CAPÍTULO 6

Cuando sus ojos oscuros se clavaron en mí, por un instante, el mundo pareció detenerse. No había calor en esa mirada, solo una frialdad que me atravesó como una daga.

No podía apartar la vista de él, aunque mi instinto me gritaba que lo hiciera. Había algo en él que me aterraba, pero al mismo tiempo me atraía de una forma primitiva, como si el peligro que representaba fuera imposible de ignorar. Su expresión, dura como el mármol, dejaba claro que yo no era bienvenida allí.

—Te pregunté quién eres —repitió, su tono helado y más firme, arrancándome del estado de shock en el que me encontraba.

Abrí la boca para responder, pero las palabras se negaban a salir. Mi garganta se cerró, seca de golpe. ¿Qué podía decirle? ¿Quién era yo realmente en este lugar? ¿Una esposa impostora? ¿Una mentirosa atrapada en una farsa? ¿Una intrusa en la vida de un hombre que estaba muerto? ¿Y quién era él?

Mi mente se aceleró.

¿Podría ser él... Sebastiano? No. No podía ser. Sebastiano estaba muerto. Entonce
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP