La vida da muchas vueltas, Nos sumerge en un espiral se experiencias con las cuales sufrimos, lloramos, reimos. Experimentamos miles de emociones en un momento, nuestra vida se puede poner de cabeza de un segundo a otro o por el contrario se puede transformar en el más hermoso cuento de hadas que podamos conocer. La vida de Mónic dió muchos giros inesperados, desde que aquel hombre de enigmática mirada gris apareció en el bar CopaCabana. Nunca imagino que ese hombre de la barra, con los ojos llenos de tormentas cambiaría su vida para siempre... El más hermoso cuento de hadas que poco a poco se transformó en pesadilla. Dominick Carbajal la llevo al cielo, enseñándole a amar, curando su alma herida para luego bajarla al infierno, dejando solo un corazón roto; una herida mortal difícil se sanar. ¿Podrá el amor triunfar sobre las tormentas que lo azotan?. Es difícil olvidar cuando se a amado con demasiada intensidad y se llega a odiar con la misma fuerza. Porque a veces el amor no es suficiente para sanar un corazón roto que ansia venganza. ¿Que hacer cuando se está atrapado entre dos emociones intensas? Decisiones difíciles de tomar, situaciones complicadas de enfrentar; porque es difícil apaciguar un corazón que ansia venganza y la vez tiembla de deseo, de amor. Sentimientos encontrados, amor y odio; alegría y tristeza, emociones que se contraponen pero que albergan un mismo corazón, ¿cómo saber que camino tomar cuando se está atrapado entre el perdón y la venganza?, la decisión más difíciles de su vida estaba a punto de ser tomada y aún no sabía si seguir a su corazón o su mente. Esa era una respuesta que solo ella misma podía encontrar, ¿sederia ante el encanto de esos profundos ojos grises? solo había una forma de averiguarlo...
Leer másSoltar y dejar ir a veces puede ser tan doloroso, tan difícil de aceptar y sobre todo de enfrentar... dejar atrás todo aquello que te hizo tanto daño y despedirte de una parte de ti, debe ser uno de los más grandes actos de valentía que pueden existir.Levantarte y sostener tus pedazos cuando te sientes morir, pensar que aún puede existir una esperanza en medio del caos y la oscuridad... sentirse perdida en su propio ser hasta el punto de no reconocerse en el espejo... Luchar por renacer de entre las cenizas cuando se cree todo perdido... luchar porque mientras se esté respirando todavía queda una esperanza... si, ese era uno de los actos más valientes y difíciles de enfrentar, continuar cuando sientes que de ti no queda nada más.— ¿Estás segura de esto?, podemos viajar a dónde quieras, podemos estar unidos como una familia; no necesariamente tienes que marcharte — Mónic esbozo una tenue sonrisa, apenas perceptible; ante las palabras de su padre.— Papá. Necesito esto — fue su única
Tan solo dos días habían pasado desde su regreso, dos días cargados de pesadillas y responsabilidades, dónde había tenido que enfrentarse a sus propios tormentos; a la consecuencia de sus decisiones e incluso a ciclos que aun no lograba cerrar.Se observo al espejo, detallando su figura maltratada, observando como fingía entereza cuando estaba terriblemente deshecha por dentro... se sentía cansada, cansada de vivir en ese mundo de máscaras y apariencias del que ahora formaba parte, sin siquiera poder evitarlo.— ¿Estás bien? — indagó Thiago mientras colocaba las manos sobre los hombros femeninos, sus miradas se encontraron a través del reflejo en el espejo. Sin previo aviso Mónic se giro para abrazarlo con fuerza por el torso, escondiendo su rostro lloroso contra el amplio pecho masculino, dejándose embriagar por la fragancia que emanaba de él; brindándole calma y seguridad.— Gracias... gracias por ser mi sostén durante todo este tiempo — sabía que si no hubiera sido por la compañía
El choque de los tacones sobre el piso de cerámica era lo único que se escuchaba en el local de Auron Denali, mientras que todas las miradas se enfocaban en la figura femenina que recorría el lugar como si de la mismísima dueña se tratase; nadie se atrevía a interponerse en su camino por miedo a qué su jefe les volara los sesos. Todos, absolutamente TODOS, sabían que esa mujer era intocable; en un abrir y correr de ojos se había convertido en la protegida de su jefe, por lo que arremeter contra ella sería firmar una sentencia de muerte más que segura.— Bienvenida — saludos Auron al ver a la muchacha ingresar en su oficina, una sonrisa filosa se plasmó en sus labios; ella permaneció con semblante inmutable.— Primero que todo, gracias por prestar a tus hombres y tú conocimiento para rescatarme — hablo Mónic, quitándose los lentes oscuros que llevaba puestos; Auron hizo una mueca al observar a detalle el moretón que se le había formado en el rostro — segundo, aquí están todas las prue
Las manos le sudaban, su corazón latía acelerado, su mente estaba hecha un embrollo y todo empeoraba al sentir la mirada acusatoria de Dominick clavada sobre ella.¿Quien iba a pensar que confesar tus pecados era mucho más difícil que cometerlos?, sabía que en el momento en que abriera la boca se firmaría un abismo descomunal entre Dominick y ella; sabía que no siquiera la amistad sería rescatable entre ellos.— Litzy si quieres discutir por mi decisión de enviarte a casa de mis padres...— ¡No!, no es eso Dominick — respiro profundo, una, dos veces como un vano intento de calmar los latidos erráticos de su corazón — tengo muchas cosas que confesarte. Te pido por favor que no me odies.Dominick arqueo una ceja mientras cruzaba los brazos sobre su pecho, mirando de forma expectante a la mujer.— Comencemos por el principio... Jhon, el hombre que nos secuestro... él, esa vez que atacó a Mónic... fui yo quien le pidió que la vigilara y le di luz verde para que hiciera lo que quisiera con
Su mirada estaba fija en aquí ventanal de la habitación, ese dónde su poema Mónic había estado de pie hace un rato cuando decidió enfrentarla... Mónic... esa pequeña había resultado mucho más de lo que cualquiera hubiera podido imaginar.Aún recordaba la primera vez que la vio, afuera de la oficina de Dominick asegurando que era su novia, recordaba la ira que se había apoderado de ella al pensar que alguien tan insignificante como esa niña, de rostro angelical; se había convertido en la pareja del hombre que ella amaba.¿Quien iba a imaginar las vueltas que daría la vida?, esa pequeña de mirada inocente se había transformado en una fiera capaz de luchar con uñas y dientes para permanecer con vida; había resultado una mujer astuta y con mucho más temple de lo que cualquiera podría poseer. Si en ese momento alguien le hubiera dicho que esa mocosa era su prima y que terminaría debiendole la vida, se hubiera reído a carcajadas. Pero aquí estaba ahora, en un hospital, viva y con su pequeñ
Sus párpados pesaban como el infierno, sabía que el efecto de la anestesia aún estaba nublado su razón, los primeros rayos de sol se filtraban por la ventana obligandole a enfrentarse a la realidad. Cuando finalmente su párpados se abrieron lo primero que observo fue la blanca habitación, inmaculada y perfecta, dirigió su mirada hacía la figura femenina de pie junto al gran ventanal.— Monic — era la persona que menos esperaba ver al despertar después de su cirugía. La chica giro al escuchar su nombre salir de los labios de su prima convaleciente.— Al fin has despertado — hablo, cortando la distancia entre ella y la cama donde Litzy reposa, cruzó los brazos sobre su pecho y sus ojos claros se clavaron en la figura vulnerable de su prima — tu hijo nació, es un niño aparentemente sano. Dominick eligió el nombre de Derek para él.— ¿Le dijiste?, ¿que no es su hijo? — pregunto, curiosa; sintiendo una opresión en su pecho.— No, Elitzyr... esa es una cruz que tú misma debes cargar... es a
Las gotas de agua tibia golpeando el suelo, un llanto amortiguado... eran los sonidos que invadían el frío baño mientras que ella se abrazaba a si misma, mientras no lograba encontrar fuerza para ponerse de pie y continuar con su vida.Su corazón dió un vuelco doloroso al escuchar la puerta del baño abrirse sin delicadeza alguna; levantó la mirada hacia la puerta de cristal cromado que mantenía su ser oculto del recién llegado, quiso levantarse, ponerse de pie y enfrentar a quien se atrevía a perturbar su amarga soledad... pero su propio cuerpo parecía estarla traicionando, negándose a obedecer sus deseos.— ¿Mónic? — escucho una profunda voz masculina que conocía muy bien, respiro profundo al darse cuenta que no estaba en peligro, que la persona que había ingresado no le haría daño.— Estoy bien, Dominick... solo me senté y ahora no puedo levantarme — mintió a medias, no íba decirle que se había derrumbando al sentir su alma romperse a pedazos — ¿Podrías dejarme una toalla sobre la p
Si algo podía decir con suma certeza en ese momento era que odiaba los hospitales con toda la fuerza de su alma, odiaba las miradas de lastima, odiaba las preguntas indiscretas y los cuchucheos del personal que la observaba desde la distancia...Odiaba con todas las fuerzas de su maltrecho corazón tener que estar pasando por todo eso...— Bien Mónic... quizás te sientas un poco mal después de los exámenes — el doctor que la atendía, y cuyo nombre no recordaba; la trataba como una niña a la que había que explicarle las cosas con peras y manzanas — sostén tu brazo así unos minutos — le presiono un algodón en el brazo justo donde le habían tomado la muestra de sangre — en unas horas tendremos algunos resultados. Otros si tendrás que esperar más tiempo por ellos. Quiero tenerte en observación hasta que el psicólogo te vea. ¿te parece bien?.Ella simplemente asintió con la cabeza mientras se bajaba de la camilla donde estas sentada, ya se estaba comensando a cansar de los doctores, las enf
Espero unos minutos hasta que sintió que Mónic dejo de temblar, era increíble como es cuestión de minutos ella podía pasar de estar presa del pánico a estar en calma total, ella respiro profundo unas cuentas veces para lograr un estado de aparente calma. Dominick colocó sus manos sobre los hombros femeninos y la alejó ligeramente de él para poder mirarla a la cara.— Te voy a levantar y te llevaré adentro, Visantino tiene que revisar tus heridas. ¿Está bien? — ella no pronunció palabra alguna, solo asintió con un leve movimiento de cabeza, con cuidado Dominick la tomo entre sus brazos para ponerse de pie y dirigir sus pasos hacía aquella cabaña del terror.Ella no hizo ningún movimiento, solo se dejó llevar mientras su mirada parecía perdida en cualquier lugar. Dominick le dió un escaneo rápido con la mirada, notando los raspones en sus piernas y el golpe en su mejilla que no tardaría en convertirse en un moretónSu corazón dolió al ver las heridas de su niña, y dolía aún más con solo