–Se que es tu casa, pero no debiste ponerte tan cómodo. -Camine hacía la cama, para sentarme a un lado de él.–Estoy hecho una m****a, me caí de un caballo y después tuve una pelea con el idiota de mi hermano. ¿Qué esperabas? -Me pregunta mientras ve como abro la caja, para sacar un poco de algodón y desinfectante. Después mojo el algodón con el líquido desinfectante, para acercarme a su labio, que estaba bastante abierto. Tenía que quitar la sangre seca, mientras que también tuve que limpiar su quijada, que estaba manchada de sangre.Pero a pesar de que quería ser una enfermera profesional, no pude evitar perderme en sus labios regordetes color carmín. Mientras que el hombre mira cada cosa que hago, así que, con su mirada gris, sigue mi mano que le cura con mucho cuidado. Su mirada gris se junta con la mía, en cuanto el algodón se despega de sus labios rojos. Mis mejillas se sonrojan al ver esa mirada tan provocativa, que siempre me muestra cuando me mira solo a mí.Nerviosa aparto m
Después todo el pudor que nos quedaba, se acabó al sentir como pasa su lengua por los labios de mi feminidad, haciéndome reaccionar con un jadeo fuerte. El hombre vuelve a dar un lengüetazo a mi feminidad, logrando hacerme sentir un gran estímulo, que yo misma no estaba preparada para sentir. Pero a pesar de que quería seguir sintiendo sus estímulos, siento que estoy preparada para poder devolverle el favor. Así que tomo su cara con mis manos, para besarlo con pasión, mientras siento diferentes sabores en mi boca.Después le sonreí, para pasar mis labios por su nariz respingada. Mathew de inmediato empieza a demostrar algo que no había notado antes, y aunque ustedes no lo crean, sabía que era amor. Sabía muy bien como era el sentimiento, mientras que mi corazón, me indicaba que estaba sintiendo lo mismo por él. Pero para evitarme el romance, me subo encima de él, mientras Mathew pone sus brazos detrás de su cabeza, admirándome como todo un “play boy”. Yo no puedo evitar sonreír, al v
Después me levente de la cama, mientras mi cuerpo desnudo, deja lentamente caer las sábanas de su cama al suelo. De puntillas camino hacía donde estaba mi ropa, pero lamentablemente el estado de está, ya no era apropiada para usar. –Mi ropa está hecha trizas. -El joven hombre se levanta de la cama, totalmente desnudo mientras mis ojos de inmediato se fijan, en su cuerpo bien atlético mientras que su hombría me hacía sonrojar. Lentamente camino a su closet, en donde saco ropa deportiva que podía usar. –Toma. -Me la da mientras yo la tomo en mis manos, para después caminar con rapidez hacía el baño. Y cuando estoy dentro de este, mi corazón aún no puede parar de latir con todas sus fuerzas, mientras que en mi mente aún pasan sus caricias, que aún puedo sentir pasar por todo mi cuerpo. No hubo ninguna parte de mi cuerpo, que él no tocara, así que lentamente abro mis ojos, para poderme ver en el reflejo del espejo. Enfrente de mí había otra persona, mientras que mis mejillas estaban c
–Mathew es una buena persona…-Pero cuando hablaba de Mathew , mi estúpido corazón no podía evitar palpitar con muchas fuerzas. –Siempre lo he juzgado mal, pero…-Sabía que Mark jamás permitiría que yo hablara bien de su hermano, así que empieza a atacar a Mathew . –Mi hermano no le interesa nadie, más que su propio culo, lo más seguro es que te esté ayudando solo para molestarme. -Pero sabía que no eran ciertas sus palabras. –No quiero hablar de Mathew . –Bien. -Suspire profundamente. –No puedo quedarme aquí. -Le respondí mientras caminaba hacía mi habitación, para poder tomar algunas cosas e ir a otra parte a dormir. Pero no pude evitar que el hombre me siguiera, por toda la casa, intento hacer que me quedara en la casa. Temía un poco que se alocara y me volviera a propinar una cachetada o un golpe, pero sabía que tenía que hacer algo, no lo podía perdonar tan fácilmente, ya no confiaba en el esposo con el que me había caso, la persona a la que me le entregue cuerpo y alma. Pero an
Ser intimidados por una mujer de edad avanzada, fue bastante fuerte para mí, como para Mark. Jamás pensé que una mujer como Nora, logara hacerme temblar. Sabía que la vida de los Morgan, no era una vida cualquiera, puesto que era una vida de millonarios. Las palabras que Nora me había dedicado, me habían hecho sentir que era una granjera con suerte, pero a pesar de que mi orgullo era grande, en ese momento sentí que mis manos estaban atadas.Así que seguí con la mentira, me desperté temprano por la mañana, para darme una ducha. Y a pesar de que dormí en la habitación de huéspedes, pude escuchar como Mark se levantó, para seguirme a la ducha. Yo estaba realmente en blanco, cuando él entro al baño, mientras yo me estaba desnudando. De pronto los dos nos metimos en la regadera, que ya lanzaba agua caliente. Los dos nos miramos frente a frente, hasta que Mark empezó a besarme. Sus besos siempre habían sido tentadores para mí, pero esta vez, sentía como si cada uno de esos besos fueran de
–No, quiero que toda mi familia este, y eso te cuenta a ti. -Louisa podía ser una total caprichosa, pero era una de mis mejores amigas, no me podía negar a sus caprichos. Así que los cuatro fuimos a la gran oficina de Mathew , en donde su secretaría, la señora Magi nos recibe con una enorme sonrisa al ver la llegada de Louisa.–¡Louisa! -Dijo la señora de cabellera blanca, levantándose de su asiento, para abrazar con fuerza a la no tan pequeña Louisa. –Mi querida niña. -Pasa sus manos por su cara, ya que solía escuchar, que cuando Louisa era pequeña, la señorita Magi la cuidaba cuando su padre y su madre, estaban ocupados. –¿Qué te trae por aquí? -Pregunta la mujer con emoción. –Una super noticia. -Toma de la mano de la mujer, para que todos entremos a la oficina del joven Mathew . Louisa era una joven que no le temía a nada, y menos a sus dos hermanos, incluso cuando Mathew era una figura de autoridad realmente grande, los cinco interrumpimos en su oficina, mientras el joven estaba
Y mientras camino hacía mi oficina, como si fuera un fantasma, puedo encontrarme con Louisa, quién está hablando con todas las personas, que trabajan en el lugar. Louisa era una dulce mujer, que era tan agradable, que todos en este edificio, la amaban completamente. Así que cuando la mujer me vio, decidió caminar hacía mi mientras daba algunos brincos, como si fuera una pequeña niña. La joven de ropa fina y lujosa, me toma del brazo, para que las dos podamos caminar juntas hacía mi oficina. Y cuando ya estamos en esta, ella cierra la puerta.–Pareces deprimida. ¿Algo te esta pasado? -Me pregunta la joven preocupada.–No nada. -Le contesté intentando de persuadirla un poco, ya que no quería decirle, que estaba cogiendo con sus dos hermanos. –Es solo que el trabajo y mi vida, en este momento no están bien alineadas.–Nunca antes te había visto así, siempre has sido una de las mujeres con más control en todo. -Me dice la joven que me conoce bastante bien.En ese momento me di cuenta, que
–Louisa. -Le dije a la joven, que tenía los ojos cerrados, ya que la estaban maquillando con sombras doradas. –Voy al baño. -Dije con rapidez, saliendo de la habitación para correr hacía la entrada de la casa. Pero como si fuera de película, los dos chocamos en las escaleras.–¿Lisa, que haces aquí? -Me pregunta mientras sus ojos grises, están bien abiertos. Yo solo puedo contener mi aliento, mientras gotas de agua caen sobre su cara, haciéndome oler su perfume natural. –¿Qué haces en la casa del lobo? -Me pregunta ahora con una sonrisa en su boca.–En realidad ya no se en dónde meterme. -Le confesé mientras bajaba un escalón más, para quedar a algunos centímetros de su boca. –¿A dónde vas con tanta rapidez? -Le pregunté mientras él se dio cuenta de que ya sabía sus intenciones.–Iba con la bruja. -Se refiere a su madre. –Quería venir a reclamarle, lo que te hizo a Mark y a ti. -Ahora respira con más tranquilidad. –Pero supongo que estas aquí, para detenerme porque te preocupas por mí