Capítulo 3
No podía con lo que la asistente me decía, así que colgué el teléfono y me le quedé viendo a la nada, por un momento. No entendía que estaba pasando. ¿Por qué Mark estaba en Positano? ¿Por qué demonios contrato un Ferrari? Pero después recordé, que, en nuestra primera cita, me llevo dentro de una Ferrari rojo, que su padre le había comprado. El Ferrari significaba mucho para mí, ya que supe de inmediato, que él quería asombrarme con el auto, pero nunca lo logro, ya que casi chocamos con esa cosa.
Ya era bastante tarde, así que mi oficina se oscureció de inmediato, no me moleste en prender las luces, porque en realidad quería estar en plena oscuridad, pensando en lo que Mark había hecho en Italia. Pero alguien me sorprende de la nada, prendiendo la luz de mi oficina. Esa persona era Mathew, quién me mira con preocupación en cuanto me ve mirando hacia la nada.
–¿Lisa? -Pregunta sorprendido, mientras yo me quedo inmóvil al ver la luz. –¿Qué demonios haces aquí? -Pregunta preocupado, mientras que nota que estoy temblorosa.
–Yo…-De inmediato entre en un trance, en el que no podía salir. No sabía que responderle, así que me levante de la silla, pero por mi debilidad, casi caigo al suelo, si no fuera porque Mathew me atrapo entre sus grandes brazos.
–Lisa, tú no estás bien. -Me confirma el joven de ojos grises. –Tienes que decirme, ¿qué te está pasando? -Yo no le podía responder aún, porque tenía que hablar con Mark primero.
–No es nada. -Le contesté quitándome sus manos cálidas de encima. –Solo necesito ir casa.
–¡Espera! -Me dice el hombre con fuerza. –Yo te llevo a casa, no puedo dejarte ir en estas condiciones. -Era la primera vez que no le negaba algo a Mathew . Sabía que, si tomaba mi auto, algo malo pasaría, quizás en el camino mis ojos se llenarían de lágrimas y pudiera tener un accidente.
Mathew de pronto se convirtió en otro hombre, nunca pude ver esa sensibilidad que él tenía, porque nunca la mostraba, parecía que siempre quería esconderse tras de “mala fama” de chico malo. Pero esta vez, él me sostiene con fuerza, hasta poder llegar a su auto. El hombre siempre manejaba autos caros, así que este día, estaba usando McLaren Speedtail, que tenía una apariencia extraña, pero aun así me subí a ese auto.
En el camino, no paraba de mirar hacía la ventana, parecía que hacía mucho frio en las calles, así que me aferre a mirar toda la ciudad, mientras que podía ver de reojo, que Mathew estaba realmente preocupado por mí. Quizás él quería saber que estaba pasando por mi cabeza. Pero a pesar de que el hombre tenía curiosidad, se guardó las ganas como todo un caballero, guardando sus preguntas hasta llegar a mi casa en Chelsea.
Cuando el auto se detuvo, no era capaz de salir del auto. Mathew me miraba con preocupación, mientras que yo miraba el suelo del auto. No quería enfrentarme a Mark, no quería que todo lo que descubrí, fuera cierto.
–Si no me dirás lo que te pasa, te sacare del auto. -Dijo Mathew con una risa acompañada.
–Supongo que tendrás que echarme. -Lo miré para encontrarme con una hermosa sonrisa blanca. Pero tenía que ser clara con él, así que le dije lo que pasaba, pero a la mitad.
–El dinero que faltaba en la empresa, fue Mark quién lo saco. -La mirada de Loga de inmediato se intensifica.
–¡Ese bastardo! -Maldice con fuerza, para después golpear el volante.
–Lo sé. -Mire al suelo de nuevo.–¿En qué demonios se gastó ese dinero? -Se pregunta el joven. –Bueno, supongo que no puedo decirle nada, él tiene dinero invertido en la empresa, pero tuvo que haberme dicho antes. -Suspiro encontrándole una solución a las cosas. –¿Eso es lo que te consternaba? -Me mira.–Sí, eso es todo. -Le respondí de inmediato, intentando dibujar una sonrisa en mi cara. –Lamento haber sido tan dramática.–Supongo que estabas preocupada, de que le rompiera la cara a tu esposo, pero no lo hare. -Tenía que bajar del auto, así que le brinde la última sonrisa que tendría esta noche, para después bajarme de su auto. Él espero hasta que entrara a mi gran casa, de paredes blancas y ventanales hermosos.Y al entrar a casa, puedo ver como prende su auto, para irse con rapidez. Él era un gran hombre, pero después tuve que escuchar el sonido, de alguien tocando música en el segundo piso de la casa. Sabía que era Mark. Él solía tocar el piano siempre que estaba preocupado, así
*Mark no llego a dormir, supuse que estaría con la mujer con la que me engaña, pero para ser sincera, no lo quería ver más. Así que, al despertar por la mañana puedo ver que hace mucho frío, su lado de la cama estaba vacía, mientras que aún puedo sentir que mis ojos están hinchados de tanto llorar. Pero sé que tengo que levantarme, e ir a trabajar.Me levante de la cama con mucho pesar, me dolía mucho la cabeza, pero aun así me arrastre hacía el baño para darme una ducha. Me desnude con mucha debilidad en mi cuerpo, mientras veo como mis brazos, tienen las marcas de los dedos de Mark. Supongo que me estrujo con tanta fuerza, que mi piel no pudo aguantar tanta presión.Después me mire en el espejo, notando que la bofetada que me había dado, se había convertido en un moretón, que se conectaba con uno de mis ojos. Yo estaba sorprendida, ya que no podía ir al trabajo de esta forma. Pero al final solo me di por vencida, tomé mi ducha, mientras lloraba con tanta fuerza, que se podía escuch
Capítulo 6Parecía que nuestro paradero sería secreto hasta que lleguemos a él. Pero jamás creí que este hombre tan tenaz, me llevara hacía la casa de su madre. Era una hermosa mansión, a las afueras de Londres. La casa era una fortaleza llena de flores, que a Nora, le gustaba tener por todos sus jardines.–¿Qué hacemos aquí? -Le pregunte a Mathew , realmente enojada.–Vamos a decirle a mi madre, lo que ese infeliz te hizo. -Dijo con enojo, hasta que condujo hacía la entrada de la mansión.–Mathew , esto es una estupidez. -Le respondí con enojo. –Tú madre no puede saber de esto. -Pero ya era muy tarde. Nora vio llegar el auto de Mathew , así que salió con felicidad de la casa. Supongo que estaba feliz de ver a su hijo, que ya casi no la visitaba, pero cuando me vio en su auto, su mirada cambio un poco.–Querido hijo, bienvenido a tu hogar. -Responde la mujer con elogios, mientras demuestra una devoción hacía Mathew . –Pero, ¿qué hacen ustedes dos? -Pregunta mientras hace una mueca.Ma
–La conoces. -Él al escuchar que la conoce, abre sus ojos de par en par.–¿Quién? -Pregunta realmente preocupado.Yo solo suspire mientras que ya no había lágrimas en mis ojos, solo había resentimiento.–Lisa. -Dije con rapidez, para después sonreír derrotada.–¿Minary? -Pregunta.–La misma. -Suspire una vez más. –La misma tipa que me vendió mi casa, diciéndome que, en esa casa, haría mi propia familia. -Mathew estaba realmente sorprendido, puesto que era una amiga de la familia. –Y adivina quién es la que me la está quitando. -Mofe sin gracia.–Ese estúpido. -Murmuró Mathew molesto, tomándole un sorbo a su copa de vino.–¿Acaso te gustaba? -Le pregunté con sinceridad, ya que él podía querer cogérsela si él quería, no había ningún problema con sus deseos.–¿Estás hablando en serio? -Me pregunta alzando una ceja.–Sabemos que eres el “play boy” de todo Londres, no se me haría extraño que no te quisiera coger a Lisa. -El hombre solo me miro con enojo, mientras que sabía que había metido
–Vas a pasos agigantados. -Comenta con una sonrisa en su boca.–Vas muy lento. -Le respondí entre risas.Por un momento, deje de tener pena por mí misma. Mathew era un buen conversador mientras que el vino no paro de servirse. No era una buena bebedora, pero sabía que, si quería una buena copa de vino con Mathew podía contar.–¿Recuerdas el viaje que hicimos a Holanda? -Me dice el joven mientras empieza a poner algo de música, para poner algo de ambiente. La música era clásica, así que estaba realmente cómoda.–Como no recordarlo. -Le contesté un poco frustrada, ya que esa había sido la forma, en que Mark y yo nos conocimos.–Recuerdo que ibas con tus amigas, fue gracioso ver cómo te morías del frio. -Yo lo miró con detenimiento. Jamás supe que él me estuviera observando en ese viaje, ya que él era mayor que yo. –Recuerdo que tu nariz estaba tan roja, que pensé que eras Rodolfo el reno. -Yo me mofé con él. –Estuve a punto de quitarme mi chaqueta y dártela.–¿Qué? -Pregunté sorprendida
La vida en ese momento era placentera, pero cuando abrí de nuevo mis ojos, vi mi cruel realidad. Estaba desnuda al lado del hermano de mi esposo. Yo misma pongo mis manos sobre mi boca, mientras veo a ese joven guapo, durmiendo con tranquilidad, mientras sus pestañas largas lo hacían ver aún más precioso de lo que es en la vida real. Pero esto no estaba bien, sabía que me había equivocado.Me levante de la cama con lentitud, para luego tomar mi ropa y vestirme con rapidez, en realidad no me dio tiempo de volverme a poner las medías, así que las deje tiradas en el suelo. Era una pena, dejar a un hombre después de una noche mágica, pero este hombre no era mío, yo ya estaba casada con uno. Y aunque él me engaño, yo no tenía por qué haberlo engañado. Recuerdo tener en mente, que estaba decepcionada de mí misma. Y como no tenía auto, tome un taxi que me llevo hasta casa. Durante el viaje, no pude dejar de ser crudamente criticada por mí misma. Quizás es porque la sociedad siempre criticara
Yo lo mire con mis grandes ojos azules, mientras mi boca se abría un poco.–¡Hermano! -Dijo Mark de inmediato. –Ya estoy de vuelta. -Se expresa con alegría, el joven de ojos verdes. Pero Mathew no dijo nada, solo miró la mano de Mark, tomando la mía. Así que empezó a asentir con la cabeza, mientras nos miraba con mucho detenimiento. –Entonces, ¿están juntos? -Pregunta el joven de traje café, con botas de cuero negro. –Hermano, somos la pareja perfecta, ¿cómo no vamos a estar juntos? -Mathew de inmediato sonríe, para mirarme a mí. –Mi pregunta era para tu esposa, no para ti. -Dijo Mathew con seriedad, mientras mira a su hermano con odio. –Mathew , esto es un matrimonio. -Termine diciéndole, mientras me sentía muy mal por él. –Tienes razón, son una pareja aburrida y desgastada por el tiempo, pero qué más puedo decir. -Suspira. –Bueno, los necesito a los dos en mi oficina. -Nos avisa sorpresivamente. Mark y yo nos quedamos estáticos, hasta que Mathew nos despertó. –¡Vamos! -Nos in
Después de esa escena tan desoladora, de ver a Mathew emotivo por sus sentimientos, tuve que regresar al trabajo. No pude evitar poner más de una vez mi cabeza sobre mi escritorio, mientras hacía mi trabajo. Tenía muchas emociones pasando por mi cuerpo, hasta que llegó la hora de salida.Hoy iba a ser una noche diferente, ya que, por culpa de Mark, tenía que asistir a una cena. Caroline era mi mejor amiga, nos conocimos también desde la universidad, y fuimos tan afortunadas de seguir el mismo rubo, porque las dos nos casamos, con dos grandes empresarios. No había duda de que compartíamos muchas cosas en común, pero sabía fielmente, que Thomas jamás le había sido infiel a su esposa. O eso pensaba yo. Había una parte de mí, que quería ser sincera con mi mejor amiga, pero también estaba la presión social, ya que Caroline no era solo mi mejor amiga, sino era parte de una sociedad de esposas ricas en Londres, a la cual yo también pertenecía. Todas siempre hablaban del matrimonio de las d