Juliett era un enigma, pero eso no me molestaba, sino que lo que me sucedía era que me llenaba la cabeza de preguntas y quería saber todas las respuestas.
Sin embargo, mi mente ocupaba en mayor medida otro tema que me tenía desconcertado y era la carta que había encontrado en el despacho de mi padre. No estaba seguro si preguntarle a la guarda llaves sobre el tema, ya que, ella misma había mencionado que llevaba años sirviendo a mi familia. Quizás ella haya visto a la mujer de la carta en esta casa tiempo atrás.
Por otro lado, la guarda llaves se notaba que era una mujer fiel a mi padre y tenía miedo de que le contara a él lo que estoy tratando de averiguar. Si decide no contarme nada y a parte avisarle a mi padre lo que estoy haciendo saldría doblemente perdiendo. Tenía que pensarlo mejor.
El aire del día era fresco y calmante lo cual provocaba inspiración en mi interior o quizás el clima era totalmente irrelevante y lo que en realidad me había inspirado era la desconcertante posible historia y secreto familiar que acabo de descubrir en algo tan endeble como una carta que no había visto la luz del día en años. En fin, sea como sea, era inspiración que no podía desaprovechar para colocarme a escribir.
Subí a la habitación en donde tenía mi escritorio y todas las herramientas necesarias para comenzar a escribir y estuve varias horas concentrado sin levantarme de esa silla tan esponjosa y cómoda de cuero que tenía y había comprado con el propósito de trabajar lo más cómodo posible.
Cuando por fin estuve satisfecho con mi avance revisé la hora en mi celular y eran las 9:00 de la noche y tenía bastante hambre.
Como estuve todo el día encerrado en una habitación encontré que lo mejor para despejarse era salir a comer a algún restaurante cerca. Mucha gente cree que comer sin compañía es deprimente o te hace ver cómo un total perdedor sin amigos y como consecuencia de esa creencia varios terminan comiendo de manera solitaria en casa solo por esa presión social impuesta. Afortunadamente para mí, bien poco me importaba la opinión de los demás y era muy terapéutico salir a comer solo.
En fin, sin pensarlo más, tomé una chaqueta de color negra bien genérica (porque toda mi ropa era bastante básica en realidad) y salí de la casa mientras buscaba por internet recomendaciones de lugares en Clicktons. No fue muy difícil encontrar algunas sugerencias terminando por ir a un restaurante de comida rápida que lucía bastante bien.
Tenía ganas de comer algo contundente y grasoso porque cuando vivía con mi familia todo era muy refinado y bastante caro, lo cual no es que me queje o no lo apreciara, al fin y al cabo, comía cosas bastante buenas y beneficiosas para mi salud, pero de vez en cuando algo bien grasiento y barato era necesario para hacer la vida un poco más interesante.
Cuando llegué no estaba tan lleno gracias a la hora que era y me pedí el combo de promoción que me recomendó la vendedora. Me senté en una mesa cerca de la ventana y comencé a apreciar la vista de un cielo oscuro y lleno de estrellas. Me sentía tranquilo y en paz.
Comencé a comer mientras veía desde mi celular la sección de noticias para ver si había algo interesante pero no había nada que mereciera la pena. Me metí a la galería y comencé a ver más fotos recientes en donde encontré algunas fotos de la exposición de arte a la que fui y conocí a Julieta. Que loco fue cuando me enteré de que tenía una gemela.
Y de repente no podía parar de pensar en Juliett y la vez que la conocí y luego las veces que me encontré con ella sin planearlo pero que todo salía bien y resultaba ser todo bastante divertido. Tenía muchas ganas de volver a salir con ella y seguir averiguando todo lo que teníamos en común.
¿Era normal sentirte a gusto con la compañía de una persona que no conoces hace mucho?
Definitivamente la quería invitar de nuevo a una salida, quizás al cine o a una biblioteca. Estar con Juliett me hacía sentir bien como si fuera alguien de confianza, no es que su hermana Julieta no me agradara, al contrario, pero con ella sentía que podía hablar temas serios, de negocios y asesorías y no podía desenvolverme como lo hacía con Juliett. Mostrar mi verdadero yo.
Mientras pensaba en cómo invitar a Juliett de nuevo, estaba terminando de comer todo lo que había ordenado. Solo me faltaba el helado, cuando por el vidrio de la ventana cerca de mi mesa siento que una sombra nublaba mi área.
Al levantar la vista, para mí sorpresa veo que era Juliett y no pude evitar sonrojarme al pensar qué pensaría ella si se enterara que estaba pensando en ella ahora mismo. Juliett se dio media vuelta y me hizo una señal dándome a entender que entraría al local para saludarme.
—¡Hola solitario! —dijo Juliett con mucho entusiasmo.
—Hola, me tomaste por sorpresa —dije.
—No pensé que te gustaba venir a locales de comida rápida —dijo mientras apuntaba a mi bandeja de comida casi terminada.
—Es bueno para el cuerpo de vez en cuando —dije con una sonrisa.
—Te entiendo, a mí también me gusta, pero evito decirle a mi hermana —dijo mientras sacaba su celular.
—¿No sueles salir a comer con Julieta? —pregunté curioso.
—Si salgo con ella, pero a lugares más refinados. Lugares como este no son su estilo simplemente —respondió.
—Que mal, porque la comida aquí es fantástica —dije mientras comía de mi helado.
—¡Si! Ese helado que pediste fue una buena elección —dijo mientras me acercaba el celular que había sacado anteriormente—. Pero como consejo, en este otro local, tienen una promoción que vale más la pena —indicándome el mapa en su teléfono.
—Gracias por la recomendación, aunque me encantó este helado, es como una mezcla de vainilla con algo más, como una salsa cítrica —dije a gusto.
—Parece que si está muy bueno ¿Puedo probar? —dijo mientras se levantaba de la silla.
Pensé que iría a pedir un helado igual que el mío, así que se me hizo extraña la pregunta.
—Cl-Claro, debes probarlo —respondí dudoso.
Juliett se alejó de la mesa para ir al mostrador, pero se demoró menos de 10 segundos en volver. Imposible que el pedido se demorara tan poco.
—¡Listo! Lo probaré —dijo mientras metía la cucharita plástica a mi vaso de helado.
Todo este tiempo su plan fue ir a pedir una cuchara extra y jamás fue pedir un helado sólo para ella. Ese simple acto hizo que me colocara rojo como un tomate.
—¡Tienes razón! ¡Que rico está! Creo que pediré uno para mi —dijo mirándome un poco avergonzada.
Quizás pensó que su acción me había molestado, pero en realidad estaba nervioso y sonrojado sin saber que hacer. Así que, aclaré mi mente y me dispuse a hablar.
—¡No! —solté sin más.
—¿Qué cosa? —respondió Juliett.
—Está bien, comamos del mismo helado...tú y yo —lo dije mirando hacia otro lado.
Cuando la miré de reojo vi que también se había sonrojado.
Creo que empezaré a cuestionarme si de verdad me gusta tanto comer en solitario. Quizás lo que dice la sociedad es verdad y es mucho mejor la compañía.
Con el paso de las semanas mi inspiración se incrementaba como nunca y no podía dejar de crear contenido acerca de lo que sentía y lo que Juliett me hacía sentir. Sería imprudente de mi parte referir este sentimiento como amor ya que lo consideraba precipitado, pero creo que la palabra correcta era un "flechazo" y eso no necesariamente tiene que ver con el amor apasionado o romántico.Era difícil de explicar o encontrar las palabras de este sentimiento, pero más que nada era porque nunca lo había experimentado antes y era difícil hablar de algo que no conoces, sin embargo, había una cosa que si tenía bien claro y era que Juliett me agradaba y quería seguir conociéndola.Intenté juntarme con ella varias veces después del último encuentro, pero siempre estaba ocupada, aunque, nunca me decía que cosas consumían su tiempo, supongo que, no tenía derecho a pedir explicaciones si solo nos estábamos conociendo.Me sumergí en mi trabajo y era inevitable no escribir sobre las cualidades que me
Julieta era parte de la empresa de su familia, aquel negocio era sobre flores y exportaban una gran cantidad de rosas durante todos los meses en donde su especialidad se centraba en las rosas amarillas.A consecuencia de dicho trabajo ha vivido y crecido en una brillante cuna de oro al igual que su hermana. No me malinterpreten, que esto no es con un fin de criticar o reflexionar sobre la sociedad y los privilegios, porque yo provengo de esa misma realidad y no me correspondería hacer ese juicio de valor. La diferencia de mi legado con el de ellas es que el mío no es las rosas amarillas si no que me dejan a mi merced el mundo de la medicina (la cual dejé), por lo cual, entiendo en qué tipo de mundo se desenvuelven. A lo que quiero llegar con todo esto es que esa cuna de oro la representaba muy bien a Julieta y sabía sacarle provecho. Por donde se le mire irradiaba elegancia de esa con la que se nace y un vocabulario admirable con el que se aprende. A pesar de que le dije que se visti
Luego de esa experiencia con Julieta los meses pasaron. Yo me dediqué a mi trabajo y de vez en cuando también hablaba con Juliett sobre las aventuras que ella tenía por toda la ciudad. No me sorprendía todo lo que compartía conmigo porque desde el primer día supe que tenía una gran personalidad inquieta.Constantemente me decía que debía hacer lo mismo que ella, que me olvidara de escribir, pero sinceramente no podía. Me tentaba cada vez que me decía que la siguiera, pero mi pasión era la literatura y no había renunciado a toda una vida de medicina para terminar de no potenciar y exprimir mi talento como escritor.Luego de la monotonía por un mes aproximadamente recibí una invitación de Juliett para ir a su casa y pasar el rato. Quería contarme sus anécdotas que había vivido durante esa semana y sinceramente nunca sabía cómo es que encontraba tanto panorama por hacer.Al llegar a su casa me dirigió inmediatamente a su habitación. Tal como sospeché su cuarto era totalmente blanco, aunq
Los días pasaron y en lo único que podía pensar era en ese diseño tan particular de la carta que había encontrado. Lo primero que hice fue buscar el diseño por internet, pero no encontré nada, lo cual me hizo creer que es un diseño personalizado, por lo tanto, me lleva también a creer que es imposible que ese diseño lo tenga más de una sola persona.Pensé durante toda la semana lo que podría hacer para averiguar más sobre esa carta y al mismo tiempo no levantar sospechas porque no quería que me ocultaran la verdad. Si mi padre tenía una amante necesitaba saberlo y mi madre también. Me quemé las neuronas tratando de pensar hasta que se me ocurrió un plan decente y mínimamente aceptable. Resulta que Julieta trabajaba para la empresa de su padre por lo cual es posible que ella tuviera casi todos los contactos de aquellos productores que utilizan, por lo tanto, sólo necesitaba decirle que mi material para cartas se había acabado y que quería probar nuevos emprendimientos. Solo así no lev
Estuve obsesionado durante semanas intentando encontrar la verdad. No iba a dejar ninguna piedra sin levantar, investigar o interrogar porque quería con todas mis ganas saber el origen de la carta y de donde provenía todo.Aun así, admito que esta obsesión escaló bastante, porque en mis tiempos libres no hacía otra cosa que no tuviera relación con la carta, encerrándome en mi escritorio durante horas, dejando de lado mis escrituras y demás intereses.Sin embargo, me rehusaba a dejar de buscar, ya estaba metido en esto después de todo y era algo que carcomía mi mente todo el día.Absorto en mis pensamientos mientras almorzaba en mi escritorio y no en el comedor para así ahorrar tiempo en mi investigación, tocaron a la puerta repentinamente.—Señor, tiene una visita —avisó.—¿De quién? —me asombré.—Dijo que su nombre era Juliett Varcarnyo —respondió.¿Qué? Estaba comenzando a acostumbrarme a la actitud de Juliett en donde hacia cosas sin pensar. Era alguien revoltosa e impulsiva y de h
Estaba embobado con lo que había pasado en la cocina y luego de ese día hablábamos todos los días con Juliett, ya sea por llamada, correo o chat. Cada día que pasaba, mi atracción hacia ella crecía más y más por lo tanto quería concretar una cita lo más pronto posible, ser mucho más sincero de lo que fui el día de la cocina y sacar a flote todo lo que siento por ella. Sin embargo, a pesar de que el tema de la carta se me había disipado de la mente un rato, este volvió inmediatamente como un balde de agua fría al ver que por la puerta de la casa entró mi padre con algunas maletas y su clásico sombrero de viaje. No sabía para qué vendría a Clicktons y porque ahora en este momento ¿A caso sabría de alguna manera que encontré su carta?—¡¿Padre?!—Buenos días, Jacob ¿Cómo llevas la casa en mi ausencia?—¿Tú ausencia? Hace más de 10 años que no venías aquí.—Pero sigue siendo mi casa.A mi padre no le podías hacer bromas porque todo se lo tomaba en serio y eso muchas veces me disgustaba de
Afortunadamente Julieta me respondió al otro día y mencionó que tenía tiempo en su hora de almuerzo. Me dijo que me acercara a la empresa de su familia y entrara directamente al comedor de trabajadores. Nunca esperé que me invitara a la empresa porque nunca había ido presencialmente y no sabía dónde quedaba tampoco, aunque eso no me preocupaba tanto, porque para eso estaba el mapa de internet. "Buscar Varcarnyo. Corps" No fue para nada difícil encontrar la ubicación, así que, me alisté, subí a mi auto y solamente me acompañaban mis pensamientos centrados en la carta que tenía mi padre pero que, curiosamente el diseño de esta era un diseño únicamente usado por los Varcarnyo. No quería sacar conclusiones precipitadas hasta tener evidencia. Una vez que llegué, hice exactamente lo que me indicó Julieta, así que, me dirigí al comedor de trabajadores y me senté en una mesa que tenía dos sillas. No demoró mucho en llegar.—¡Jacob! ¿Esperaste mucho? —dijo Julieta.—¡Para nada! Me alegro de
Con el paso de los días mis nervios aumentaban de un modo que pensé que explotaría porque un baile no es algo a lo que vas todos los días, además, aparte de ser una gala también se debían utilizar máscaras.En el mundo de las familias más acomodadas, eventos como este eran más comunes de lo que uno pudiera imaginar y para mí, la verdad es que me colocaba muy ansioso porque no tenía muy buenos recuerdos sobre este tipo de eventos. Siempre me sentía excluido o fuera de lugar, sin embargo, esta vez sería diferente porque Juliett estaría ahí.Cuando llegó el día, me encargué de comer contundente en mi casa porque en este tipo de eventos la comida es muy pequeña y escasa, aunque lo entendía porque este tipo de eventos no eran precisamente para venir a comer, si no para socializar y obtener contactos que te puedan beneficiar.Cuando llegué al lugar, mostré la invitación que Julieta me había entregado y a pesar de que no tenía problema con encontrarme con ella, deseaba de todo corazón que pr