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Mark no llego a dormir, supuse que estaría con la mujer con la que me engaña, pero para ser sincera, no lo quería ver más. Así que, al despertar por la mañana puedo ver que hace mucho frío, su lado de la cama estaba vacía, mientras que aún puedo sentir que mis ojos están hinchados de tanto llorar. Pero sé que tengo que levantarme, e ir a trabajar.
Me levante de la cama con mucho pesar, me dolía mucho la cabeza, pero aun así me arrastre hacía el baño para darme una ducha. Me desnude con mucha debilidad en mi cuerpo, mientras veo como mis brazos, tienen las marcas de los dedos de Mark. Supongo que me estrujo con tanta fuerza, que mi piel no pudo aguantar tanta presión.
Después me mire en el espejo, notando que la bofetada que me había dado, se había convertido en un moretón, que se conectaba con uno de mis ojos. Yo estaba sorprendida, ya que no podía ir al trabajo de esta forma. Pero al final solo me di por vencida, tomé mi ducha, mientras lloraba con tanta fuerza, que se podía escuchar mis lagrimas por toda la casa.
Pero a pesar de que estaba sufriendo demasiado, tenía que superarlo, tenía que ir a trabajar. Así que me puse un vestido negro, unas medías y unos tacones del mismo color. Después trate de maquillarme completamente, algo que no hacía con mucha frecuencia, ya que usaba muy poco maquillaje, ya que mi piel casi no tenía imperfecciones. Pero esta vez necesitaba toda la cobertura de mi base de maquillaje. Sabía que no podía ocultar tanto el golpe, mientras que mi cuerpo tampoco podría evitar, emanar una tristeza tan fuerte como la mía.
No desayune nada, porque no tenía hambre. Mark sabía muy bien que cuando estaba triste, no probaba bocado alguno, pero esta vez, él no estaba aquí para decirme que comiera algo antes de ir a trabajar. Muchas veces deje de comer, cuando las pruebas de embarazo me marcaban negativo, pero esta vez no es una prueba de embarazo, sino que es la prueba de mi matrimonio fallido.
Después me subí a mi auto y conduje hacía la empresa. Al llegar al lugar, estacioné mi auto en el lugar que tenía mi nombre, al lado de mi estaban los dos hermanos. Mathew y Mark. El auto de Mathew ya estaba estacionado, mientras que el de Mark aún no lo estaba. Era muy extraño que Mark llegara tarde, pero mi mente me mostraba imágenes, en donde mi esposo estaba teniendo relaciones con otra mujer.
Me baje del auto con enojo, pero antes de poder entrar hacía el ascensor, mi celular sonó con fuerza por el eco del estacionamiento. Yo de inmediato saco mi teléfono, era el número de uno de los accionistas, que Mark estaría viendo en su “viaje” en Italia. Era el señor Roberto Lonce. ¿Pero por qué me estaba llamando?
–¿Hola? -Contesté extrañada.
–¿Quieres saber con quién estuvo tu esposo en Italia? -Es lo primero que escuchó, del hombre que incluso estuvo en nuestra boda. Yo solo suspiré con fuerza, no sabía si en verdad quería saber, con qué mujer se estaba acostando mi esposo, pero al final de pensar bastante, solo dije:
–Te escucho.
–La mujer que estuvo a su lado, es Lisa Milany. -El nombre de inmediato viene a mí.
–¡Es la mujer que nos vendió nuestra casa! -Dije sorprendida, mientras tapaba mi boca con mi mano. No podía creer que esa mujer, que nos vendió la casa con palabras llenas de mentiras, diciéndonos que tendríamos una hermosa familia en esa casa tan ostentosa y cara, fuera la persona que estuviera destruyendo mi matrimonio.
–¿La conoces? -Me pregunta.
–Sí. -Dije sin ánimo. –Roberto, gracias por tu ayuda, pero tengo que trabajar.
–Espera, Lisa. -Dice mi nombre, antes de que cuelgue. –Si te engaño una vez, te volverá a engañar. -Se mofa un poco. –Te lo dice un hombre que se ha casado más de trece veces.
–Está bien, me tengo que ir. -Colgué de inmediato el teléfono, para caminar hacía las oficinas.
Estaba muy enojada, parecía que tenía una flama saliendo de mi trasero. Incluso todos se dieron cuenta de mi humor, ya que tenía a bastantes amigos trabajando en esta empresa. Todos sabían que siempre los saludaba, cuando llegaba a la oficina con mi café y mi esposo. Pero esta vez, estaba enojada, sin café y sin esposo.
No salude a nadie, para poder encerrarme en mi oficina, no quería saber de nadie. Y al encerrarme en está, lance mi bolso hacía mi escritorio de vidrío, tirando algunas figuras que había comprado en diferentes países, como recuerdo de mis viajes. Tirándome en el suelo, mientras podía recordar cuanta veces, estuvo esa mujer de confianza, en la familia de los Morgan.
Lisa Milany era una mujer rubia y hermosa, era de descendencia italiana, pero vivía en Londres desde muy pequeña. Ella era una de las mujeres más influyentes del país, ya que era la mejor vendedora de bienes raíces que había en la ciudad. Sabía muy bien que tenía una amistad muy estrecha, con la familia Morgan. Nora fue la persona que me dijo, que comprara mi casa con ella, así que sabía que le caía bien a la madre de Mark.
Pero a pesar de que quería matar a esa mujer, no me di cuenta que mi puerta estaba sonando con fuerza. Así que me levante de inmediato, para poder ver quién era, solo asomando uno de mis ojos. De inmediato puedo ver a Mathew , mirándome realmente extrañado con sus ojos grises claros, mientras frunce sus cejas pobladas. Supongo que se estaba preguntando, por qué solo mostraba uno de mis ojos. Él de inmediato nota que estaba actuando extraño, así que empuja la puerta, para poder abrirla por completo. Y al entrar a mi oficina, se da cuenta de todo el desastre que he hecho.
–¿Qué demonios paso aquí? -Pregunta mientras mira el suelo, para después mirarme a mí. –¿Qué demonios te paso a ti? -Yo de inmediato quise apartar mi mirada de él, pero sabía que Mathew no lo dejaría así. Me tomo de los brazos con fuerza, para tomar mi cara entre sus manos. –¿Quién demonios te golpeo? -Pregunta una vez más, maldiciendo con fuerza.
Yo solo me moví, para que dejara de mirar mi cara golpeada. Después solo miré el suelo con vergüenza, no sabía que responderle.
–¡Ese maldito bastardo! -Él de inmediato supo que fue Mark, la persona que me había hecho esto. –¿Dónde está? -Pregunta enojado, mientras sus puños se tornan fuertes como una roca. –Le pondré una golpiza, que le durara toda su vida. -Pero no podía dejar que lo hiciera. Eran hermanos, no se podían pelear por mí de esa manera.
–Mathew , déjalo así.
–¿Cómo quieres que deje pasar esto? -Me grita con fuerza. –¡Eres su esposa! No eres un saco de box. -Él se tranquiliza un poco, para después poner su puño venoso sobre la pared. –¿Cómo pudo ese hijo de puta, golpearte de esa forma? Eres su mujer.
–No digas eso. -Dije entre lágrimas. –Son hijos de la misma madre.
–En realidad me importa un bledo, si somos de la misma madre. -Dice enfurecido. –No somos iguales, a pesar de haber nacido de la misma madre. -Responde mientras mira la pared de vidrio de mi oficina, que daba una vista a toda la ciudad. –No sé porque nunca lo notaste.
–¿Notar qué? -Le pregunté sin entender, porque tanto misterio.
–Mark …-Él hombre voltea a verme, su mirada gris es tan profunda, pero a pesar de que él joven guapo estaba listo, para decirme sus razones, por las que cree que Mark es mala persona. Él cambio de semblante, al juntar mis ojos con los suyos. En realidad, no sé de qué forma me vio, que decidió callar, para después mirar el suelo. –No debiste haber venido si te encontrabas así.
–No podía quedarme en casa, solo mirando como mi matrimonio se cae a pedazos.
–Está bien. -Dijo sin más, acercándose a mí.
Él me mira con desesperación, yo no entendía que estaba pasando por su mente, pero podía decir que nunca antes me había dado cuenta, que tenía un carácter muy protector. –Vámonos. -Tomo de mi brazo y me jalo hacía la salida.
–¿A dónde? -Le pregunté confundida, mientras había dejado mi bolso en mi oficina.
–A un lugar. -Es lo único que me responde, mientras caminamos por todo el edificio, hasta poder llegar al estacionamiento.
Capítulo 6Parecía que nuestro paradero sería secreto hasta que lleguemos a él. Pero jamás creí que este hombre tan tenaz, me llevara hacía la casa de su madre. Era una hermosa mansión, a las afueras de Londres. La casa era una fortaleza llena de flores, que a Nora, le gustaba tener por todos sus jardines.–¿Qué hacemos aquí? -Le pregunte a Mathew , realmente enojada.–Vamos a decirle a mi madre, lo que ese infeliz te hizo. -Dijo con enojo, hasta que condujo hacía la entrada de la mansión.–Mathew , esto es una estupidez. -Le respondí con enojo. –Tú madre no puede saber de esto. -Pero ya era muy tarde. Nora vio llegar el auto de Mathew , así que salió con felicidad de la casa. Supongo que estaba feliz de ver a su hijo, que ya casi no la visitaba, pero cuando me vio en su auto, su mirada cambio un poco.–Querido hijo, bienvenido a tu hogar. -Responde la mujer con elogios, mientras demuestra una devoción hacía Mathew . –Pero, ¿qué hacen ustedes dos? -Pregunta mientras hace una mueca.Ma
–La conoces. -Él al escuchar que la conoce, abre sus ojos de par en par.–¿Quién? -Pregunta realmente preocupado.Yo solo suspire mientras que ya no había lágrimas en mis ojos, solo había resentimiento.–Lisa. -Dije con rapidez, para después sonreír derrotada.–¿Minary? -Pregunta.–La misma. -Suspire una vez más. –La misma tipa que me vendió mi casa, diciéndome que, en esa casa, haría mi propia familia. -Mathew estaba realmente sorprendido, puesto que era una amiga de la familia. –Y adivina quién es la que me la está quitando. -Mofe sin gracia.–Ese estúpido. -Murmuró Mathew molesto, tomándole un sorbo a su copa de vino.–¿Acaso te gustaba? -Le pregunté con sinceridad, ya que él podía querer cogérsela si él quería, no había ningún problema con sus deseos.–¿Estás hablando en serio? -Me pregunta alzando una ceja.–Sabemos que eres el “play boy” de todo Londres, no se me haría extraño que no te quisiera coger a Lisa. -El hombre solo me miro con enojo, mientras que sabía que había metido
–Vas a pasos agigantados. -Comenta con una sonrisa en su boca.–Vas muy lento. -Le respondí entre risas.Por un momento, deje de tener pena por mí misma. Mathew era un buen conversador mientras que el vino no paro de servirse. No era una buena bebedora, pero sabía que, si quería una buena copa de vino con Mathew podía contar.–¿Recuerdas el viaje que hicimos a Holanda? -Me dice el joven mientras empieza a poner algo de música, para poner algo de ambiente. La música era clásica, así que estaba realmente cómoda.–Como no recordarlo. -Le contesté un poco frustrada, ya que esa había sido la forma, en que Mark y yo nos conocimos.–Recuerdo que ibas con tus amigas, fue gracioso ver cómo te morías del frio. -Yo lo miró con detenimiento. Jamás supe que él me estuviera observando en ese viaje, ya que él era mayor que yo. –Recuerdo que tu nariz estaba tan roja, que pensé que eras Rodolfo el reno. -Yo me mofé con él. –Estuve a punto de quitarme mi chaqueta y dártela.–¿Qué? -Pregunté sorprendida
La vida en ese momento era placentera, pero cuando abrí de nuevo mis ojos, vi mi cruel realidad. Estaba desnuda al lado del hermano de mi esposo. Yo misma pongo mis manos sobre mi boca, mientras veo a ese joven guapo, durmiendo con tranquilidad, mientras sus pestañas largas lo hacían ver aún más precioso de lo que es en la vida real. Pero esto no estaba bien, sabía que me había equivocado.Me levante de la cama con lentitud, para luego tomar mi ropa y vestirme con rapidez, en realidad no me dio tiempo de volverme a poner las medías, así que las deje tiradas en el suelo. Era una pena, dejar a un hombre después de una noche mágica, pero este hombre no era mío, yo ya estaba casada con uno. Y aunque él me engaño, yo no tenía por qué haberlo engañado. Recuerdo tener en mente, que estaba decepcionada de mí misma. Y como no tenía auto, tome un taxi que me llevo hasta casa. Durante el viaje, no pude dejar de ser crudamente criticada por mí misma. Quizás es porque la sociedad siempre criticara
Yo lo mire con mis grandes ojos azules, mientras mi boca se abría un poco.–¡Hermano! -Dijo Mark de inmediato. –Ya estoy de vuelta. -Se expresa con alegría, el joven de ojos verdes. Pero Mathew no dijo nada, solo miró la mano de Mark, tomando la mía. Así que empezó a asentir con la cabeza, mientras nos miraba con mucho detenimiento. –Entonces, ¿están juntos? -Pregunta el joven de traje café, con botas de cuero negro. –Hermano, somos la pareja perfecta, ¿cómo no vamos a estar juntos? -Mathew de inmediato sonríe, para mirarme a mí. –Mi pregunta era para tu esposa, no para ti. -Dijo Mathew con seriedad, mientras mira a su hermano con odio. –Mathew , esto es un matrimonio. -Termine diciéndole, mientras me sentía muy mal por él. –Tienes razón, son una pareja aburrida y desgastada por el tiempo, pero qué más puedo decir. -Suspira. –Bueno, los necesito a los dos en mi oficina. -Nos avisa sorpresivamente. Mark y yo nos quedamos estáticos, hasta que Mathew nos despertó. –¡Vamos! -Nos in
Después de esa escena tan desoladora, de ver a Mathew emotivo por sus sentimientos, tuve que regresar al trabajo. No pude evitar poner más de una vez mi cabeza sobre mi escritorio, mientras hacía mi trabajo. Tenía muchas emociones pasando por mi cuerpo, hasta que llegó la hora de salida.Hoy iba a ser una noche diferente, ya que, por culpa de Mark, tenía que asistir a una cena. Caroline era mi mejor amiga, nos conocimos también desde la universidad, y fuimos tan afortunadas de seguir el mismo rubo, porque las dos nos casamos, con dos grandes empresarios. No había duda de que compartíamos muchas cosas en común, pero sabía fielmente, que Thomas jamás le había sido infiel a su esposa. O eso pensaba yo. Había una parte de mí, que quería ser sincera con mi mejor amiga, pero también estaba la presión social, ya que Caroline no era solo mi mejor amiga, sino era parte de una sociedad de esposas ricas en Londres, a la cual yo también pertenecía. Todas siempre hablaban del matrimonio de las d
–¡Me canse! -Mire a Thomas con dureza, mientras que no grité para nada, solo hable un poco más fuerte de lo usual. –No es justo que hables de esa manera, de la mujer que te tiene comiendo como un cerdo. -Thomas y Mark de inmediato se sorprenden, de que este hablando con fuerza. –Deberías de ser más agradecido con ella, de que es buena mujer contigo. -Tome mi bolso dispuesto a retirarme. –Tienes tanta suerte de que ella este contigo, porque sé que ninguna mujer aguantaría lo que haces con ella. No pude más y salí de la casa, quería caminar sola por las calles, hasta llegar a mi casa, pero antes de que lo hiciera, Caroline salió tras de mí corriendo. –¡Lisa! -Me detiene. –¿Qué paso? -Me pregunta como si no supiera, que su esposo es un idiota. –¿Qué no lo notas? –Le pregunté furiosa, mientras mis ojos se abren. –Tú esposo estaba hablando de ti, como si no valiera nada y tú solo haces como si no pasara nada. –Lisa…-Pero no dejo que ella continúe. –Sí eso es lo que a ti te gusta, no c
El sábado llego, toda la familia y amigos de los Morgan, estaban en el hipódromo de Ascot, solo la crema y nata podía asistir a esta clase de eventos, en donde todos vestían ropa de coctel muy fina. El lugar estaba lleno de comida y bebidas, mientras toda la gente socializaba, hablando mal de la otra gente.¡Qué malo era ser millonario! Así solo puedes hablar mal de los que te codean, supongo que no pueden hablar mal de las personas pobres. ¡Qué suerte tienes lo pobres! Ya que se codean con muchas personas, y si, quizás hablen mal de ti a tus espaldas, pero no creo que hablen de ti, como lo hacen los ricos. Ese hermoso día de sábado, estaba usando un bello vestido de flores color crema. Usaba también unos tacones altos y un sobrero muy hermoso, mientras que mi esposo, estaba usando un traje muy sencillo pero muy costoso, de color café. Sus pantalones eran blancos, usando también unas botas negras, que lo hacían ver como todo un príncipe. Lástima que estaba muy lejos de serlo. La ma