Inicio / Romance / El hermano de mi esposo / 4. Estaré contigo en todo momento
4. Estaré contigo en todo momento

Anais

Al llegar a casa comencé a empacar todo en las maletas, llame muchas veces a Rocio pero no atendió ninguna de mis llamadas, decidí enviar un mensaje. Xavier llego un par de horas después, se cambió de ropa, reviso que todo estuviera lista para irnos.

—Trate de comunicarme con Rocio pero no respondió mis llamadas, así que le deje un mensaje —le informe.

—Me parece bien, creí que querrías llevarla con nosotros —mencionó.

—Ella está estudiando, no puedo interrumpir sus estudios, aunque supongo que le gustaría viajar.

—Si ella quiere viajar el Jet estará disponible para el día que quiera ir, además creo que te sentirás mejor con ella junto a ti —comentó, agradecía que el tomará en cuenta a mi hermana pero será mejor que se quede para estudiar.

—Eso no será necesario Xavier, ella sabrá entender que viajamos solo por una emergencia.

—Está bien cariño, pero si quieres tenerla cerca a solo debes de decírmelo —se acercó a mí y acarició mi mejilla —Es hora de irnos —sujeto mi mano y salimos juntos de casa.

El vuelo en el Jet fue tranquilo y rápido, Xavier estuvo en todo momento pendiente del movil, yo dormi un poco, pero podia escuchar como a cada momento el recibia mensajes, lo cual me parecio muy sospechoso, decidi ignorarlo, en el fondo no queria creer que eso era posble. En un par de horas ya nos encontrábamos en Francia. No me sentía muy bien aquí pero mi deber era acompañar a mi esposo, mi madre decía que a un hombre no se le podía dejar solo, que el deber de su esposa era estar al lado de su esposo.

El lugar donde vivían mis suegros era muy lujoso, tienen una gran mansión con un jardín hermoso. Me encanta el lugar, mentiría si dijera que no quiero algo así, pero no puedo aceptarlo, quiero ayudar a mi esposo construir eso juntos o al menos no con el dinero de su familia. La puerta de la mansión fue abierta una de las personas de servicio, por dentro la casa parecía aun más grande, mi suegra bajaba los escalones vestida elegantemente, sonrió en cuanto vio a Xavier.

—Bienvenue, mon fils (Bienvenido, hijo?) —se acercó y abrazo a Xavier de manera calurosa, ni siquiera me dirigió la mirada —C’est bon que tu sois de retour à la maison (Qué bueno que estés de regreso en casa) —ella le solía hablar únicamente en francés porque creen que yo no se el idioma, pero es algo que no pienso desmentir...

—Bonjour maman. Comment va papa? (Hola madre. ¿Cómo se encuentra mi padre? — preguntó mi esposo.

—Il est faible, heureusement il a montré quelques signes d’amélioration, mais son cœur peut ne pas résister plus longtemps. (Él está débil, afortunadamente ha mostrado algunos signos de mejoría, pero su corazón podría no resistir mucho más.) —respondió ella y luego dirigió su mirada hacia mi —Bonjour Anaïs.

—Bonjour —salude.

Xavier y su madre comenzaron a hablar sobre el tratamiento que lleva su padre. El padre de Xavier tiene problemas del corazón, esta ya es la segunda vez que se pone mal en un año, y al parecer su corazón ya no cumple su función como debería, es una lástima porque a pesar de todo mi suegro es una buena persona, mejor persona que su esposa. Mi suegro y Meredith son las únicas personas que si me toman en cuenta en esta familia. Mi suegra sabe que debe ser cordial por mi esposo.

Los escucho decir que su hermano vendrá a ver a su padre después de años. No se que problemas hubo con el, pero su padre desea verlo. Xavier no suele hablar mucho de su hermano, lo único que dice es que su hermano lo envidiaba, pues al parecer Xavier recibía todo la atención de su madre. Y la verdad me sorprende que lograrán comunicarse con el ya que decían que se había alejado por completo de su familia, no tenían nada de comunicación, eso fue lo que mencionó Meredith en una ocasión.

Solo espero que el no sea como su madre, y sea más como Mer y su padre.

Mi suegra le pidió a una de las empleadas que me mostrará la habitación que compartiría con mi esposo, me ayudaron con las maletas. Xavier dijo que se quedaría hablando con su madre un poco más.

Estando en la habitación, me quite mis zapatos y me tiré sobre la cama, esperaba que Rocio se comunicara pronto conmigo, sentí una leve brisa, me levanté y arrastre mis pies hasta el balcón, ver el jardín desde aquí era hermoso. Francia es un país hermoso, uno que siempre he querido visitar, pero más que todo era un sueño que tenia con él. Él fue quien me enseñó un poco el idioma francés y luego yo lo estudie, curioso ¿no? El también era de Francia.

Siempre creí que su amor era tan grande como para volver a mi, pero eso nunca pasó, solo espero que mi decisión no fuera en vano y que el haya logrado el éxito. Cerré mis ojos dejando que la brisa rozara mi rostro, unas manos se enredaron en mi cintura, sonreí sin abrir los ojos.

—Mon amour (mi amor) —susurro en mi oído, abrí mis ojos rápidamente, me giré entre sus brazos. Xavier estaba tras de mí con una sonrisa, el no solía llamarme así, mi respiración se agitó y es que por una fracción de segundo creí haber escuchado su voz, pero mi mente me traicionó. Por más que trato de mantenerlo alejado, cuando pienso que esta ahí enterrado en lo más profundo de mi mente y corazón, es cuando sus recuerdos me invaden. —¿Te asuste?.

—S-si, estaba distraída —respondí.

—¿Te gusta el lugar?.

—Es muy hermoso, el jardín es hermoso —dije, el acarició mi mejilla, inclinó su rostro y dejo un suave beso en mis labios —Vas a dormir un poco, no dormiste casi nada durante el viaje —eso era verdad viajamos durante horas por la noche.

—Es muy temprano creo que resisto hasta la noche —sonreí.

—Bueno entonces vamos por algo que mi bella esposa pueda desayunar.

—Lo que si me gustaría es tomar un baño —comenté.

—Podemos tomarlo juntos —propuso coqueto.

—¿Ya viste a tu padre? Deberías ir con el primero.

—Esta bien, el baño juntos queda pendiente —beso mis labios y se alejó de mí —Por cierto, mi madre dice que mi hermano llega mañana, al parecer papá quiere verlo y lo convenció de venir, quiero que estés a mi lado en todo momento, no se en clase de persona se habrá convertido el.

—Esta bien, no te preocupes. Estaré contigo en todo momento —aseguré. Salió de la habitación, seguro su hermano ha de ser una persona detestable. Bueno cuñadito al parecer por fin voy a conocerte.

Me quedé observando un poco más el jardín, luego fui a tomar un baño, cambie mi ropa por algo más cómodo, espero que por lo menos Meredith se encuentre en casa.

Después de aproximadamente una hora. Xavier llego por mi para poder ir al comedor. Meredith se encontraba en la mesa junto a su madre, ella sonrió en cuanto me vio y se levantó para saludarme.

—Que bueno verte nuevamente, pensé que solo Xavier vendría —comentó.

—¿Crees que dejaría sola a mi esposa? —cuestionó Xavier.

—Pues no tendrías, es una mujer muy bella y no debes dejarla sola —escuché un bufido proveniente de la madre de Xavier. Mer rodó los ojos y me guio a la mesa. Desayunamos, pues habíamos llegado muy temprano por la mañana debido a la diferencia horaria, en casa ya es de madrugada, no se si Rocio, vio o ignoró mis mensajes pero debe estar con su amiga. La llamare por la tarde.

Después de desayunar Mer me llevo a caminar por el jardín. Xavier debía de encargarse de unos asuntos de la empresa de su padre. Esta propiedad resultó ser más grande de lo que creí pues en la parte trasera había otro jardín aun más grande y con hermosas flores, algunas nunca las había visto en mi vida.

Nos sentamos en una de las bancas del lugar, Mer soltó un suspiro y la vi un poco triste y preocupada.

—¿Qué ocurre? —pregunté.

—Tengo miedo de perder a mi padre —confesó —el es una de las personas que más me ha apoyado y me entiende, no se que pasará si el…

—Tranquila todo estará bien, no pienses en eso —sujete su mano entre las mías, sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Mi madre es un poco difícil, Anais. Solo espero que si mi hermano aparece mañana por lo menos decida quedarse —mencionó.

—Tu eres una mujer adulta, no debes preocuparte por tu madre, puedes hacer tu vida sin importar lo que diga —ella solto una risa amarga.

—Lastimosamente soy una “niña rica” y pues no trabajo y mi carrera aun no la termino, solo puedo usar el dinero de la familia si mi madre me ño permite —comentó —te admiro a ti, tienes tu trabajo y a pesar de estar casada con Xavier, eres independiente.

—Tú lo serás también, y si necesitas ayuda puedes contar conmigo —seguimos hablando un poco más, a mi suegro no lo pude ver durante el día de hoy, ya que mi suegra dijo que debía descansar mucho espero verlo el día de mañana para saludarlo. Xavier llego un poco tarde, pero yo aun no estaba dormida, logre hablar con Rocio, y me pareció que estaba un poco molesta, fue cortante conmigo.

Xavier llego cansado, me abrazó y ambos nos dormimos en cuestión de segundos ya que yo estaba muy cansada debido a que no dormí en el viaje.

A la mañana siguiente, me levante un poco tarde junto a Xavier, no se porque desde que desperté comencé a sentirme inquietante, mi corazón latía a un ritmo anormal. Es como si presintiera algo, y yo ignoré ese presentimiento sin saber lo que vendría a partir de ese día…

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP