Yo lo mire con mis grandes ojos azules, mientras mi boca se abría un poco.
–¡Hermano! -Dijo Mark de inmediato. –Ya estoy de vuelta. -Se expresa con alegría, el joven de ojos verdes. Pero Mathew no dijo nada, solo miró la mano de Mark, tomando la mía. Así que empezó a asentir con la cabeza, mientras nos miraba con mucho detenimiento.
–Entonces, ¿están juntos? -Pregunta el joven de traje café, con botas de cuero negro.
–Hermano, somos la pareja perfecta, ¿cómo no vamos a estar juntos? -Mathew de inmediato sonríe, para mirarme a mí.
–Mi pregunta era para tu esposa, no para ti. -Dijo Mathew con seriedad, mientras mira a su hermano con odio.
–Mathew , esto es un matrimonio. -Termine diciéndole, mientras me sentía muy mal por él.
–Tienes razón, son una pareja aburrida y desgastada por el tiempo, pero qué más puedo decir. -Suspira. –Bueno, los necesito a los dos en mi oficina. -Nos avisa sorpresivamente.
Mark y yo nos quedamos estáticos, hasta que Mathew nos despertó.
–¡Vamos! -Nos indica con una de sus manos.
No tuvimos de otra que seguirle el paso a Mathew , hasta llegar a su oficina. Esa gran oficina tan temible, pero al mismo tiempo tan hermosa. Era tan grande, que a veces Mathew jugaba golf dentro de ella. Él nos hizo pasar primero, para después cerrar la puerta con sus propias manos. No sabía de qué quería hablar con los dos, pero todo quedo muy claro, cuando Mathew con mucha fuerza y furia, se le lanza a su hermano a golpes. Los dos caen contra el escritorio de madera, mientras Mathew toma del cuello de la camisa de su hermano.
–¡Escúchame bien, bastardo! -Le gritó Mathew con fuerza. –Vuelves a tocar a tu esposa, como lo hiciste ayer. -Yo intente pararlos, pero era inevitable. Mathew era más fuerte que yo, mientras que Mark por su parte, solo dejo que Mathew lo amenazara. –Y yo mismo te mato con mis propias manos, hijo de perra. -Y al final, lo soltó para que el hombre cayera al suelo.
Yo lo miré con mis ojos bien abiertos, no podía creer lo que estaba pasando.
–Mathew . -Dije su nombre mientras mi aliento es robado, por la acción que acaba de hacer.
–De nada. -Me contestó molesto, para después salir de su oficina.
Yo tenía que ayudar a Mark, sin importar lo que haya pasado con Mathew , Mark aún era mi esposo. Así que lo ayude a pararse del suelo.
–¡Ese hijo de perra! -Maldijo Mark con enojo.
–¿Por qué no te defendiste? -Le pregunté mientras le quitaba el polvo, que cayó encima de su traje.
–Mathew está loco, nunca podre con esa locura que él tiene. -Empieza a toser como si estuviera enfermo. Yo solo sonreí y empecé a negar con la cabeza. Mark se puso en el mismo lugar, en donde me dijo Mathew que se pondría; el lugar de la víctima.
–Es mejor que vayas a tu oficina y te arregles. -Le comenté un poco molesta, para después salir de la oficina presidencial, ya que tenía que hablar con Mathew .
Pero ya le había perdido la pista, así que le pregunté a su secretaría, sobre su paradero.
–Cuando el jefe se estresa, va a la azotea. -Me responde amablemente, la mujer de la tercera edad, que también fue secretaría de su padre.
–Le agradezco mucho, señorita Maggie. -Le contesté de inmediato, para después tomar las escaleras que llevaban a la azotea. Por suerte, no estaba muy lejos del piso en donde se encontraba su oficina. Y como me dijo su secretaría, él se encontraba en la azotea, fumando un cigarrillo. Él de inmediato detecto mi presencia, para dejar salir el humo de su boca. Yo camine hacía él, mientras mi corazón palpitaba con fuerzas.
–¿Qué haces aquí? ¿No deberías de estar limpiándole la sangre a tu esposo? -Preguntó molesto mientras rodaba los ojos, siguiendo fumando su cigarrillo.
–Mathew , tenía que perdonarlo. -Es lo primero que sale de mi boca. -Llevamos un año de casados, no es fácil…-Pero Mathew decide interrumpirme.
–Entiendo muy bien, que sea un matrimonio, lo que no entiendo es…-Toma su cigarro una vez más, para después sacar el humo por su boca. –¿Cómo le haces el amor a alguien, y después te vas? Arreglando tu relación con esa persona que te hizo daño. -Ahora me mira con mucha atención.
–¿Y tú no entiendes por lo que estoy pasando? Sí, Mathew . -Dije su nombre con rudeza. –Ayer tuvimos sexo, pero al final del día, él es mi esposo. -No pude evitar llorar enfrente de él, supongo que era algo que hacía, cuando estaba cerca de su presencia. –Y aun que quiera dejarlo por todo lo que hizo, no puedo.
Mathew solo hace algunas muecas, para dejar caer su cigarrito y pisarlo con fuerza. Por un momento pensé, que él visualizaba a su hermano, en esa pequeña colilla de cigarrillo.
–¿Y solo fue sexo para ti? -Pregunta metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón, para después mirarme a los ojos y hacerme frente. La pregunta que me estaba haciendo, era la más difícil de contestar, no era tan fácil como él creía.
–Mathew , no me hagas hablar de eso. -Le pedí que tuviera piedad de mi cuerpo y de mi debilidad.
Por otra parte, él solo se mofa de mí.
–¿Qué no te haga hablar del hecho, de que hicimos el amor ayer? -Se empieza a reír. -Porque para mí no fue solo una noche más, del “play boy” del que recalcas que soy. -Ahora estaba usando mis palabras. ¡Tenía que empezar a cerrar mi gran bocotá! -Porque para mí no fue así Lisa, te hice el amor por completo. Te toque y bese cada parte escondida de tu cuerpo, con todo mi corazón. -Yo misma empiezo a tragar saliva, ya que este hombre es realmente emotivo y sensual cuando habla. –Tú me tocaste como nunca más lo hiciste con otro hombre. -Asegura que lo hice. -Ayer eras otra Lisa, perdiste el rumbo y te convertiste en una mujer llena de pasión, que se le entrego a un hombre. Ayer no hiciste el amor con tu aburrido esposo, sino que hiciste el amor con quizás el hombre, que más te ha hecho sentir algo.
Era una locura lo que estaba diciendo Mathew , pero a pesar de que lo era, sabía que tenía razón. Llego un punto, en el que ya no podía escucharle, ya no resistía. Así que le grité con fuerzas:
–¡Detente! -Le rogué. –¡Basta!
–¿Qué me detenga? ¿Te duele demasiado oír la verdad? -De inmediato se escuchó su voz profunda, mientras miraba hacía el suelo.
–Mathew , ¿Qué acaso no me dijiste que, la persona indicada estaba por ahí? -Pregunté entre lágrimas. –Y que alguien ya la había tomado.
Mathew de inmediato se pone tieso y frio, cuando me escucha hablar, para después mirarme atentamente.
–Dime, ¿quién es esa mujer? -Pregunté sabiendo la respuesta. Ahora lo sabía todo.
Él solo se mofó una vez más, para después tomarme del brazo.
–Eres tú. -Yo de inmediato siento un balde de agua fría, cayendo por todo mi cuerpo. –Me descubriste. -Dice sin más. –Pero de algo estoy certero. -Ahora me apunta con el dedo. –Si yo no te hubiera mirado, Mark jamás hubiera volteado a verte. Así que yo tengo las de ganar aquí. -Suelta mi brazo, para después caminar hacía la puerta, pero antes de dejar el lugar, me dice:
–Esto no acaba aquí, luchare si eso es lo que quieres, pero no me volverán a quitar la felicidad. -La rabia en sus ojos era clara, mientras que sus expresiones, también lo eran.
Parecía que esta vez, Mathew iba a luchar por algo y por alguien. Y no podía creer que era por mí, era incluso algo absurdo, ya que muchas veces pensé, que él se merecía a una mujer que lo hiciera feliz, ya que su soledad era bastante grande. Pero desgraciadamente, se enamoró de la persona equivocada. Pensé mucho tiempo que Mathew salía con muchas mujeres, por resentimiento a alguien y no me equivocaba. Nos tenía resentimiento a Mark y a mí.
Pero ahora tenía que ser sincera, había una parte de mí que Mathew había descubierto, así que no pude evitar que mi corazón empezara a latir por él. Supongo que ya estaba enamorada de Mathew, solo que me callaba por impotencia. Quería hacer lo correcto y arreglar mi matrimonio, pero con Mathew era todo diferente. Era un hombre que me había hecho abrir los ojos, para que viera este mundo con claridad. Y aunque el mundo en el que estaba, era bastante cruel y despiadado, yo misma me había metido en este lugar de apariencias y dinero.
Después de esa escena tan desoladora, de ver a Mathew emotivo por sus sentimientos, tuve que regresar al trabajo. No pude evitar poner más de una vez mi cabeza sobre mi escritorio, mientras hacía mi trabajo. Tenía muchas emociones pasando por mi cuerpo, hasta que llegó la hora de salida.Hoy iba a ser una noche diferente, ya que, por culpa de Mark, tenía que asistir a una cena. Caroline era mi mejor amiga, nos conocimos también desde la universidad, y fuimos tan afortunadas de seguir el mismo rubo, porque las dos nos casamos, con dos grandes empresarios. No había duda de que compartíamos muchas cosas en común, pero sabía fielmente, que Thomas jamás le había sido infiel a su esposa. O eso pensaba yo. Había una parte de mí, que quería ser sincera con mi mejor amiga, pero también estaba la presión social, ya que Caroline no era solo mi mejor amiga, sino era parte de una sociedad de esposas ricas en Londres, a la cual yo también pertenecía. Todas siempre hablaban del matrimonio de las d
–¡Me canse! -Mire a Thomas con dureza, mientras que no grité para nada, solo hable un poco más fuerte de lo usual. –No es justo que hables de esa manera, de la mujer que te tiene comiendo como un cerdo. -Thomas y Mark de inmediato se sorprenden, de que este hablando con fuerza. –Deberías de ser más agradecido con ella, de que es buena mujer contigo. -Tome mi bolso dispuesto a retirarme. –Tienes tanta suerte de que ella este contigo, porque sé que ninguna mujer aguantaría lo que haces con ella. No pude más y salí de la casa, quería caminar sola por las calles, hasta llegar a mi casa, pero antes de que lo hiciera, Caroline salió tras de mí corriendo. –¡Lisa! -Me detiene. –¿Qué paso? -Me pregunta como si no supiera, que su esposo es un idiota. –¿Qué no lo notas? –Le pregunté furiosa, mientras mis ojos se abren. –Tú esposo estaba hablando de ti, como si no valiera nada y tú solo haces como si no pasara nada. –Lisa…-Pero no dejo que ella continúe. –Sí eso es lo que a ti te gusta, no c
El sábado llego, toda la familia y amigos de los Morgan, estaban en el hipódromo de Ascot, solo la crema y nata podía asistir a esta clase de eventos, en donde todos vestían ropa de coctel muy fina. El lugar estaba lleno de comida y bebidas, mientras toda la gente socializaba, hablando mal de la otra gente.¡Qué malo era ser millonario! Así solo puedes hablar mal de los que te codean, supongo que no pueden hablar mal de las personas pobres. ¡Qué suerte tienes lo pobres! Ya que se codean con muchas personas, y si, quizás hablen mal de ti a tus espaldas, pero no creo que hablen de ti, como lo hacen los ricos. Ese hermoso día de sábado, estaba usando un bello vestido de flores color crema. Usaba también unos tacones altos y un sobrero muy hermoso, mientras que mi esposo, estaba usando un traje muy sencillo pero muy costoso, de color café. Sus pantalones eran blancos, usando también unas botas negras, que lo hacían ver como todo un príncipe. Lástima que estaba muy lejos de serlo. La ma
–Se me olvido totalmente, retirar su invitación. - su madre es la que me responde. –Lo lamento. -Se disculpa con seriedad. –No me quedaré aquí, compartiendo el mismo aire que esa estúpida mujer. -Les dije a los dos muy molesta, ya que esto no me parecía como un accidente, sino que era algo armado. Así que me levante de mi asiento, mientras dejaba las gafas caer al suelo. –Mi amor. -Mark me toma del brazo. –Por favor no te vayas. -Me ruega. –Cariño, quédate. -Me pide ahora Nora, mientras que yo no puedo ser tan estúpida, como para quedarme y ver que esa mujer mire a mi esposo. –En este momento, creo ser yo la persona, que sobra en este lugar. Me retire de los asientos, mientras que un hombre me siguió el paso. Era un joven guardaespaldas, que en ese momento no se me hacía conocido.–Señorita Morgan. -Llama mi atención, así que de inmediato lo miré, dándome cuenta sorpresivamente, que era el guardaespaldas personal de Mathew. –¿Richi? -Pregunté sorprendida de que me hablara. –Mi
–Más tarde regañare a Mark por lo que hizo, pero tú te tuviste que quedar en tu lugar.–No iba a quedarme en el mismo lugar, en donde está la zorra de mi marido -Exprese con odio. –Sí estuve en el lugar, de la supuesta novia de Mathew , es porque su hijo tuvo compasión por mí, al ver que Lisa estaba en el lugar. -Ahora le hago frente. -Al menos una persona de esta familia, tuvo piedad por mí. -La mujer no sabe que más decir, supongo que si su esposo la hubiera engañado como el mío lo hizo, no compartiría ni siquiera el mismo aire con aquella mujer. Y menos sabiendo, que Nora es una mujer realmente orgullosa. Así que deje a Nora hablando sola.Había una gran parte de mí, que solo se preocupaba por Mathew , así que acudí de inmediato a la enfermería, pero cuando llegué al lugar, solo estaba un viejo hombre con bata, limpiando su escritorio.–¿Disculpe? -Llame la atención del viejo hombre, que de inmediato me mira. –¿Y Mathew Morgan? -Es lo único que pude decir, ya que había corrido bast
Al terminar ese beso tan romántico, que me robo varios suspiros, lo miré a los ojos. Sus ojos grises ya no lucían opacos, sino que ahora lucia unos ojos brillantes, que demostraban que estaba realmente feliz.–Tus labios siempre sabrán bien, al lado de los míos. -Murmura mientras limpia mi boca, ya que quizás mi labial este por todas partes. Yo no puedo evitar sonreír como si estuviera enamorada, y aun que quisiera negarlo y no decirlo, realmente estaba enamorada de Mathew .–¿Tú crees eso? ¿Tan seguro estas de ti? -Le pregunté mientras alzaba una de mis cejas.–No lo creo, lo sé. -Pone de nuevo sus manos en mi cintura. –Te has dado cuenta que estas locamente enamorada de mí. -Suspira. –Pero solo lo quieres negar, porque aún te sigues culpando, por lo que Mark te hizo.Era cierto lo que decía, así que solo suspire profundamente, mirando el suelo y recordando como esa mujer se vino a colar a esta fiesta.–En este momento, quizás este con ella. -Ahora lo miré realmente preocupada.Quizá
La joven Lisa a pesar de ser la amante de mi esposo, estaba más preocupada por su colección de perfumes caros, así que toma su celular en mano, para poder llamar a la policía. Por otra parte, Mark y Mathew se estaban golpeando con fuerza. Era la primera vez que Mark no actuaba como un marica, respondiéndole a los golpes a su hermano. Pero a pesar de que Mark estaba haciendo el intento, Mathew fue más fuerte y hábil que él, logrando romperle su labio inferior, para después pegarle un puñetazo en su ojo izquierdo, que de inmediato se empezó a tornar de un color oscuro.Las cosas no pintaban muy bien, pero cuando llego la policía, supe de inmediato que esto ya se había arruinado. Lisa de inmediato acuso a Mathew de haberse metido a su casa, sin su consentimiento, mientras que yo aún seguía en shock por lo que decían.Mathew era bastante listo y sabía que no dejaría, que lo llevaran a la cárcel. Así que pidió hablar con el jefe de policía, que venía con varios policías novatos. Mathew de
–Se que es tu casa, pero no debiste ponerte tan cómodo. -Camine hacía la cama, para sentarme a un lado de él.–Estoy hecho una m****a, me caí de un caballo y después tuve una pelea con el idiota de mi hermano. ¿Qué esperabas? -Me pregunta mientras ve como abro la caja, para sacar un poco de algodón y desinfectante. Después mojo el algodón con el líquido desinfectante, para acercarme a su labio, que estaba bastante abierto. Tenía que quitar la sangre seca, mientras que también tuve que limpiar su quijada, que estaba manchada de sangre.Pero a pesar de que quería ser una enfermera profesional, no pude evitar perderme en sus labios regordetes color carmín. Mientras que el hombre mira cada cosa que hago, así que, con su mirada gris, sigue mi mano que le cura con mucho cuidado. Su mirada gris se junta con la mía, en cuanto el algodón se despega de sus labios rojos. Mis mejillas se sonrojan al ver esa mirada tan provocativa, que siempre me muestra cuando me mira solo a mí.Nerviosa aparto m