Julieta era parte de la empresa de su familia, aquel negocio era sobre flores y exportaban una gran cantidad de rosas durante todos los meses en donde su especialidad se centraba en las rosas amarillas.
A consecuencia de dicho trabajo ha vivido y crecido en una brillante cuna de oro al igual que su hermana. No me malinterpreten, que esto no es con un fin de criticar o reflexionar sobre la sociedad y los privilegios, porque yo provengo de esa misma realidad y no me correspondería hacer ese juicio de valor. La diferencia de mi legado con el de ellas es que el mío no es las rosas amarillas si no que me dejan a mi merced el mundo de la medicina (la cual dejé), por lo cual, entiendo en qué tipo de mundo se desenvuelven.
A lo que quiero llegar con todo esto es que esa cuna de oro la representaba muy bien a Julieta y sabía sacarle provecho. Por donde se le mire irradiaba elegancia de esa con la que se nace y un vocabulario admirable con el que se aprende. A pesar de que le dije que se vistiera cómoda, su ropa no dejaba de decir "mira esta calidad, es de diseñador".
Fui a buscar a Julieta en un auto que había rentado por el día y ella me estaba esperando puntual en la plaza que visitamos ayer como acordamos.
—¡Hola Jacob! Hice una lista sobr-
La callé.
—Ya te dije que yo te llevaría a un lugar. No tienes que planear nada —dije sin apartar la vista del camino.
La verdad no me sorprendía que ella hubiera venido un poco preparada para la salida. Se notaba que era de esas personas que les gustaba llevar el control de la situación. No me molestaba, pero me causaba satisfacción ver que no tenía idea de los planes.
—Te daré una pista si eso hace que te relajes un poco —dije en modo burlón.
—¡Si! Por favor —dijo entusiasmada.
Al menos eso podría lograr romper un poco la tensión en el aire. Pensé que los temas de conversación saldrían de manera natural porque Julieta siempre tenía algo que decir para demostrar lo mucho que sabia, sin embargo, una vez más caía en la mala costumbre de comparar mis encuentros con ambas gemelas, porque claramente no eran iguales y a veces yo esperaba que si lo fueran.
—Iremos a un lugar relacionado con las plantas —confesé.
—¡Wao! No me lo esperaba, aunque no se me ocurre que podría ser.
—Como tu familia tiene una empresa de flores se me ocurrió dinámico que vieras otras plantas aparte de las rosas —dije en tono burlón.
Seguimos hablando de otros temas banales hasta que llegamos a nuestro destino. Un gigante invernadero.
Era espacioso y muy precioso porque tenía ventanales de vidrio gigantes, la luz del sol hacía que se reflejaran pequeños arcoíris por todas partes y nos encontrábamos con distintas variedades de plantas y hierbas medicinales. Al entrar olía como a la manzanilla e incienso.
—¡Esto es maravilloso! Me siento muy relajada aquí —expresó Julieta.
Tomamos una manta de picnic que daban en el recinto como parte de la experiencia y nos sentamos mientras tomábamos un té de menta con jengibre junto con unas galletas de limón y naranja.
Una vez que todas las personas presentes se hubieran acomodado en su manta de picnic la persona dueña del invernadero comenzó a relatar los beneficios de ciertas hierbas que cultivaban en el lugar.
Como la "valeriana" diciendo que es adecuada para aquellas personas que sufren de ansiedad, nerviosismo o depresión, y puede conseguirse fácilmente en tiendas de productos naturales o plantarse en casa, por otro lado, mencionó el "ginseng" que es un ingrediente común en las bebidas energizantes, ya que es una de las plantas más indicadas para combatir el cansancio y mantener a las personas activas. Más adelante también mencionó otra que era más conocida como el "áloe vera" diciendo que ayuda a aliviar las quemaduras y los problemas de piel, motivo por el que es utilizada en diversos tratamientos estéticos, sin embargo, hubo uno que me sorprendió bastante y fue ahí cuando mencionó el "diente de león" ya que yo pensaba que solo era una planta bonita que crece en el jardín y eso es todo, pero resulta que ayuda a depurar, mejorar el tránsito intestinal y favorece a las personas con problemas de colesterol.
—Tú eres como un diente de león —dijo Julieta.
—¿Cómo? —contesté.
—Al principio la gente cree que solo eres una decoración más de tu familia. Pero una vez te conocen de fondo se dan cuenta que eres mucho más que eso teniendo potencial de ser un gran pilar en la vida de los demás -expresó Julieta.
—En ese caso tú también...
—¿Yo también?
—Tú también eres un diente de león. La gente cree que eres un rostro bonito que dirige la empresa familiar, pero en realidad eres más que eso. Soportando el peso de tu familia.
—¿Crees que soy un rostro bonito? —preguntó Julieta.
—¿Crees que puedo ser un pilar importante en la vida de los demás? —contra pregunté.
—Juliett me lo dijo y yo creo que es verdad. No sé cómo, pero haces que nos olvidemos un poco de nuestra responsabilidad. Eso es bueno para nuestra salud mental ¿No te parece? —sonrió.
Al mencionar a Juliett me sonrojé sin poder evitarlo. Esperaba que hubiera pasado desapercibido porque no quería que Julieta me hiciera preguntas. Para mí, estos sentimientos sobre Juliett solo podía manifestarlos en papel y tinta con mi trabajo y por ahora se quedarían ahí.
—No sabía que podía contribuir tan positivamente a sus vidas considerando lo poco que nos hemos visto —confesé.
—Creo que tiene que ver más con tu personalidad. Además, tú también vienes de una familia que te exige demasiado quizás por eso sabemos que tú lo puedes entender.
—No lo había visto de esa manera —la miré.
La charla de las plantas pronto acabó y nos comenzaron a dar un tour por todo el invernadero. Incluso Julieta compró un libro de hierbas medicinales como recuerdo. Yo por otro lado me compré una maceta con un diente de león en él. No sé cuánto me durará con vida, pero me recordaba a lo que Julieta había dicho sobre mí.
—¿Tienes hambre? —me interrumpió Julietta de mis pensamientos.
—Uy si, que ganas de comer una buena comida grasosa —reí.
—¡Hugh! No, ¿ver todas estas plantas no te dieron ganas de comer algo más gourmet? —me miró.
Y luego recordé que Juliett mencionó que Julieta era más de lugares caros.
—Dejaste que te trajera a un lugar desconocido apartado completamente de la ciudad. Supongo que es justo que te dejé escoger el lugar para comer —le dije a Julieta.
—¡Fantástico! Te llevare a mi restaurante francés favorito —dijo con entusiasmo.
Tenía muchas ganas de comerme unas papas fritas en el McDonald's, pero respetaba la decisión de Julieta. Quizás vaya otro día por esas papas y quizás pueda encontrarme con Juliett una vez más.
Solo quizás.
Luego de esa experiencia con Julieta los meses pasaron. Yo me dediqué a mi trabajo y de vez en cuando también hablaba con Juliett sobre las aventuras que ella tenía por toda la ciudad. No me sorprendía todo lo que compartía conmigo porque desde el primer día supe que tenía una gran personalidad inquieta.Constantemente me decía que debía hacer lo mismo que ella, que me olvidara de escribir, pero sinceramente no podía. Me tentaba cada vez que me decía que la siguiera, pero mi pasión era la literatura y no había renunciado a toda una vida de medicina para terminar de no potenciar y exprimir mi talento como escritor.Luego de la monotonía por un mes aproximadamente recibí una invitación de Juliett para ir a su casa y pasar el rato. Quería contarme sus anécdotas que había vivido durante esa semana y sinceramente nunca sabía cómo es que encontraba tanto panorama por hacer.Al llegar a su casa me dirigió inmediatamente a su habitación. Tal como sospeché su cuarto era totalmente blanco, aunq
Los días pasaron y en lo único que podía pensar era en ese diseño tan particular de la carta que había encontrado. Lo primero que hice fue buscar el diseño por internet, pero no encontré nada, lo cual me hizo creer que es un diseño personalizado, por lo tanto, me lleva también a creer que es imposible que ese diseño lo tenga más de una sola persona.Pensé durante toda la semana lo que podría hacer para averiguar más sobre esa carta y al mismo tiempo no levantar sospechas porque no quería que me ocultaran la verdad. Si mi padre tenía una amante necesitaba saberlo y mi madre también. Me quemé las neuronas tratando de pensar hasta que se me ocurrió un plan decente y mínimamente aceptable. Resulta que Julieta trabajaba para la empresa de su padre por lo cual es posible que ella tuviera casi todos los contactos de aquellos productores que utilizan, por lo tanto, sólo necesitaba decirle que mi material para cartas se había acabado y que quería probar nuevos emprendimientos. Solo así no lev
Estuve obsesionado durante semanas intentando encontrar la verdad. No iba a dejar ninguna piedra sin levantar, investigar o interrogar porque quería con todas mis ganas saber el origen de la carta y de donde provenía todo.Aun así, admito que esta obsesión escaló bastante, porque en mis tiempos libres no hacía otra cosa que no tuviera relación con la carta, encerrándome en mi escritorio durante horas, dejando de lado mis escrituras y demás intereses.Sin embargo, me rehusaba a dejar de buscar, ya estaba metido en esto después de todo y era algo que carcomía mi mente todo el día.Absorto en mis pensamientos mientras almorzaba en mi escritorio y no en el comedor para así ahorrar tiempo en mi investigación, tocaron a la puerta repentinamente.—Señor, tiene una visita —avisó.—¿De quién? —me asombré.—Dijo que su nombre era Juliett Varcarnyo —respondió.¿Qué? Estaba comenzando a acostumbrarme a la actitud de Juliett en donde hacia cosas sin pensar. Era alguien revoltosa e impulsiva y de h
Estaba embobado con lo que había pasado en la cocina y luego de ese día hablábamos todos los días con Juliett, ya sea por llamada, correo o chat. Cada día que pasaba, mi atracción hacia ella crecía más y más por lo tanto quería concretar una cita lo más pronto posible, ser mucho más sincero de lo que fui el día de la cocina y sacar a flote todo lo que siento por ella. Sin embargo, a pesar de que el tema de la carta se me había disipado de la mente un rato, este volvió inmediatamente como un balde de agua fría al ver que por la puerta de la casa entró mi padre con algunas maletas y su clásico sombrero de viaje. No sabía para qué vendría a Clicktons y porque ahora en este momento ¿A caso sabría de alguna manera que encontré su carta?—¡¿Padre?!—Buenos días, Jacob ¿Cómo llevas la casa en mi ausencia?—¿Tú ausencia? Hace más de 10 años que no venías aquí.—Pero sigue siendo mi casa.A mi padre no le podías hacer bromas porque todo se lo tomaba en serio y eso muchas veces me disgustaba de
Afortunadamente Julieta me respondió al otro día y mencionó que tenía tiempo en su hora de almuerzo. Me dijo que me acercara a la empresa de su familia y entrara directamente al comedor de trabajadores. Nunca esperé que me invitara a la empresa porque nunca había ido presencialmente y no sabía dónde quedaba tampoco, aunque eso no me preocupaba tanto, porque para eso estaba el mapa de internet. "Buscar Varcarnyo. Corps" No fue para nada difícil encontrar la ubicación, así que, me alisté, subí a mi auto y solamente me acompañaban mis pensamientos centrados en la carta que tenía mi padre pero que, curiosamente el diseño de esta era un diseño únicamente usado por los Varcarnyo. No quería sacar conclusiones precipitadas hasta tener evidencia. Una vez que llegué, hice exactamente lo que me indicó Julieta, así que, me dirigí al comedor de trabajadores y me senté en una mesa que tenía dos sillas. No demoró mucho en llegar.—¡Jacob! ¿Esperaste mucho? —dijo Julieta.—¡Para nada! Me alegro de
Con el paso de los días mis nervios aumentaban de un modo que pensé que explotaría porque un baile no es algo a lo que vas todos los días, además, aparte de ser una gala también se debían utilizar máscaras.En el mundo de las familias más acomodadas, eventos como este eran más comunes de lo que uno pudiera imaginar y para mí, la verdad es que me colocaba muy ansioso porque no tenía muy buenos recuerdos sobre este tipo de eventos. Siempre me sentía excluido o fuera de lugar, sin embargo, esta vez sería diferente porque Juliett estaría ahí.Cuando llegó el día, me encargué de comer contundente en mi casa porque en este tipo de eventos la comida es muy pequeña y escasa, aunque lo entendía porque este tipo de eventos no eran precisamente para venir a comer, si no para socializar y obtener contactos que te puedan beneficiar.Cuando llegué al lugar, mostré la invitación que Julieta me había entregado y a pesar de que no tenía problema con encontrarme con ella, deseaba de todo corazón que pr
Cuando besé a Juliett el tiempo se detuvo por completo. Nunca pensé que se pudiera experimentar algo así en la vida real y sentía que solo existíamos los dos en este basto universo. Si fuera por mí, hubiera continuado el beso hasta que mis labios no pudieran más producto del cansancio, pero debo destacar, que la acción de mirarnos a los ojos y reír al terminar de besarnos también fue memorable y hermosa porque sentía mariposas no solo en el estomago si no que, de pies a cabeza.De repente Juliett dirigió su mirada hacia otro lugar y acto seguido nos separó de improviso. —¡Julieta! ¡Espérame ahí! —Juliett gritó en dirección a la ventana de donde miraba su hermana con una expresión de decepción.Juliett tomó su vestido con ambas manos para evitar tropezar mientras corría y a pesar de que su expresión reflejaba preocupación en lo único que yo podía pensar es en que acababa de besarla ¡Que me había atrevido! y nadie me iba a quitar ese momento. Sinceramente yo no entendía porque Julieta
Luego de la abrumadora discusión con mi padre habían pasado tres días de los cuales no me había levantado de la cama, no tenía apetito y mi mente daba vueltas. No podía creer que mi padre haya tenido una relación extramarital y con una Varcarnyo. ¿Como le pudo hacer eso a mi madre?Mi madre solo le ha sabido dar los mejores años de su vida y siempre ha estado ahí para él. Es una mujer elegante y educada, experta en los negocios y la socialité y no lo digo porque sea su hijo, sino porque de verdad he visto lo influyente que ha podido llegar a ser. Por todo eso y más, sentía la responsabilidad de tener que contarle sobre esta infidelidad, si mi padre aun no lo hacía, yo debía hacerlo ahora que soy consciente de que sucedió y tengo pruebas.Aun así, el misterio no se había resuelto del todo. Mi padre no tiene idea que es lo que la Sra. Varcarnyo quería decirle con tanta desesperación y si bien quizás sea algo que no afecta para nada en mi vida, ya estaba lo suficientemente involucrado c