*—Antonella:

Max le tomó las piernas suavemente, empujándolas hacia atrás, doblándolas contra el cuerpo de Antonella.

La posición hizo que su sexo se abriera aún más ante él, exponiéndola de una forma que la hizo sentir vulnerable y poderosa al mismo tiempo. Sabía que estaba más desnuda de lo que ya parecía, porque Max la miraba como si fuera un manjar al que estaba a punto de devorar.

Era la primera vez que se mostraba así ante alguien, pero no sentía miedo.

Max descendió lentamente, y Antonella cerró los ojos con fuerza, anticipando el toque de su lengua en su lugar más sensible. Había oído a Camila hablar sobre los placeres carnales. Su amiga siempre lo hacía con una sonrisa, asegurándole que cuando llegara el momento, lo entendería.

Y sí… estaba empezando a entenderlo.

Antonella apretó las sábanas con ambas manos cuando sintió el cálido aliento de Max sobre ella. Su respiración rozó su sexo como una caricia, y Antonella no pudo evitar soltar un suspiro entrecortado, sintiendo cómo