- ¿Esta el señor Cornel en su oficina? -Preguntó la señorita mientras yo miraba cada parte de aquel piso dando cuenta que solo se encontraba la oficina del él y los cubículos de Ana, Sofia y uno vacío que era el en el que yo iba a trabajar.
-Si esta ¿quieres que le diga que vienes con la nueva asistente? -Dijo Ana mientras tomaba el teléfono para comunicar sobre que estaba yo ahí para verlo.
-Me dice el señor que pasen.
La señorita abrió la puerta y yo solo sin pensarlo entré mirando que él estaba ahí sentado mirando unos papeles como lo hacía Mateo, pensando que, aunque los dos se odiaran hacían las mismas cosas.
-Buenas tardes Sr. Cornel, disculpe por molestarlo cuando está muy ocupado, pero aquí le presento a su nueva asistente, su nombre es Valentina García Contreras y estará con usted medio tiempo ya que ella es una estudiante. - Dijo mientras él dejó los documentos que tenía en su mano al escritorio mirándome fijamente mientras yo le devuelvo una
-Y dime Valentina ¿Cuál es tu puesto en la compañía de mi esposo?-Aplique para la pasante de asistente personal del Sr. Cornel por lo que empezaré a trabajar el lunes, aunque solo será medio tiempo porque debo de ir a la universidad y con el trabajo debo de pagar la colegiatura del siguiente semestre. – Dije esperando tener compasión de parte de ella para que así los planes sigan su curso.-No puedo creer que debas tu mantenerte a ti misma para seguir estudiando y aparte debas de mantenerte para poder vivir, realmente al verte me doy cuenta de que eras una gran chica y si me lo permites me gustaría ayudarte en lo pueda.-Gracias señora Ximena de verdad, pero no me gustaría que usted pensara que solo busco aprovecharme de usted o algo parecido, ya que si algo me enseñó mi madre es que cada uno debe hacerse responsable de sus propios asuntos sin la necesidad de alguien más. – Al terminar de decirlo no podía evitar recordar que si mi madre mi hubiera dado es
-Señorita Valeria puede usted pasar a verla, pero solo le pido que sea cuidadosa, ella aún se encuentra en un estado delicado.-Gracias señorita. – Dije mientras la enfermera me mostraba el camino que llevaba a la habitación de mi media hermana.Al abrir la puerta pude ver a una frágil chica sentada en su cama mirando la ventana.- ¿Valentina? – Pregunté para que ella volteara su atención hacia mí.- ¿Tú quién eres?-Soy quien más deseaba que llegara el momento de poder concerté en persona.Al acercarme pude notar que esa chica tenía unos rasgos muy hermosos, pero que se podía notar su cansancio.- ¿Qué haces tú aquí?-Quería conocerte ya que una persona me dijo sobre tu existencia y tenía tantos deseos de conocerte ya que me contaron sobre tu enfermedad.Un instante después, escuché una gran explosión que provenía de la parte de abajo del hospital.Así que sin dudarlo salí a buscar a mi guardaespaldas que se encontraba en
“Si estás leyendo esto es porque yo ya no me encuentro a tu lado…En estos momentos eres una persona responsable que puede valerse por sí misma…. Pero, sin importar lo responsable que seas tú, necesitas a alguien que cuide de ti, por eso quiero pedirte que cuando llegue un hombre a la puerta de nuestra casa lo recibas, porque esa persona es la que se va a encargar de ti. Por favor cuídate y confía en él … por favor perdóname, realmente no tenía opción”.Cuando leí esta carta que se encontraba entre las cosas de mi madre que hace poco falleció por un accidente automovilístico me sorprendí ya que no podía entender lo que mi madre estaba pensando. No sabía a lo que se refería en ese momento, hasta que escucho que alguien toca la puerta de la casa.¡Toc toc! -La verdad no quería comenzar así contigo, pero necesitas saber en qué situación te encuentras en este momento niña. - dijo alguien detrás de la puerta.Intuí que era el hombre al que se refería mi madre, aunq
Toc, toc!- ¿Quién es? - Pregunté mientras limpiaba mis ojos de las pocas lágrimas que habían quedado.-Soy Amelia, señorita valentina.-Ah pase señorita Amelia. - dije mientras se abría la puerta y miraba como Amelia traía una bandeja que contenía un plato lleno de comida y un vaso lleno de agua.-Le traigo la cena espero que pueda comer, aunque sea un poco. - dijo Amelia mientras ponía la bandeja en el buró que estaba al lado de la cama.-Gracias Amelia no debiste de haberte molestado. En estos momentos no tengo hambre.-Debería de comer algo señorita. En estos momentos es más cuando debe de encontrarse más fuerte que nunca.-En estos momentos no tengo ninguna fuerza. Quisiera desaparecer en estos momentos…No tenia las ganas de seguir hablando con Amelia, pero en esos momentos note como alguien estaba abriendo la puerta. No fue muy difícil saber de quien se trataba. Era Mateo.-Amelia, retírate. - Dijo Mateo mientr
Al pasar las horas y al estar llorando por toda la frustración que estaba conteniendo me quedé totalmente dormida sin darme cuenta, hasta que escucho que alguien toca mi puerta.-Señorita Valeria, soy Amelia, el Sr. Smith me pidió que la preparará, ya que el Sr. Castelló va a llegar para conocerla.No sabia que hora era, ya que me había quedado dormida y estaba hecha un caos.-Está bien Amelia, solo dame un momento para arreglarme, y salgo.Me levanté y me miré en el espejo que estaba en la pared. Tenía mis ojos hinchados de tanto llorar.Entré al baño que estaba en la habitación y al abrir la llave de la tina rogaba porque mis ojos se deshincharan. No quería que nadie me mirara así.Termine mi baño mientras dejaba que el agua corriera por mi cuerpo. No quería pensar en nada hasta que escucho como Amelia tocaba la puerta del baño. -Señorita Valentina, el Sr. Smith quiere verla en su despacho y me pidió que le dejara unas prendas para
-Señorita Valentina es hora de levantarse.Su voz logro despertarme. Aún no podía abrir totalmente mis ojos, pero al ver su rostro, recordé el lugar donde estaba. A pesar de haber pasado dos años aun no podía acostumbrarme a mi nueva vida.-Gracias Amelia. En un momento me levanto. Al notar que Amelia seguía a un lado mío, no pude seguir acostada. Me levante a pesar del cansancio que aún tenía por el entrenamiento anterior.Al tomar el vaso de agua que siempre Amelia preparaba todos los días. Note que Amelia quería decirme algo…-Señorita el Sr. Smith desea verla para el reporte de cada mañana.-Está bien Amelia…en cuanto termine de arreglarme bajaré.Amelia se despidió y salió de la habitación. Dejándome a solas para poder arreglarme.Al levantarme y asomarme por la ventana me daba cuenta de que el tiempo ya había pasado. En estos dos años mi personalidad y mi mentalidad había cambiado. Sabia que la venganza que deseaba t
En ese instante supe que esos agentes se encontraban adentro.Me apresure a caminar hasta donde se encontraba de pie el maestro. - Buenos días, maestro. - Saludé mientras podía escuchar demasiado ruido proveniente de las profundidades del gimnasio que cambio mi vida-Tenemos muchas cosas de que hablar. Vamos a estar muy ocupados a partir de hoy.Al verlo y escucharlo entendía que mi vida de nuevo había cambiado. A partir de hoy nuestros planes empezaban.Necesitaba organizar a los nuevos agentes que esperaban dentro. El maestro no estaba tan feliz al verlos, pero sabia que era necesario tener mas personal.Al entrar al gimnasio podía ver como todos los agentes estaban esperando. Todos lucían tan calmados, pero a la vez preocupados.En ese instante, un agente dio un paso adelante para poder hablar. - Señorita Valentina la hemos estado esperando. Es necesario saber nuestras ordenes para poder hacer correctamente nuestro trabajo. E
- ¿Estás segura de que te vas a meter en esa compañía para hacer todo lo que tenemos planeado…más bien para hacer lo que él quiere que tu hagas? -Él me preguntó mientras me miraba gentilmente y con una pequeña preocupación.-Se que te había dicho que no quería que este día llegara, pero no tengo otra opción, si no hago lo que él dice yo nunca podre ser libre o más bien nadie de esta casa podrá ser libre y feliz.-Lo sé, pero no quiero que te pase algo o que estés en peligro por culpa de él.-Emilio cuida bien lo que dices porque si no lo has olvidado él fue quien tomó la decisión de que te quedaras en esta casa para que tu fueras mi apoyo y cómplice de todo esto.-Por favor Valentina tu y yo sabemos que él no me quiere aquí, y si el tomó esa decisión fue porque cuando tú me conociste en aquel callejón de la ciudad vio la oportunidad de utilizarme y que sin tu ayuda yo nunca había dejado las calles así que si me preguntas a quien le tengo que agradecer esa per