Después de la terrible pesadilla, desperté. Eran las ocho de la mañana, tenía que apurarme para poder llegar al concierto. Tenía que lavar la ropa, lo cual odiaba de verdad; en estos momentos extraños mucho más a mamá y la valoró, sé que ella estaría ayudándome y que es muy importante no solo para las labores de la casa, sino también para escucharme y arreglar todo lo que pasa con Julieta.
Mientras realizo mis labores, escucho a Carlos. Tiene una voz linda y aunque no cantara, me sonaría como melodías, su voz es totalmente grave y no quiero dejar de escucharla. Ya muero por poder verlo y espero que el misterio de su rostro me sea resuelto. Quiero poder ver quién es y saber si es como me lo imagino. Mi celular vibra y veo que es Tatiana.
— Tatiana, ¿qué tal? — dejo la ropa aun lado y me ocupo a contestarle.
— Estoy bien, quería saber de ti. Hace mucho que no hablábamos, mucho menos nos vemos.
— Sí, estoy bien. Con cosas de la escuela y de casa. Mi mamá no está, por eso ahora me mantengo más ocupada.
— Me imagino, mi madre me comento que te había marcado y no sabía de ti. Estaba preocupada — decía con un raro tono de voz.
— Si, probablemente vaya mañana. Tengo que ver mis tiempos y siempre que no está mi mamá estoy más atareada. Tengo que volvérselo a decir.
— Claro, ella no lo hace por molestarte. Solo quiere estar al pendiente de ti, sé lo prometió a papá y lo debe cumplir — ya no creía ninguna de sus mentiras, sabía que Julieta dominada a mis hermanos y que se hacía la víctima siempre, haciéndome quedar mal a mí.
— Por supuesto, se lo agradezco. Te dejo, fue bueno hablar contigo, pero tengo muchos pendientes y no sé cuándo regrese mi mamá.
— Me la saludas y te cuidas mucho.
— Igual.
Por fin colgué y me sentía enojada de que siempre quisiera controlar mi vida, eso pasó porque mis padres le dieron bastante control, cosa que no debió pasar, ya que era la ex de papa. Sigo limpiando la casa y la música de Carlos sigue sonando, la música es magnífica y la letra un tanto más. En definitiva, no podía sacarlo de mi cabeza.
Me apuraba para poder llegar al lugar del concierto, no era un auditorio; parecía más como un restaurante no tan grande, pero mostraba tener mucho estilo.
— Hola — llegaba Fabiola, se veía encantadora con esa falda negra y una blusa blanca — me escapé de mi mamá. No quería que viniera, dice que es un vago.
— ¿Carlos? No me digas que lo conoce tu mamá — estaba un poco confundida.
— Para nada, ni yo lo conocía. Pero para ella todos son unos vagos — reímos por el comentario — es muy difícil. Aun así, lo malo es que mi cabello se esponjó más de lo que desearía. Es un completo desastre — trataba de acoplar su cabello.
— Para nada, estas muy bonita.
— Lo dices por ser mi amiga, en fin — dio un gran suspiro, entremos.
Caminamos hasta la entrada del lugar, en la puerta estaba un encargado que lucía un traje negro bastante perfecto, mantuvo una gran sonrisa y en cuanto mi amiga le dio los boletos, nos indicó por donde seguir. Al entrar, el lugar tenía luces bastante oscuras y en el escenario había bastante humo que no dejaba ver de manera clara.
— Es dark o le gusta el misterio — decía mi amiga — este hombre sí que es raro y ya veo porque ha pegado tanto.
— Si, siendo honesta no lo conocía. Al investigarlo me di cuenta de que poco a poco va aumentando de seguidores.
— Buenas tardes — se acercó un hombre de mediana edad, lucía un tanto casual — quería saber si cuentan con los boletos vip, ya daremos comienzo a la convivencia.
— Claro — mi amiga le dio la otra parte de los boletos.
— Perfecto, síganme.
Empezamos a seguirlo, caminábamos a la parte de atrás del lugar, pasamos por unas cortinas. Estaban como unas diez personas más que esperaban a Carlos. Solo nos quedamos unos segundos hasta que nos hicieron entrar a una zona que contaba con una habitación de color blanco, con un sofá rojo, esto era bastante diferente a lo de todo el lugar.
— En unos instantes estará Carlos con ustedes — menciono el señor de hace unos momentos, después se fue a otra habitación.
— Es raro este tipo, no había conocido a alguien así. Espero no este feo — decía mi amiga en voz baja — no quiero que te desilusiones
— No tengo grandes expectativas, además ya conocí a alguien lindo.
— Claro, el guapo modelo.
Iba a responder, pero se volvieron apagar las luces y aparecía alguien que se iluminaba gracias a la pintura de neón que traía puesta, de lo poco que se veía me pude dar cuenta que lucía fornido y alto.
Poco a poco iban indicando a las personas que pasaran a donde estaba Carlos, se iban tomando algunas fotos e intercambiaban un par de palabras con él, se veía bastante atento y amable. Ya era nuestro turno, estábamos muy emocionadas.
— Hola — decía mi amiga muy emocionada — apenas te conocemos y es un gusto.
— Gracias — decía Carlos de manera amble — que bueno que les guste lo que hago — volteo su mirada a mí.
— Claro, tienes mucho talento y aunque te escuche apenas esta semana, creo que lo seguiré haciendo — no dejaba de sonreír y aunque lo evitaba me era imposible.
— Es un honor que a dos chicas tan lindas les gustara lo que hago — tomo mi mano y la beso — un verdadero placer.
Me había quedado impactada con lo que hizo, no sabía cómo reaccionar y podía ver la cara de mi amiga, estaba igual de sorprendida que yo.
— Lo mismo digo señor Carlos — respondí cuando soltó mi mano.
— Solo Carlos — me dio una gran sonrisa.
Antes de irse nos regaló una foto y se fue del lugar, nos sacaron de la habitación y nos llevaron a donde sería el concierto. Ya toda la gente estaba en sus lugares, a nosotros nos acomodaron en primera fila, a mi amiga y a mí nos pusieron justo en frente.
El concierto empezaba, había salido de la misma forma que lo vimos minutos antes. Se sentó en una silla, tomó su guitarra y empezaría con una canción en acústica, trataba del desamor y a decir verdad la interpretaba con mucho sentimiento. Sí que era talentoso y más al tocar la guitarra, eran caricias que brindaba su mano al instrumento.— Que bueno que pudimos venir — me susurró mi amiga — además que no te quitaba la mirada de encima.— Solo es tu imaginación, me veía como a todos los demás. No tengo nada que pueda ver.— Si tú lo dices — mi amiga me dio una mirada un poco extraña y me di cuenta de que señalaba al escenario. Voltee a ver a Carlos y me miraba, aunque cantara mantenía una sonrisa. Era muy encantador — creó que próximamente tendremos boletos gratis.Decidí no hac
Otro día más, la alarma sonaba y empezaba a odiarla un poco. Pero había quedado de ir a ver a Julieta, la fiesta seria a las cinco de la tarde. Con mucho trabajo me levanto a bañarme, al salir decido ponerme una ropa deportiva y cómoda, no quería que supiera que iría a la fiesta y luego le diga a mi mamá algo que no es.Desayuno un licuado con avena y fruta, me pongo los audífonos y desayuno con toda la calma del mundo, hasta que me doy cuenta de que son las once de la mañana y tengo que apresurarme, quede con mi amigo de verlo a las cuatro para poder llegar juntos.Voy caminando con mis audífonos puestos, creo que son otra parte de mí y sin ellos no podría vivir. Saco las llaves de la casa, veo que sigue igual o más descuidada que antes. Entro y no percibo ni un ruido, camino a la otra puerta y puedo ver a Julieta viendo una película en blanco y negro
— Les presentaré a mi familia — decía Rogelio mientras sonreía — mi hermano es muy mal educado a no presentarlos.— Bueno, comento que alguien lo esperaba. Nos indicó que pasáramos en lo que él llegaba — respondí a Rogelio, no podía dejar de verlo. Parecía un verdadero sueño tenerlo enfrente de mí.— Miren, él es mi otro hermano y se llama Saúl — nos presentaba a un joven de aproximadamente veinticinco años; era algo moreno con ojos marrón y cabello negro.— Un gusto — nos extendió la mano a mi amigo y a mí — no sabía que Camilo tenía amigos en la Ciudad.— Ya sabes que socializa rápido — respondió Rogelio.— Yo pensé que eras la novia — se acercó otro hombre muy parecido a Saúl, ten&iac
— ¿Otro lugar? — creo que ya sabía dónde quería llegar Camilo, me agradaba la idea, pero no sabía si podría hacerlo.— Claro ratoncito, podríamos ir a mi cuarto. Nadie nos verá ni mucho menos sabrán nada, no tienes de que preocuparte — me regalo una sonrisa tierna y tomo mis mejillas — anda ratoncito.— Es que no quiero algo así, no me gusta lo casual. Pero no puedo negar que me atraes y me gustaría estar contigo — creó que fui demasiado sincera, Camilo no se veía asustado. Al contrario, volvió a besarme.— Vamos y olvida todo.Camilo me tomó de la mano, caminábamos entre la gente hasta que llegamos a las escaleras. Íbamos subiendo, entramos a la primera puerta a la derecha. Prendía las luces mientras yo contemplaba el desastre de cuarto que tenía.— Disculpa
Los días habían pasado y no había vuelto hablar con Camilo, pensé que me escribiría. Decidí no buscarlo y que él lo hiciera, no sabía ni siquiera que le había molestado en realidad. Mientras seguía perdida en las fotos de Rogelio, no podía evitar suspirar y comentarle las fotos que publicaba y aparentemente ya sabía que era yo. En cuanto a Carlos, seguía subiendo historias en sus redes sociales, le comentaba una que otra, me decía que esperaba verme pronto. Me quería invitar a una entrevista que tendría el viernes por la tarde. Me entusiasme tanto que acepte, no lo conocía y aun así me animaba a decir que si, realmente esto era algo raro. Siendo honesta no me gustaba, pero algo me animaba a ir.Era el día de la entrevista, decidí ponerme un pantalón negro con una playera roja. Mi cabello en esta ocasión dejo la rebeldí
Ante la pregunta Carlos se veía nervioso, como si tuviera miedo de responder.— Para nada, aunque digamos que mi situación sentimental es complicada — soltó una pequeña risa.— ¿Complicado?, creo que nos deberías explicar más del tema — volvía a insistir la rubia mientras me veía de reojo.— Te aseguro que en mi nuevo sencillo viene la explicación — respondía de manera astuta, mientras que la rubia se retorcía en su asiento.— Claro, por lo que sabemos tú mismo escribes tus canciones, ¿eso te da algún tipo de ventaja?— Para nada, solo escribo lo que siento y sale la canción sola. Aunque debo dar un agradecimiento a la disquera, que me apoyen de una gran manera.— Que bueno que tengas un gran equipo detrás de ti.Las preguntas seguían, aunque ya no eran tan
— ¿Qué te pasa? — lo alejé de mí — no vuelvas hacer eso.— Solo fue un beso, no exageres Victoria — se tambaleaba un poco.— Pensé por un momento que no, pero estás borracho. No puedes venir así Camilo, te pudo pasar algo.— No debería de importante tanto ratoncito — me daba una sonrisa — Bueno, me voy y muchas gracias por invitarme — iba a salir de casa.— Espera — lo tome de los hombros — no te puedes ir así, no permitiré que te pase algo.— Te preocupas por mi ratoncito — me dio un abrazo muy fuerte — que linda.— Suéltame — odiaba su ligero olor a borracho — primero el baño.Como pude lo lleve a la regadera, quite su camisa y su pantalón.— Bien, quítate lo demás y solo date un regaderazo.
— Olvídalo — se puso de pie y empezó a tomar sus cosas — no tiene caso hablar de él. — ¿Lo conoces?, bueno viste su cara a eso me refiero — me acerqué a él. — Si, lo conozco sin tanto espectáculo. Por eso mismo te digo que no te acerques mucho a él, no creo que tenga las mejores intenciones. — ¿Cuáles intenciones? — no sabía a lo que se refería, ¿de verdad si lo conocía? — No busca nada serio, además, que no te muestra quien es. Eso es muy evidente, no te dejes impresionar — terminaba de acomodar todas sus cosas y se quería acercar a la puerta. — No te vas hasta que me digas lo que realmente pasa — me puse en medio evitando que pasara. — No lo sé todo, solo sé algunos de los rumores que dicen de Carlos. No es mi amigo íntimo ni mucho menos, por eso no te puedo decir algo que no me consta. Solo que no me gustaría que te hiciera algo malo — me tomo de los hombros — entiende. — Me mantendré al margen, pero no me alejaré de é