Ya solo me quedaban un par de horas en la hacienda, me había encantado venir. Aunque las situaciones no habían sido las mejores y si, lo digo por Camilo. Aunque lo que me llevo en el corazón es el regalo de Rogelio, la muñeca se había convertido en mi favorita y nunca la soltaría. Lo que no sabía, era si algún día volvería a venir acá, la verdad es que no creo que el señor Ciro quiera que vuelva a venir. Realmente eso me tenía mal, creo que nunca había sido la manzana de la discordia y mucho menos por los celos tontos de Camilo.—¿Ya casi lista?Entraba Alicia a mi cuarto, terminaba de empacar mis cosas.—Sí. Muchas gracias, me gusto venir a tu casa y compartir con tu familia un rato.—Disculpa por lo que paso con Camilo, aunque sé que después de le va a olvidar y todo será como si nada.—¿Estás segura?—Por supuesto, conozco a mi gente y Camilo solo está haciendo un mega berrinche. —Gracias, amiga.Me abalancé para abrazar a Alicia, tenía muchas ganas de hacerlo. —Todo saldrá bien.
—¿Sabes que le pasa a mi mamá? —le preguntaba a Osmar.—No, estoy igual de sorprendido. La verdad no pensé que te agarraría a cachetadas.—Creí que me recibiría de otra manera.—Yo supuse lo mismo—. Osmar comenzó a sacar algunas de mis cosas de la maleta—. Pensé que se emocionaría de verte.Osmar saco la muñeca que me había comprado Rogelio y se le quedó viendo.—¿Y esto? —pregunto sin dejar de ver la muñeca.—Me la regalo Alicia, me gustó mucho.—Esto no te lo dio tu amiga, estoy seguro de que fue alguien más.—¿Por qué?, digo, es solo una muñeca.—Te la dio el tal Rogelio y lo sé por tu cara, te brillan los ojos.—Si, me la dio Rogelio. Pero considero que ya no volveremos hablar, al final de cuentas Camilo siempre será una sombra y no podré acercarme tanto como quisiera.—¿Qué hizo?—Se puso de celoso y su padre se da cuenta de que yo tengo la culpa de que ellos dos no se lleven bien y por ende no me quiere, —No seas tan dura, no es tu culpa que Camilo le tenga envidia a su propio
—No debiste ir a la casa de Julieta, sabes como son.Le había contado a Osmar lo que paso ayer con Julieta y bueno ahora me estaba regañando.—Tenía que hacerlo, además me queda claro que, si se enteraron de que me fui a la casa de Alicia,—¿Ya no hablaste con tu mamá? —pregunto mientras me servía café.—No, vi que salió muy temprano a trabajar y no sentí oportuno hablar con ella.—Habla con ella, no deben dejar las cosas así y menos por tus hermanos.—Es que no sé ni que decirle realmente, sé que tuve la culpa. Pero mamá, se enojó más conmigo porque mis hermanos sabían.—Piénsalo y ve cómo te puedes acercar a tu mamá. Por el momento apúrate, que ya se te hace tarde y no quiero que llegues tarde —decía Osmar de manera chistosa, como si fuera mi mamá.—Claro mamá, como tú digas.Osmar me miro enojado y más cuando comencé a reírme.Estaba por entrar a mi salón, cuando recibí una llamada de Alicia.—¿Qué paso? — pregunté.—Te tengo una mala noticia.De inmediato me alarmé, esperaba que n
—¿Crees que es así de fácil? —pregunte mientras me separaba de él.—¿No es lo que quieres?, vamos, no te hagas la inocente.—Ese es el problema, que no es lo que yo quiero.—Te había dicho ya lo que solo podía ofrecerte.—Lo sé y no es lo que quiero para mí. Espero lo puedas entender.—La verdad no—. Tomaba una botella de vino y se servía en una copa—, ¿quieres?—No tomo.—¿Segura?, ya que supe que si tomaste en la fiesta de los Robles.—Veo que sabes muchas cosas de mí y yo no sé dé ti. Eso me parece injusto, ¿no?—Tú ya sabías que esto pasaría y no me digas que no.Se descubrió un poco la boca para poder tomar.—Si, pero no es por eso por lo que no quiero seguir o empezar con esto.—¿Entonces?, ¿es por alguien?Sentía que Carlos sospechaba que alguien me gustaba, lo que no sabía era si conocía la identidad de esa persona.—Eso es cosa mía.—Eres tan difícil —soltó una carcajada—, pero te daré tiempo. Para que pienses mejor las cosas y decidas bien.—Es que mi decisión está tomada.—
—¡Hasta que llegas! —grito mi mamá. Solamente esperaba que no hubiera visto a Alberto, ya que lo que menos quería eran problemas. —Mamá— murmuré. Entraba a la casa de manera rápida, para que no viera el carro. Pensé que Alberto se marcharía enseguida, pero no fue así. —¿Qué haces todo el día? —preguntaba mi mamá molesta. —Fui a comer helado con un amigo, no le veo lo malo a eso. —Desde que te juntas con esa niña andas muy rebelde, debes saber que no te mandas sola y eso no te queda claro. —No tienes por qué enojarte, únicamente fue un helado. —Ese no es el problema y lo sabes. —¿Entonces?, no voy a salir nunca más por lo que veo. Realmente no quería seguir esta discusión, no era nada agradable estar discutiendo con mi mamá todos los días. —No, por eso decidí que pasaras estar vacaciones en la casa de tu padrino. Te irás con Osmar en cuanto acabe tu semestre. Eso me había caído como agua fría, realmente no me lo esperaba. No es que no quiera a mi padrino, pero no me quería i
Los días pasaban y aunque trataba de aprovechar lo más que pudiera con mis amigos, me era difícil pensar que no los vería, podía ser que estuviera dramatizando un poco, pero sentía un miedo profundo de irme. Esperaba que nada malo pasara durante mi ausencia. Tengo que pensar en positivo, todo estará bien. Habían hecho una pequeña fiesta para despedir a Carlos, parecía que iban a estar todos presentes, me hicieron llegar la invitación y aunque estaba un poco indecisa, Osmar me convenció de ir, incluso me acompañaría. —¿Seguro que se ve bien el negro? —le pregunte mientras me probaba el nuevo vestido que me había comprado. —Te queda bien el negro, eres medio dark. —Vamos, hablo en serio. No empieces con tus bromas. —¿Qué te puedo decir? —pregunto con inocencia—, tal vez por dark le gustaste a Carlos. —Eres un tonto. —Pero un tonto que tiene la razón. —Ojalá le vaya bien en su viaje. —¿Qué va a hacer?, ¿conquistar más mujeres? —Probablemente, bueno si su corta gira se lo permite
Volvía de la escuela, estaba algo cansada, ya que quedaba un poco lejos, pero tan siquiera me distraigo. Dejo mis cosas en el suelo y me acerco al teléfono para revisar las llamadas, veo que hay varias de la casa de Julieta, no sé qué quiera así que desbloqueo mi celular y veo varios mensajes de Miriam diciendo que Julieta se enfermó y que no he ido a verla, que me necesita y no sé qué tantas cosas más. Decido ignorarla y mejor pongo música en la televisión y me pongo a preparar un poco de comida, ya que de nuevo comeré sola.Al terminar me pongo hacer la tarea y pongo la tele normal. Pero me llama la atención un comercial de una marca de ropa, me encanto un vestido blanco con encaje (amo el encaje), pero después cambia a ropa masculina, realmente no me gusta la ropa de hombre así que estaba a punto de volver a mi tarea cuando veo en el comercial a un hombre simpleme
Después de mi clase ya no tengo nada que hacer, así que decidí irme ya a casa, pero mi celular empezó a sonar, me detuve y vi que era Julieta de nuevo, no sé qué quieran en realidad así que mejor le marcó a Fabiola, mi amiga tan loca.— Fabis, no me contestaste el último mensaje — sigo caminando para tomar el transporte.— Perdón, amiga, pero mi más me castigo y tuve tarea. Pero te quería preguntar por la foto del chico que compartiste, ¿de dónde lo sacaste?—¿Compartir? — ya estaba dentro del camión y, tomé asiento — oye espera — salí de la llamada y vi mi perfil, en efecto sin darme cuenta compartí su foto — cierto, que oso.— Pero cuenta, está guapo, buen cuerpo.— Lo vi en un comercial y, busqué su nombre, perfil, fotos y como te dará