La vida en ese momento era placentera, pero cuando abrí de nuevo mis ojos, vi mi cruel realidad. Estaba desnuda al lado del hermano de mi esposo. Yo misma pongo mis manos sobre mi boca, mientras veo a ese joven guapo, durmiendo con tranquilidad, mientras sus pestañas largas lo hacían ver aún más precioso de lo que es en la vida real. Pero esto no estaba bien, sabía que me había equivocado.
Me levante de la cama con lentitud, para luego tomar mi ropa y vestirme con rapidez, en realidad no me dio tiempo de volverme a poner las medías, así que las deje tiradas en el suelo. Era una pena, dejar a un hombre después de una noche mágica, pero este hombre no era mío, yo ya estaba casada con uno. Y aunque él me engaño, yo no tenía por qué haberlo engañado. Recuerdo tener en mente, que estaba decepcionada de mí misma. Y como no tenía auto, tome un taxi que me llevo hasta casa. Durante el viaje, no pude dejar de ser crudamente criticada por mí misma. Quizás es porque la sociedad siempre criticara a una mujer que sea infiel, mientras que los hombres no son medidos con la misma regla.
Al llegar a casa, siento un poco de pesar, sabía que tenía que afrontar todos los problemas que habían pasado, pero supongo que mi problema principal, era hablar con Mark. Y aun que intentaba tomar fuerza, para caminar hacía mi habitación, es Mark él que se aparece en nuestras largas escaleras, para mirarme con algunas lágrimas en sus ojos.
–¡Lisa! -Dice mi nombre con fuerza, para bajar las escaleras como nunca antes lo hizo. –Realmente estaba preocupado. -Tomo mi mano, besándola con pasión. –Yo sé que me equivoque.
–En realidad no se si creer, que realmente estaba preocupado por mí. -Le comenté con seriedad.
–Se que fui un completo imbécil, pero…-Hace una pausa. –Termine mi relación con esa mujer.
–¿Con Lisa? -Él de inmediato se sorprende de que sepa su nombre.
–Sí. -Dijo avergonzado, mientras mira el suelo por unos segundos, para después mirarme a mí. –Lisa, sé que cometí el error más grande de toda mi vida, que fue lastimarte y engañarte, pero si son ciertas mis palabras, que cuando me case contigo, pronuncie. -Toma de mis manos una vez más. –Tú eres la persona más importante en mi vida. -Termina diciendo, mientras me mira con sus ojos de color verde, que gritaban que lo perdonara.
¿Sentía culpa? Sí.
¿Aún seguía molesta, por qué él me engaño? Por supuesto.
¿Creía en sus palabras? Sí, lo hacía.¿Sentía algo por Mathew ? Lamentablemente, sí.
¿Qué tenía que hacer? ¡Buena pregunta!
–Lisa perdóname. -Me suplica hincándose en el suelo. -Esa mujer no significa nada para mí. -Me lloro más de una vez.
Como esposa tenía que hacer algo, tenía que perdonarlo.
–Mark, cuando me case contigo, estaba dispuesta a dejar toda mi vida por ti. -Suspire. –Y lo hice, no valió la pena porque me engañaste, pero te daré otra oportunidad, porque un matrimonio debe ser así. -Estaba hablando más con mi cabeza, que con mi corazón. –Entiendo que fue un desliz, que se te paso, podamos decirlo así. Pero eso no quiere decir, que todo vuelva a ser igual.
–Luchare por ti hasta el final. -Me abraza con fuerza, mientras yo tengo en mi mente a Mathew .
Era ridículo, jamás vi a Mathew con otros ojos, pero en este momento estaba confundida. No podía negarme a que mi matrimonio se arreglara, había estado tanto tiempo con Mark, que era obvio que tenía que darle una oportunidad más. De eso se trataba el matrimonio.
Después de que él me pidiera disculpas, subí a mi habitación, para tomar un baño. Y cuando estuve en la regadera, completamente desnuda bajo el agua, cerré mis ojos, mientras en mi cabeza se aparece Mathew . Tocando mi piel con sus manos largas y sus brazos llenos de venas. Aún podía sentir como pasaba sus manos, por todo mi cuerpo, haciéndome sentir que era la única mujer para él.
Pero mis ojos se abren de par en par, cuando la puerta de la regadera se abre, era Mark, quién como todas las mañanas, tomo una ducha conmigo. Yo estaba sorprendida, porque en ese momento estaba pensando en su hermano. Pero no me pude negar, a que nuestro matrimonio funcionara. Así que él paso sus manos por todo mi cuerpo, besándome y abrazándome. Yo no pude más que hacer lo mismo. Hice el amor con mi esposo, después de hacer el amor con su hermano.
Los dos teníamos que ir trabajar, él llevaba más de una semana sin asistir al trabajo, mientras que yo tampoco podía tomar otro día libre. Por suerte, el golpe que me dio, ya no se notaba tanto como ayer, ahora ya podía maquillarlo para esconderlo con la cobertura del maquillaje.
Y mientras me ponía un saco entallado azul y unos pantalones de cuero ajustados, veo como sale Mark del baño, luciendo una sonrisa realmente cegadora, ya que sus dientes estaban muy blanqueados.
–No sabes cuánto extrañaba tu piel. -Confesó suspirando con fuerzas, mientras yo lo miraba sin ganas.
–Supongo que la de Lisa, ya te aburrió. -Murmuré sin pensar, dándome cuenta después, que quizás no era momento de seguirle recordando la infidelidad, ya que queríamos arreglar las cosas. –Lo lamento. -Me disculpe, para después ponerme unas botas largas de color negro.
–No digas eso, Lisa no significo nada para mí. -Dice el joven caminando a su gran closet, en donde escogió un traje negro ostentoso. –Tú eres el amor de mi vida.
Yo solo lo miré, cruzando mis brazos mientras recordaba lo que Mathew me dijo, sobre Mark haciéndose la víctima. Le quedaba muy bien ese papel, nunca había notado los defectos de mi esposo, porque siempre creí que era perfecto.
–¿Y yo también lo soy para ti? -Me pregunta mientras se acerca a mí, mirándome a los ojos. Yo no dije nada, solo asentí con la cabeza, para recibir una vez más, su sonrisa blanqueada. Después me dio un último beso, para irse a cambiar.
Era muy notable que muchas cosas habían cambiado, pero no quería que cambiaran, quizás estaba un poco más a gusto, siendo la estúpida esposa que creía ser antes, pero ahora se demasiadas cosas y me hacen sentir, como si no pudiera fingir más.
Después desayunamos juntos, hicimos lo mismo que todos los días; tomamos café y algo de té verde, para después tomar el mismo auto e ir hacía la empresa. Cuando llegamos al lugar, todos nos ven con alegría, puesto que ya éramos la pareja estereotipada, que se paseaba por todo el lugar, presumiendo un matrimonio perfecto.
–¡Elena, Mark! -Nos llama mi mejor amiga, Caroline. –Hace tiempo que no los veo juntos. -Nos dice la rubia, mientras Mark sostiene mi mano. –Thomas y yo hemos querido contactarlos, pero ayer te llame. -Ahora me mira a mí.
–Tenía el teléfono apagado. -Fue lo único que pude decir.
–No importa, pero Thomas y yo queremos tener una cena con ustedes. -La chica de inmediato demuestra esa felicidad, de querer vernos, junto con su esposo Thomas, quién también era un inversionista muy importante.
–En este momento hay mucho trabajo… -Iba a inventar una excusa, pero Mark se me adelanto.
–Solo dinos que día y vamos a su casa, amo comer tu comida. -Dice con una sonrisa enorme.
–¿Pueden hoy? -Pregunta la rubia de ojos azules con alegría.
–Por su puesto. -Le responde Mark.
–Los espero en casa, a las siete. -Nos dice, por último, la rubia para después retirarse a su oficina. Ella estaba encargada del área de recursos humanos.
–¿Qué demonios fue eso? -Pregunta Mark molesto.
–No quiero acudir a ninguna cena, apenas estamos arreglando esto. -Le dije entre dientes, ya que estábamos enfrente de la recepción, en donde mucha gente pasaba.
–Sí, pero ellos son nuestros amigos de años. Caroline abrirá su boca, si sabe algo de nosotros. -Eso era lo que más me temía, así que solo lo deje hablando, pero él me siguió tomándome con fuerza del brazo. Pero a pesar de que fue penosa su acción, fue aún más vergonzoso hacerlo enfrente de su hermano, Mathew . Quería morirme en ese momento.
Yo lo mire con mis grandes ojos azules, mientras mi boca se abría un poco.–¡Hermano! -Dijo Mark de inmediato. –Ya estoy de vuelta. -Se expresa con alegría, el joven de ojos verdes. Pero Mathew no dijo nada, solo miró la mano de Mark, tomando la mía. Así que empezó a asentir con la cabeza, mientras nos miraba con mucho detenimiento. –Entonces, ¿están juntos? -Pregunta el joven de traje café, con botas de cuero negro. –Hermano, somos la pareja perfecta, ¿cómo no vamos a estar juntos? -Mathew de inmediato sonríe, para mirarme a mí. –Mi pregunta era para tu esposa, no para ti. -Dijo Mathew con seriedad, mientras mira a su hermano con odio. –Mathew , esto es un matrimonio. -Termine diciéndole, mientras me sentía muy mal por él. –Tienes razón, son una pareja aburrida y desgastada por el tiempo, pero qué más puedo decir. -Suspira. –Bueno, los necesito a los dos en mi oficina. -Nos avisa sorpresivamente. Mark y yo nos quedamos estáticos, hasta que Mathew nos despertó. –¡Vamos! -Nos in
Después de esa escena tan desoladora, de ver a Mathew emotivo por sus sentimientos, tuve que regresar al trabajo. No pude evitar poner más de una vez mi cabeza sobre mi escritorio, mientras hacía mi trabajo. Tenía muchas emociones pasando por mi cuerpo, hasta que llegó la hora de salida.Hoy iba a ser una noche diferente, ya que, por culpa de Mark, tenía que asistir a una cena. Caroline era mi mejor amiga, nos conocimos también desde la universidad, y fuimos tan afortunadas de seguir el mismo rubo, porque las dos nos casamos, con dos grandes empresarios. No había duda de que compartíamos muchas cosas en común, pero sabía fielmente, que Thomas jamás le había sido infiel a su esposa. O eso pensaba yo. Había una parte de mí, que quería ser sincera con mi mejor amiga, pero también estaba la presión social, ya que Caroline no era solo mi mejor amiga, sino era parte de una sociedad de esposas ricas en Londres, a la cual yo también pertenecía. Todas siempre hablaban del matrimonio de las d
–¡Me canse! -Mire a Thomas con dureza, mientras que no grité para nada, solo hable un poco más fuerte de lo usual. –No es justo que hables de esa manera, de la mujer que te tiene comiendo como un cerdo. -Thomas y Mark de inmediato se sorprenden, de que este hablando con fuerza. –Deberías de ser más agradecido con ella, de que es buena mujer contigo. -Tome mi bolso dispuesto a retirarme. –Tienes tanta suerte de que ella este contigo, porque sé que ninguna mujer aguantaría lo que haces con ella. No pude más y salí de la casa, quería caminar sola por las calles, hasta llegar a mi casa, pero antes de que lo hiciera, Caroline salió tras de mí corriendo. –¡Lisa! -Me detiene. –¿Qué paso? -Me pregunta como si no supiera, que su esposo es un idiota. –¿Qué no lo notas? –Le pregunté furiosa, mientras mis ojos se abren. –Tú esposo estaba hablando de ti, como si no valiera nada y tú solo haces como si no pasara nada. –Lisa…-Pero no dejo que ella continúe. –Sí eso es lo que a ti te gusta, no c
El sábado llego, toda la familia y amigos de los Morgan, estaban en el hipódromo de Ascot, solo la crema y nata podía asistir a esta clase de eventos, en donde todos vestían ropa de coctel muy fina. El lugar estaba lleno de comida y bebidas, mientras toda la gente socializaba, hablando mal de la otra gente.¡Qué malo era ser millonario! Así solo puedes hablar mal de los que te codean, supongo que no pueden hablar mal de las personas pobres. ¡Qué suerte tienes lo pobres! Ya que se codean con muchas personas, y si, quizás hablen mal de ti a tus espaldas, pero no creo que hablen de ti, como lo hacen los ricos. Ese hermoso día de sábado, estaba usando un bello vestido de flores color crema. Usaba también unos tacones altos y un sobrero muy hermoso, mientras que mi esposo, estaba usando un traje muy sencillo pero muy costoso, de color café. Sus pantalones eran blancos, usando también unas botas negras, que lo hacían ver como todo un príncipe. Lástima que estaba muy lejos de serlo. La ma
–Se me olvido totalmente, retirar su invitación. - su madre es la que me responde. –Lo lamento. -Se disculpa con seriedad. –No me quedaré aquí, compartiendo el mismo aire que esa estúpida mujer. -Les dije a los dos muy molesta, ya que esto no me parecía como un accidente, sino que era algo armado. Así que me levante de mi asiento, mientras dejaba las gafas caer al suelo. –Mi amor. -Mark me toma del brazo. –Por favor no te vayas. -Me ruega. –Cariño, quédate. -Me pide ahora Nora, mientras que yo no puedo ser tan estúpida, como para quedarme y ver que esa mujer mire a mi esposo. –En este momento, creo ser yo la persona, que sobra en este lugar. Me retire de los asientos, mientras que un hombre me siguió el paso. Era un joven guardaespaldas, que en ese momento no se me hacía conocido.–Señorita Morgan. -Llama mi atención, así que de inmediato lo miré, dándome cuenta sorpresivamente, que era el guardaespaldas personal de Mathew. –¿Richi? -Pregunté sorprendida de que me hablara. –Mi
–Más tarde regañare a Mark por lo que hizo, pero tú te tuviste que quedar en tu lugar.–No iba a quedarme en el mismo lugar, en donde está la zorra de mi marido -Exprese con odio. –Sí estuve en el lugar, de la supuesta novia de Mathew , es porque su hijo tuvo compasión por mí, al ver que Lisa estaba en el lugar. -Ahora le hago frente. -Al menos una persona de esta familia, tuvo piedad por mí. -La mujer no sabe que más decir, supongo que si su esposo la hubiera engañado como el mío lo hizo, no compartiría ni siquiera el mismo aire con aquella mujer. Y menos sabiendo, que Nora es una mujer realmente orgullosa. Así que deje a Nora hablando sola.Había una gran parte de mí, que solo se preocupaba por Mathew , así que acudí de inmediato a la enfermería, pero cuando llegué al lugar, solo estaba un viejo hombre con bata, limpiando su escritorio.–¿Disculpe? -Llame la atención del viejo hombre, que de inmediato me mira. –¿Y Mathew Morgan? -Es lo único que pude decir, ya que había corrido bast
Al terminar ese beso tan romántico, que me robo varios suspiros, lo miré a los ojos. Sus ojos grises ya no lucían opacos, sino que ahora lucia unos ojos brillantes, que demostraban que estaba realmente feliz.–Tus labios siempre sabrán bien, al lado de los míos. -Murmura mientras limpia mi boca, ya que quizás mi labial este por todas partes. Yo no puedo evitar sonreír como si estuviera enamorada, y aun que quisiera negarlo y no decirlo, realmente estaba enamorada de Mathew .–¿Tú crees eso? ¿Tan seguro estas de ti? -Le pregunté mientras alzaba una de mis cejas.–No lo creo, lo sé. -Pone de nuevo sus manos en mi cintura. –Te has dado cuenta que estas locamente enamorada de mí. -Suspira. –Pero solo lo quieres negar, porque aún te sigues culpando, por lo que Mark te hizo.Era cierto lo que decía, así que solo suspire profundamente, mirando el suelo y recordando como esa mujer se vino a colar a esta fiesta.–En este momento, quizás este con ella. -Ahora lo miré realmente preocupada.Quizá
La joven Lisa a pesar de ser la amante de mi esposo, estaba más preocupada por su colección de perfumes caros, así que toma su celular en mano, para poder llamar a la policía. Por otra parte, Mark y Mathew se estaban golpeando con fuerza. Era la primera vez que Mark no actuaba como un marica, respondiéndole a los golpes a su hermano. Pero a pesar de que Mark estaba haciendo el intento, Mathew fue más fuerte y hábil que él, logrando romperle su labio inferior, para después pegarle un puñetazo en su ojo izquierdo, que de inmediato se empezó a tornar de un color oscuro.Las cosas no pintaban muy bien, pero cuando llego la policía, supe de inmediato que esto ya se había arruinado. Lisa de inmediato acuso a Mathew de haberse metido a su casa, sin su consentimiento, mientras que yo aún seguía en shock por lo que decían.Mathew era bastante listo y sabía que no dejaría, que lo llevaran a la cárcel. Así que pidió hablar con el jefe de policía, que venía con varios policías novatos. Mathew de