3. Viaje

Anais

A la mañana siguiente, desperté un poco cansada y me dirigí a la cocina, mi hermana ya se encontraba ahí. Xavier había salido muy temprano ya que dijo que tendría una reunión.

—¿Hoy no trabajas? —preguntó ella.

—No, tengo que ir a mi chequeo de rutina —tome una taza y me serví un poco de café —Despertaste muy temprano —mencione pues ya había preparado café y estaba terminando de desayunar.

—Si, sentí un poco de hambre y bueno… decidí prepararme algo.

—¿Cómo te va en la universidad? —pregunté.

—Bien, no puedo decir que soy la mejor pero me esfuerzo —se levanto y llevo sus platos a lavar, me hice unas tostadas.

—Me alegra mucho escuchar eso, lo importante es que te esfuerzas mucho —ella sonrió.

—Gracias, creo que no vendré a dormir, Moni y yo debemos entregar un proyecto muy pronto y me quedaré a dormir con ella —note que no me dirigió la mirada.

—¿Segura es eso? Te noto un poco extraña ¿acaso estas saliendo con alguien? Recuerda que…

—¿Qué? Lo que mi madre decía, por Dios, Anais, mi madre era una anticuada, dime cuantas personas en el mundo hacen lo que ella vivía diciendo que es pecado y no les sucede nada ¿Ahora tu serás como ella? —cuestionó.

—¿Qué te sucede? Solo quería saber si estas conociendo a alguien, solo debes tener cuidado con quien sales, no quiero que te lastime, me preocupo por ti y no hables así de mi madre —le pedí.

—Lo siento, pero es mi vida.

—Esta bien, disculpa por preocuparme por ti, pero recuerda que aun vives bajo mi cuidado.

—Genial, ahora me reclamaras el hecho que vivo en tu casa —dijo fastidiada —suficiente tengo con informarte todo lo que hago.

—¿Qué te pasa, Rocío? Somos hermanas, se supone que nos contamos todo, siempre hemos sido así —la mire con extrañes.

—Pues creo que hay cosas que debemos mantener en secreto. Yo creo que tu también tienes tus secretos aunque te hagas la santa y buena —se alejó y se dirigió a su habitación.

Me quede de pie en la cocina, ella no me había hablado así, creo que su crisis de adolescente rebelde llegó tarde y es ahora que debo lidiar con eso, aunque ella tiene razón ya es una adulta, siento que no hice nada malo, pero si ella no quiere hablar conmigo lo respetare.

Desayuné y luego fui a mi habitación para poder cambiarme e ir a mi consulta. Salí de casa y tomé un taxi, tenía chequeo con mi ginecóloga cada cierto tiempo. Debía respetar los deseos de mi esposo y cuidarme para prevenir un embarazo por ahora, suelto un suspiro, recordando los sueños que tenía junto a aquel hombre que se niega a salir de mi corazón.

Flashback

Estoy en la cafetería de la universidad, mi próxima clase será dentro de una hora así que solo dejaré que el tiempo pase.

—Anais ¿verdad? —preguntó la chica más popular de la universidad Mónica, una chica rubia de ojos azules, hija de uno de los hombres mas adinerados del país.

—S-si —respondí confundida.

—¿Eres novia de Dorian Clark? —asentí —sabes conozco a Dorian por mi padre, ellos trabajan juntos y mi padre me ha informado que Dorian trabaja en un proyecto que podría traerle muchos éxitos, el debe viajar a Francia, pero… el piensa rechazar esa oportunidad —dijo con tristeza.

Se perfectamente en lo que trabaja Dorian, se cual es su sueño, así como también el comentó que esto era una gran oportunidad.

—¿Por qué lo va a rechazar? —pregunté con interés.

—Por ti, hable con el un poco, y bueno… el no quiere ir a Francia pero esta es la oportunidad de su vida, debe ir ¿Qué tanto lo amas? —preguntó.

Demasiado….

—Una oportunidad así no volverá a tener en su vida, habla con el por favor —me pidió, me regalo una sonrisa y se alejó.

No pude sacar de mi mente sus palabras, Dorian no me ha platicado nada y con ella si lo ha hecho, por la tarde decidí hacerle una llamada.

—Mon amour ¿Cómo estas? —sonreí al escuchar su voz.

—Hola cariño, muy bien ¿Cómo va todo?...

—Muy bien preciosa ¿Ya saliste de la universidad?...

—Si, justo voy para el departamento ¿llegaras hoy?...

—¿Quieres que te visite? —preguntó con picardía.

—Una visita tuya no me haría nada mal —mi madre me mataría si se entera de esto.

—Llegare en una hora, solo termino un trabajo y estaré ahí, espérame preciosa, te amo Anais…

—Te amo Dori… —escuché su risita y corte la llamada, a el no le gustaba que le dijera así pero a mi me gustaba.

Esa noche llego y durmió a mi lado, lo veía dormir tan tranquilo, su cabello oscuro y suave lo acariciaba, su pecho estaba desnudo, no habían momentos más hermosos que los que pasó con el.

Los días pasaron y el no me comentó nada de su proyecto esperaba que lo hiciera y no lo hizo, el día que llegue a su departamento vi los documentos sobre la mesita junto a la cama, los tomé y tal y como Mónica lo dijo, en esos documentos estaba una propuesta de trabajo una que lo llevaría a cumplir su sueño.

¿Qué tanto lo amas? —esa pregunta vino a mi mente, deje los documentos donde los encontré, decidí no hacer preguntas y disfrutar de esa noche junto a mi amado.

Por la mañana su móvil sonó, el aun dormía y algo me llevo a revisar su móvil era un mensaje.

«Tienes hasta mañana para aceptar la propuesta se que piensas rechazarla, pero piénsalo bien podría ser tu única oportunidad»

No necesitaba más el si estaba dispuesto a rechazar esa propuesta una que lo llevaría a cumplir sus sueños y yo no quería ser un impedimento para el.

Me cambie y salí de su departamento, sin despedirme.

Por la tarde recibí muchas llamadas de el. Le pedí vernos en el parque que esta frente a la universidad.

—¿Por qué te fuiste sin despedirte? —preguntó tomando mi cintura, me separe de él y me observó confuso.

—Tenemos que hablar —había ensayado tantas veces las palabras que le diría pero ahora mismo todas se me habían olvidado.

—Claro, dime…

—Ya no puedo seguir contigo, debemos terminar esto que tenemos —con cada palabra sentí como rompía mi propio corazón.

—¿Qué estas diciendo? Dime que es un broma, anoche estábamos bien ¿Qué pasa?..

—Ya no quiero estar contigo, el sexo es bueno, pero me canse de esto entiéndelo —el soltó una risa amarga.

—Dime que no hablas enserió Anais, dímelo —suplicó.

—Si lo es, lo nuestro se termina aquí —declare, el tomo mis brazos, su agarre delicado para no lastimarme.

—¿Qué ocurre Anais? Sabes que yo he sido tu primer hombre si ti madre se entera te…

—Basta… mi madre es una anticuada, no soy la primera mujer que hace eso, las mujeres ya no llegan virgen al matrimonio. No quiero volver a verte Dorian, te quiero lejos de mi ¿entiendes? Me aburrí de ti, de todo lo que teníamos —el dolor en su mirada también era el mío, pero era lo único que podía hacer, lo amo demasiado y quiero que cumpla sus sueños así sea lejos de mi.

—Anais… no te creo nada tu me amas yo te amo…

—¡Basta! Ya no te amo Dorian, quiero ser libre, adiós Dorian …

—Anais, amor dime que solo es una broma —tomó mi rostro entre sus manos, sus ojos llenos de desesperación, me dolía verlo así —Anais te amo, nena no me hagas esto por favor, una lágrima cayó de sus ojos.

—Lo siento Dorian, es lo mejor para mi y para ti, ve haz tu vida y yo haré la mía y tu no estas incluido en ella —me solté de su agarre y me aleje, las lágrimas caían bañando mi rostro en cada paso que daba, una parte de mi corazón quedo con el ahí en ese lugar, el dolor era tan grande.

Te amo demasiado que prefiero tu felicidad antes que la mía…

Fin del flashback

Los recuerdos me lastimaban, fue mi decisión así lo fue, pero eso no hace que deje de doler, solo espero que el si esté siendo verdaderamente feliz.

....

Salí de la clínica, afortunadamente todo estaba bien conmigo. Estaba pensando en ir al centro comercial para hacer algunas compras pero en ese momento mi móvil comenzó a sonar, era una llamada de mi esposo la cual respondí casi de inmediato.

—Anais ¿ya saliste de tu consulta? —preguntó.

—Si, justo en este momento estoy afuera de la clínica..

—Bien, necesito que vayas a casa y prepares nuestras maletas, iremos a Francia —informó, me sorprendió lo que me decía.

—¿A Francia? Pero… ¿Por qué?

—Mi padre esta muy mal de salud, mi madre me pidió ir y estar con él, así que por favor prepara todo para el viaje, llegare en un par de horas.

—Pero…

—Por favor Anais, haz lo que te pido —corto la llamada sin dejarme decir nada más, yo tenia mi trabajo no podía irme así por así, no sabía cuantos días estaríamos fuera, pero debo acompañar a mi esposo.

Tomé mi móvil y llame a mi trabajo, pedí que si me podrían dar una semana y que se tomarán como mis vacaciones, afortunadamente mi jefa acepto, por lo menos no tuve problemas con eso, encontrar otro trabajo para mi sería difícil, pero lo que será más difícil ahora será estar en la casa de mis suegros, tendré que lidiar con una suegra que me adora ¡Ja! como si eso fuese posible, esa mujer parece odiarme...

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP