Antes de la creación humana, existió una vida celestial que convivía con sus creadores ¡Nunca se ha contado a lo largo de la historia! Hijos de seres supremos que fueron relegados a servir y escuchar, sin lograr oponerse a ninguna decisión de ese ser creador que les imponía en cada reunión o convivencia familiar celestial sus estatutos y ordenes divinas.
Entre los millones de legiones de seres divinos creados, comenzaron a dividirse por categorías, siendo los ángeles los seres divinos más bajos en el rango de poder y de esa pirámide en la que fueron creados para ser solo el coro de alabanza de los supremos creadores.
Tras los ángeles, se denominaron a otra raza angelical con mayores poderes y obligaciones, obteniendo así un tipo especial de libertad para movilizarse en lo que en ese entonces solo era llamado “El Reino de los Creadores” esta raza angelical fue llamada Arcángeles, comandantes reales y divinos que al principio fueron siete los creados, pero así mismo fue creciendo el número de Arcángeles a lo largo de la creación.
Debido a que los Arcángeles poseían una fuerza y poder aun mayor, los creadores decidieron tener a sus órdenes a los que seria los príncipes del Reino existente, por lo que llamaron a su tercera raza angelical, “Principados” convirtiéndolos así, en los guardianes del reino y futuros herederos de las naciones, dejando de esa forma establecida la tercera jerarquía en la creación de seres divinos.
Tras ellos fue creada la raza angelical denominada Potestades, que servirían para el equilibrio de todo lo creado y el control absoluto de la física y equilibrio cósmico. ¡Que aún no se formaba como tal! Siendo acompañados por la raza de las “Virtudes” y “Dominaciones” mismas que llevarían a cargo los designios de la creación que sería inventada por los creadores de un futuro establecido, quedando de esa forma establecida la segunda jerarquía angelical.
La primera jerarquía angelical y siendo esta la más importante y la suprema jerarquía en la que los poderes de los supremos creadores estaría más que manifestada, debido a que en su necesidad de sentirse rodeados de seres que fuesen semejantes a ellos, decidieron darle vida a los seres supremos angelicales, que en primera instancia fueron creados los “Tronos” mismos que se les daría la orden de cuidar, proteger y salvaguardar el trono de los creadores, siendo estos tres tronos, por lo que en total fueron creados doce seres divinos llamados “Tronos”
Tras los “Tronos” fueron creados los “Querubines” quienes entre los seres angelicales creados estaban catalogados como los más hermosos y semejantes a sus creadores, siendo estos los encargados de las llaves de lo que en algún día seria llamado Edén y así mismo en ser los responsables de guardar la gracia y poder de sus creadores.
Pero, ¡no todo quedaba ahí! ya que a los tres creadores, aun con su corazón lleno de necesidad por desear un rango aun mayor y queriendo perfeccionar lo que hasta en ese momento consideraban “Perfecto” decidieron crear a los seres angelicales con sus mismas gracias y poderes divididos en cuatro, lo que decía que al igual que los tronos y querubines, también se crearon a doce “Serafines” por lo que estos últimos, fueron los encargados de guardar con celo absoluto el cuerpo entero de sus creadores, siendo los únicos en lograr soportar ver la gracia de los divinos creadores, sin tener que apartar la mirada o cubrirse con sus atributos, lo que dejaba a los Serafines. ¡Como los máximos seres angelicales y celestiales creados!
Todo parecía estar de maravilla con la creación de millones de legiones de seres celestiales angelicales, ¡Pero todo era basado en desear ser adorado y aclamado sin cesar para alimentar el ego y alimentar de esa forma sus poderes como creadores de todo lo que existía hasta ese entonces! Creyendo o no, entre los seres creados, también fueron inspirados los sentimientos internos y todo aquello que guardaban en su interior, lo que permitió que esos sentimientos o deseos oscuros de cada uno de ellos, fuese trasmitido a sus creaciones más perfectas, ¡Los serafines y querubines!
Entre los serafines existía uno que era muy especial, en el que uno de los creadores se fijó y al cual lo doto de unos poderes especiales, encontrando en ese sentido común la primera muestra de amor existente en todo lo que hasta el día de hoy se conoce, este serafín fue nombrado “Helel ben Shahar” ¡Hijo de la mañana! Lo que lo resaltaba entre todos los seres angelicales creados y dándole así la bendición de los padres supremos, pero que en realidad todo se trastorno en ser un plan perfecto de uno de los padres creadores para que al final uno de los tres reclamara el trono absoluto de lo que era en ese momento tres tronos para tres padres creadores.
Helel ben Shahar, se le dio libertad absoluta y caminaba y andaba sobre universos y cosmos sin espacio ni tiempo alguno, vestido de las mejores ropas angelicales y lleno de poderes que parecían joyas colgando de su cuello y manos.
Helel, no era en lo absoluto un ser malicioso ni malvado, su espíritu de gloria y de servidumbre estaba intacta desde el momento en que fue creado y solo disfrutaba del favor de uno de los padres creadores, que de momento lo sostenía entre lo más alto de la creación angelical, así mismo cada uno de los padres creadores, decidió escoger a uno de los seres angelicales creados, para que gozaran de ciertas virtudes que solo Helel poseía en ese momento. Por lo que se llevó a cabo la reunión que comenzaría a definir lo que sería el futuro de todo lo creado y servido hasta este entonces.
Los tres padres creadores, cerraron las puertas de sus tronos, dejando por fuera a sus cuatro querubines, cuatro serafines y cuatro tronos, por fuera de ellos. De esa forma comenzar a definir, ¿Quiénes merecían ser iguales o semejantes a Helel?
Tras las puertas cerradas existían seis tronos, de los cuales tres eran ocupados y tres permanecían completamente vacíos. Los padres celestiales conocieron a los tres dueños de esos tronos vacíos, pero que no eran dignos. ¡Según los padres creadores! De llenar esos tronos y estar sentados a la par de los creadores absolutos.
De los tres que no se sentaban en los tronos vacíos, solo dos existían y no se acercaban al reino celestial, siendo ellos, ¡La oscuridad absoluta o tinieblas! Así como también el tiempo y espacio que dominaba el cosmos y el infinito, pero la Luz había sido absorbida por los tres padres creadores, por lo que en ellos siempre la luz estaba activa y eso provocaba que ¡Nadie! Que fuese semejante o igual a ellos, soportaran su presencia.
En ocasiones Helel visitaba a la oscuridad, al parecer existía cierta afinidad entre ellos, lo que iba despertando el interés de Helel en desear adentrarse a ella y descubrir lo que se escondía dentro de esa densa e infinita oscuridad a la cual se les había prohibido el ingreso a los seres celestiales. Mientras los tres padres creadores se encontraban encerrados en sus tronos.
Helel conversaba constantemente con la oscuridad y con algunos otros serafines y querubines que se le acercaban para engrandecerlo por ser el favorito de uno de los padres de la creación, así como algunas legiones de ángeles, potestades y dominaciones. ¡Sin dejar por fuera a los principados y arcángeles que se admiraban de lo hermoso y dominante que podría llegar a ser con la gracia y divinidad de los padres de la creación!
Helel estaba reuniendo todo lo necesario para ser un igual de los padres, por lo que de apoco cada uno de sus allegados le adoraban en secreto y en los momentos en que la oscuridad los rodeaba para no ser vistos por los padres de la creación, que no dejaban de reunirse para determinar ¿Quiénes eran merecedores de su gracia?
Los tres padres de la creación en su conversación estaban por llegar a un acuerdo entre los candidatos que serían merecedores al igual que Helel ben Shahar, por lo que el padre de la fuerza Elohim habló primero. —¡Considerando que Helel posee cualidades únicas e indiscutibles! Propongo que Miguel sea mi condecorado para que lleve mi gracia y mi fuerza a cualquier encomienda, así mismo sea el absoluto guardián por encima de los serafines y querubines, comandando a los ejércitos y legiones de todos los seres angelicales creados.
El padre de la gracia Kedoshim respondió, así como también presentó a su candidato. —¿Has de saber que es un Arcángel el que estás presentando verdad? Por lo que no podrás aclamar demencia si ese Arcángel llegara a defraudarte. Considero que no es una mala idea, ya que al momento de su creación observe, ¿que la fuerza que existía en su interior? Era de guerra, eso me hace creer que posee en su interior una esencia incansable de fuerza. Al punto que deseo llegar es que estoy dando en propuesta de dos seres angelicales, siendo uno de ellos “Abaddon” así como también a Metatron el que regirá por encima de los seres angelicales Tronos.
El tercer padre creador y el que coronó a Helel como su favorito entre todos, dotándole de inigualable belleza y destreza. Ishmalkahama respondió. —¡Eso quiere decir que solo tú no tienes seguro a tu elegido! Pero si me lo permiten, puedo llegar a mencionarles que ninguno de ellos se compara con Helel, por lo que deberían de escoger a dos por igual, porque estoy más que satisfecho con mi hijo Helel.
Dos de los tres padres creadores mencionaron nombres de los seres angelicales que tenían añadidos a su lista de ser merecedores de gracia y poder mayor por encima de los demás, por lo que quedaba averiguar, ¿si sería al final solo uno por padre? o accederían al consejo del tercer padre para escoger a dos para llegar a asimilarse a Helel, dando a comprender que, ¡Helel era superior a los que mencionó cada uno de los otros padres! ¿Aunque Abaddon no era del todo menor que Helel?
Helel en reunión en la oscuridad, que en muy pocas ocasiones hablaba con las creaciones de los padres, tras considerar que perdía su voz tras estar conversando con seres que solo servían para darle gloria a los padres creadores. Realizó la primera pregunta de la historia de la creación a un ser creado en perfección. —¡Helel sígueme a las profundidades de mi oscuridad en donde nadie podrá seguirnos y observarnos! ¡Aun ni siquiera los mismos padres de la creación! Porque a ellos no les agrada la oscuridad y por esa misma razón es que he sido desterrada del palacio de tronos en el que ellos habitan ahora mismo.
Helel se sorprendió tras recibir la invitación de la oscuridad, por lo que, llenándose de curiosidad, le siguió hacia la profundidad de la oscuridad llamada “La oscuridad de afuera”
Helel, ¿tras encontrarse envuelto en la total y absoluta oscuridad y soledad? La oscuridad susurró en un silencio más que inaudible, pero muy sensible a sus genes celestiales. —¿Qué pensarías si te preguntara que si te atraería ser igual o más que los padres creadores? ¿Te encantaría ser el único al que se le rindan tributo y adoración? ¿Acaso no has visto como algunas legiones, potestades y principados te halagan y engrandecen al exclamar: ¡Ahí viene el hijo del creador! ¿Acaso ellos no lo son también? Pero te observan como el verdadero hijo del creador, así que vuelvo y pregunto. ¿Te encantaría ser un padre o el padre de la creación y sentarte en el trono que a mí se me negó y arrebató por ser lo contrario a lo que ellos consideran perfección?
—¿Es eso posible? ¿Pero acaso no sería destruido de inmediato al solo pronunciar o pensar delante de uno de ellos sobre tal cosa? —respondió Helel con temor.
La oscuridad absoluta, cubriendo la gracia de Helel, le mencionó. —¡Es cierto! Pero también es cierto que no estarías solo al momento que ese plan llegara a salir de este lugar, porque también poseo algo que ofrecerte. Algo llamado “Amor”
—¿Amor? —exclamó Helel con ignorancia total de ese sentimiento. —¿Que se supone que haga con eso?
—¡No es lo que harías tú con eso! Sino más bien, ¡Lo que haríamos con eso entre nosotros! Me atraes más de lo puedes llegar a imaginarte Helel, me encantaría disfrutar de tu ser en toda su plenitud. ¡Seriamos la pareja perfecta jamás creada y que jamás existiría! Con eso podríamos reclamar mi trono y desterrar a Ishmalkahama, ¡el que me desterró y condenó a vivir de este lado del reino celestial! Entonces, ¿deseas que hagamos el amor para llegar a ser uno solo?
Helel Ben Sahar quedó impregnado del inexplicable deseo del amor que la oscuridad llamada Hera estaba derramando sobre Helel. No se resistió en lo absoluto a esa oscuridad que lo abrazó e hizo ingresar a la profundad a la cual estaba siendo llamado y llevado sin encontrar un final.Helel completamente dispuesto a sentir más de ese “Amor” expulsó una gran cantidad de poder desde su interior debido al excitante placer que Hera le comenzó a provocar en cada sensor de su cuerpo divino y perfecto que poseía Helel, su gracia comenzó a derramarse por toda la oscuridad, provocando que se fusionara su deseo con el amor para dar vida al pecado de la “Lujuria”Conforme Helel comenzó a navegar por las entrañas de Hera, se liberaron todos los deseos de esa Diosa desterrada de los tronos supremos. El amor se hizo entre ellos de la manera más inaudita posible. Hera le dio todo aquello que en su momento les entregó a los otros cuatro padres celestiales y que cada uno de ellos disfrutó el contacto con
¿Qué era lo que de pronto estaba sucediendo en el espacio y tiempo donde solo la Diosa Hera gobernaba? ¿Cómo un ser divino y menor estaba interrumpiendo a los dioses destronados de las altas esferas celestiales?Su rostro aún era cubierto por sus alas, al igual que el resto de su cuerpo inferior, solo dejando que se le observara sus brazos y la gracia que irradiaba tras encontrarse dentro de la oscuridad y de la cual cualquiera, ¿que no fuese un Dios? Debía permanecer en ese lugar con los Dioses, Hera y Hariel.La Diosa Hera con sublime extrañeza e intentando descifrar la gracia del ser que se encontraba frente a ella, pronuncio con extrema molestia y a punto de desatar su ira contra el ser misterioso. —¿Quién eres para irrumpir en mi reino del cual solo ingresa al que se le es permitido? ¿Oh eres un Dios antiguo?El misterioso ser que era cubierto por esas alas semejantes a la de los Querubines que protegían la gracia de los Dioses que permanecían en los tronos, se adelantó del lugar
Hariel sintiéndose extraño con la inesperada aparición de Samael en el lugar, no imaginaba que Elohim llegara a tener esas intenciones, por lo que se apresuró a preguntar. —¿Samael? ¿Acaso eres el Especial de Elohim y te ha dado el poder de la muerte sobre los seres divinos? ¿Por qué querría destruir la creación perfecta de Ishmalkahama?Así mismo Hariel refutó la situación. —Veo que existen intereses ocultos entre los tres Dioses de los tronos, ¡que incluso el grande Ishmalkahama está ignorando! ¿Exactamente a qué te refieres con Unir gracias para crear algo más fuerte y perfecto?Samael se comenzó a pasear alrededor de Hariel y de Helel que escuchaba atentamente las palabras de su hermano. —¡Para responder a tu pregunta Dios del tiempo y espacio! Déjame hacerte saber que he sido creado bajo la fuerza y con el dominio absoluto de mis facultades para determinar si lo que elijo es por voluntad o porque he sido obligado a escogerlo.Hariel con desaprobación exclamó. —¡No me extraña! As
Dentro del reino de los ángeles desterrados y exterminados de la ciudad celestial, se encontraban varios espíritus que no debían regresar por más que su existencia llegara a ser reclamada por los Dioses. Hariel por su parte tras escuchar mencionar a Helel, ¿que no observaba a nadie que contara con el valor y la pena restaurar a su forma? Supo de inmediato que Helel no estaba creyendo que la derrota era una opción para su voluntad o deseo de coronar a Hera como la nueva Diosa suprema.Hariel exclamó y dio respuesta a Helel tras sus pensamientos en secreto. —¡Esta es solo una pequeña parte que has visto hasta el momento Helel! Pero, ¿si deseas acompañarme a las profundidades del reino de los desterrados? Te mostrare las verdaderas fuerzas, ¡Que ni los Dioses desean que sean liberados por error!—¡Eso quiere decir que existen fuerzas increíbles recluidas en este lugar! Ya que considero que esto que estamos apreciando es solo bagazo sin sentido. —respondió Helel con desaprobación.Helel a
Con absoluta incomprensión Hera estaba fuera de sus sentidos divinos tras encontrarse cerca de Helel, sus poderes divinos se volvían vulnerables en todos los sentidos posibles sin que alguien se diera cuenta de ello hasta el momento. Situación que provocaba que cualquier entidad menor, ¿encontrándose en compañía de Helel le deseara la extinción? ¡Sin lugar a duda la Diosa Hera recibiría el daño irreparable!Todo lo contrario, parecía sucederle a Helel tras mantenerse con su amada y fruta prohibida del reino, debido a que Hera lograba percibir el incremento que Helel recibía tras juntar sus cuerpos y mantenerse a su lado.El asunto en concreto se debía a que la gracia de Helel se alimentaba de la divinidad de Hera. ¡Máxime cuando sus esencias y cuerpos divinos se unían para darle vida a la lujuria! Hariel no sintiéndose en lo absoluto satisfecho con la decisión de Hera, recriminó inmediatamente las órdenes y deseos de la Diosa Hera. —¿No pueden solo marcharse y dejarme en este lugar ha
Helel aprendió de manera inmediata desear y formar parte de una creación de un Dios que en ese instante no se encontraba presente, tras aborrecer y haber desconocido de su reino a la Diosa de la oscuridad. ¿Esa imagen de hombre que le mostró Hera a Helel? Atrapó poderosamente su atención, para inmediatamente tomar su forma completa y de esa manera llegar a experimentar con su gracia lo que era poseer un cuerpo, ¡Humano! Siendo Lilith la primera mujer de la creación que estuvo presente.Lilith no fue destinada ser considerada la primera mujer de la creación, así como llegar a ser la primera creación de los Dioses. Debido al capricho de Ishmalkahama, tras haber establecido su modelo, ¡perfecto! Según sus atributos y deseo innecesario de recibir gloria de quien deseaba recibirlo para alimentar su egocentrismo y entera vanidad.Hera intrigada con las afirmaciones de Helel, no dudó en preguntar. —¿A qué te refieres con mencionar que no serás un Dios común? Debo asumir que te refieres a la
Helel disfrutaba a millones de años luz de donde Migue se encontraba en compañía de Uriel y dos arcángeles mayores que vigilaban las costas de la ciudad de cristal. Todos resguardaban el cielo de tal manera como si existiera riesgo o una guerra en curso, sin embargo, ¿Quién podría siquiera atreverse a atacar la ciudad de cristal? ¿Por qué los monarcas del noveno cielo se protegían en extremo? De momento no se escuchaba ni rumoreaba una sola ofensiva de parte de los Dioses desterrados, más lo único que Samael estaba ahora planeando con Helel y que aún no salía a luz como declaración de rebeldía de parte de los serafines.En el Arcángel Miguel despertó el tercer pecado de la nueva historia de la creación. ¡La envidia! Misma que en su momento había sido sepultada junto con uno de los pecados que ahora estaba despierto y acompañaba a Helel a donde quiera que este se paseaba. ¡El Orgullo! Así como el pecado que fue enseñado por la misma Diosa Hera. ¡La lujuria! Estos pecados estaban causa
¿Tras los ensordecedores gritos de la Diosa Hera durante su encuentro inundando de lujuria dentro del cuerpo de Lilith y siendo consumida por la pasión y deseo de Helel en su forma humana semejante solo a su esencia con el diseño de Hera? La Diosa Ananké se desligo de momento de toda situación que sucediera y tomando la firme decisión de no intervenir en lo absoluto, para que el curso de la nueva historia siguiera de tal manera que sus deseos no afectaran lo que tendría que suceder entre Hera y Helel.Los cielos y universos habían sido testigos del primer encuentro lujurioso de dos Dioses corruptibles que estaban jugando a la desobediencia y al poder del amor que habitaba entre ellos, llegando a ser confundido con la sola lujuria, pero la verdad era que la Diosa Hera se encontraba en un estado extremo de deseo hacia Helel y completamente enamorada. Sentimiento que no demostraba abiertamente para no dejarse ver frágil.¿Si Helel no llegara a sentirse en el mismo estado que ella? Solo d