir con su plan y después buscar a Elyanna, porque solamente con ella su felicidad sería completa. Brandon quería tenerlo todo, el dinero, el poder y la mujer que amaba.
–¡Son preciosos Cassie, eres una verdadera artista! –Habló Elyanna maravillada mirando todos los diseños de joyas que habían sobre la mesa de su amiga.–¿Artista yo? – Preguntó Cassie con incredulidad abriendo mucho los ojos mirándola. –Tú sí que eres una verdadera artista cuando se trata de crear joyas. – Afirmó agarrando la muñeca de Elyanna para ver las pulseras que llevaba puestas. – Es increíble lo que haces Ely, ninguno de mis dibujos es capaz de superar una de esas pulseras, eso sin contar el collar que llevas puesto. – Murmuró y agarró entre sus dedos el dije que llevaba Elyanna en su cuello. – ¿Son las iniciales de tu adorado Brandon, ¿verdad? –Preguntó mirando las letras que habían grabadas en el dije.–¡Así es, mi primero y único amor! –Contestó Elyanna con una tierna sonrisa en su rostro mirando aquellas iniciales que significaban tanto para ella.–¿Todavía tienes alguna esperanza de volver a estar con él? – Preguntó Cassie con curiosidad mientras que organizaba los dibujo
Brandon no supo que hacer, había pensado tantas veces en aquel momento y en cada uno de sus sueños, pero cuando finalmente la tenía delante no sabía que decirle, olvidó hasta su propio nombre. Entonces el gerente llamó la atención de Brandon sacándolo de su aturdimiento y despertando a Elyanna del estado de shock en el que se encontraba.–¿Señor Müller a usted que le parece? ¿Señor Müller? –Preguntó el gerente extrañado al ver que su jefe parecía aturdido mirando a la asistenta personal de la subgerente.–¿Qué...qué...qué dijiste? – Preguntó Brandon haciendo un esfuerzo para gesticular la pregunta girándose para ver al gerente y Elyanna se apartó de él al darse cuenta de que los demás comenzaban a mirarlos extrañados, entonces se giró para ver al gerente intentando recomponerse.Elyanna se dio la vuelta llevándose una mano a la boca para ahogar un sollozo por la impresión tan grande que había tenido de volver a encontrar a Brandon y salió de la sala de reuniones. En el pasillo Elyanna
Brandon tenía ganas de colgar la llamada y entrar al bar para ver a Elyanna que había desaparecido de su campo de visión, pero conocía muy bien a su padre y sabía que ignorarlo no sería una buena idea.–¿Qué pasa con Daisy ahora, papá? – Preguntó Brandon disgustado porque nada le molestaba más que los desplantes de su esposa.–Ha pasado toda la maldita tarde llenándome la cabeza con vuestros problemas matrimoniales. – Escupió Cyrus. – Ella dice que quiere tener un bebé, pero que tú te niegas.–Y seguiré así viejo, Daysi puede borrar de su cabeza la idea de tener un hijo mío, porque eso no va a pasar. – Contestó Brandon enojado apretando los dientes, recordando lo insistente que estaba su mujer con la idea de tener un hijo.–Pues sabes perfectamente que debes tenerla contenta. – Habló Cyrus con un tono más relajado.–¡Ni muerto papá, no pienso tener un hijo con Daysi Butt! –Exclamó Brandon con rabia. – Tener un hijo con ella no está incluido en nuestro plan viejo.–Lo sé, lo sé, pero e
–¿Seguro que no te importa cerrar el bar esta noche? – Preguntó Dex el compañero de Elyanna mirándola con carita de perro abandonado.–¡¡No Dex, vete con tu chica que estará como loca esperándote!!– Contestó Elyanna con una sonrisa, para enfatizar que no había problema y él volvió a dejar otro beso en su mejilla.–¡Serás la madrina de la boda nena, eso que te quede muy claro! –Exclamó Dex saltando la barra para marcharse y cuando pasó por Brandon se dio cuenta de que parecía querer matarlo con la mirada, pero estaba tan entusiasmado con la sorpresa que había preparado para su novia que no le dio mucha importancia y salió del bar.Cuando la mirada de Brandon volvió a cruzarse con la de Elyanna los dos sonrieron con timidez, entonces él se sentó en uno de los taburetes altos que estaban pegados a barra y la chica se acercó para atenderlo.–¿Qué vas a querer tomar? Te aviso que es por cuenta de la casa. – Preguntó Elyanna mirando las botellas que había detrás de ella y después se mordió
Brandon estaba sentado en la silla de su despacho enojado, porque quería estar con Elyanna después que terminase su trabajo, pero la chica le había dicho que tenía un compromiso con la diseñadora y Brandon odiaba no ser una prioridad para Elyanna en aquel momento, pero su humor se puso peor cuando su teléfono móvil comenzó a sonar y se vio obligado a contestar.–¿Qué es lo que quieres ahora Daisy, ya te dije que estoy trabajando? – Preguntó Brandon molesto contestando a la llamada de su esposa.–¿De verdad que estarás fuera una semana entera? – Preguntó Daisy con tristeza y Brandon giró los ojos porque sabía que iba a empezar con sus berrinches.–Sí cariño, hay mucho que hacer en San Francisco y no pienso marcharme hasta que todo esté arreglado en esta empresa. –Murmuró Brandon recostándose en su silla pensando en Elyanna, porque ella era el verdadero motivo por el cual seguía en San Francisco.–Bueno cariño, entonces yo podría ir y estar contigo…–¡¡No, de ninguna manera Daisy, no qu
Horas más tarde Elyanna estaba recogiendo sus cosas para marcharse, había quedado con Cassie para tomar algo y quería darse prisa para ir buscarla. Cuando la secretaria del gerente se acercó al pequeño escritorio que tenía Elyanna, al lado de la puerta de la oficina de Rebeca.–Elyanna, necesito que me ayudes con algunas fotocopias para los documentos que necesita el departamento de Marketing. – Pidió la chica y Elyanna miró su bolso que estaba encima del escritorio sin saber que hacer, porque su turno ya había terminado.–Es que estaba a punto de salir Sheila, ya he terminado mi turno. – Contestó Elyanna con expectación porque llevaba días haciendo horas extras, que encima no eran bien remuneradas.–Bueno, no te preocupes, te puedes marchar si quieres, mañana le comentaré a la subgerente sobre tu poco rendimiento en esta empresa. – Escupió la secretaria y Elyanna frunció el ceño indignada, porque se dejaba la piel en aquel trabajo, pero no podía discutir con alguien que llevaba años
Las dos disfrutaban de la música desde una mesa que estaba a unos metros del escenario mientras que probaban varios tipos de cervezas alemanas que ofrecía el bar, hablando sobre los chismes de la empresa y criticando todos los novios que tenía Cassie en aquel momento. Cuando de repente se paró la música y el cantante comenzó a hablar para llamar la atención de todos y las chicas se giraron para ver qué estaba pasando. –Buenas Noches a todos los que están aquí presente disfrutando de esta maravillosa noche. – Habló el vocalista del grupo que tocaba aquella noche en el bar mientras que todos le prestaban atención, incluyendo Cassie y Elyanna que no apartaban la vista del escenario mirando lo que sucedía con curiosidad. – Quería hacer una invitación especial a un viejo amigo mío que está entre el público, para que suba aquí arriba y cante una canción para nosotros, para regalarnos un poco de ese talento tan bonito que tiene. – ¡¡Chase hermano, sube aquí vamos!! – Pidió el cantante seña
Elyanna estaba hablando con los amigos y Chase de Cassie animadamente, disfrutando inmensamente de la compañía. Chase y Elyanna parecían estar cómodos juntos y él no podía dejar de observarla, porque aparte de buena chica también le resultaba ser la mujer más hermosa que había visto en su vida, entonces el teléfono móvil de Elyanna comenzó a sonar y la chica se apartó un poco del grupo para contestar al ver que era Brandon quien la estaba llamando. –¿Te lo estás pasando bien con tu amiga? – Preguntó Brandon intentando controlar sus celos que había decidido llamarla primero para saber que estaría haciendo, antes de presentarse en el bar y Elyanna se tapó el otro oído para escucharlo mejor. –Sí Bran, me está gustando mucho el bar al que me ha traído Cassie, ¿qué tal la reunión que tenías? – Preguntó Elyanna apartándose de un grupo de personas que gritaban con entusiasmo como si estuviesen celebrando algo. –Ha ido bien, un poco estresante, pero bien. Quería decirte que paso por ti en