— ¿Otro lugar? — creo que ya sabía dónde quería llegar Camilo, me agradaba la idea, pero no sabía si podría hacerlo.
— Claro ratoncito, podríamos ir a mi cuarto. Nadie nos verá ni mucho menos sabrán nada, no tienes de que preocuparte — me regalo una sonrisa tierna y tomo mis mejillas — anda ratoncito.
— Es que no quiero algo así, no me gusta lo casual. Pero no puedo negar que me atraes y me gustaría estar contigo — creó que fui demasiado sincera, Camilo no se veía asustado. Al contrario, volvió a besarme.
— Vamos y olvida todo.
Camilo me tomó de la mano, caminábamos entre la gente hasta que llegamos a las escaleras. Íbamos subiendo, entramos a la primera puerta a la derecha. Prendía las luces mientras yo contemplaba el desastre de cuarto que tenía.
— Disculpa el desastre, solo que la señora de la limpieza no ha venido y no soy muy bueno con estas cosas — trataba de escombrar, aunque tiro unos libros.
— Tranquilo — lo ayudé a acomodar los libros, pero se volvieron a caer — soy igual, solo que no tanto. Yo no cuento con nadie de limpieza.
— Dejemos un lado el desorden y comencemos — se acercaba a mí y volvía a besarme, de manera lenta y muy cálida. Hace tiempo que no besaba a alguien y sentía que me regresaba la pasión al cuerpo, me sujetaba a él, tanto que podría sentir su cuerpo sin necesidad de usar mis manos. Me sentía muy bien de estar en esta situación.
Poco a poco me llevo hasta su cama y me tiro con delicadeza. Se recostaba encima y acomodaba mi cabello.
— ¿Tenías esto planeado? — le pregunté viéndolo a los ojos.
— No, pero siendo honesto no pude evitar que me gustabas desde que te mojé. Dudaba que quisieras esto y me siento realmente sorprendido, aunque feliz.
— Te creo, son cosas que pasan.
Sin decir nada volvió a besarme sus manos vagaban por mi cuerpo de manera lenta, no sabía si hacer lo mismo, pero me anime cuando sus besos se volvían con más fuerza, me sentía realmente extraña al sentir mucha emoción dentro de mí. Dejé de pensar cuando subía mi vestido y su mano se iba por mi pantaleta.
— ¿Segura?
— Claro, dale que en estos momentos es lo que más quiero.
Bajo la prenda que me cubría, aunque con las piernas trataba de taparme, las separo quedando totalmente expuesta a él.
— No tengas miedo ni pena, no funcionará así. Ponte más floja.
Tenía razón, aunque estaba excitada me sentía tensa y un poco asustada de no gustarle. Pero él volví a la acción, ahora con sus dedos dando un leve masaje y metiendo con delicadeza, para volver a masturbar. Se quedó bastante entretenido en esa zona por unos minutos.
— Creo que estas lista, me gustaría ir lento contigo. En otras ocasiones podríamos hacer más cosas.
— ¿otras? — pensé que solo sería una vez y después seguiríamos tan amigos, pero parecía que no tenía las mismas intenciones que yo.
Veía como se acercaba a un cajón y sacaba un condón mientras se lo colocaba. Se volvía acercar a mí, seguía solo con la playera y sí que no perdía el tiempo. Levantaba mis piernas y sin más me penetro, aunque solté un leve quejido.
— ¡¿Eres virgen?! — parecía asustado y un poco preocupado — joder, eso si que no me lo esperaba. Yo pensé que tú...
— No — decidí interrumpirlo — esta es mi segunda vez, tranquilo — reí un poco por su cara de susto — dale sigue.
Había disfrutado del momento con Camilo, a pesar de que no había sentimientos en el acto fue muy pasional combinándolo con toques salvajes, pero sin perder la pasión. Sus besos junto con las embestidas me brindaban mucho placer y más cuando posicionaba su lengua sobre mis pechos, no sabía que, si se podría disfrutar de eso, Camilo era totalmente diferente, muy diferente a él.
— Dime ratoncito, ¿te gusto? — mirábamos al techo.
— Claro, me gustó mucho.
— Quiero volver a repetirlo, me gusto igual — tomo mi mano y volteé a verlo — nada sin compromiso y sin amor. Nadie sale herido y seguimos siendo amigos.
— Pensé que solo sería una vez y ya — voltee a verlo y él ya me miraba.
— Puede ser, pero no me gustaría. Eres especial ratoncito.
— Aceptó.
Bajaba por las escaleras, buscaba a Axel. Era hora de irnos, mañana tenemos escuela y aunque él vaya en la tarde tenía que dormir. Lo buscaba con la mirada y solo encontré a Rogelio que se servía una bebida, me miró y se acercó. Traté de hacerme la disimulada.
— Tu amigo ya se fue, lo ayudé a buscarte e incluso te marco por teléfono — apenas lograba escucharlo, el ruido de la música era demasiado y el de la gente más.
— Estaba dormida — se acercaba Camilo — yo la puedo llevar a su casa. Solo que Francisco no haga tonterías.
— Para nada — nos señaló y pudimos ver que estaba con dos chicas en un sofá, se veía que la pasaba bien — fue un gusto Vicky, espero verte pronto — me regalaba una sonrisa.
— Lo mismo digo Rogelio.
Camilo tomaba mi mano y sacada del lugar. Me llevaba al estacionamiento, a un carro azul.
— Sube — decía mientras él abría la puerta y subía.
— No sé si Axel se dio cuenta — dije mientras subía.
— Ese no es asunto mío Victoria — arrancaba. Se notaba serio, ya no me había dicho ratoncito. Aunque creo más que parecía molesto.
Los días habían pasado y no había vuelto hablar con Camilo, pensé que me escribiría. Decidí no buscarlo y que él lo hiciera, no sabía ni siquiera que le había molestado en realidad. Mientras seguía perdida en las fotos de Rogelio, no podía evitar suspirar y comentarle las fotos que publicaba y aparentemente ya sabía que era yo. En cuanto a Carlos, seguía subiendo historias en sus redes sociales, le comentaba una que otra, me decía que esperaba verme pronto. Me quería invitar a una entrevista que tendría el viernes por la tarde. Me entusiasme tanto que acepte, no lo conocía y aun así me animaba a decir que si, realmente esto era algo raro. Siendo honesta no me gustaba, pero algo me animaba a ir.Era el día de la entrevista, decidí ponerme un pantalón negro con una playera roja. Mi cabello en esta ocasión dejo la rebeldí
Ante la pregunta Carlos se veía nervioso, como si tuviera miedo de responder.— Para nada, aunque digamos que mi situación sentimental es complicada — soltó una pequeña risa.— ¿Complicado?, creo que nos deberías explicar más del tema — volvía a insistir la rubia mientras me veía de reojo.— Te aseguro que en mi nuevo sencillo viene la explicación — respondía de manera astuta, mientras que la rubia se retorcía en su asiento.— Claro, por lo que sabemos tú mismo escribes tus canciones, ¿eso te da algún tipo de ventaja?— Para nada, solo escribo lo que siento y sale la canción sola. Aunque debo dar un agradecimiento a la disquera, que me apoyen de una gran manera.— Que bueno que tengas un gran equipo detrás de ti.Las preguntas seguían, aunque ya no eran tan
— ¿Qué te pasa? — lo alejé de mí — no vuelvas hacer eso.— Solo fue un beso, no exageres Victoria — se tambaleaba un poco.— Pensé por un momento que no, pero estás borracho. No puedes venir así Camilo, te pudo pasar algo.— No debería de importante tanto ratoncito — me daba una sonrisa — Bueno, me voy y muchas gracias por invitarme — iba a salir de casa.— Espera — lo tome de los hombros — no te puedes ir así, no permitiré que te pase algo.— Te preocupas por mi ratoncito — me dio un abrazo muy fuerte — que linda.— Suéltame — odiaba su ligero olor a borracho — primero el baño.Como pude lo lleve a la regadera, quite su camisa y su pantalón.— Bien, quítate lo demás y solo date un regaderazo.
— Olvídalo — se puso de pie y empezó a tomar sus cosas — no tiene caso hablar de él. — ¿Lo conoces?, bueno viste su cara a eso me refiero — me acerqué a él. — Si, lo conozco sin tanto espectáculo. Por eso mismo te digo que no te acerques mucho a él, no creo que tenga las mejores intenciones. — ¿Cuáles intenciones? — no sabía a lo que se refería, ¿de verdad si lo conocía? — No busca nada serio, además, que no te muestra quien es. Eso es muy evidente, no te dejes impresionar — terminaba de acomodar todas sus cosas y se quería acercar a la puerta. — No te vas hasta que me digas lo que realmente pasa — me puse en medio evitando que pasara. — No lo sé todo, solo sé algunos de los rumores que dicen de Carlos. No es mi amigo íntimo ni mucho menos, por eso no te puedo decir algo que no me consta. Solo que no me gustaría que te hiciera algo malo — me tomo de los hombros — entiende. — Me mantendré al margen, pero no me alejaré de é
— Tanto como su amiga, no — empezaba a recordar lo que había pasado con el — pero me cae muy bien. — Chicos, vamos a comenzar — se acercó Hugo a nosotros — tienen que colocarse como les indique. Rogelio y Carlos serian parte del triángulo amoroso y yo sería la chica que tendría que elegir entre ellos. Tendrían unas carreras en motocicleta, para resolver su problema amoroso. En unas tomas me acercaban demasiado a los dos, tenía un poco de nervios. El director quería que me viera lo bastante natural y que tratara de verme muy enamorada de los dos. — Relájate — nos habían dado un pequeño descanso y me senté en una silla de plástico a escuchar música. Carlos me extendía un café — ni no tendremos que volver mañana y no creo que a tu amigo Camilo le guste la idea. ¿Qué onda con los hombres?, pensé que no sentían tantos celos. Me daba cuenta de que eso iba más allá de eso, parecía una competencia fría entre los tres, bueno menos Rogelio, que solo me veía com
Volvíamos a grabar, ya faltaban pocas tomas. En algunas escenas seguía cerca de Rogelio, pero más de Carlos, lo cual me hacía temblar de tenerlo tan cerca, sin contar sus manos por mi cintura.— No te pongas nerviosa, esto es profesional —susurro a mi oído — pensé que te la pasarías bien, pero lo estás sufriendo horrible —soltó una pequeña risa.El director aún nos indicaba como posar y como tenía que mirar a Carlos, pero por favor, eso era imposible. No podía verle ni los ojos, eso era algo injusto.— No sé ni quién eres y aun así me piden mirarte como si estuviera enamorada. No pensé que haría eso —trataba de separarme de él, pero me sujetaba aún más.— No hagas berrinche, esto es profesional. Además, no es o
Después de la gran noticia que me daba mama, me apresure para estar lista. Lo que menos quería era llegar tarde, quería causar una buena impresión y no para Camilo en realidad. Me pondría un vestido negro que llegaba a las rodillas, junto con unos zapatos del mismo color. Por primera vez mi cabello cooperaba un poco y de manera sorprendente se había enchinado y lucia fabuloso.*Estoy a una cuadra*Recibí el mensaje de Camilo, sí que se había pasado rápido el tiempo. Tomaba un poco de dinero de mis ahorros, junto con mis llaves y el celular. Al salir de casa Camilo me esperaba a fuera del auto, vestía un traje gris, en esta ocasión sí que lucia diferente y puedo decir que me gustaba como se veía.— Vaya, sí que te ves decente — le daba una sonrisa, mientras que él se acercaba a darme un beso en la mejilla.— Exageras
— Rogelio, ella viene conmigo y yo la invité. Si no, tú hubieras invitado a Victoria — le contesto Camilo, de una manera bastante educada. Sí que no se llevaban tan bien.— Mejor que decida Victoria — Rogelio me dio una leve mirada y tenía ganas de salir corriendo, me estaban poniendo bastante incómoda los dos — ¿qué dices?— Preferiría no presentarme, creo que es mejor si solo voy conociendo a sus amigos poco a poco y espero no les moleste — sonreía de manera un poco nerviosa, mientras todos me miraban.— Opino lo mismo — intervino Alicia — que vaya disfrutando y agarrando ambiente, luego ya vemos como la presentamos — Alicia tomo el brazo de Victoria y la llevaba a la parte de arriba de la casa.— ¿Dónde me llevas? — preguntaba, mientras entrabamos a uno de los cuart