—¡Suéltame! ¿Qué te pasa? —ella está arriba mío tirándome del cabello yo intento sacármela de encima, pero es imposible y le devuelvo los jalones de cabello tirándoselos también.
—¡Eres una zorra! Seguramente te abriste de piernas para Cristopher —Me araña el rostro y siento el ardor en mi cara.
—¡Por dios! Deja de hablarme así —nuestros compañeros intentan sacarla de encima hasta que lo hacen, a mí me sostiene Scott y a ella Zac.
—Es la verdad te acostaste con él para llegar hacer columnista y encima destacada —intenta soltarse de su agarre y empieza a patalear, pero no lo consigue.
—Eres una loca desquiciada no puedo creer que esto lo haces por mí ascenso —le gritó ya no podía más ahora sí quería irme encima suyo y arrancarle las extensiones forcejeo con Scott, pero no me suelta.
—Yo seré loca, pero tú eres una prostituta bara...
—¡YA BASTA! —Grita nuestro jefe Cristopher y todos se quedan en silencio —vuelvan a su trabajo y ustedes a mi oficina ¡AHORA! —nos señala, Zac la suelta y ella entra primero mientras que yo entro luego. Cristopher se encuentra sentado en su sillón apoyando sus codos en la mesa y sus manos unidas.
—Ahora mismo me explican lo que pasó allá afuera —nos habla totalmente enfurecido.
—Porque mejor tú nos explicas esto —Monserrat le entrega la edición de esta semana. Él, la tomó y luego levantando una ceja la mira y responde:
—¿Y esto qué tiene que ver? —Ella empieza a reírse y da miedo está loca definitivamente.
—Todo tiene que ver, cómo es que, en su primera nota, la pones antes que la mía y como destacada —en serio está reclamando esto ruedo los ojos y sigo escuchando su pelea.
—Primero que nada, tú a mí no me vienes a decir que debo hacer con mi revista y segundo no puedes hacer una riña callejera aquí porque este lugar es para trabajar—le grita a la cara.
—Pues empieza a ser más serio con tu trabajo o se te olvidó que para ser destacado debes tener por lo menos notas al autor y buenas reseñas —¡Ups! Ahora entiendo su enojo.
—Creo que mejor me voy —hablo llamando la atención de ambos.
—Annie te quedas —me señala Cristopher.
—¿Y cómo para que debiera quedarme? Este problema es suyo, ¡Además que así no puedo trabajar! —Señaló mi blusa manchada con café.
—No claro que es tu problema porque déjame decirte que esto que pasó es por tu culpa también —en serio Monserrat me está diciendo esto.
—Y que tengo que ver yo y antes que nada déjame aclararte que jamás tuve ni tendré nada con Cristopher y tampoco sé porque me puso como destacada —lo miro esperando una respuesta.
—Solo lo hice para ayudarte —Monserrat rompe en carcajada.
—Gracias, pero no necesito tu ayuda y mucho menos crear falsos entendidos porque ahora todos creen que me acosté contigo —salgo de allí enfurecida y claro que ella tiene razón como él se sale de las reglas.
—¡Cariño cálmate si! —estaba enfurecida no podía creer que esto esté pasando.
—¡Pero es cierto! Monserrat tiene razón además quién me va a creer ahora gracias a él creen que soy una zorra —me llevó ambas manos a mí rostro.
—Mira no importa ¡Que crean lo que quieran! Lo importante es que pusiste en su lugar a Cris —me consuela Scott.
—Annalise mira esto capaz te quede —me extiende una prenda de utilería que se usa para las entrevistas con famosos, me la mido y por suerte es mi talla, colocó mí blusa en una bolsa y la mandó a lavandería. Vuelvo a mi cubículo e intento ordenar mis pensamientos para escribir una nueva columna.
—Mira ya están las chicas —nos ubicamos junto a mis amigas a almorzar.
—Annie como estás amiga, mira nada más como te dejo esa zorra —acaricia mí brazo Alana.
—En serio no puedo creer tremendo lío por una nota —habla Scarlett.
—Bueno es algo increíble lo que pasó, yo sabía que me odiaba, pero de ahí a golpearme por eso fue mucho —niego con la cabeza.
—¿Y dinos? ¿Qué les dijo el jefe? —Me pregunta Malena.
—Pues más que pelearon entre ellos y por supuesto ella sigue con que me acosté con él —hablo mirando mi comida sin ganas de probar bocado.
—Yo creo que esos dos tuvieron algo y no nos enteramos —habla Scott.
—¡Imposible1 Míralos Cris es un adonis y ella una bruja desabrida —todos nos reímos.
—Eso dices tú porque te mueres por ese papacito —Malena se toma el pecho como ofendida.
—¡Pues ya no! —Todos la observamos y Scarlett finge tomarle la temperatura.
—¿Oye estás bien? Y que hiciste con la antigua Malena —le dice Scott.
—¡Pues nada! Soy yo solo que estuve con Edward —se tapa la boca y todas pegamos un grito juntas llamando la atención de varios.
—Por Jesús, José y María te lo guardaste bien guardado todo el fin de semana —Le habla Alana y Malena se pone de todos los colores.
—Shhh hablen bajito no quiero que sepan los demás solo ustedes —nos habla casi susurrando.
Seguimos hablando de nuestro fin de semana de lo que cada uno hizo, entre charlas y anécdotas nuestro jefe se acerca a nuestra mesa.
—Annie podrías venir a mí oficina necesito hablar contigo —me dice Cris y volteo para verlo.
—¿Ahora? —Le pregunto y él asiente —Bien en un minuto estoy ahí —él se retira y me quedo pensando qué será que quiere.
—Annie, la bruja de Cruella está fulminándote con la mirada —si las miradas mataran ya estaría muerta.
—Lo que tengo que soportar —me levanto para ir a donde mi jefe.
—Tranquila amiga que quien nada debe nada teme, déjala que se ahogue con su propio veneno —me voy hacia el ascensor y subo hacia las oficinas llegó y golpeó la puerta.
—¡Adelante! —Tomó el pomo de la puerta y entró.
—Permiso para que me necesitas —le hablo un tanto idiotizada.
—Quería aclarar lo que pasó con la edición de tu artículo —me indicó sentarme y así lo hago.
—Bien te escucho —con Cristopher nos tuteamos, es joven y prefiere ser informal con sus empleados.
—Bueno primero que nada una disculpa por lo que paso —lo siento apenado.
—No es necesario no fue tu culpa.
—De hecho, si porque Monserrat tiene razón en cuanto a que las notas destacadas —hace comillas con sus dedos —Deben reunir ciertos requisitos para estar patrocinadas como salió la tuya en esta edición.
—¿Entonces porque fue destacada? —Le interrogó.
—Quería darte un empujoncito por todo lo que pasaste con Monserrat, por tenerte solo para usarte como su chaperona.
—Entiendo y te lo agradezco, pero deberías haber pensado que esto iba a pasar digo lo de las habladurías.
—Y lo lamento espero no haberte ocasionado más problemas de lo que ya conocemos.
—Por suerte no y para la próxima ya sabes —me levanto y voy a mi cubículo mientras tanto entró en mí blog intentaba tratar de encontrar un tema para trabajar y quería que fuera uno muy bueno como el anterior que hasta ahora recibió buenas críticas y reseñas en nuestra página virtual tubo en 3 días más de 10 mil likes y un centenar de comentarios. De tanto que busqué por fin encontré algo "como vivir en pareja y no caer en la rutina" me parecía buen tema y sé que muchas parejas se van a reflejar en este tema, subí mí pregunta al blog y como siempre empezaron a lloverme las respuestas y veía algunas de ellas reflejadas en mí vida bueno por lo menos no era la única, mientras buscaba y armaba mi nueva nota busque una buena psicóloga de pareja para aportar su visión en la nota y también los diferentes tipos de vida que suelen llevar las parejas, si bien armar una nota lleva su tiempo y dedicación esta nueva historia será interesante de elaborar.
La tarde se hizo presente y por fin era hora de volver a casa, pero antes necesito encontrar una asistente por lo que antes de irme paso por la oficina de Cristopher.
—Permiso te quería robar unos minutos —le digo mientras voy entrando a su oficina.
—Si por favor siéntate en que puedo ayudarte —me presta toda su atención.
—Bien seré rápida, necesito una asistente —le digo intentando ser convincente.
—Por supuesto iba a proponérselo hoy, pero con todo lo que pasó se me olvidó.
—Entonces quiere decir que ya tienes a alguien en mente.
—No necesariamente, puedes publicar una en clasificados o pedir alguna compañera de otra área como Scott o Scarlett ya que ambos están con Mathew en espectáculos y como sabes ellos están juntos así que tú decides.
—Bien me parece buena idea la de elegir entre Scott y Scarlett hablaré con ellos y te aviso —salgo de allí contenta sé que los chicos no objetaran trabajar conmigo ya que cris los puso juntos porque no quería despedir a nadie cuándo se sabe que por cada área hay un columnista y un asistente y Mathew tiene dos.
Llegué a casa exhausta hoy fue un día largo y ajetreado ni hablar de lo sucedido con la perra de Monserrat que por poco me arranca un poco de piel, tenía un arañazo en el cuello y me ardía. Al entrar noté que Paul no estaba y era raro que él no esté en casa, bien no pienso mucho voy directo a darme un baño, lleno la bañera le pongo aceites relajantes y sales aromáticas, me sumergí en el agua, dejé que el cansancio se vaya al igual que el estrés que llevo. Salgo me cambio a mí pijama y enciendo mi laptop mientras me preparo una taza de café y empiezo a trabajar buscando información sobre la nueva columna.
—Bueno creo que es todo por hoy —le hablo a ágata mi gata y la levanto en mis brazos.
—¿Sabes a dónde fue papá? —Ella solo me observa ni miau me dice no doy más vueltas la bajo le sirvo su alimento, tomo mi celular le marcó un tono dos tres y da contestador, cuelgo y enciendo la televisión pongo una película en Netflix la cual veo los primeros 20 minutos ya que termino rendida ante los brazos de Morfeo.
Me despierto envuelta en mí edredón abrí más mis ojos y noto que estoy en mi habitación, tomo mi reloj eran las 7 am me levanto, busco a Paul estaba en el baño dándose una ducha, entro hago mis necesidades y salgo no quise molestarlo, voy directo a la cocina envuelta en mí bata de baño y preparo el desayuno.
—Como te fue ayer ¿Volviste tarde? —Dejo mi café esperando su respuesta.
—No tan tarde solo que tú ya estabas dormida —me habla mientras unta una tostada con mermelada.
—Tuve un día muy estresante fue un caos la revista —pongo mi mano en la marca que me dejó Monserrat.
—Por cierto, que te paso en el cuello —le cuento todo lo sucedido y él solo escucha muy callado.
Paul se fue sin decir nada y eso me preocupa porque lo conozco sé que está pensando igual que Monserrat pero diablos como no nota que si así fuese no le estaría contando lo sucedido, no le doy muchas vueltas y me cambio para ir a trabajar me decido por una blusa de Broderie color celeste un pantalón de jean chupín negro mis botas y una parka negra, estamos en época otoñal y el frío es imposible de aguantar antes de salir tomo un pañuelo y lo pongo en mí cuello, cierro la puerta con seguro y voy a mí trabajo.
El día transcurría tranquilo por suerte hoy no tuve ningún problema con nadie hasta que me llegó un mensaje de mi jefe anunciando reunión y debía ser importante ya que las reuniones son los miércoles y viernes.
—Sabes de qué es la bendita reunión —me siento al lado de Scott y Malena.
—No querida mía estoy igual que tú —seguimos charlando con mis amigos hasta que Cristopher entra junto a Tyler con Scott nos miramos y creo entender por qué estamos aquí.
—Bueno los reuní aquí porque quiero presentarles a nuestro nuevo abogado el Doctor Tayler Benson —lo señala y le da la palabra. Da su discurso de bienvenida y ya estaba asqueada de solo escucharlo una vez termina la reunión él me llama y dios que mala suerte la mía no quería saber nada de él ahora.
—¿Annie podemos hablar?.
—¡Está bien! Te parece en el almuerzo.
—Ok ahí te veo —y si este hombre no se da por vencido.
—Primero que nada, quería pedirte una disculpa por lo sucedido en el bar la otra noche —el haber aceptado estar aquí ya me estaba asqueando. —No pasa nada ya lo olvidé —le digo tratando de así poder librarme de él. —Entonces podemos empezar de cero ya que ahora seremos compañeros de trabajo y no sé tal vez lleguemos a ser amigos. —Tayler solo seremos compañeros de trabajo eso no implica ninguna relación más que la laboral —me levanto para irme y él me detiene tomando mi mano. —Jamás querría nada de ti solo llevar la fiesta en paz —me suelta y toma de su café. —¡Me parece bien! —Y me dirijo hacia mis amigos para almorzar. —Annie cariño si sigues con ese humor tu comida te caerá mal —me habla Scott. —Tienes razón, pero ese estúpido de Taylor me fastidia —llevó una mano a mí rostro y cubrió mis ojos. —Que te dijo ahora —le cuento a mí amigo lo sucedido luego él se encargó de hacerme olvidar mi mal humo
Annalise Tomo la carpeta entre mis manos, no podía dejar de temblar, aún tenía en mi mente a Paul sentado en su oficina con ese puto punto rojo marcando el blanco donde pegar, al leer el contenido de esta empecé a hiperventilar no podía creer lo que veía. —¿Qué m****a es esto? —le miró furiosa. —Acaso eres estúpida o no sabe leer la columnista estrella del magazine "Estilo" —se levanta de su asiento y se acerca extendiendo un bolígrafo. —¡Estás demente! Que pretendes con esto —empieza a reírse y me da miedo no sé qué más pueda llegar a pasar. —Lo que pretenda es mí problema tu solo obedece y firma —no podía no quería hacerlo Paul era mi marido lo amaba y él me está obligando a firmar mí divorció. —¡No lo haré! Mátame si quieres prefiero mil veces eso —intenté levantarme, pero me detiene pegándome una cachetada me ardía la mejilla y sentía el calor de la sangre bajar por mi labio.
Tayler —Te volviste loco Tayler —Steven empezó a caminar en círculos en mi despacho. —Qué más podía hacer, sabía que ella se rehusaba a vivir conmigo —me acomodo bien en mi sillón. —¡Pero secuestrarla! Sabes que hay una denuncia y que la buscan por todo el país —se rasca su nuca y su nerviosismo me está alterando. —¡Cálmate si! Que ya está establecida en mi Quinta en Puerto Madero —apoyo mis manos en mi escritorio —además, no creo que la encuentren —deja de caminar y se sienta por fin. —Y qué piensas hacer luego que te canses de ella —él vuelve a tomar asiento en su lugar. —La amo y nunca la dañaría —saco un paquete de cigarros y prendo uno. —Qué manera tan peculiar la tuya de amar —le doy una calada a mí cigarro luego prendo mi monitor para verla. —Necesito que investigues el curso de su búsqueda —levantó la mirada. —Y que logras con ello, según tú nunca la encontr
Natasha —Todo salió tal cual lo planeamos —sirvo más vino en mi copa y lo bebo deleitándome con su exquisito sabor. —Tú crees que saldrá todo bien —la pregunta de Monserrat me inquieta. —Hay querida como si no me conocieras, primero que te deje el camino libre con Cristopher es todo tuyo, segundo Tayler no sabe con quién se metió y tercero y más importante Paul me las va a pagar por haber dejado a Claudio en coma de por vida —mi amiga se veía nerviosa. —Bueno si tienes razón, esperé mucho por este día, dime qué la perra de Annalise está sufriendo —su mirada irradiaba veneno. —Por supuesto ese Tayler es un animal, pero se ve que la quiere aún no abusó de ella —y eso me tranquiliza, busco venganza, pero no justamente de Annalise. —Y hasta cuándo tendré que aguantarlo en la oficina —ella hace cara de asco. —En esta semana va a pedir la renuncia ya que le hará creer que lo llamaron a t
Sentía que estaba en una pesadilla, de la cual no podía despertar, me sentía sucia de mí mente no salían las imágenes de lo sucedido hace un momento, el me hizo suya me tomo como si fuera de su propiedad, nunca en mi vida pensé que esto podría pasarme, mientras la lágrimas caían sin cesar, yo me encontraba desnuda bajo los brazos de Tyler, intentaba cerrar mis ojos para dormir pero en cada intento recordaba lo sucedido y me desesperaba saber que esto sería así por el resto de mi vida, de repente siento su mano moverse desde mi ombligo hacia mí seno deteniéndose en mí pezón, trague saliva al sentir sus caricias, quería salir corriendo pero no podía, lo único que tenía en mi mente eran las imágenes de lo sucedido. Flashback —Eres tan hermosa Annie —él término de sacarse su ropa quedando completamente desnudo ante mis ojos, yo solo lo miraba no había hablado en ningún momento ya que solo quería que esto acabe pronto, no estab
Annalise —Todo esto es una maldita m****a —suelto enfurecida sentada al lado de Natasha, también estaba Brandon el guardaespaldas de Tayler vigilándonos. —¡Cálmate si! —Ruedo los ojos ante su comentario. —No entiendo ¿Qué hacemos aquí? —Estaba tan enfurecida que tomó una copa de vino y la tomó de un saque. —Tu marido quería presentarte ante la sociedad —me señala con la cabeza hacía Tayler. —Ya sabes que no puedes tomar, los antibióticos no te van a hacer efecto —había tenido angina la cual me dejó afónica. —Ni que fuera un premio y tomar un poco de vino no me va a hacer mal —busco con la mirada a Paul hasta que lo veo, está con una morena, ella le coquetea y él se sonríe con ella, me levanto de mi silla para irme. —¿A dónde vas? —Me detiene Natasha. —¡Quiero irme a casa! No ves que no vine para que conozcan a la esposa de Tayler sino para eso —le señalo hacia Paul quie
Dos semanas después Ya habían pasado 14 días desde que estuve con Paul, y no podía entender cómo es que él no notó que era yo quien estuvo en sus brazos, esa noche me sentí plena, nunca pensé que volveríamos a estar juntos, todo se lo debía a Natasha, este tiempo ella me ayudó mucho a poder estar aquí, aún no entendía su postura, sé que algo oculta ya que Tayler confía ciegamente en ella. Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos. —¿Sí quién es? —preguntó. —¡Soy Natasha! —le dejó entrar, trae una charola con comida —te traje una sopa de verduras — entra y deja la bandeja sobre la cama. —Gracias no debiste molestarte —le sonrió. —Sabes que no es molestia, además somos amigas —acaricia mi cabello con el dorso de su mano. —¡Por supuesto que sí! Cambiando de tema ¿Sabes si Tayler volverá hoy? —Llevaba dos días fuera, no es que lo extrañe, pero a veces temía que le hicier
Natasha —Por favor cálmate sí que nada va a sucederles —estaba en el estudio de Steven. —Tu mejor que nadie conoces a Tayler —lleva sus manos a su cabeza. —Mira Steven yo sé que es difícil, pero hay algo que debes saber —él me mira incrédulo. —¿Qué? —me acerco a su escritorio y tomó asiento. —Primero debo saber algo —siento el ambiente tenso, pero debo decirle mí verdad. —Por dios Natasha habla de una maldita vez —pega un golpe a la mesa. —Carajo Steven lo que hago es para proteger a tu familia ¿Vas a contestar mi pregunta si o no? —le digo furiosa. —Habla pregunta lo que sea —se tira para atrás apoyándose en su sillón —Muy bien necesito que digas todo lo que sabes de los negocios de Tayler y cuando digo todo es todo entendiste —se inclina y me mira raro. —No entiendo para qué quieres saber eso ¿Cómo ayudarías a mí familia con esa información? —Bueno