ChantalEl vestido de color rosa pálido se ajustaba a su cintura y caía holgado hasta las rodillas. Se aplicó labial para terminar su maquillaje, pero la sombra de la tristeza era lo que más se asomaba en su rostro. Pasaron varias horas y Dixon solo había venido a tomar su traje y explicarle que tendría que asumir el papel de padrino junto a Maggi. Debía estar en el altar con su padre, el cual no había dejado de beber desde que ambos hablaron. Él le contó todo lo que Daniel dijo, sin embargo, no se sentía feliz al respecto.Percibía que nadie en esa familia la quería cerca de Dixon, no la creían digna, o al menos así se sentía ella. Suspiró y se dio un último vistazo al espejo. Se veía bien, pero su complemento faltaba.Asistiría junto a Anne y Derek, que ya esperaban en el recibidor de la mansión. El rubio no estaba mucho mejor que ella, pero de igual forma le ofreció su brazo con una agradable sonrisa.Fueron al jardín principal. La tarde comenzaba a caer, pronto el cielo dibujaría
Chantal.Caminaron por el amplio jardín hasta llegar al lado de una fuente. Dixon se puso frente a ella y comenzó a buscar dentro del bolsillo de su pantalón.—Quería dártelo antes, pero con todo esto no tuve oportunidad —sacó la pulsera de mariposas y tomó su muñeca para colocársela—. Solo se ve hermosa en ti.Chantal la admiró, los dijes resplandecían con los destellos que brindaban las luces del atardecer. Entonces, recordó a su abuela, y la esfera traslúcida que le había obsequiado junto a sus palabras:«... Todos necesitamos ese algo que nos haga brillar mi niña, recuerda, a esta vida venimos en una mitad, y nos dedicamos sin quererlo a buscar la otra que nos falta...»Chantal sonrió, par de lágrimas corrieron por sus mejillas. La había derribado, él, con todos sus defectos y virtudes, con esa maravillosa forma de quererla y de demostrarle lo que sentía. Dixon había echado su muralla abajo, la había estado agrietando desde ese momento en el que chocaron y su azul se acon el negr
Epílogo.Tres años después.Chantal.Con la sábana de satén blanco cubrió su cuerpo desnudo, salió de la cama arrastrándola por todo el suelo alfombrado. Abrió la puerta de cristal transparente e inhaló el aroma de las rosas rojas que recién abrían en el balcón. Era un panorama perfecto, la Torre Eiffel resaltaba en el ambiente parisino. El clima tibio le recorría la piel, y la hacía sentirse de manera exquisita. Habían llegado la noche anterior, Dixon prácticamente la secuestró del centro de desintoxicación donde hacía sus pasantías. Ese año se graduaría y comenzaría a ejercer como Psicóloga junto al Doctor Garcés, para ayudar a personas como su madre, a salir del horrible abismo que era depender de las adicciones. Se sentía feliz, realizada, había vencido gran parte de sus miedos, y aunque todo su camino en los últimos años no había sido fácil, recorrerlo junto a Dixon, fue la fuerza necesaria que necesitaba para vencer las dificultades.Sus familias seguían en conflicto, pero apren
Chantal.Acababa de llegar de la clínica. Se sentía agotada, los últimos días del año el trabajo se hacía cada vez más arduo. Algunos pacientes recaían debido a su ingreso indefinido, y el hecho de no poder ir a ver a sus familias. Para otros era el recuerdo de que no tenían nada a qué aferrarse. Chantal recordaba cómo hacía más de siete años su madre había estado en esa misma posición, creyéndose sola y por ello les brindaba a cada uno de sus casos toda la ayuda y confort que podía. Ser psicóloga no era fácil, menos en un centro de rehabilitación y aislamiento, pero la hacía sentir viva el hecho de saber que su trabajo remendaba vidas y unía familias, justo como ella hubiera deseado que se reparase la suya. Aunque cada cosa estaba en su lugar hacía años, todavía se preguntaba qué hubiese pasado si los hechos hubieran ocurrido de manera diferente.Se escurrió la nieve de los rizos y colgó su bolso en el armario cerca de la puerta. Se quitó los zapatos, dejando un suspiro cargado de s
Dixon El rostro de esa bola de rizos azabaches le vino a la mente en cuanto su hermano mencionó su nombre: Chantal Robinson. El desagradable apellido le hizo mella en los agrios recuerdos que guardaba. Todo el personal de "Luxury Voices" aplaudía ante la noticia que Derek esparcía con entusiasmo en la oficina. Les contagiaba esa energía pura y luminosa que solamente él era capaz de desprender. La gran noticia era motivo de ovación y señal de que era hora de poner manos a la obra. Pronto se lanzaría la revista y ese proyecto por el que habían trabajado tanto cobraría vida.—Demás está decir que todo tiene que estar impecable para el lanzamiento del primer número —explicó el rubio a todos los trabajadores—. Revisaré los avances de cada departamento personalmente —todos asintieron—. Pueden retirarse. La oficina quedó vacía y en silencio. Derek lo observó por unos instantes y cambió la vista de forma desinteresada. Él se puso de pie y comenzó a caminar por la habitación como fiera enjau
No ser amados es una simple desventura; la verdadera desgracia es no amar.-Albert Camus-Chantal. —¡Pero, Chantal, prometiste hacer algo nuevo con tu vida este año!Exclamaba Amber, mientras recorría el departamento detrás de la rizada que, a paso apresurado se dirigía a la sala del lugar, ya que su ruidosa amiga no la dejaba leer en paz. —¡Sé que lo prometí! —molesta se detuvo—. Pero no puedo hacer ese trabajo, no me veo escribiendo en una sección como esa —frustrada, se dejó caer en un sofá.... Esa misma tarde Chantal recibió la grandiosa noticia de que, su cuento de misterio, había sido el ganador del concurso de escritura creativa. Como primer premio se le daba la oportunidad de colaborar en una de las revistas de la Universidad. No era cualquier revista la que pidió sus servicios. Se trataba de un nuevo y exitoso proyecto que desafiaba el mundo del marketing y la publicidad. Su nombre era: "Luxury Voices" y lo promovía Derek Derricks, un estudiante de segundo año, cuya carrer
Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche.-Oscar Wilde-Anotó muchas citas de todos los autores que creía expertos en el tema. Dedicó casi toda su noche a eso hasta que se dejó vencer por el sueño. El día siguiente transcurrió como de costumbre. Chantal asistió a sus clases por la mañana y esa tarde se dispuso a localizar a Derek. Supuso que se encontraría en las oficinas donde se desarrollaba el proyecto de "Luxury Voices", así que se dirigió hasta ahí. El campus era enorme y desde su facultad hasta donde se encontraba la oficina era un largo camino. Esperaba que todo el tiempo invertido no hubiese sido en vano. Se detuvo enfrente del enorme y un poco viejo edificio. Le habían dicho que el espacio dedicado al proyecto se encontraba en la cuarta planta así que tomó el ascensor hacía allí. Cuando las puertas de este se abrieron, se dio cuenta de que la fachada antigua del edificio no tenía nada que ver con lo que había ante sus ojos. Era un espaci
El amor, la más mortal de todas las cosas mortales; te mata tanto cuando lo tienes, como cuando no lo tienes.-Lauren Oliver-Chantal. El apartamento de las hermanas Brown se encontraba muy animado esa noche. Estaban reunidas junto a Chantal en la gran sala del mismo. Ordenaron pizza y Anne había traído una botella de vino para celebrar el gran paso que había dado su "Chanty" al aceptar ser miembro del proyecto. Ambas hermanas se sentían orgullosas de ella. La conocían desde siempre, y de cierto modo entendían lo reseco y retraído de su actitud hacia muchas cosas, aunque ellas no lo aprobaran. La consideraban parte de su familia, y aunque tuviera la misma edad que Amber la veían como la hermana menor. Ellas habían estado juntas en los peores momentos de la rizada, le habían brindado apoyo, e intentaron sustituir la compresión y calor hogareño familiar que Chantal carecía, por el de ellas. No era mucho, a la vista de las hermanas, pero para Chantal lo era todo. Crecer con unos padres