Elias Ferrer es un joven prodigio de 22 años que no ha tenido una vida normal. Desde su nacimiento dio señales de ser una persona con una inteligencia muy por encima de todos los demás. Su madre, al darse cuenta de ello, le ha impulsado para desarrollar su mejor versión. Con tan solo 22 años, él ya es el director de un laboratorio y centro de investigaciones en el país, único en su tipo, donde se realizan pruebas con tejidos artificiales, prótesis, inteligencia artificial y demás… Un joven solitario, apasionado y con un gusto por jugar ajedrez, piensa que la vida es una experiencia agridulce, no hay algo que lo emocione demasiado, ya que su misma inteligencia no le permite experimentar emociones que otras personas disfrutan como lo son tener amigos o una novia, para él las mujeres son una pérdida de tiempo Considera que las mujeres son una distracción innecesaria, puesto que su franqueza y di rectitud no suelen ser bien recibidas por ellas, por lo que ha decidido dejar ese tema atrás. Pero algo sucede al conocer a una chica de una manera muy peculiar, no la conoce, nunca la ha visto en persona, pero algo siente por ella, algo que nunca ha sentido por nadie más. Elias siente una conexión profunda con ella, algo que jamás ha experimentado con nadie más. Este encuentro inesperado despierta en él emociones desconocidas y desafía sus convicciones previas, llevándolo por un camino desconocido, lleno de intriga y posibilidades emocionantes.
Leer más—Buenos días señor Brin —me recibe con amabilidad el guardia de la entrada del laboratorio.Asiento.Camino a toda prisa hasta la oficina de mi padre que ya debe haber llegado. Le pido a su secretaria que me anuncie con él mientras espero impaciente del otro lado de su escritorio. Me acercó al ventanal de la sala de espera observando al exterior del edificio. La oficina de mi padre está en un octavo piso en el edificio central de biotech. La empresa se compone de un complejo de varios edificios y laboratorios. Desde aquí puedo ver a los científicos paseando por los jardines verdes con su bata y lentes. Todos caminando apresurados a llegar a su puesto de trabajo. La secretaria de mi padre me avisa que ya puedo pasar.—¿Se puede? —pregunto asomando la cabeza por el espacio entre la puerta que acabo de hacer.—Pasa Connor —espeta papá en tono de seriedad. Doy unos pasos al interior de la oficina hasta quedar frente a él. En su escritorio puedo notar que tiene una infinidad de papeles des
Elías FerrerEl doctor Sherman sale de la oficina cerrando la puerta a su espalda. Me he quedado a solas con Alexandra quien se acerca a mi para saludarme con un beso en la mejilla.—Me da gusto que te lleves mejor con tu padre… —comento. La última vez ella estaba a punto de huir de su casa debido a que sentía que su padre no la comprendía.Alexandra dibuja una enorme sonrisa en su rostro.—Hice lo que me aconsejaste, le hice saber sobre mis sentimientos y le prometí que si me dejaba estudiar artes, sería la mejor de la clase y así es, he estudiado mucho.—Me alegra saber eso.Ella da un paso hacía mí —todo es gracias a ti —hace una pausa —lamento lo de tu novia, si no es muy prematuro me gustaría invitarte hoy a cenar.La miro con curiosidad.—Gracias, pero tendré que rechazar la invitación, tengo demasiado trabajo, me excuso.Alexandra aprieta sus labios como si estuviera reprimiendo algo pero lo dice —quiero ofrecerte mi amistad Elías.—El problema es que no sólo quieres mi amistad
Capítulo 41Elías FerrerLa mano de mi madre en el hombro hace que se forme un nudo en la garganta que no me deja respirar. Abril y yo pasamos la mejor de nuestras noches, la había extrañado tanto después de que me secuestraron durante todos esos días. Pensé que esta vez nada nos separaría y nos separo la muerte.—Hijo… —escucho la voz de mamá cerca de mi oído.—Estoy bien… —trato de que mi voz suene natural pero la verdad es que estoy deshecho por dentro.Ha pasado una semana desde el día en que me desperté y vi a Abril inerte, estaba fría, me quebré por completo, quise reanimarla, revivirla, pero su corazón ya tenía varias horas que había dejado de funcionar, a veces el destino es caprichoso.La última noche que pasamos juntos Abril me hizo prometerle que si un día ella me llegaba a faltar yo continuaría con mi vida, lo he intentado pero por más que quiero no le veo sentido. Limpio las lagrimas de mi rostro recordando el de ella, su sonrisa. Nunca la voy a olvidar. Abril fue el amor
Abril LaraHoy era el día, no me quedaba más tiempo. Lo sabía. Durante la mañana había sentido algunas punzadas en mi pecho. No era una buena señal. Decidí venir a pasar mis últimos días en la casa que había compartido con Elías. Suspire mirando frente a mí la puerta enorme de roble.No sabíamos nada de él. Sus padres estaban haciendo todo lo posible por encontrarlo, sabia que no se darían por vencidos. Que lo buscarían hasta encontrarlo.La casa por dentro estaba fría y vacía. Esbozo una sonrisa pequeña al escuchar aquel ruido conocido. Milky siempre me recibía, mi robot, le había tomado mucho cariño, fue el regalo que Elías me había construido para que me acompañara durante todo el proceso de recuperación. Ahora sería el regalo que estaría conmigo en mis últimos días si él no aparecía. Una lagrimita se deslizó por mi ojo. Milky se detuvo frente a mí, sus ojos encendieron de un tono amarillo, pero no emitió sonido, a veces dudaba que fuera sólo un robot con frases precargadas, Elías
Elías FerrerHoy a diferencia de los días anteriores se escuchaba mucha movilidad en el exterior de la habitación. Escuchaba la voz a lo lejos de Jonathan gritando que todo debía estar listo para la operación, sonreí de lado. Las veces que me visitaba lo veía directo a los ojos, podía ver el reflejo de miedo en su mirada, no podía mentirme, presentía que estuvo mucho tiempo investigando a mi familia, tenía miedo que escapara de este lugar, pero si no he intentado antes era por que no sabía que me esperaba fuera de esta habitación.En cambio, el día de hoy, ellos al fin me van a sacar. Agotaré todas las oportunidades que se me presenten para escaparme de ellos. Necesito ver a Abril, hoy es el último día para que pueda recibir mi sangre, después de hoy, todo podrá pasar con su vida.Aprieto con fuerza mis puños, respiro profundo tratando de mantener mi cabeza fría. Con Abril siempre fue muy fácil ser yo, no ser el hombre calculador y frío que siempre era, todo con ella es tan sencillo q
Elias Ferrer—¿Crees que tienes derecho de llamar así a mi madre? —suelto.El tipo me mira.—Yo le digo como se me da la gana, por que por su culpa perdí todo lo que tenía… —eso es, dame información, pienso, se acerca a donde estoy de pie encadenado, como quisiera golpearlo —como me gustaría ver la cara de tu madre al pensar que nunca más volverá a ver a su único hijo, que tuvieron que pasar más de 23 años para que por fin pudiera encontrar la manera de vengarme por lo que me hizo.—Si me dijeras que fue lo que ella te hizo, tal vez podría ayudarte…El hombre suelta una carcajada burlona, señalando con uno de sus dedos índice el pecho —¿tú a mí? ¿ayudarme? Quiero verla sufrir como tu padre lo hizo conmigo, arruinaron mi vida y yo no hice nada.—Eso me parece algo ilógico, mis padres no harían daño a alguien solo por que sí.El tipo vuelve a soltar una carcajada malévola.—¿Ah no? Tu padre me quito todo… por querer acercarme a tu madre, ni si quiera sabía que ella era la amante del pr
Abril LaraHabían pasado ya diez días desde que Elías había desaparecido, no teníamos ninguna pista de que le había pasado, quería pensar que lo habían secuestrado, sin embargo, nadie había pedido algún rescate hasta ahora. Mi corazón ya no podía más, lo extrañaba demasiado. Había decidido no ir a la universidad, pero mi tía me dijo que necesitaba seguir asistiendo, no podía perder el año, pero estaba saltándome las clases para ir a la casa donde vivimos los últimos meses, aunque sea para sentir un poco de su esencia cerca de mí.No tenía caso seguir asistiendo a la universidad si tan solo me quedaban unos días para que tuviera que recibir la sangre de Elías en mi cuerpo, si él no estaba, la probabilidad de que mi corazón dejará de funcionar eran muchas.Cinco días después…Me sentía cansada, mis ojos estaban rojos de tanto llorar por él. No quería morir sin entes abrazarlo por última vez. Tuve que reunir todas mis fuerzas para salir de la habitación, me estaba quedando a dormir con m
Elías FerrerAbrí mis ojos, el recuerdo de los golpes ya solo quedaba en mi memoria, me puse de pie rápidamente. Estos tipos…Lleve mis manos al rostro, preocupado de que en cualquier momento alguien descubriera mi secreto.En ese momento las puertas de la fría y oscura habitación se abrieron. Era el mismo tipo con pasamontañas de ayer.Cuando me miró sonrío —pero que, fenómeno creo tu madre… —hasta el último de mis poros se estremeció de terror, se acercó apretando mi barbilla con fuerza, analizando cada centímetro de mi rostro que ya no tenía rastro alguno de la golpiza que me habían propinado ayer, su mirada era de una incrédula admiración pero también podía ver la codicia que de pronto se reflejo en sus ojos —por esto Sally Brin cancelo sus investigaciones.No tardó ni un par de segundos cuando llamo a sus hombres de nuevo para que vinieran a golpearme otra vez, está vez alcance a escuchar que les dijo “déjenlo moribundo pero no lo maten”.Cuando caí al suelo alce mi vista para ve
Capítulo 35Abril LaraMiro a través del vaso de cristal con agua que mi tía me acaba de dar. Estamos en su apartamento, se suponía que comeríamos juntos Elías, ella y yo, para contarles como me había ido en la universidad. Comenzaba a sentir que mi corazón latía con fuerza, estaba preocupada. Nunca antes había sentido este sentimiento de temor por alguien que amo.Muerdo mi labio inferior.—Todo estará bien Abril, confiemos en que tal vez Elías tuvo algo importante que hacer, cuando regrese lo aclarará —dice mi tía, tratando de darme ánimos.Niego.—Me hubiera dicho está mañana, si tenía algo importante, algo está pasando, debería llamar a su madre de nuevo.Mi tía asiente sentándose a lado mío, frotando mi espalda en un movimiento suave para tratar de tranquilizarme.Marco el número de mi suegra, tarda en contestar, después de varios timbres responde la llamada.—Sabe algo de Elías, Sally —me adelanto a preguntar. Hay un silencio del otro lado de la línea. Mis nervios están al limit