Mathew se sentó enfrente de mi mientras yo no podía decir una palabra. Su sola presencia era intimidante, pero no le tenía miedo, sino que estaba pensando en mi cabeza lo que acaba de pasar.–Lamento que te hayas enterado de esa forma. -Soy la primera en decir algo. –No sé cómo paso. -Responde el hombre mirando al suelo. –Procure cuidarte todo el tiempo. –Se qué crees que lo intentaste todo, pero… -Guarde silencio para tomar un poco de agallas. –Realmente pensé que yo era el problema, cuando no pude embarazarme cuando estaba casada con Mark, pero ahora sé que no soy estéril, sino que Mark se había operado. –¿Cómo sabes eso? -Pregunta arrugando la frente. No estaba dispuesta a decirle sobre mi encuentro con Mark, ya que no sentía que era apropiado hablar de él en esta situación. –Me acabo de dar cuenta, quizás Mark no solo me estaba engañando con otra mujer, sino que me mentía en otras cosas. –Pero aún que fuera así, tomaste la pastilla del día siguiente, te obligue a hacerlo. –
Mathew un poco molesto dejo la habitación, cerrando la puerta con fuerza mientras yo me enterraba entre las sábanas, que contenían el olor de su perfume natural. No pude evitar empezar a llorar, al ver como mi matrimonio empezaba a desmoronarse. Pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar en Mark, creo que fue muy cobarde de su parte no entregarse, pero había una parte de él que era muy sincera. Al menos podía decirme que me mintió durante mucho tiempo, mientras que su advertencia, sobre tener cuidado con su madre y con Sam, me dejo pensando en muchas cosas. Pero a pesar de que tenía que pensar en mi seguridad y en la de mi bebé, el cansancio de mi embarazo junto con las sorpresas que he tenido durante el día, hizo que cayera completamente dormida. Abrí los ojos de vuelta, ya era de noche. Había una charola de plata sobre mi buro, donde había una tableta de ácido fólico junto con un vaso de agua. Sabía que Mathew lo había dejado para mí, así que como nunca antes, tome la pastilla
–Esto colapsara. –Me advierte al ver que otra parte del edificio, se deshace como lava. –No puedo irme. –Le dije entre lágrimas, pero Victoria es la que me toma del brazo y me trata de llevar de vuelta al carro.Cuando estaba a medio camino de llegar a mi auto, reconozco el auto de Mathew, asegurando que era el de él, al ver el numero de su placa. –Es el auto de Mathew. –Le avise a la pareja de rusos, pero todo acabo cuando de pronto se escucha un sonido fuerte, como una bomba. El edificio empezó a arder por completo, dejándome ver un fuego increíblemente grande que se consumía al edificio, que ahora era muy pequeño al lado de las llamas. –¡Mathew! –Empecé a gritar como loca.Había una parte de mi que sabía que él estaba adentro.Mathew.*Cuando el edificio ardió con fuerza, supe de inmediato que algo anda mal.Tratamos de preguntar por el paradero de Mathew, pero nadie nos dio ninguna respuesta. Los bomberos trataban de sacar a cualquier ser vivo de ese edificio. Yo me espere hasta
Yo solo asentí con la cabeza, prometiendo no salir del auto, para ver como mi mejor amiga, corría hacia esa enorme casa, adentrándose entre las tinieblas de ese lugar. Sabía que algo malo había pasado, pero intentaba solo pensar en mi bebé y que tenía que seguir en este auto esperando. ¿Pero cuanto tiempo tenia que esperar?El tiempo paso, pero nadie parecía salir de esa casa. Tenía miedo por mis amigos, tenía miedo por mi esposo y por mi cuñada. Y mientras miraba hacía esa casa abandonada, pase mis manos sobre mi vientre tratando de trasmitirle algo de seguridad a mi hijo, pero yo misma no me sentía lo suficientemente confiada, como para poder creerme esa gran mentira.Pero tenía que hacerlo, sabía que tenía que entrar a esa casa y afrontar todo lo que me esperaba. Quizás paso por mi mente la idea de perder la vida, pero que mejor hacerlo, cuando pierdes la vida por las personas que amas.Pierre y Victoria se habían convertido en mi familia, eran como dos hermanos que nunca tuve, mie
–Yo ame a tus dos hijos. –Mire el suelo. –Ame a Mark con todo mi corazón, pero al final Mathew termino mostrándome que mi corazón debía de estar con él.La mirada de la mujer es amarga, era como si odiara cada palabra que estaba diciendo. Pero la historia era bastante difícil de sobrellevar, pero era clara. Mark me enamoro y me llevo al altar, creí que pasaría toda mi vida a su lado, pero él termino engañándome con otra mujer y eso hizo, que cayera en los brazos de su hermano Mathew, quién me demostró que es el amor verdadero. Mathew me mostro sus sentimientos, me mostro el significado de lo que es amar a alguien. Y me demostró que es el amor verdadero.–Comprendo que sientas que jugué con los dos, pero no lo hice.–Se que Mark hizo todo mal. –Lentamente camina hacía mí, hasta llegar a unos metros de mí. –Pero son mis dos hijos y debo de protegerlos de todo.–No estas protegiendo a Mathew.–Se que le estoy haciendo daño a Mathew. –Lo mira. –Mathew es un hijo perfecto. –Y mientras su m
En cámara lenta veo como los dos hermanos corren hacía mí, pero eso hace que Nora ponga su total atención en sus dos hijos, apuntando la arma sin saber a cuál de sus dos hijos herir. Mathew ni Mark estaban dispuestos a dar un paso atrás, sabía que los dos estaban dispuestos a morir por mí. Pero nunca pude predecir que Nora de verdad hiriera a alguno de sus hijos. De pronto y de la nada, escucho un fuerte ruido que me da a entender, que Nora a accionado el arma. Mis ojos se cierran al escuchar un ruido que hizo que todo el lugar, se silenciara como si alguien hubiera muerto.Abro mis ojos de inmediato, para ver el cruel destino de estos dos hermanos que estuvieron en mi vida. Tristemente la bala que acciono Nora, se instalo con fuerza en el estomago de Mathew. Nora al ver el daño que había hecho, me mira con nerviosismo mientras niega con la cabeza.–¡No! –Gritó con fuerza la mujer al darse cuenta lo que había hecho.Mark intenta ayudar a Mathew mientras veo como el suelo se empieza a
–Que bueno que estas aquí. –Responde Mark con una sonrisa dibujada en su boca.–Gracias por llamarme. –Las palabras de Marck están entrecortas, pero se puede oír agradecido. De inmediato mire a Mark, porque ahora podía ver a un hombre totalmente diferente. Y a pesar de que estaba realmente agradecida porque todos estuvieran bien, aún estaba atormentada por mis pensamientos. ¿Mathew iba a morir? ¿Todo terminaría así?Caminé hacia afuera del hospital, ya que necesitaba algo de aire, pero a pesar de que quería estar sola, no pude estarlo. Mark me siguió hasta llegar a una pequeña banqueta, en donde me senté. Él se sentó a mi lado mientras yo dirigía mi mirada hacia el cielo.–¿Acaso perderé a lo que más amo en esta vida? –Hice una pregunta abierta. No quería que nadie la contestara, solo quería reprocharle al mundo lo que estaba viviendo.–Si pierdes a Mathew. –Escucho la voz de Mark responder. –Siempre tendrás a alguien que te recuerde a él. –Ahora mira hacia mi estómago. –Pero se que
Mathew había abierto sus hermosos ojos color gris. Sus pestañas largas tenían algunas lágrimas.Yo no paraba de llorar, aun dudando si esto era un sueño o era real. Pero era real, Mathew estaba completamente despierto. Los doctores y enfermeras me hicieron a un lado, para poder checar que Mathew se encontrara estable, ya que empezó a tener problemas con el respirador, ya que, al despertar, ya no lo necesitaba para respirar, así que se estaba ahogando.–¡Tranquilo! –El doctor tranquiliza a mi esposo, mientras le ayuda con su respiración. –Respire con la nariz. –Le pide mientras varias enfermeras están a su lado, sosteniéndolo para que no se asuste más y salga volando por la habitación. –¡Bienvenido otra vez! –Sonrío el doctor más estable.Mathew era un gran hombre, así que varias enfermeras se aseguraron de que el hombre, estuviera lo suficientemente tranquilo, para que pudiera verme de nuevo. Sus ojos grises estaban bien abiertos, sabía que se estaba preguntando en donde estaba.Las e