Daniels sabía que no debía exponerse, a que el padre de Lucifer se enterara que ella había recobrado su divinidad. Sin embargo, ¿tras encontrarse en esa situación de peligro inminente? No dudó en hacer sentir su presencia y esa frialdad de su existencia ante el ser espiritual que se encontraba frente a ella.

Daniels recibió la respuesta de esa persona misteriosa que se encontraba frente a ella, con la voz rasgando el firmamento. —¡Mi nombre es Metatron! He sido enviado por el todopoderoso a consumar tu espíritu.

¡Metatron! Era el perro guardián del todopoderoso que actuaba ante cualquier situación de riesgo, que se le exigía que realizara. Era el arcángel de la venganza y de la supuesta justicia de Elyon, que fue enviado para terminar el trabajo que Gabriel había dejado a medias, pero ignoraba contundentemente que Daniels había recobrado su divinidad.

¡A pesar de ser el justiciero vengador del todopoderoso! No se percató que Daniels ya no era un ser humano corriente.

Se acercó de inme