Me dirigí al campo de tiro que estaba en el fondo del gimnasio dándome cuenta de que estaba sola y era el mejor momento para ponerme a pensar y a reflexionar acerca de este caótico día.
-Si tan solo pudiera recorrer el tiempo a cuando mi mamá estaba viva…a cuándo era feliz-
Eran pensamientos que todos los días pasaban por mi mente recordando aquellos momentos felices y llenos de mentiras pero que hoy me ayudaban no caer en la locura después de saber mis orígenes y acerca del propósito que me encomendaron desde hace dos años. Mientras empezaba a disparar podía recordar los días en el que todo empezó y el cómo conocía a nuevas personas como a Emilia y al maestro…
-Escucha Valentina tú debes de terminar este entrenamiento para que así empieces con la venganza del Sr. Smith ya que si no te has dado cuenta él está decidido que para que todos tengamos nuestra libertad él debe de matar a ese hombre que le hizo tanto daño. - Me decía el maestro mientras me enseñaba maneras de defenderme.
- ¿Usted conoció a la Señorita Valeria?
-Claro que sí, aunque ya paso muchos años desde que ella murió yo siempre la recuerdo como una gran señorita a la cual el Sr. Smith quería mucho y que cuándo pasó todo lo de su muerte toda esta casa se puso de luto ya que ella siempre ayudaba a cualquiera sin importarle su origen ni su procedencia.
-Maestro lo dice como si a usted lo hubiera ayudado.
-Puede que tengas razón la señorita Valeria ayudó a mi familia sobre todo a mis hermanos a no tener una vida en la calle y a tener una vida mejor… pero cuando ella murió toda mi familia juro ayudar al Sr. Smith a tener su venganza por eso es que yo estoy aquí, pero al verte me recuerdas mucho a ella y me duele que tengas tú que sacrificarte por todos nosotros.
-No es algo que yo quisiera, pero tengo que hacerlo ya que, si no lo hago, yo no tendré la libertad que él me rebató, cuando toda mi vida cambio y sobre todo por convertirme en la peor faceta de mí.
-Por favor, Valentina debes de prometerme que sin importar lo que pase con nosotros tú debes de alcanzar tu libertad para que así tu seas feliz… ya que tú lo mereces.
-Señorita Valentina, perdón por interrumpir, pero ya es hora de su cena. - No me había dado cuenta de que Amelia estaba a mi lado y que era tan tarde.
-Perdón Amelia me perdí en mis recuerdos y perdí la noción del tiempo.
-No se preocupe señorita, pero si es necesario que vuelva a la casa para su cena. -Terminó de hablar mientras caminaba para que yo la siguiera y así volver aquella casa que me esperaba como si fuera una jaula a la cual no podría salir a pesar de miles de intentos que había hecho para huir de aquel destino a la cual me había aventado sin preocuparse si estaba de acuerdo o no.
El día comenzaba cuando Amelia venía a despertarme, pero el día de hoy no pasó eso ya que por toda la noche me mantuve despierta esperando que la hora de levantarse no llegara, mirando el reloj podía darme cuenta de que eran las seis de la mañana y que pronto todos en la casa iban a empezar con su día. Fue ahí en donde decidí mejor levantarme de una vez para así poder arreglar los últimos detalles de la entrevista, así como darle el reporte a Mateo para que estuviera al pendiente sobre la situación.-No importa lo que pase yo debo de hacerlo. - Me dije mientras me levantaba para dirigirme al baño y así poder darme una ducha caliente antes de que Mateo me llamara.Pasaron los minutos mientras me daba esa tan esperada ducha esperando que nadie me molestara y pudiera tener un baño tranquilo, pero como siempre estaba equivocada.-Señorita Valentina buenos días, solo le vengo a dar un mensaje del Sr. Smith…” No puedes fallar en esa entrevista, si tú fallas lo lamentarás
-Realmente si soy ingenua ya que se me había olvidado tu verdadera naturaleza y que sin importar cuanto daño le hagas a las personas tú nunca te vas a detener a pensar si es correcto no. Pero tienes razón yo no te fui útil para revivir a tu hermana, pero si lo soy para acabar con él, así que si ya no tienes nada que decir me retiro. - Dije mientras salía lo más rápido posible de aquella habitación a la cual no volvería jamás.Bajaba las escaleras lo más rápido posible hasta que me tope con Hugo mirando que yo estaba llorando.-Señorita Valentina ¿se encuentra bien? -Preguntó mientras me detenía para ver mi estado.-Si lo estoy Hugo solo que a veces suelo llorar. - Sonreí mientras me limpiaba mis lagrimas para que así Hugo no hiciera más preguntas.-Dime Hugo cuales son los reportes del día de hoy. - Hugo solo me miro por unos segundo inmóvil hasta que reaccionó.-Si lo siento, pero los aún no hay ningún reporte acerca de los equipos por eso solo venia i
- ¿Esta el señor Cornel en su oficina? -Preguntó la señorita mientras yo miraba cada parte de aquel piso dando cuenta que solo se encontraba la oficina del él y los cubículos de Ana, Sofia y uno vacío que era el en el que yo iba a trabajar.-Si esta ¿quieres que le diga que vienes con la nueva asistente? -Dijo Ana mientras tomaba el teléfono para comunicar sobre que estaba yo ahí para verlo.-Me dice el señor que pasen.La señorita abrió la puerta y yo solo sin pensarlo entré mirando que él estaba ahí sentado mirando unos papeles como lo hacía Mateo, pensando que, aunque los dos se odiaran hacían las mismas cosas.-Buenas tardes Sr. Cornel, disculpe por molestarlo cuando está muy ocupado, pero aquí le presento a su nueva asistente, su nombre es Valentina García Contreras y estará con usted medio tiempo ya que ella es una estudiante. - Dijo mientras él dejó los documentos que tenía en su mano al escritorio mirándome fijamente mientras yo le devuelvo una
-Y dime Valentina ¿Cuál es tu puesto en la compañía de mi esposo?-Aplique para la pasante de asistente personal del Sr. Cornel por lo que empezaré a trabajar el lunes, aunque solo será medio tiempo porque debo de ir a la universidad y con el trabajo debo de pagar la colegiatura del siguiente semestre. – Dije esperando tener compasión de parte de ella para que así los planes sigan su curso.-No puedo creer que debas tu mantenerte a ti misma para seguir estudiando y aparte debas de mantenerte para poder vivir, realmente al verte me doy cuenta de que eras una gran chica y si me lo permites me gustaría ayudarte en lo pueda.-Gracias señora Ximena de verdad, pero no me gustaría que usted pensara que solo busco aprovecharme de usted o algo parecido, ya que si algo me enseñó mi madre es que cada uno debe hacerse responsable de sus propios asuntos sin la necesidad de alguien más. – Al terminar de decirlo no podía evitar recordar que si mi madre mi hubiera dado es
-Señorita Valeria puede usted pasar a verla, pero solo le pido que sea cuidadosa, ella aún se encuentra en un estado delicado.-Gracias señorita. – Dije mientras la enfermera me mostraba el camino que llevaba a la habitación de mi media hermana.Al abrir la puerta pude ver a una frágil chica sentada en su cama mirando la ventana.- ¿Valentina? – Pregunté para que ella volteara su atención hacia mí.- ¿Tú quién eres?-Soy quien más deseaba que llegara el momento de poder concerté en persona.Al acercarme pude notar que esa chica tenía unos rasgos muy hermosos, pero que se podía notar su cansancio.- ¿Qué haces tú aquí?-Quería conocerte ya que una persona me dijo sobre tu existencia y tenía tantos deseos de conocerte ya que me contaron sobre tu enfermedad.Un instante después, escuché una gran explosión que provenía de la parte de abajo del hospital.Así que sin dudarlo salí a buscar a mi guardaespaldas que se encontraba en
“Si estás leyendo esto es porque yo ya no me encuentro a tu lado…En estos momentos eres una persona responsable que puede valerse por sí misma…. Pero, sin importar lo responsable que seas tú, necesitas a alguien que cuide de ti, por eso quiero pedirte que cuando llegue un hombre a la puerta de nuestra casa lo recibas, porque esa persona es la que se va a encargar de ti. Por favor cuídate y confía en él … por favor perdóname, realmente no tenía opción”.Cuando leí esta carta que se encontraba entre las cosas de mi madre que hace poco falleció por un accidente automovilístico me sorprendí ya que no podía entender lo que mi madre estaba pensando. No sabía a lo que se refería en ese momento, hasta que escucho que alguien toca la puerta de la casa.¡Toc toc! -La verdad no quería comenzar así contigo, pero necesitas saber en qué situación te encuentras en este momento niña. - dijo alguien detrás de la puerta.Intuí que era el hombre al que se refería mi madre, aunq
Toc, toc!- ¿Quién es? - Pregunté mientras limpiaba mis ojos de las pocas lágrimas que habían quedado.-Soy Amelia, señorita valentina.-Ah pase señorita Amelia. - dije mientras se abría la puerta y miraba como Amelia traía una bandeja que contenía un plato lleno de comida y un vaso lleno de agua.-Le traigo la cena espero que pueda comer, aunque sea un poco. - dijo Amelia mientras ponía la bandeja en el buró que estaba al lado de la cama.-Gracias Amelia no debiste de haberte molestado. En estos momentos no tengo hambre.-Debería de comer algo señorita. En estos momentos es más cuando debe de encontrarse más fuerte que nunca.-En estos momentos no tengo ninguna fuerza. Quisiera desaparecer en estos momentos…No tenia las ganas de seguir hablando con Amelia, pero en esos momentos note como alguien estaba abriendo la puerta. No fue muy difícil saber de quien se trataba. Era Mateo.-Amelia, retírate. - Dijo Mateo mientr
Al pasar las horas y al estar llorando por toda la frustración que estaba conteniendo me quedé totalmente dormida sin darme cuenta, hasta que escucho que alguien toca mi puerta.-Señorita Valeria, soy Amelia, el Sr. Smith me pidió que la preparará, ya que el Sr. Castelló va a llegar para conocerla.No sabia que hora era, ya que me había quedado dormida y estaba hecha un caos.-Está bien Amelia, solo dame un momento para arreglarme, y salgo.Me levanté y me miré en el espejo que estaba en la pared. Tenía mis ojos hinchados de tanto llorar.Entré al baño que estaba en la habitación y al abrir la llave de la tina rogaba porque mis ojos se deshincharan. No quería que nadie me mirara así.Termine mi baño mientras dejaba que el agua corriera por mi cuerpo. No quería pensar en nada hasta que escucho como Amelia tocaba la puerta del baño. -Señorita Valentina, el Sr. Smith quiere verla en su despacho y me pidió que le dejara unas prendas para