Estaba embobado con lo que había pasado en la cocina y luego de ese día hablábamos todos los días con Juliett, ya sea por llamada, correo o chat. Cada día que pasaba, mi atracción hacia ella crecía más y más por lo tanto quería concretar una cita lo más pronto posible, ser mucho más sincero de lo que fui el día de la cocina y sacar a flote todo lo que siento por ella. Sin embargo, a pesar de que el tema de la carta se me había disipado de la mente un rato, este volvió inmediatamente como un balde de agua fría al ver que por la puerta de la casa entró mi padre con algunas maletas y su clásico sombrero de viaje. No sabía para qué vendría a Clicktons y porque ahora en este momento ¿A caso sabría de alguna manera que encontré su carta?
—¡¿Padre?!
—Buenos días, Jacob ¿Cómo llevas la casa en mi ausencia?
—¿Tú ausencia? Hace más de 10 años que no venías aquí.
—Pero sigue siendo mi casa.
A mi padre no le podías hacer bromas porque todo se lo tomaba en serio y eso muchas veces me disgustaba desde que era un niño. Supongo que por eso también tengo la personalidad que tengo, por otro lado, había algo que siempre temí de él y es que sabía leerme por completo sin necesidad de decirle ninguna palabra.
—He venido aquí por ti, hijo —me mira fijamente.
—¿Por qué?
—Pero, primero, quiero una taza de té.
Sin responderme la pregunta, pasa por delante de mí y se dirige a la habitación donde se encuentra su oficina. El mismo lugar donde encontré la carta. Acto seguido llama a una sirvienta y le dice que le prepare un té de menta.
—¿Que esperas? ¿No vas a entrar a la oficina? —dijo gritando hacia afuera para que pudiera escuchar.
—¡Voy! —grité exaltado.
Al entrar a la oficina, mi padre estaba sentando mirando hacia el enorme ventanal que decoraba el lugar. Ya había estado aquí antes, pero la atmósfera se sentía totalmente diferente, porque el dueño de esa silla había vuelto y yo, ya no me sentía bienvenido bajo ninguna circunstancia.
—Siéntate hijo —dijo sin mirarme.
Al sentarme no podía ver directamente el cuadro, pero sabía que ahí estaba, sabía lo que tenía detrás y me gritaba. Me gritaba desesperadamente que escupiera lo que sabía y que acabara con esta farsa familiar de una vez por todas.
—Al principio, cuando dijiste que querías irte a otra ciudad, nunca pensé que elegirías Clicktons —comenzó a hablar.
—Quería algo tranquilo —contesté.
—A mí, esa idea no me gustaba para nada ¿Sabes por qué?
—Sinceramente, no lo sé.
—Las gemelas —me miró a los ojos.
—¿Qué pasa con ellas?
—¿Crees que no sé qué las gemelas Varcarnyo llaman la atención? ¿Que no son interesantes?
—¿Qué? —dije confundido.
—Sabía perfectamente que te gustarían ¿Pero que dijo tu madre? "Dale la oportunidad, él de verdad quiere irse para trabajar no para distraerse". Decidí hacerle caso.
—Padre...
—Y me arrepiento.
—No entiendo por qué...
—Porque sé que una de ellas estuvo aquí en la casa hace unos días y estuvieron muy cariñosos.
—¿Cómo sabes?
—Nada pasa en este pueblo sin que yo me entere y tú deberías saberlo mejor que nadie.
Estaba en shock, porque a pesar de que lo conocía, nunca pude entender la frialdad con la que te decía que sabía todo sobre tu vida y de manera tan acelerada.
—No puedo entender cuál es el problema de que me guste Juliett -confesé.
—Esa familia no trae nada bueno y estoy seguro de que no eres bienvenido ahí y nunca lo serás.
—¡No importa su familia! Solo lo que ella piense.
—¡Los Varcarnyo priorizan a su familia por sobre todas las cosas! Créeme sé de lo que hablo.
Eso que dijo era el pase perfecto para sacar el tema de la carta, pero no podía hacerlo ahora, porque no tenía pruebas y mientras no tenga pruebas lo negará todo, me tratará de loco y me cerrará todas las pistas y caminos que pueda investigar. Era mejor fingir.
—No sé a qué te refieres, pero, las gemelas no son malas personas.
—Yo no metería las manos al fuego por nadie ¡Menos por esa familia!
—¡No estoy haciendo nada malo!
—¡YA DIJE QUE NO! —gritó mientras golpeó la mesa con un puño.
Al hacer eso la habitación había quedado en completo silencio en donde lo único que se escuchaba eran los "clicks" de los relojes en la casa. El ambiente era tan tenso e incómodo que mi cerebro se encontraba totalmente en blanco.
—Sal de aquí, necesito estar solo un momento —me dijo.
No dije nada más y me limité a hacerle caso, porque no valía la pena seguir la conversación. El hecho de que no le agrade la familia y se rehúse a verme junto a Juliett refuerza aún más que hay algo raro en todo esto y definitivamente la carta tenía algo que ver. Esa carta era mi llave principal y debía volver a retomar la investigación.
Subí a mi habitación y abrí el correo electrónico.
De: j.wintt@ email.com
Para: julieta.varcarnyo@ email.comBuenos días, Julieta,
Esperando que estés bien, me gustaría agendar una cita con interés laboral contigo. Quisiera que habláramos de nuestras familias y ciertos convenios.Estaré
atento a tu respuesta,Saludos.Sé que sería más fácil hablarle a Juliett de lo que está pasando, pero mi padre ya la tenía en la mira y no quiero que se involucre más de lo necesario. Con Julieta puedo excusarme con temas de la empresa y ser más formal pensando con la mente fría y sacar la información que quiero sin involucrar lo que siento por Juliett.
Que mi padre estuviera en el pueblo dificultaba mucho más la investigación, pero definitivamente no iba a parar de buscar respuestas más cuando estaba afectando mi relación con Juliett. Por fin estaba encontrando plenitud y felicidad con alguien y no iba a dejar que mi padre la involucrara en temas antiguos de conflictos familiares.
Afortunadamente Julieta me respondió al otro día y mencionó que tenía tiempo en su hora de almuerzo. Me dijo que me acercara a la empresa de su familia y entrara directamente al comedor de trabajadores. Nunca esperé que me invitara a la empresa porque nunca había ido presencialmente y no sabía dónde quedaba tampoco, aunque eso no me preocupaba tanto, porque para eso estaba el mapa de internet. "Buscar Varcarnyo. Corps" No fue para nada difícil encontrar la ubicación, así que, me alisté, subí a mi auto y solamente me acompañaban mis pensamientos centrados en la carta que tenía mi padre pero que, curiosamente el diseño de esta era un diseño únicamente usado por los Varcarnyo. No quería sacar conclusiones precipitadas hasta tener evidencia. Una vez que llegué, hice exactamente lo que me indicó Julieta, así que, me dirigí al comedor de trabajadores y me senté en una mesa que tenía dos sillas. No demoró mucho en llegar.—¡Jacob! ¿Esperaste mucho? —dijo Julieta.—¡Para nada! Me alegro de
Con el paso de los días mis nervios aumentaban de un modo que pensé que explotaría porque un baile no es algo a lo que vas todos los días, además, aparte de ser una gala también se debían utilizar máscaras.En el mundo de las familias más acomodadas, eventos como este eran más comunes de lo que uno pudiera imaginar y para mí, la verdad es que me colocaba muy ansioso porque no tenía muy buenos recuerdos sobre este tipo de eventos. Siempre me sentía excluido o fuera de lugar, sin embargo, esta vez sería diferente porque Juliett estaría ahí.Cuando llegó el día, me encargué de comer contundente en mi casa porque en este tipo de eventos la comida es muy pequeña y escasa, aunque lo entendía porque este tipo de eventos no eran precisamente para venir a comer, si no para socializar y obtener contactos que te puedan beneficiar.Cuando llegué al lugar, mostré la invitación que Julieta me había entregado y a pesar de que no tenía problema con encontrarme con ella, deseaba de todo corazón que pr
Cuando besé a Juliett el tiempo se detuvo por completo. Nunca pensé que se pudiera experimentar algo así en la vida real y sentía que solo existíamos los dos en este basto universo. Si fuera por mí, hubiera continuado el beso hasta que mis labios no pudieran más producto del cansancio, pero debo destacar, que la acción de mirarnos a los ojos y reír al terminar de besarnos también fue memorable y hermosa porque sentía mariposas no solo en el estomago si no que, de pies a cabeza.De repente Juliett dirigió su mirada hacia otro lugar y acto seguido nos separó de improviso. —¡Julieta! ¡Espérame ahí! —Juliett gritó en dirección a la ventana de donde miraba su hermana con una expresión de decepción.Juliett tomó su vestido con ambas manos para evitar tropezar mientras corría y a pesar de que su expresión reflejaba preocupación en lo único que yo podía pensar es en que acababa de besarla ¡Que me había atrevido! y nadie me iba a quitar ese momento. Sinceramente yo no entendía porque Julieta
Luego de la abrumadora discusión con mi padre habían pasado tres días de los cuales no me había levantado de la cama, no tenía apetito y mi mente daba vueltas. No podía creer que mi padre haya tenido una relación extramarital y con una Varcarnyo. ¿Como le pudo hacer eso a mi madre?Mi madre solo le ha sabido dar los mejores años de su vida y siempre ha estado ahí para él. Es una mujer elegante y educada, experta en los negocios y la socialité y no lo digo porque sea su hijo, sino porque de verdad he visto lo influyente que ha podido llegar a ser. Por todo eso y más, sentía la responsabilidad de tener que contarle sobre esta infidelidad, si mi padre aun no lo hacía, yo debía hacerlo ahora que soy consciente de que sucedió y tengo pruebas.Aun así, el misterio no se había resuelto del todo. Mi padre no tiene idea que es lo que la Sra. Varcarnyo quería decirle con tanta desesperación y si bien quizás sea algo que no afecta para nada en mi vida, ya estaba lo suficientemente involucrado c
Durante días tenía la incertidumbre sobre el tema de Juliett y Julieta, quería saber con muchas ganas si Juliett se atrevería a hablar a solas con su hermana o me pediría acompañarla en este proceso. Sea como fuera, estaba dispuesto a hacer lo necesario para que nadie interfiera en mi relación con Juliett. De repente, me sorprendí, porque mi teléfono comenzó a sonar y estupefacto visualicé que era una llamada de Julieta. No sabía exactamente que quería, pero no podía desaprovechar esta oportunidad. Me sentí extremadamente impulsado a tratar el tema de mi relación con Juliett y dejarle en claro algunas cosas a Julieta. Era lo correcto, bajo mi percepción.Conversé con ella unos pocos minutos y quedamos en vernos en el bar de un hotel que nos quedaba cerca. En el bar conocían a Julieta y me convenció de elegir ese lugar con un tentador descuento de cliente frecuente por parte de ella. Ninguno de los dos mencionó porque queríamos hablar con el otro. Estuve durante la tarde trabajando
Desperté con una sensación incómoda y nauseabunda. Sentía una punzada muy fuerte en la parte superior de mi cabeza y apenas realizaba movimientos con mi cabeza porque sentía ganas de vomitar. No sabía en donde me encontraba, y los rayos del sol que entraban por la ventana impactaban directamente a mis ojos. Me senté en la cama y al apoyarme con uno de mis brazos sentí un peso a mi lado. Para mi sorpresa, era una mujer y estaba completamente desnuda, al igual que yo. Traté de acercarme para visualizar su rostro y fue impactante darme cuenta de que se trataba de Julieta. —¡Julieta! ¡Despierta! —toqué su hombro frenéticamente intentando que despertara. —Mmmm Lo último que recordaba era que después de tomar vino en el bar del hotel comencé a perder el conocimiento, lentamente. ¿Julieta hubiera sido capaz de manipular mi copa? ¿Sería capaz? me rehusaba a creerlo. —¿Jacob? ¿Estas bien? —preguntó Julieta sentándose en la cama mientras se cubría con la sabana. —¿Como voy a estar bien?
Nos quedamos en silencio unos minutos. Por mi parte aun sentía enojo por lo que Julieta fue capaz de hacer, pero también ahora sentía una mezcla de sorprendido y pasmado. ¿Qué había pasado? ¿Como llegamos a esto? simplemente quería averiguar quién era la amante de mi padre, no saber que secretamente compartía un hermano con la mujer que amaba.Sin duda, el que busca, encuentra. —¡P-padre!Lo que dijo Julieta me sacó de mis pensamientos abruptamente y pude ver en el umbral de una de las puertas al Sñr. Varcarnyo con una mirada desafiante y furiosa. Lo que él veía era a sus dos adoradas hijas sufriendo con sus ojos llenos de lágrimas, y el causante de esas lágrimas, yo. Pero nada más, alejado de la realidad. —¿Que les has hecho a mis hijas? —preguntó con una mirada fría hacia mi.—Mejor pregúntele a Julieta lo que ella me hizo a mi —dije sin dejarme intimidar. —Lo que hagan mis hijas siempre lo defenderé y más si esas acciones son contra ti ¿Por qué estás en mi casa? —dijo serio. —E
—¡Jacob! —gritó Juliett. Ella me gritó porque salí corriendo del jardín y fui directamente al baño a vomitar. Era mi cuerpo, expresando como me sentía en mi mente. Agobiado, asqueado, pero sorprendido por sobre todas las cosas, porque, yo sentía que podía esperar cualquier cosa de hombres poderosos y ricos como lo son el Sñr. Varcarnyo y mi padre, pero me equivoqué, mi cerebro no era capaz de soportar actos tan atroces como estos ¿Como debió haberse sentido Julia al perder el bebé? Ni siquiera la conocí y siento que me afecta demasiado, tanto, que no puedo dimensionar como se sienten sus hijas. —Jacob...tranquilo, entiendo cómo te sientes —decía Juliett mientras me daba palmadas en la espalda mientras yo seguía sacando todo de mi interior. Luego de terminar, me senté a un lado de la taza del baño y Juliett se sentó a mi lado. —Me estas consolando, pero yo soy quien debería hacerlo —respondí. —¿Por qué deberías? —No te hagas la dura conmigo Juliett, todo esto es sobre tu madre.