Hablar de lo que ignoras.
Hablar de lo que ignoras.
Por: W S Alonso
Prólogo.

Dixon 

El rostro de esa bola de rizos azabaches le vino a la mente en cuanto su hermano mencionó su nombre: Chantal Robinson. El desagradable apellido le hizo mella en los agrios recuerdos que guardaba. Todo el personal de "Luxury Voices" aplaudía ante la noticia que Derek esparcía con entusiasmo en la oficina. Les contagiaba esa energía pura y luminosa que solamente él era capaz de desprender. La gran noticia era motivo de ovación y señal de que era hora de poner manos a la obra. Pronto se lanzaría la revista y ese proyecto por el que habían trabajado tanto cobraría vida.

—Demás está decir que todo tiene que estar impecable para el lanzamiento del primer número —explicó el rubio a todos los trabajadores—. Revisaré los avances de cada departamento personalmente —todos asintieron—. Pueden retirarse. 

La oficina quedó vacía y en silencio. Derek lo observó por unos instantes y cambió la vista de forma desinteresada. Él se puso de pie y comenzó a caminar por la habitación como fiera enjaula delatando la impaciencia que crecía dentro de él. Negó y volvió a mirar al rubio que le sonreía con complacencia. 

—¿No crees que la suerte está de nuestro lado? —dijo Derek abriendo los brazos—. Al fin el personal estará completo. 

Sí, estaba completo, y debería sentirse feliz al respecto, pero no podía. El hecho de que precisamente ella fuera el eslabón que completaría la cadena, le hacía hervir la sangre. 

—No, sabes que detesto la idea —espetó sin mucho cuidado con tono hastío. 

—Lo que tú detestas no tiene nada que ver con la chiquilla, hermano —rodó los ojos—. Además, qué quieres que haga. Ella fue la ganadora del concurso. 

—¡Qué la mantengas alejada! Eso es lo que quiero que hagas —volvió a denigrar con impaciencia—. No veo la necesidad de tenerla rondando por aquí. 

—Tiene todos los requisitos que busco para la sección de Charming Girl, eso es suficiente, Dixon. 

—Hablas como si supieras todo de ella. 

—Y tú como si fuera un engendro o aberración salida de cualquier parte.

El tono de Derek se elevó, haciendo que él se diera cuenta de que iban camino a una disputa. Respiró con pesadez y pasó las manos por el desordenado cabello rubio. Lo menos que quería era discutir con su hermano y mucho menos por culpa de ella. 

—Sé lo suficiente como para ser consiente que no podrá con la sección —cruzó sus brazos—. Tal vez ni acepta la propuesta. 

–¡Claro que lo hará! —afirmó Derek con plena confianza—. Yo me encargaré de ello. 

—Sí, ya sé que últimamente te dan la tarea de encargarte de muchas cosas —masculló con tono soberbio. 

El semblante de Derek se tiñó de seriedad. Dixon se acercó a a él y él dejó dos palmaditas en su hombro antes de marcharse. Nunca había tenido discordias con su hermano y el hecho de que empezaran ahora venía como mal augurio de un pasado que no lograba cicatrizar, y como adjunto traía a una chiquilla de cabellos rizos con apellido hereje: Chantal Robinson.

Advertencia:

Historia de romance del bueno, con mucho drama, secretos y engaños. Escenas eróticas bien hot. Lágrimas garantizadas. La autora no se hace responsable si se enamoran del protagonista ;).

Gracias por leer ❤❤❤

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