Después de mi clase ya no tengo nada que hacer, así que decidí irme ya a casa, pero mi celular empezó a sonar, me detuve y vi que era Julieta de nuevo, no sé qué quieran en realidad así que mejor le marcó a Fabiola, mi amiga tan loca.
— Fabis, no me contestaste el último mensaje — sigo caminando para tomar el transporte.
— Perdón, amiga, pero mi más me castigo y tuve tarea. Pero te quería preguntar por la foto del chico que compartiste, ¿de dónde lo sacaste?
—¿Compartir? — ya estaba dentro del camión y, tomé asiento — oye espera — salí de la llamada y vi mi perfil, en efecto sin darme cuenta compartí su foto — cierto, que oso.
— Pero cuenta, está guapo, buen cuerpo.
— Lo vi en un comercial y, busqué su nombre, perfil, fotos y como te darás cuenta hasta compartí — ambas empezamos a reír, lo peor es que se me hace familiar.
—¿Familiar?, dale no creo ese cliché está tremendo y los que conocemos están feos — decía riendo.
— Es que no sé qué es, pero tiene algo especial — cuando hablaba de él se me venía a la mente.
— Bueno, para que olvides a tu galán te quiero invitar a un concierto. Me gané los boletos y pues no tengo con quien ir.
— Bueno, creo que no pierdo nada. Además, ya tenía que no nos veíamos, te extrañaba tanto.
— Yo a ti, eres mi mejor amiga. Pero bueno te mando toda la información, ya que mi mamá me está llamando.
— Dale adiós.
Colgó y me puse a escuchar música. Quería relajarme y olvidarme un poco de este día, pero sí. Rogelio no salía de mi mente.
Llegue a casa y revise el teléfono para ver la llamada, tenía varias de la casa de Julieta. Me puse un poco triste al recordar los buenos momentos que creí vivir con ellos. Pero no todo fue así.
Mi celular suena y veo que es Fabiola, me envió los datos del concierto y el nombre del cantante, Carlos. Me recordó a un tío lejano con ese nombre.
Abrí la app de música, y busqué a Carlos. Tiene un estilo muy particular, aunque casi no muestra su rostro. Pero cantaba bien, algo de pop y baladas justo lo mío.
Decidí volver abrir la red social y ver el perfil de Rogelio. No sabía la razón, pero sentía que lo conocía de hace años, era como si en mi memoria estuviera él. Mientras las canciones de Carlos seguían decidí seguir viendo las fotos de Rogelio y de su familia, no tiene muchas, pero se ve que se llevan bien y algo me dice que es feliz.
Pero como estaba al aleatorio, sonó una canción, esa canción que sin saber marcaría todo el inicio, ella 19 y yo de 23.
Justo era nuestra edad, esto sí que era una locura. Me había enamorado de alguien que en realidad no conocía y que tal vez no conocería nunca.Tome lápiz y papel, me puse a escribir lo que me hacía sentir al verlo, lo que haría si estuviera en su destino. Solo pensaba y pensaba en él, ese hombre que había cambiado mi forma de ver un amor a primera vista, que podía ser vacío sin más. Pero debía dejar de soñar, alguien tan perfecto como él no se fijaría en alguien como yo; que, aunque me arreglo, esos kilos de más me bajan todo al suelo y me hacen trizas, pero hoy haré algo por mí, si por mí.
Empecé a buscar unas apps para hacer ejercicio y algunas recetas de comida saludable, creo que bien o mal Rogelio hacía que quisiera cambiar un poco mi físico, para sentirme mejor conmigo y así tal vez un día aprender a querer de forma correcta a alguien.
Me dediqué hacer la tarea, no era mucha, pero aun así no quería problemas y aunque el teléfono sonaba de vez en cuando no ponía atención, ya que era Julieta. Ya estaba un poco cansada así que volví a la red social y decidí buscar a Carlos, ese hombre misterioso que no mostraba su rostro, que raro. Intente buscar las fotos etiquetadas y no apareciste su rostro. Seguí buscando hasta que encontré una publicación que llamo mi atención.
Carlos, el único cantante que se mantiene en misterio, no da entrevistas a medios, en sus conciertos no muestra su rostro, no se toma fotos con fans y ni da autógrafos. ¿Quién es Carlos?, no sabemos nada de él, solo vemos fotos de su físico que deja a más de una enamorada, pero lo que más las enamora es su misterio.
Vaya, iría al concierto de alguien que no conozco ni sé quién demonios es. Vaya que misterio, puede ser que solo sea publicidad o en realidad no le guste mostrarse, pero cuál ser su razón en realidad.
Recibo un mensaje de mamá que me interrumpe por completo.
Julieta te ha hablado, dice que no le respondes y quiere saber si estás bien. Deberías darle una vuelta para que no moleste más. Cuídate
Ahora tengo que ir a ver a Julieta y de seguro van a estar mis queridos hermanos. Sí que mis días van a ser horribles. Ya quiero que sea el día del concierto y escuchar a Carlos en vivo.
Sé que mi vida se empieza a tornar más aburrida de lo normal y no me justifico, pero en realidad así pasa en ocasiones y era en estos momentos en los que se tornaba así.
Pero aún faltaba lo mejor...
En camino a la escuela veía un anime, trataba de la valentía (cosa que en definitiva no tengo), ya llegaría a la estación y tomaba mis cosas. Bajaba con cuidado del camión, mi miedo por caer era demasiados y más si se juntaba con mi fobia a las escaleras. Caminaba rumbo a la entrada de la escuela, la música que salía de mis audífonos le ponía un poco de ambiente a las personas que tenía a mi alrededor. Llegaba al salón de clases y empezaba a acomodar mis cosas, recordaba que hacía acá y cuál era mi propósito. Mamá no quería que estudiara música, mi verdadera pasión.El celular vibraba y era Nora, había terminado la tira de materias el semestre pasado. Parece que venía a arreglar unos documentos y quería verme. Decidí irme a donde estaba mi amiga, la vi sentada en la banca que daba a la puerta principal de la es
Me quedé sorprendida y enojada por lo que acababa de pasar. Estaba totalmente empapada y con una furia dentro de mí.— Disculpa — se acercaba un hombre a mí, era joven y vestía unos pantalones de mezclilla que parecían que el mismo los había roto. Su cabello era un poco desalentado, pero con mucho estilo. Me daba una amplia sonrisa — Te mojé demasiado, no sé cómo podría arreglarlo — no dejaba de sonreír.— Bueno estoy sucias y mojada. No creo que se pueda hacer mucho al respecto — trataba de no enojarme. Pero de verdad que era imposible, mi mamá me mataría si me llegara a ver así.— En eso tienes razón, no puedo hacer mucho ahora — se rascó la barbilla un poco — podría invitarte después a una fiesta o algo. No quiero que pienses que soy un grosero de lo peor.&mdas
Después de la terrible pesadilla, desperté. Eran las ocho de la mañana, tenía que apurarme para poder llegar al concierto. Tenía que lavar la ropa, lo cual odiaba de verdad; en estos momentos extraños mucho más a mamá y la valoró, sé que ella estaría ayudándome y que es muy importante no solo para las labores de la casa, sino también para escucharme y arreglar todo lo que pasa con Julieta.Mientras realizo mis labores, escucho a Carlos. Tiene una voz linda y aunque no cantara, me sonaría como melodías, su voz es totalmente grave y no quiero dejar de escucharla. Ya muero por poder verlo y espero que el misterio de su rostro me sea resuelto. Quiero poder ver quién es y saber si es como me lo imagino. Mi celular vibra y veo que es Tatiana.— Tatiana, ¿qué tal? — dejo la ropa aun lado y me ocupo a contestarle.— Estoy bien,
El concierto empezaba, había salido de la misma forma que lo vimos minutos antes. Se sentó en una silla, tomó su guitarra y empezaría con una canción en acústica, trataba del desamor y a decir verdad la interpretaba con mucho sentimiento. Sí que era talentoso y más al tocar la guitarra, eran caricias que brindaba su mano al instrumento.— Que bueno que pudimos venir — me susurró mi amiga — además que no te quitaba la mirada de encima.— Solo es tu imaginación, me veía como a todos los demás. No tengo nada que pueda ver.— Si tú lo dices — mi amiga me dio una mirada un poco extraña y me di cuenta de que señalaba al escenario. Voltee a ver a Carlos y me miraba, aunque cantara mantenía una sonrisa. Era muy encantador — creó que próximamente tendremos boletos gratis.Decidí no hac
Otro día más, la alarma sonaba y empezaba a odiarla un poco. Pero había quedado de ir a ver a Julieta, la fiesta seria a las cinco de la tarde. Con mucho trabajo me levanto a bañarme, al salir decido ponerme una ropa deportiva y cómoda, no quería que supiera que iría a la fiesta y luego le diga a mi mamá algo que no es.Desayuno un licuado con avena y fruta, me pongo los audífonos y desayuno con toda la calma del mundo, hasta que me doy cuenta de que son las once de la mañana y tengo que apresurarme, quede con mi amigo de verlo a las cuatro para poder llegar juntos.Voy caminando con mis audífonos puestos, creo que son otra parte de mí y sin ellos no podría vivir. Saco las llaves de la casa, veo que sigue igual o más descuidada que antes. Entro y no percibo ni un ruido, camino a la otra puerta y puedo ver a Julieta viendo una película en blanco y negro
— Les presentaré a mi familia — decía Rogelio mientras sonreía — mi hermano es muy mal educado a no presentarlos.— Bueno, comento que alguien lo esperaba. Nos indicó que pasáramos en lo que él llegaba — respondí a Rogelio, no podía dejar de verlo. Parecía un verdadero sueño tenerlo enfrente de mí.— Miren, él es mi otro hermano y se llama Saúl — nos presentaba a un joven de aproximadamente veinticinco años; era algo moreno con ojos marrón y cabello negro.— Un gusto — nos extendió la mano a mi amigo y a mí — no sabía que Camilo tenía amigos en la Ciudad.— Ya sabes que socializa rápido — respondió Rogelio.— Yo pensé que eras la novia — se acercó otro hombre muy parecido a Saúl, ten&iac
— ¿Otro lugar? — creo que ya sabía dónde quería llegar Camilo, me agradaba la idea, pero no sabía si podría hacerlo.— Claro ratoncito, podríamos ir a mi cuarto. Nadie nos verá ni mucho menos sabrán nada, no tienes de que preocuparte — me regalo una sonrisa tierna y tomo mis mejillas — anda ratoncito.— Es que no quiero algo así, no me gusta lo casual. Pero no puedo negar que me atraes y me gustaría estar contigo — creó que fui demasiado sincera, Camilo no se veía asustado. Al contrario, volvió a besarme.— Vamos y olvida todo.Camilo me tomó de la mano, caminábamos entre la gente hasta que llegamos a las escaleras. Íbamos subiendo, entramos a la primera puerta a la derecha. Prendía las luces mientras yo contemplaba el desastre de cuarto que tenía.— Disculpa
Los días habían pasado y no había vuelto hablar con Camilo, pensé que me escribiría. Decidí no buscarlo y que él lo hiciera, no sabía ni siquiera que le había molestado en realidad. Mientras seguía perdida en las fotos de Rogelio, no podía evitar suspirar y comentarle las fotos que publicaba y aparentemente ya sabía que era yo. En cuanto a Carlos, seguía subiendo historias en sus redes sociales, le comentaba una que otra, me decía que esperaba verme pronto. Me quería invitar a una entrevista que tendría el viernes por la tarde. Me entusiasme tanto que acepte, no lo conocía y aun así me animaba a decir que si, realmente esto era algo raro. Siendo honesta no me gustaba, pero algo me animaba a ir.Era el día de la entrevista, decidí ponerme un pantalón negro con una playera roja. Mi cabello en esta ocasión dejo la rebeldí