Al encontrarme con Juliett me percaté que ya no llevaba el mismo vestido blanco que estaba usando en la pileta por obvias razones, sin embargo, el vestido de ahora también era de ese color, solo que con un diseño diferente. Todavía creo que el blanco le sienta muy bien.
—¿Terminaste tu cita con mi hermana? —dijo Juliett antes de que yo hablara.
—¿Cita? —me confundí.
—¡Si! Se veían bastante melosos, no me lo niegues.
—La verdad es que tendré que negártelo porque solo hablamos de trabajo y demás cosas familiares —le dije calmado.
—Buu, que aburridos son ustedes dos —sonrió.
—Nunca pensé encontrarte en un lugar como este —dije cambiando el tema.
—Soy una persona que viaja mucho así que envio cartas y otras cosas a distintos lugares del mundo —dijo mientras se le iluminaban los ojos—. Así que tengo que venir aquí cada mes para suministrarme de papelería.
—Interesante, ¿Qué es lo que más te gusta de la papelería? —pregunté intrigado.
—Mmm, los lápices en forma de pluma que se usan con tinta y los stickers con distintos diseños.
Se veía preciosa cuando hablaba de cosas que le gustaban y por alguna razón mi mente tenía interés en escuchar las cosas que me contaba.
Luego de pasar por la librería pasamos a tomar algo junto con Juliett. También me contó cosas sobre su familia y su niñez, como que el tema de las rosas siempre era algo presente en su familia, como un distintivo y desde que nació que se encuentra rodeada por esta planta, también me contaba anécdotas con su hermana y que en general siempre encontraban motivos para poder hacer sonreír a su madre porque la mayoría del tiempo se encontraba triste por su enfermedad, pero que , al final entendía el ciclo de la vida y que no todos viviremos por siempre, por esa misma razón también es que le gustaba escribir cartas porque si la guardas con cariño, aunque no estés, esa parte de ti queda viva aún.
Era increíble lo distinta que era con su hermana y no podía dejar de comparar ambos encuentros. Con Julieta en la mansión la reunión fue planeada, me mostró los rincones del lugar y su historia con su familia. Hablamos de trabajo y se abrió un poco a mi contándome lo que opina de su gemela. Por otro lado, mi encuentro con Juliett no fue planeado, fue espontáneo, fue el destino.
Me sentía cómodo con Juliett, como si no tuviera más responsabilidades en el mundo que solo pasarla bien. Con Julieta me sentía de nuevo con el peso que traigo de mi familia y la buena imagen que debo proyectar a los Varcarnyo.
Eran dos mundos distintos en cuerpos iguales. Y eso me parecía fascinante.
Se hizo más tarde de lo que pensaba así que me despedí de Juliett en la puerta de su casa.
—¡Wao! No sabía que alguien como tú pudiera reír tanto como hiciste hoy —decía Juliett mientras entraba en la casa.
—Que te puedo decir, a veces parezco un libro abierto y luego te llevas la sorpresa de que estabas en un error —dije con una sonrisa de lado.
—Fue muy divertido el día de hoy, toma —extendió su mano con un pedazo de papel.
—¿Qué es esto? —lo recibí con mucha curiosidad y lo abrí.
Era el número de teléfono de Juliett y también su correo electrónico.
—Para que tengamos más aventuras en el futuro —dijo mientras entraba por completo y cerraba la puerta de la mansión que pertenecía a los Varcarnyo.
—Para más aventuras —dije mientras guardaba el papel y caminaba hacia mi hogar.
La familia Varcarnyo era un total enigma para mi mente y la aparición de las gemelas fue tan rápida que me sorprende que de manera fugaz hayan revuelto toda mi vida.Ambas eran polos opuestos y eso era precisamente lo que me volvía loco. En el buen sentido.—Juliett y Julieta, Julieta y Juliett —repetía constantemente mientras intentaba trabajar en mi despacho.Pero sinceramente, no quería trabajar, o mejor dicho no podía. Necesitaba inspiración.Decidido a encontrar esa inspiración y no quedarme sentado a esperar que me llegara de repente, empecé a caminar por la mansión en la cual vivía. Si bien es cierto que venía constantemente aquí cuando era niño, la verdad es que nunca me tomé el tiempo para recorrer cada rincón.Gracias a las sirvientas nada estaba cubierto de polvo o fuera de su lugar, pero obviamente había cosas intactas que sabía que nadie había usado en años, como por ejemplo ropas, libros, cintas, etc.Era extraño pensar en eso, pero a la vez hacía que me sintiera melanc
Juliett era un enigma, pero eso no me molestaba, sino que lo que me sucedía era que me llenaba la cabeza de preguntas y quería saber todas las respuestas.Sin embargo, mi mente ocupaba en mayor medida otro tema que me tenía desconcertado y era la carta que había encontrado en el despacho de mi padre. No estaba seguro si preguntarle a la guarda llaves sobre el tema, ya que, ella misma había mencionado que llevaba años sirviendo a mi familia. Quizás ella haya visto a la mujer de la carta en esta casa tiempo atrás.Por otro lado, la guarda llaves se notaba que era una mujer fiel a mi padre y tenía miedo de que le contara a él lo que estoy tratando de averiguar. Si decide no contarme nada y a parte avisarle a mi padre lo que estoy haciendo saldría doblemente perdiendo. Tenía que pensarlo mejor.El aire del día era fresco y calmante lo cual provocaba inspiración en mi interior o quizás el clima era totalmente irrelevante y lo que en realidad me había inspirado era la desconcertante posible
Con el paso de las semanas mi inspiración se incrementaba como nunca y no podía dejar de crear contenido acerca de lo que sentía y lo que Juliett me hacía sentir. Sería imprudente de mi parte referir este sentimiento como amor ya que lo consideraba precipitado, pero creo que la palabra correcta era un "flechazo" y eso no necesariamente tiene que ver con el amor apasionado o romántico.Era difícil de explicar o encontrar las palabras de este sentimiento, pero más que nada era porque nunca lo había experimentado antes y era difícil hablar de algo que no conoces, sin embargo, había una cosa que si tenía bien claro y era que Juliett me agradaba y quería seguir conociéndola.Intenté juntarme con ella varias veces después del último encuentro, pero siempre estaba ocupada, aunque, nunca me decía que cosas consumían su tiempo, supongo que, no tenía derecho a pedir explicaciones si solo nos estábamos conociendo.Me sumergí en mi trabajo y era inevitable no escribir sobre las cualidades que me
Julieta era parte de la empresa de su familia, aquel negocio era sobre flores y exportaban una gran cantidad de rosas durante todos los meses en donde su especialidad se centraba en las rosas amarillas.A consecuencia de dicho trabajo ha vivido y crecido en una brillante cuna de oro al igual que su hermana. No me malinterpreten, que esto no es con un fin de criticar o reflexionar sobre la sociedad y los privilegios, porque yo provengo de esa misma realidad y no me correspondería hacer ese juicio de valor. La diferencia de mi legado con el de ellas es que el mío no es las rosas amarillas si no que me dejan a mi merced el mundo de la medicina (la cual dejé), por lo cual, entiendo en qué tipo de mundo se desenvuelven. A lo que quiero llegar con todo esto es que esa cuna de oro la representaba muy bien a Julieta y sabía sacarle provecho. Por donde se le mire irradiaba elegancia de esa con la que se nace y un vocabulario admirable con el que se aprende. A pesar de que le dije que se visti
Luego de esa experiencia con Julieta los meses pasaron. Yo me dediqué a mi trabajo y de vez en cuando también hablaba con Juliett sobre las aventuras que ella tenía por toda la ciudad. No me sorprendía todo lo que compartía conmigo porque desde el primer día supe que tenía una gran personalidad inquieta.Constantemente me decía que debía hacer lo mismo que ella, que me olvidara de escribir, pero sinceramente no podía. Me tentaba cada vez que me decía que la siguiera, pero mi pasión era la literatura y no había renunciado a toda una vida de medicina para terminar de no potenciar y exprimir mi talento como escritor.Luego de la monotonía por un mes aproximadamente recibí una invitación de Juliett para ir a su casa y pasar el rato. Quería contarme sus anécdotas que había vivido durante esa semana y sinceramente nunca sabía cómo es que encontraba tanto panorama por hacer.Al llegar a su casa me dirigió inmediatamente a su habitación. Tal como sospeché su cuarto era totalmente blanco, aunq
Los días pasaron y en lo único que podía pensar era en ese diseño tan particular de la carta que había encontrado. Lo primero que hice fue buscar el diseño por internet, pero no encontré nada, lo cual me hizo creer que es un diseño personalizado, por lo tanto, me lleva también a creer que es imposible que ese diseño lo tenga más de una sola persona.Pensé durante toda la semana lo que podría hacer para averiguar más sobre esa carta y al mismo tiempo no levantar sospechas porque no quería que me ocultaran la verdad. Si mi padre tenía una amante necesitaba saberlo y mi madre también. Me quemé las neuronas tratando de pensar hasta que se me ocurrió un plan decente y mínimamente aceptable. Resulta que Julieta trabajaba para la empresa de su padre por lo cual es posible que ella tuviera casi todos los contactos de aquellos productores que utilizan, por lo tanto, sólo necesitaba decirle que mi material para cartas se había acabado y que quería probar nuevos emprendimientos. Solo así no lev
Estuve obsesionado durante semanas intentando encontrar la verdad. No iba a dejar ninguna piedra sin levantar, investigar o interrogar porque quería con todas mis ganas saber el origen de la carta y de donde provenía todo.Aun así, admito que esta obsesión escaló bastante, porque en mis tiempos libres no hacía otra cosa que no tuviera relación con la carta, encerrándome en mi escritorio durante horas, dejando de lado mis escrituras y demás intereses.Sin embargo, me rehusaba a dejar de buscar, ya estaba metido en esto después de todo y era algo que carcomía mi mente todo el día.Absorto en mis pensamientos mientras almorzaba en mi escritorio y no en el comedor para así ahorrar tiempo en mi investigación, tocaron a la puerta repentinamente.—Señor, tiene una visita —avisó.—¿De quién? —me asombré.—Dijo que su nombre era Juliett Varcarnyo —respondió.¿Qué? Estaba comenzando a acostumbrarme a la actitud de Juliett en donde hacia cosas sin pensar. Era alguien revoltosa e impulsiva y de h
Estaba embobado con lo que había pasado en la cocina y luego de ese día hablábamos todos los días con Juliett, ya sea por llamada, correo o chat. Cada día que pasaba, mi atracción hacia ella crecía más y más por lo tanto quería concretar una cita lo más pronto posible, ser mucho más sincero de lo que fui el día de la cocina y sacar a flote todo lo que siento por ella. Sin embargo, a pesar de que el tema de la carta se me había disipado de la mente un rato, este volvió inmediatamente como un balde de agua fría al ver que por la puerta de la casa entró mi padre con algunas maletas y su clásico sombrero de viaje. No sabía para qué vendría a Clicktons y porque ahora en este momento ¿A caso sabría de alguna manera que encontré su carta?—¡¿Padre?!—Buenos días, Jacob ¿Cómo llevas la casa en mi ausencia?—¿Tú ausencia? Hace más de 10 años que no venías aquí.—Pero sigue siendo mi casa.A mi padre no le podías hacer bromas porque todo se lo tomaba en serio y eso muchas veces me disgustaba de