–Lo sé. -Mire al suelo de nuevo.
–¿En qué demonios se gastó ese dinero? -Se pregunta el joven. –Bueno, supongo que no puedo decirle nada, él tiene dinero invertido en la empresa, pero tuvo que haberme dicho antes. -Suspiro encontrándole una solución a las cosas. –¿Eso es lo que te consternaba? -Me mira.
–Sí, eso es todo. -Le respondí de inmediato, intentando dibujar una sonrisa en mi cara. –Lamento haber sido tan dramática.
–Supongo que estabas preocupada, de que le rompiera la cara a tu esposo, pero no lo hare. -Tenía que bajar del auto, así que le brinde la última sonrisa que tendría esta noche, para después bajarme de su auto. Él espero hasta que entrara a mi gran casa, de paredes blancas y ventanales hermosos.
Y al entrar a casa, puedo ver como prende su auto, para irse con rapidez. Él era un gran hombre, pero después tuve que escuchar el sonido, de alguien tocando música en el segundo piso de la casa. Sabía que era Mark. Él solía tocar el piano siempre que estaba preocupado, así que decidí subir hasta el segundo piso, para entrar a una pequeña sala que usábamos para leer, o tomar té.
El hombre solo estaba usando el pantalón del pijama, mientras dejaba ver sus pectorales y su espalda bien trabajada. Y como si fuera psíquico, voltea su cuerpo cuando me encuentro en el lugar, recargada en la puerta blanca.
–Hola, hermosa. -Se levanta de su asiento, para caminar hacia mí.
El hombre me abraza entre sus brazos, para después besar mi frente, mientras mira mis ojos con amor, pero sabía que todo esto era mentira.
–Te extrañe mucho. -Me dice con dulzura.
–¿Sí? -Le pregunté alzando una ceja, mientras que mi semblante quizás este mostrando mucha tristeza. –Realmente no creo que me hayas extrañado. -Lo empuje con lentitud, para hacerle frente. –Llame a la aureolina y me dijeron que viajaste con alguien, a una playa turística en Italia. -Él al escucharme, se queda tieso. –También llame a todos los inversionistas italianos, con los que dijiste que estabas, pero ninguno te vio en sus oficinas. -Lentamente voy caminando hacía un sillón, para tomar un poco de aliento. –También sé que ocupaste ese dinero, para contratar un Ferrari durante toda la semana. -El hombre ahora me voltea a ver, mientras que mis lagrimas empiezan a salir.
–No es lo que crees. -Es lo único que puede decir en su defensa.
–Me estas engañando. -Dije en silencio, como si no quisiera que nadie pudiera escucharlo. Incluso yo misma, no quería saber que él me había engañado con otra mujer.
–Lisa…-Pero no podía más con su hipocresía, así que me levante con rapidez del sillón, para empujarlo con fuerza.
–¡Me estas engañando! -Grité con fuerza, mientras golpeo su pecho con fuerza.
–¡Lisa, tranquilízate! -Me pide más de una vez, tratando de esquivar mis golpes, pero yo solo quería matarlo, pero había una parte de mí, que no paraba de llorar. Todo lo que creí hasta ahora es mentira, pero a pesar de que mis golpes no eran tan fuertes, el hombre termina dándome una bofetada con fuerza. Esa misma bofetada, hizo que cayera al suelo, mientras que mi mejilla palpitaba con fuerza. –Lo lamento. -Se disculpo por el golpe, para después ayudarme a levantar. –Solo quería que te detuviera y me dejaras hablar. -Me dice tomando mi cara con sus dos manos. –Te amo con todo el corazón.
–Y si me amas tanto, ¿por qué demonios me fuiste infiel? -Le pregunté mientras él limpiaba mis lágrimas.
–No te fui infiel, todo está en tu mente. -De inmediato empezó a actuar de una forma extraña. –Se que te encargas de las finanzas de la empresa, pero creo que no deberías meterte en los asuntos de los demás.
–¿En los asuntos de los demás? -Le pregunte enojada. –¿En el asunto en donde me fuiste infiel? Perdóname por darme cuenta que me engañas. -Pero mis palabras tenían mucha ira, estaba enojada, creí que estaba en mi derecho de estarlo, pero cuando recibí un jalón de cabello, me di cuenta que no era la única persona, que estaba enojada en ese lugar.
Él hombre me estaba tomando con fuerza de mi cabellera, mientras yo tensaba mi mandíbula, me estaba doliendo demasiado.
–Somo un matrimonio ejemplar, la sociedad piensa que somos una de las parejas con una inteligencia excepcional. Mientras que nuestros valores, también lo son. -El hombre sigue hablando con fuerza, mientras yo empiezo a llorar. –Pero recuerda de donde eres. Sin mí, nadie sabría que eres especial, o que eres una de las mujeres más listas de Londres. -Me empuja con fuerza, hacia el sillón. –Te amo con todo mi corazón, pero sin mí, serías una mediocre trabajando en una empresa sin importancia. -Él me da una última mirada, para después salir de la habitación con enojo.
Estaba asustada, nunca había visto esa parte macabra de Mark. Incluso me hice pequeña, sosteniendo mis rodillas con mis manos, para empezar a llorar en silencio. No podía creer que Mark fuera capaz de tocarme un pelo, ya que siempre se ha comportado como un hombre realmente tranquilo.
Pero quizás deje de pensar en él, cuando escuche que la puerta de la entraba se cerraba con fuerza, eso significaba que había dejado la casa. Así que me levanté con apuro del suelo, para caminar por mi bolso, que estaba en la entrada de la casa. Cuando bajé las escaleras tomé mi teléfono, pero después me di cuenta, por un espejo que estaba pegado en la pared, que mi cabellera negra estaba muy despeinada, mientras que tenía cabellos arrancados sobre mi nariz respingada. Mis ojos azules se veían demasiado hinchados, mientras que mi mejilla izquierda estaba completamente roja. Verme de esa forma, me hizo entender que lo que estaba viviendo, no era algo normal.
Mire mi teléfono, buscando a un amigo con quien poder hablar, pero sabía que todas mis amigas me juzgarían. Ellas se enterarían que no tenía la vida soñada, de una mujer de Chelsea, sabía que hablarían mal de mí ante toda la sociedad. Y aun que era horrible decirlo, Mark tenía razón, tenemos un matrimonio lleno de apariencias. La única persona que sabía que no me juzgaría, era Mathew , pero no sabría si estaría de mi lado, o del lado de su hermano. Así que al final no llame a nadie. Estaba asustada por lo que había pasado, pero tampoco podía ir con todas las personas que conozco, y hacerles saber que mi matrimonio no era lo que pensaban.
Así que me recosté en mi cama, esa cama que compartí con Mark desde que nos casamos. Habían pasado tantas cosas aquí, habíamos hecho el amor, también habíamos llorado, reído y hasta peleado, así que darme cuenta que todo era falso, hizo que todo mi mundo se destrozara en dos.
*Mark no llego a dormir, supuse que estaría con la mujer con la que me engaña, pero para ser sincera, no lo quería ver más. Así que, al despertar por la mañana puedo ver que hace mucho frío, su lado de la cama estaba vacía, mientras que aún puedo sentir que mis ojos están hinchados de tanto llorar. Pero sé que tengo que levantarme, e ir a trabajar.Me levante de la cama con mucho pesar, me dolía mucho la cabeza, pero aun así me arrastre hacía el baño para darme una ducha. Me desnude con mucha debilidad en mi cuerpo, mientras veo como mis brazos, tienen las marcas de los dedos de Mark. Supongo que me estrujo con tanta fuerza, que mi piel no pudo aguantar tanta presión.Después me mire en el espejo, notando que la bofetada que me había dado, se había convertido en un moretón, que se conectaba con uno de mis ojos. Yo estaba sorprendida, ya que no podía ir al trabajo de esta forma. Pero al final solo me di por vencida, tomé mi ducha, mientras lloraba con tanta fuerza, que se podía escuch
Capítulo 6Parecía que nuestro paradero sería secreto hasta que lleguemos a él. Pero jamás creí que este hombre tan tenaz, me llevara hacía la casa de su madre. Era una hermosa mansión, a las afueras de Londres. La casa era una fortaleza llena de flores, que a Nora, le gustaba tener por todos sus jardines.–¿Qué hacemos aquí? -Le pregunte a Mathew , realmente enojada.–Vamos a decirle a mi madre, lo que ese infeliz te hizo. -Dijo con enojo, hasta que condujo hacía la entrada de la mansión.–Mathew , esto es una estupidez. -Le respondí con enojo. –Tú madre no puede saber de esto. -Pero ya era muy tarde. Nora vio llegar el auto de Mathew , así que salió con felicidad de la casa. Supongo que estaba feliz de ver a su hijo, que ya casi no la visitaba, pero cuando me vio en su auto, su mirada cambio un poco.–Querido hijo, bienvenido a tu hogar. -Responde la mujer con elogios, mientras demuestra una devoción hacía Mathew . –Pero, ¿qué hacen ustedes dos? -Pregunta mientras hace una mueca.Ma
–La conoces. -Él al escuchar que la conoce, abre sus ojos de par en par.–¿Quién? -Pregunta realmente preocupado.Yo solo suspire mientras que ya no había lágrimas en mis ojos, solo había resentimiento.–Lisa. -Dije con rapidez, para después sonreír derrotada.–¿Minary? -Pregunta.–La misma. -Suspire una vez más. –La misma tipa que me vendió mi casa, diciéndome que, en esa casa, haría mi propia familia. -Mathew estaba realmente sorprendido, puesto que era una amiga de la familia. –Y adivina quién es la que me la está quitando. -Mofe sin gracia.–Ese estúpido. -Murmuró Mathew molesto, tomándole un sorbo a su copa de vino.–¿Acaso te gustaba? -Le pregunté con sinceridad, ya que él podía querer cogérsela si él quería, no había ningún problema con sus deseos.–¿Estás hablando en serio? -Me pregunta alzando una ceja.–Sabemos que eres el “play boy” de todo Londres, no se me haría extraño que no te quisiera coger a Lisa. -El hombre solo me miro con enojo, mientras que sabía que había metido
–Vas a pasos agigantados. -Comenta con una sonrisa en su boca.–Vas muy lento. -Le respondí entre risas.Por un momento, deje de tener pena por mí misma. Mathew era un buen conversador mientras que el vino no paro de servirse. No era una buena bebedora, pero sabía que, si quería una buena copa de vino con Mathew podía contar.–¿Recuerdas el viaje que hicimos a Holanda? -Me dice el joven mientras empieza a poner algo de música, para poner algo de ambiente. La música era clásica, así que estaba realmente cómoda.–Como no recordarlo. -Le contesté un poco frustrada, ya que esa había sido la forma, en que Mark y yo nos conocimos.–Recuerdo que ibas con tus amigas, fue gracioso ver cómo te morías del frio. -Yo lo miró con detenimiento. Jamás supe que él me estuviera observando en ese viaje, ya que él era mayor que yo. –Recuerdo que tu nariz estaba tan roja, que pensé que eras Rodolfo el reno. -Yo me mofé con él. –Estuve a punto de quitarme mi chaqueta y dártela.–¿Qué? -Pregunté sorprendida
La vida en ese momento era placentera, pero cuando abrí de nuevo mis ojos, vi mi cruel realidad. Estaba desnuda al lado del hermano de mi esposo. Yo misma pongo mis manos sobre mi boca, mientras veo a ese joven guapo, durmiendo con tranquilidad, mientras sus pestañas largas lo hacían ver aún más precioso de lo que es en la vida real. Pero esto no estaba bien, sabía que me había equivocado.Me levante de la cama con lentitud, para luego tomar mi ropa y vestirme con rapidez, en realidad no me dio tiempo de volverme a poner las medías, así que las deje tiradas en el suelo. Era una pena, dejar a un hombre después de una noche mágica, pero este hombre no era mío, yo ya estaba casada con uno. Y aunque él me engaño, yo no tenía por qué haberlo engañado. Recuerdo tener en mente, que estaba decepcionada de mí misma. Y como no tenía auto, tome un taxi que me llevo hasta casa. Durante el viaje, no pude dejar de ser crudamente criticada por mí misma. Quizás es porque la sociedad siempre criticara
Yo lo mire con mis grandes ojos azules, mientras mi boca se abría un poco.–¡Hermano! -Dijo Mark de inmediato. –Ya estoy de vuelta. -Se expresa con alegría, el joven de ojos verdes. Pero Mathew no dijo nada, solo miró la mano de Mark, tomando la mía. Así que empezó a asentir con la cabeza, mientras nos miraba con mucho detenimiento. –Entonces, ¿están juntos? -Pregunta el joven de traje café, con botas de cuero negro. –Hermano, somos la pareja perfecta, ¿cómo no vamos a estar juntos? -Mathew de inmediato sonríe, para mirarme a mí. –Mi pregunta era para tu esposa, no para ti. -Dijo Mathew con seriedad, mientras mira a su hermano con odio. –Mathew , esto es un matrimonio. -Termine diciéndole, mientras me sentía muy mal por él. –Tienes razón, son una pareja aburrida y desgastada por el tiempo, pero qué más puedo decir. -Suspira. –Bueno, los necesito a los dos en mi oficina. -Nos avisa sorpresivamente. Mark y yo nos quedamos estáticos, hasta que Mathew nos despertó. –¡Vamos! -Nos in
Después de esa escena tan desoladora, de ver a Mathew emotivo por sus sentimientos, tuve que regresar al trabajo. No pude evitar poner más de una vez mi cabeza sobre mi escritorio, mientras hacía mi trabajo. Tenía muchas emociones pasando por mi cuerpo, hasta que llegó la hora de salida.Hoy iba a ser una noche diferente, ya que, por culpa de Mark, tenía que asistir a una cena. Caroline era mi mejor amiga, nos conocimos también desde la universidad, y fuimos tan afortunadas de seguir el mismo rubo, porque las dos nos casamos, con dos grandes empresarios. No había duda de que compartíamos muchas cosas en común, pero sabía fielmente, que Thomas jamás le había sido infiel a su esposa. O eso pensaba yo. Había una parte de mí, que quería ser sincera con mi mejor amiga, pero también estaba la presión social, ya que Caroline no era solo mi mejor amiga, sino era parte de una sociedad de esposas ricas en Londres, a la cual yo también pertenecía. Todas siempre hablaban del matrimonio de las d
–¡Me canse! -Mire a Thomas con dureza, mientras que no grité para nada, solo hable un poco más fuerte de lo usual. –No es justo que hables de esa manera, de la mujer que te tiene comiendo como un cerdo. -Thomas y Mark de inmediato se sorprenden, de que este hablando con fuerza. –Deberías de ser más agradecido con ella, de que es buena mujer contigo. -Tome mi bolso dispuesto a retirarme. –Tienes tanta suerte de que ella este contigo, porque sé que ninguna mujer aguantaría lo que haces con ella. No pude más y salí de la casa, quería caminar sola por las calles, hasta llegar a mi casa, pero antes de que lo hiciera, Caroline salió tras de mí corriendo. –¡Lisa! -Me detiene. –¿Qué paso? -Me pregunta como si no supiera, que su esposo es un idiota. –¿Qué no lo notas? –Le pregunté furiosa, mientras mis ojos se abren. –Tú esposo estaba hablando de ti, como si no valiera nada y tú solo haces como si no pasara nada. –Lisa…-Pero no dejo que ella continúe. –Sí eso es lo que a ti te gusta, no c