Dixon.Dixon agachó un poco su cabeza, tenía a su vista ese rostro apenado que no se atrevía a cruzar miradas con él. Ella estaba nerviosa, y él acababa de descubrir que le gustaba ser el causante de aquello. Se sentía bien tenerla prisionera entre aquel mueble, tocando su torso aunque fuera de forma indirecta. Soltó un suspiro involuntario cuando notó la mano de Chantal posicionarse al borde de sus pantalones, haciendo que ella diera un respingo y se detuviese al instante.—Creo que puedes terminar de limpiarte tú mismo —notó que ella intentaba enmascarar sus palabras con seguridad.No, con él eso no le funcionaría.Por lo que en un movimiento ágil decidió pegar completamente su cuerpo al de ella, dejando prisionera la mano con la que lo limpiaba. Chantal intentó apartarlo con su mano libre, pero él la tomó y la inmovilizó sobre el mueble de cocina que le impedía retroceder más.“¿Qué mierda estás haciendo, Dixon?”Con un movimiento rápido y casi inconsciente, Dixon enredó sus dedos
Chantal.Cuando Chantal reaccionó ante ese último cometario, ya él se había ido."¡No, no me importa lo que pienses de mí, idiota!"Nunca le habían importado los comentarios ajenos y no iban a empezar a preocuparle ahora.Se dirigió a la puerta del apartamento para asegurarse que estuviera bien cerrada. Le echó un vistazo a Amber que dormía plácidamente. Fue directo al baño, necesitaba ducharse. Frente al espejo observó que estaba hecha un desastre, ojeras enormes, maquillaje corrido, cabello salvajemente alterado, piel sudorosa y su cuello un poco rojo por lo que había sucedido."¿Qué fue lo que me sucedió?", no entendía como había cedido ante aquel hecho.Sus manos tocaban su cuello inconscientemente. Juraba que aún podía sentir como los labios de él le recorrían ahí mientras la sujetaba de los cabellos. El mismo calor volvió a su cuerpo al recordar como aquel hombre la había besado tan deliciosamente. No podía apartarlo de su cabeza. Lo sentía aún apretado a su cuerpo. Nunca había
ChantalEra domingo en la noche y Chantal se esforzaba por redactar los mejores consejos en su página. Lo había resuelto todo lo más sencillo posible, disfrazó sus crudas opiniones con palabras bonitas, de entendimiento social y a la vez apoyo emocional. No les diría a sus lectores lo que querían escuchar ¿Si no qué tipo de consejera sería? Daría sus consejos en un plan implícito con un toque poético, para que cada cual sacase sus propias conclusiones, y a la vez, le estaba dando su toque personal.Ya casi había terminado, solo le faltaba uno en particular, un mensaje al que no sabía qué aconsejar.@broKenGlass09Charming Girl: estoy enamorada de un hombre que no me ama. Me engaña con otras chicas aunque yo soy su novia oficial, he hecho de todo para complacerle y que cambie, pero nada es suficiente. No lo puedo dejar, moriría si lo hago, lo amo más que a nada. Lo siento tan lejos de mí que duele ¿Qué debo hacer?Tal vez este era el único correo serio que, según su percepción, le habí
Chantal.Decidió apartar sus pensamientos. Hurgar en su triste pasado no le resolvería el problema.¿Qué consejo podría dar cuando su experiencia vivida fue la de ver a su madre sucumbir ante la bebida?Le podría decir que lo dejase, que se apartara de él.¿Pero quién era ella para frenar los sentimientos de alguien de esa forma?¿Quién era ella para pedirle a esa chica que se llenara de valor a hacer lo que su madre no pudo?"¿Qué haría yo si estuviera en su lugar?", una interrogante que no era capaz de resolver.Ya que no estaba segura de que su reacción sería: por lo que ella en verdad creía correcto, o por la influencia de su madre.Ni siquiera sabía lo que era enamorarse.Escribió muchas respuestas en las que exigía que despertara de una vez, pero las borró. No se decidía, por lo que tomó un libro y una chaqueta holgada. Se arregló un poco el pelo y se dirigió al café más cercano.Estaba inmersa en las páginas que leía. Se había olvidado de todo, del proyecto, de sus padres, del
Chantal.—Has estado muy desanimada esta semana Chantal —Amber la miraba preocupada—. ¿Te sucede algo de lo que no me haya enterado?—No, no pasa nada —le decía mientras tomaba un sorbo de su gaseosa.Amber observaba a su amiga que, con la mirada perdida, jugaba con las papas fritas que se debería estar comiendo. La había arrastrado prácticamente para almorzar juntas. No era su costumbre, se suponía que cada cual hacía su vida en el campus hasta la tarde y por la noche pasaban el tiempo juntas.Pero había algo mal con su rizada preferida. La sentía lejos, como si su mente no estuviera en su cuerpo la mayoría del tiempo. Ni siquiera había ido a las oficinas de "Luxury Voices" en tres días seguidos. Eso no era normal en ella, Chantal podría ser muchas cosas, pero irresponsable, eso jamás.—Si no te comes esas papas lo haré yo —le señalaba el plato.—No te metas con mi comida, devoradora de cosas fritas —rio la rizada mientras le apartaba el dedo.—Vaya, y yo que pensé que se te había ol
Chantal.Frente a ella estaba ese cuadro de mariposas blancas que tanto le gustaba. Sonrío triste, todo el día lo había pasado batallando contra ella misma, y eso, era más difícil que cualquier cosa que conociese.—Ya hablé con Debby, no te molestará más —hacía unos segundos que él estaba allí dentro. Chantal se volvió a verlo, no lo había notado. Estaba recostado a la puerta, aún con las manos en los bolsillos. Su cabello desordenado le daba un toque sensual y despreocupado. La miraba expectante de alguna reacción, pero ella solo se giró a dejar el bolso sobre su escritorio.—No tenías que haberte entrometido —le dijo sin emoción alguna—. Soy capaz de defenderme sola.—Lo sé —su respuesta sorprendió a Chantal.—Nunca imaginé que dirías eso —soltó sin pensar.—Te he visto actuar en varios escenarios —se acercaba a ella con paso lento—. Sé que eres capaz de muchas cosas. No olvido la forma hostil con la que me tratas —sonrió de lado—. La que me preocupaba era la inocente de Debby —exp
Chantal....@broKenGlass09: Todo el esfuerzo y exigencia de tu parte, con vista a que tu pareja cambie, va a ser en vano si él no desea hacerlo. Las personas cambian porque quieren y cuando quieren, no porque se les pida. Por esa razón no soy capaz de exigirte que lo dejes, esa decisión es solo tuya. Estás consciente de lo que él hace y el daño que te ocasiona, y aun así sigues viviendo por él. Solo te doy un consejo, vive por ti, en cuanto leas esto, empieza a dedicarte más tiempo como persona, como mujer, y verás como todo a tu alrededor puede cambiar.Kss-Charmimg GrL...—¡Wow "Chanty", adoré este último! —Anne se había dedicado toda la tarde a leer los consejos de su amiga en la primera edición de "Luxury Voices".—Créeme que lo escucho y aún no estoy segura de él —dijo acostada sobre el sofá con un libro sobre el pecho—. Solo espero que a esa chica le sirva de algo.—Ya verás que sí. A veces cuando nos enamoramos dejamos de pensar en nosotros mismos y cosas como estas pasan —el t
Chantal.Sam le correspondió y se sentó a su lado. Se veía muy guapo esa noche. Llevaba un jersey marrón que se le ajustaba a su cuerpo, su cabello y barba bien arreglados, como de costumbre. Su rostro se veía iluminado al ver a Chantal, le detallaba cada aspecto en ella como si quisiera aprenderlo todo de memoria.—Te ves muy hermosa hoy —el halago hizo que ella se sonrojase.—Gracias —le dijo algo tímida.—¿Estás sola?—No, vine con Anne —le señaló a la rubia que reía junto al chico de la barra—. Es como mi hermana mayor.—Parece que tu hermana ha olvidado que estás aquí —Sam señalaba a la rubia que ni siquiera había reparado en verle.—No, pero no te puedo negar que me siento un poco incómoda.—Tranquila, he venido en tu rescate —le guiñó un ojo y levantó su vaso—. Por una noche llena de sorpresas.—Siempre y cuanto sean buenas, sí —brindó con él y ambos bebieron.Pasaron largo rato hablando y riendo. La confidencialidad entre ambos era palpable. Chantal se sentía cómoda, Sam se le