Volvía de la escuela, estaba algo cansada, ya que quedaba un poco lejos, pero tan siquiera me distraigo. Dejo mis cosas en el suelo y me acerco al teléfono para revisar las llamadas, veo que hay varias de la casa de Julieta, no sé qué quiera así que desbloqueo mi celular y veo varios mensajes de Miriam diciendo que Julieta se enfermó y que no he ido a verla, que me necesita y no sé qué tantas cosas más. Decido ignorarla y mejor pongo música en la televisión y me pongo a preparar un poco de comida, ya que de nuevo comeré sola.
Al terminar me pongo hacer la tarea y pongo la tele normal. Pero me llama la atención un comercial de una marca de ropa, me encanto un vestido blanco con encaje (amo el encaje), pero después cambia a ropa masculina, realmente no me gusta la ropa de hombre así que estaba a punto de volver a mi tarea cuando veo en el comercial a un hombre simplemente atractivo y con un porte de ensueño, sus ojos castaño claro, su cabello negro con un toque de castaño y una sonrisa que mata a cualquiera y el cuerpo no bueno, era la perfección caída del cielo para los simples mortales.
Durante lo que queda del día no se ve olvida aquel hombre guapo, no sé quién sea ni como se llame, pero sé que llamo mi atención y con eso basta. Nunca pensé que me volvería a pasar después de lo que paso. Trato de borrar eso de mi mente y tomo mi diario para escribir aquel suceso tal vez poco interesante para unos, pero a mí me encanto.
Otro día más en la Universidad, jamás me había sentido tan mal en un lugar, después de lo que paso y sumando que siento que no encajo en este lugar. Voy directo al salón, no me he quitado los audífonos desde que salí de casa y creo que no lo haré hasta que llegue el profesor, tomo mi asiento y espero a que empiece la clase, después de una hora y media llena de aburrimiento, salgo del salón, ya que no tendré clases hasta dentro de tres horas, genial. Maldito horario.
Voy a la biblioteca, ya que es el único lugar en el que puedo estar tranquila, pero en el camino me topo con quien nunca creí, Alexis, vaya sí que no disimula su mirada, siento que me ve y no para de hacerlo. Por fin logro entrar a la biblioteca y desaparezco de su radar.
Decido enviarle un mensaje a Axel.
*Adivina a quien vi*- lo envió de manera inmediata.
*No sé, dime*
*Alexis se me quedó viendo y me molesta que ni lo disimula*
*Se suponía que seguía con su novia*
*Está loco, yo que venía muy feliz el día de hoy :)*
*Cuenta, no me dejes así*
*Ayer vi un modelo en la tele, está bien guapo*
*Te creo, pero los modelos son así no hay nada nuevo en eso*
*Es que este era diferente y ahora que voy pensando siento que lo he visto antes y no de la televisión y revistas*
*Sí que es raro, tal vez como te gusto piensas eso*
*No creo bebé, sé que suena raro, pero es lo que siento*
*Bueno mientras olvides a ese tonto, me da gusto por ti, pero ¿Cómo se llama? *
Cierto, no sabía ni eso y me gustaba el modelo. Bueno esta soy y yo.
*No sé, no decía su nombre*- le respondo con miedo a lo que me diga.
*Pues checa en redes, ve el nombre de la marca y busca, lo más seguro es que lo etiqueten y veas quien es*
Vaya, sí que no se me había ocurrido eso. Pero para eso están los mejores amigos, benditas redes sociales.
*Gracias, te dejó, ya que sé que vas a tener clase, suerte bebé*
Ya no me responde y me imagino que ya se fue a la escuela. Entro a la red social y busco el nombre de la marca, veo las fotos de otros modelos, hasta que veo la del chico que me impresiono ayer, pero no lo etiquetaron, decido buscar más de las fotos, pero nada, voy a las personas que sigue la marca y no veo que lo sigan, genial. Parecía fácil, pero veo que no lo es.
Ahora voy a las fotos en las que han mencionado a la página, veo varias de aquel modelo que me llamo la atención, veo que han etiquetado a varias personas y lo peor es que las etiquetas están todas pegadas y no distingo si aparece algún nombre de hombre, así le doy clic a una y me lleva a una página de club de fans de Rogelio Robles, así que creo que lo encontré o bueno su nombre al menos. Voy a las fotos y veo que son las suyas y aquí si lo etiquetan. Bingo.
Le doy clic y veo su perfil, su nombre es Rogelio Robles, dice que es modelo desde hace 10 años, le encanta el beisbol y hacer ejercicio.
Ya te encontré Rogelio. Le doy a seguir mientras veo sus fotos, algunas son de su trabajo y otras de su vida, parece que vive en una hacienda y tiene una familia grande, por alguna extraña razón me parece familiar donde vive. Voy viendo más fotos y me quede más encantada con él, era un sueño convertido en realidad, era lo que siempre busque.
Como loca, deicidio guardar algunas de sus fotos, puse algunas de portada de mi celular, sé que parece loco, pero había quedado enamorada sin saber quién era. Algunas cosas son así y en especial para mí que soy muy enamoradiza.
Sin pensarlo ya se habían ido las tres horas, así que tenía que volver a mi realidad, pero después de la clase ya podía volver a casa y así poder investigar un poco más de Rogelio, quiero saber quién es y la razón por la cual me parece familiar.
Después de mi clase ya no tengo nada que hacer, así que decidí irme ya a casa, pero mi celular empezó a sonar, me detuve y vi que era Julieta de nuevo, no sé qué quieran en realidad así que mejor le marcó a Fabiola, mi amiga tan loca.— Fabis, no me contestaste el último mensaje — sigo caminando para tomar el transporte.— Perdón, amiga, pero mi más me castigo y tuve tarea. Pero te quería preguntar por la foto del chico que compartiste, ¿de dónde lo sacaste?—¿Compartir? — ya estaba dentro del camión y, tomé asiento — oye espera — salí de la llamada y vi mi perfil, en efecto sin darme cuenta compartí su foto — cierto, que oso.— Pero cuenta, está guapo, buen cuerpo.— Lo vi en un comercial y, busqué su nombre, perfil, fotos y como te dará
En camino a la escuela veía un anime, trataba de la valentía (cosa que en definitiva no tengo), ya llegaría a la estación y tomaba mis cosas. Bajaba con cuidado del camión, mi miedo por caer era demasiados y más si se juntaba con mi fobia a las escaleras. Caminaba rumbo a la entrada de la escuela, la música que salía de mis audífonos le ponía un poco de ambiente a las personas que tenía a mi alrededor. Llegaba al salón de clases y empezaba a acomodar mis cosas, recordaba que hacía acá y cuál era mi propósito. Mamá no quería que estudiara música, mi verdadera pasión.El celular vibraba y era Nora, había terminado la tira de materias el semestre pasado. Parece que venía a arreglar unos documentos y quería verme. Decidí irme a donde estaba mi amiga, la vi sentada en la banca que daba a la puerta principal de la es
Me quedé sorprendida y enojada por lo que acababa de pasar. Estaba totalmente empapada y con una furia dentro de mí.— Disculpa — se acercaba un hombre a mí, era joven y vestía unos pantalones de mezclilla que parecían que el mismo los había roto. Su cabello era un poco desalentado, pero con mucho estilo. Me daba una amplia sonrisa — Te mojé demasiado, no sé cómo podría arreglarlo — no dejaba de sonreír.— Bueno estoy sucias y mojada. No creo que se pueda hacer mucho al respecto — trataba de no enojarme. Pero de verdad que era imposible, mi mamá me mataría si me llegara a ver así.— En eso tienes razón, no puedo hacer mucho ahora — se rascó la barbilla un poco — podría invitarte después a una fiesta o algo. No quiero que pienses que soy un grosero de lo peor.&mdas
Después de la terrible pesadilla, desperté. Eran las ocho de la mañana, tenía que apurarme para poder llegar al concierto. Tenía que lavar la ropa, lo cual odiaba de verdad; en estos momentos extraños mucho más a mamá y la valoró, sé que ella estaría ayudándome y que es muy importante no solo para las labores de la casa, sino también para escucharme y arreglar todo lo que pasa con Julieta.Mientras realizo mis labores, escucho a Carlos. Tiene una voz linda y aunque no cantara, me sonaría como melodías, su voz es totalmente grave y no quiero dejar de escucharla. Ya muero por poder verlo y espero que el misterio de su rostro me sea resuelto. Quiero poder ver quién es y saber si es como me lo imagino. Mi celular vibra y veo que es Tatiana.— Tatiana, ¿qué tal? — dejo la ropa aun lado y me ocupo a contestarle.— Estoy bien,
El concierto empezaba, había salido de la misma forma que lo vimos minutos antes. Se sentó en una silla, tomó su guitarra y empezaría con una canción en acústica, trataba del desamor y a decir verdad la interpretaba con mucho sentimiento. Sí que era talentoso y más al tocar la guitarra, eran caricias que brindaba su mano al instrumento.— Que bueno que pudimos venir — me susurró mi amiga — además que no te quitaba la mirada de encima.— Solo es tu imaginación, me veía como a todos los demás. No tengo nada que pueda ver.— Si tú lo dices — mi amiga me dio una mirada un poco extraña y me di cuenta de que señalaba al escenario. Voltee a ver a Carlos y me miraba, aunque cantara mantenía una sonrisa. Era muy encantador — creó que próximamente tendremos boletos gratis.Decidí no hac
Otro día más, la alarma sonaba y empezaba a odiarla un poco. Pero había quedado de ir a ver a Julieta, la fiesta seria a las cinco de la tarde. Con mucho trabajo me levanto a bañarme, al salir decido ponerme una ropa deportiva y cómoda, no quería que supiera que iría a la fiesta y luego le diga a mi mamá algo que no es.Desayuno un licuado con avena y fruta, me pongo los audífonos y desayuno con toda la calma del mundo, hasta que me doy cuenta de que son las once de la mañana y tengo que apresurarme, quede con mi amigo de verlo a las cuatro para poder llegar juntos.Voy caminando con mis audífonos puestos, creo que son otra parte de mí y sin ellos no podría vivir. Saco las llaves de la casa, veo que sigue igual o más descuidada que antes. Entro y no percibo ni un ruido, camino a la otra puerta y puedo ver a Julieta viendo una película en blanco y negro
— Les presentaré a mi familia — decía Rogelio mientras sonreía — mi hermano es muy mal educado a no presentarlos.— Bueno, comento que alguien lo esperaba. Nos indicó que pasáramos en lo que él llegaba — respondí a Rogelio, no podía dejar de verlo. Parecía un verdadero sueño tenerlo enfrente de mí.— Miren, él es mi otro hermano y se llama Saúl — nos presentaba a un joven de aproximadamente veinticinco años; era algo moreno con ojos marrón y cabello negro.— Un gusto — nos extendió la mano a mi amigo y a mí — no sabía que Camilo tenía amigos en la Ciudad.— Ya sabes que socializa rápido — respondió Rogelio.— Yo pensé que eras la novia — se acercó otro hombre muy parecido a Saúl, ten&iac
— ¿Otro lugar? — creo que ya sabía dónde quería llegar Camilo, me agradaba la idea, pero no sabía si podría hacerlo.— Claro ratoncito, podríamos ir a mi cuarto. Nadie nos verá ni mucho menos sabrán nada, no tienes de que preocuparte — me regalo una sonrisa tierna y tomo mis mejillas — anda ratoncito.— Es que no quiero algo así, no me gusta lo casual. Pero no puedo negar que me atraes y me gustaría estar contigo — creó que fui demasiado sincera, Camilo no se veía asustado. Al contrario, volvió a besarme.— Vamos y olvida todo.Camilo me tomó de la mano, caminábamos entre la gente hasta que llegamos a las escaleras. Íbamos subiendo, entramos a la primera puerta a la derecha. Prendía las luces mientras yo contemplaba el desastre de cuarto que tenía.— Disculpa