LXXIX Merecido cansancio

Con su respiración acompasada con la brisa y su lente bien enfocada, Sam pulsó el disparador y una ráfaga de fotos capturaron a las aves que posaban serenamente sobre las aguas. Preparaba una muestra sobre la naturaleza y quería irrumpir en ella lo menos posible. Quería que todos vieran la pacífica belleza que ella veía y...

—¡Mami! ¡Mami! ¡Mami! —llegó gritando Sofi.

Las aves emprendieron el vuelo, asustadas, la perfecta escena ahora existía únicamente en su cámara.

—Sofi, ¿qué dije sobre gritar?

—Se me olvidó, mami. Es que encontré un bicho muy bonito, tienes que tomarle una foto. Mira, yo lo dibujé.

Su dibujo era un montón de rayas sin forma definida. Supuso que era arte abstracto.

Sam fue con ella. El insecto resultó ser una mariposa nocturna enorme posada en el tronco de un árbol. Le hizo varias tomas. Además de llevar a Sofi para pasar tiempo con ella e inculcarle el amor y respeto por la naturaleza, la niña tenía muy buen ojo para encontrar qué fotografiar y la inspiraba a ver
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App