En Chablis, los veranos son calurosos y parcialmente nublados y los inviernos son muy frío, ventosos y mayormente nublados. Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de -0 °C a 26 °C y rara vez baja a menos de -6 °C o sube a más de 32 °C. Ese día en especial se podía sentir la suave brisa de agosto.
—De acuerdo, será París, sólo debes prometerme que sacarás excelentes calificaciones y te graduarás con honores. Eres mi hijo ejemplar, sólo espero que Bromelia siga tus pasos. Aiden casi se atraganta con su desayuno, al ver cómo su padre cede tan fácilmente ante su petición. A Aiden le invade una felicidad que lo arropa. De una cosa Aiden estaba seguro, en París nadie (o casi nadie) lo discriminará por sus rasgos andrógino, disfrutará de la moda, las comidas, las bebidas y se tomará miles de fotos cada vez que tenga una oportunidad, y tendría muchos amigos, además disfrutará su soltería porque no quiere volver a abrirle su corazón a nadie, así se evitaría el sabor amargo de lo que conlleva a una rotura emocional y críticas interminables por su apariencia. Aiden se levanta de su silla y abraza a su papá súper contento, a pesar de sus veinticinco años parecía más a una chica de algunos veinte años, sus rasgos andróginos destacaban haciéndolo ver como una chica a kilómetros, a eso se le suma que Aiden es de complexión pequeño (5”2) y delgado, pesando solo 110 libras, además no tiene brazos ni abdomen definidos. —¿No es una broma papá?—pregunta aún sin creerlo. —No. No es una broma Aiden, pero quiero resultados no cuentos, de lo contrario me tendrás que devolver cada centavo trabajando como un animal en el viñedo. —Bien, trato hecho, papito lindo—le extiende el dedo meñique para sellar el trato. Aiden se pasó las siguientes semanas buscando entre las mejores universidades y encontró muchas buenas reseñas de la Universidad de París P.S. Envío toda su información personal y documentación personal y escolar, llenó el formulario de admisión y lo contactaron en las siguientes cuarenta y ocho horas. —¿Ya tienes todo empacado?—le pregunta Bromelia a su hermano mayor mientras se come un pastel de manzana en su escritorio. —Si. —¿Estas seguro de sólo llevar una mochila y una maleta? —Sólo voy a firmar unos papeles de ingreso, no se que tan grande será la habitación que me darán, ni cómo será mi nuevo compañero de cuarto, quiero estudiar el terreno, además quiero cambiar mi guardarropas, todo es muy tedioso, no estoy acostumbrado a dormir en otra cama que no sea mía, pero haré el intento de adaptarme. —Que delicado eres. —Si vuelves a mencionar la palabra delicado, te saco por las orejas de mi cuarto—la amenaza con un zapato en la mano. —Jejeje, perdón se me chispoteó. Ven te ayudo para que no digas que tu hermana es un cero a la izquierda. En ese momento Aiden se puso a pensar como había sido su vida hasta ahora. Durante los estudios del jardín de niños, la primaria y secundaria en su pequeño pueblo, Aiden sufría constantemente de bullying por sus facciones muy afeminadas, muchos se burlaban de su apariencia y siempre vivían comparándolo con una chica. Nunca tuvo novia en la primaria, porque parecía una, y al terminar la secundaria, con dieciocho años, una chica de nombre Florencia, se acercó a él un día y le pidió que fuera su novio, nunca se besaron en el tiempo que estuvieron saliendo, pero Aiden se sentía feliz con su supuesta relación, él siempre le compraba presentes y la llevaba a comer a dónde ella le pedía, además casi siempre le pedía dinero, ella siempre tenía un problema, una situación o algo que comprar. Por suerte, un día de primavera, Bromelia su hermana menor, salió al centro del pueblo a visitar a sus amigas, ese día Aiden estaba muy enfermo de gripe y le había dicho a su novia por teléfono que no podría verla ese fin de semana porque no quería enfermarla. Bromelia salía de una heladería con sus dos mejores amigas Franchesca y Cynthia, cuando vio a Florencia en un callejón besándose y tocándose íntimamente con el mejor amigo de Aiden, Bromelia quería matarlos pero sus amigas la detuvieron, en cambio la grabaron en esa situación comprometedora. Los vídeos y fotos de su infidelidad fueron vistos primero por los padres de Aiden y luego por el mismo Aiden cuando se recuperó de su gripe. Aiden estuvo semanas encerrado, culpándose así mismo, por no tener el físico varonil de su mejor amigo Bryan Farad, pero sus padres estuvieron a su lado y le hicieron entender que esa chica solo estaba con él por todo lo que obtenía. —No es tu culpa hijo, ella sólo es una aprovechada y oportunista, en estos dos años sólo fue una chupasangre—le dijo su madre al verlo con el rostro enterrado en la almohada, mientras acariciaba su pelo sedoso que le llegaba a la mitad de la espalda. —Así es hijo, definitivamente encontrarás a tu media uva, más adelante, esa chica nunca me cayó bien—lo consuela su padre. Estuvo deprimido por mucho tiempo y no volvió a tener novia. Un año atrás, Aiden decidió escuchar a su corazón y salir de su depresión por si mismo, pero en cambio, también decidió no abrirle su corazón a nadie, se dedicó a ayudar a sus padres en el negocio vinícola hasta que llegara su verdadera princesa y convertirla en su futura esposa. París en septiembre marca la transición del verano al otoño, y la ciudad exhala un encanto especial. Las temperaturas aún son agradables, y la ciudad se llena de una luz dorada. Es un momento ideal para disfrutar de la calidez y la tranquilidad antes de la llegada del otoño. El año académico en París, empieza en septiembre y se acaba a fines de agosto. Los meses de julio y agosto se dedican generalmente a las vacaciones de verano, y la activad está muy baja durante esos meses. Muchas escuelas doctorales cierran durante el mes de agosto. Las formaciones y las clases tienen lugar entre septiembre y junio. Sin embargo, si te matrículas, no ibas a seguir el calendario de vacaciones universitarias y tendrías 5 semanas de vacaciones a distribuir a lo largo del año. Aiden salió temprano en tren desde Borgoña hasta París, su viaje duró casi dos horas. Vestía pantalones jeans anchos, una camisa azul celeste, zapatos de vestir y una chaqueta ancha para verse más grande y menos femenino, y por si se le hacia tarde afuera, no pasar frío de regreso a su apartaestudio. Al llegar a la Universidad París P-S, fue directo a información. Le indicaron dónde estaba el edificio de admisiones, hizo un poco de fila y luego de quince minutos le llega su turno. —Buenos días, soy Aiden Romero Heureaux Da’ Grava, vengo por la admisión para la carrera de administración hotelera. Una señora de algunos cuarenta años le da otro formulario y le indica que tome asiento y que cuando termine pase por caja a pagar los depósitos de ingreso. Aiden tenía una gorra puesta para no llamar la atención, pero igual la gente se le quedaba mirando indiscretamente. Luego de pagar la cuota de ingreso, le dan la llaves de su dormitorio y le dan una hojita con un croquis de cómo llegar, pero antes le piden que pase aún auditorio en dónde le darían una charla de la carrera que eligió. El eligió uno de los asientos que estaban en la parte de atrás, puso su maleta a un lado y se dispuso a prestar atención a todo. —Está universidad es una universidad pública francesa situada en la ciudad de París, especializada en los estudios de derecho, economía, ciencias políticas, geografía, administración, historia y filosofía. Somos una excelente academia para estudiantes nacionales y extranjeros, contando actualmente con 38.400 estudiantes activos de ellos él 17% de estos son extranjeros—les explica el maestro de inducciones académicas. —Hola, buenos días. Disculpa ¿Está ocupado este asiento?—le pregunta una chica con acento americano. —No. Adelante, puedes tomarlo—le dice Aiden mientras retira su mochila con un muñequito de felpa en forma de panda colgando del zipper. —¿Tiene rato que empezaron?—se acomoda en el asiento continuo, dejando su maleta al lado de la de Aiden. —No. Apenas empezaron. —Que bueno, perdí mucho tiempo llenando el papeleo. Aiden vuelve a mirar al frente, pero por el rabillo del ojo nota como la chica saca su celular para tomar fotos y videos de todo. El se cubrió un poco más con la gorra y se acomodó el cubre bocas. Luego de una charla de dos horas. —Como contamos con poco tiempo, ya que tenemos estudiantes extranjeros y deben acomodarse aún en sus dormitorios, tendremos la mesa con los diferentes profesores de las materias de la carrera de administración de Hotelería y turismo, pueden pasar y ellos estarán respondiendo sus preguntas. Para terminar les agradezco a todos por elegirnos como su centro de estudios, nos comprometemos en darle estudios de calidad para que sean formados y capacitados para manejar cualquier tipo de negocio de tipo turístico. Aiden estuvo conforme con todas las explicaciones. Recoge todos los folletos y pancartas y lo mete a su mochila junto a su computadora portátil. La chica vuelve y se le acerca haciendo un poco más de conversación. —¿Solicitaste alojamiento?—le pregunta la chica, deseando tenerla como amiga. —Si, aunque yo vivo a dos horas de aquí, en Borgoña, no quiero viajar a diario. —Yo vengo de Canadá, solicité alojamiento. Tu inglés es perfecto e imagino que hablas francés Por tu acento. Por cierto me llamo April Harrison—le extiende la mano. —Me llamo Aiden Heureaux, también hablo español gracias a mis abuelos —le dice él omitiendo su segundo nombre y su segundo apellido. —Es un nombre muy bonito. —Tu nombre también es muy bonito —le devuelve Aiden. Ambos tuvieron química al instante, caminaron juntos hasta salir del auditorio. Aiden mira su reloj y nota que tiene bastante tiempo para turistear un poco en los alrededores. April acompaña a Aiden, también tenia tiempo libre antes de que le entregarán su alojamiento en el campus. Los dos recorren el campus y les encanta todo, fueron a la enorme biblioteca y sus ojos quedaron encantados ambos son lectores empedernidos, podían devorar varios libros en poco tiempo. Aiden se sintió bien en compañía de April, ella era muy comunicativa, sabía francés igual que él, inglés y español, de sentía muy a gusto, así que no vió la necesidad de mantenerse detrás de la mascarilla, se la quitó para tomar un poco de agua de su botella. April se quedó impactada por lo hermosa que se veía, rostro hermoso y una piel de porcelana. Salieron de la librería y al pasar por los baños Aiden le dijo a April, que lo esperara porque que iría por un momento al baño, April tomaba en ese momento una llamada, cuando alza la vista nota que Aiden va directo al baño de los hombres, ella cuelga la llamada de repente y corre tras ella, pensando que se a equivocado de baño. —¡Oye, espera, ese no es el baño de damas!—le grita, antes de agarrarlo por el brazo y señalarle el baño de mujeres. Aiden se da cuenta que todo el tiempo ella pensó que él era una mujer. El sólo suspira y retira la mano de la chica de su brazo. —Yo no soy una chica, soy varón—le explica tranquilamente con una sonrisa timida. April se llenó de vergüenza y se inclina a repetidas veces pidiendo excusa por su error, llevándose las manos a la boca. —Tranquila, no pasa nada estoy acostumbrado a que me confundan con una chica por mi físico y mi voz. Voy al baño y cuando regrese te explicó mejor, si ya no quieres ser mi amiga por esto lo entenderé ¿De acuerdo? —le dice antes de girarse sobre sus talones y dejarle sola. Ella se quedó muda. Nunca imaginó toparse en su primer día con un chico tan bonito, que parecía una chica, ella también entró al baño pero de chicas. Cuando Aiden salió no la encontró, suspiro profundo pensando que su primera amiga se había escapado y no quería tener nada que ver con élDe alguna forma Aiden se sintió triste al no ver a April .—¡Oh ya estás aquí!—le dice April mientras toca su hombro.—Pensé que te habías ido.—No soy de las que abandonan a sus amigos jejeje, yo también fui al baño, me disculpo por no darme cuenta antes de que eres un chico.Ella piensa que es un chico muy lindo al que le gustaría llegar a conocer y quien sabe…tal vez tener como novio porque Aiden realmente es su tipo.—No es tu culpa, debí darte mi nombre completo, tengo una condición de rostro andrógino, tengo muchos rasgos femeninos y mi complexión física no es de mucha ayuda, mi tamaño también es un problema mido 5’2 y peso 110 libras con veinticinco años.—Eso es increíble, pareces de veinte.— ¿No te molesta ni te incomoda tener a un amigo con mi apariencia?—No, para nada, en mi país hay muchos casos de chicos andróginos. Me agrada que seamos amigos, eres mi primer amigo.April terminó de dar el tour junto a Aiden en el campus, para luego despedirse, y buscar cada uno su habi
El aire frío de París atravesaba las ventanas del aula de la Universidad de París, donde Aiden yacía sentado en su habitual lugar junto a la ventana un día después de su primer encuentro con Hendricks. Había sido un día largo y complicado, con clases que parecían interminables, pero Aiden encontraba su pequeña escapatoria observando las hojas de los árboles que caían lentamente en los jardines de la universidad. La melancolía que sentía lo reconfortaba, permitiéndole sumergirse en pensamientos que iban más allá de la rutina diaria.—Aiden me presta tus tareas?—pregunta April— Las mías las olvidé en mi escritorio.—Por supuesto, aquí estan —Aiden le pasa sus apuntes y vuelve a mirar por la ventana.Para cualquiera que no lo conociera de cerca, Aiden era un misterio. Con su largo cabello rubio platinado, que casi llegaba a la cintura, y sus ojos grises, semejantes a la plata líquida, proyectaba una imagen etérea y única. Su cuerpo delgado y su piel pálida le daban una apariencia femeni
Esa tarde, mientras Aiden se preparaba para el paseo por el mercado navideño, sus pensamientos seguían atormentándolo. Al verse en el espejo, no podía evitar preguntarse cómo Hendricks lo vería realmente. ¿Era simplemente un chico con un estilo único, o había algo más que él aún no había descubierto?Se sentía atrapado en un laberinto de dudas y emociones. Aiden se viste con unos vaqueros holgados, unas botas blancas para la nieve, un t-shirt, una bufanda blanca y un abrigo que lo cubriría del frio.Al llegar al mercado para comprar su lista de regalos, por casualidad se encontró con Hendricks. La atmósfera era festiva y mágica. Los colores vibrantes de las decoraciones y el aroma de los dulces navideños llenaban el aire. Pero, a pesar de la alegría que lo rodeaba, Aiden no podía dejar de sentir la presión de ser visto como algo que no era.Hendricks, al caminar a su lado, seguía riendo y hablando sobre su familia, mientras Aiden sonreía y asentía, tratando de ocultar su conflicto int
El aire de diciembre estaba impregnado de emoción y expectativa, y la universidad de París parecía más viva que nunca. Con la llegada de las fiestas navideñas, el campus se había llenado de luces brillantes y el bullicio de los estudiantes se intensificaba. Aquella noche, algunos amigos de Hendricks habían organizado una fiesta en un bar cercano, un lugar popular entre los estudiantes donde la música y el ambiente festivo prometían una noche memorable. Hendricks invito a Aiden, pero él no le aseguro que asistiría. En horas de la tarde, casi poniéndose el sol, Aiden se encontraba en su habitación, observándose en el espejo. Se había puesto una camiseta ajustada y unos jeans que le daban un aire casual, pero la ansiedad lo invadía, no sabía que hacer con su pelo tan largo y lacio, así que se amarro una cola alta con una liga dejando caer algunos mechones y terminó poniéndose una gorra de beisbol negra. Para él se veía con un aire de chico metalero, pero la realidad es que parecía una
Hendricks bajo el calor del momento y pensando que sus palabras de afecto y seducción ayudarían al ambiente, decide abrir la boca y expresar lo que Aiden lo hace sentir. —Eres tan deliciosa, que me vuelves loco. Tenía tantas ganas de hacer esto desde que te vi. Nunca había probado unos labios tan dulces y suaves en una chica— murmura Hendricks muy excitado, casi al borde de la locura, lo que lleva a Aiden a intervenir. Había olvidado por completo que Hendrick cree que es una chica por su aspecto y su voz. —Espera…soy un chico—murmura en voz baja— ¡Espera un momento... Hendricks escúchame!—levanta la voz al ver qué Hendricks seguía besándolo, talvez por los tragos en su cabeza— Soy hombre. Un hombre con rasgos andróginos —continuó Aiden, sintiéndose más vulnerable que nunca, mientras se incorpora y se sienta en el sofá —. Creí que te habías dado cuenta. No soy lo que piensas. No soy una chica. Hendricks abre sus ojos como platos por la sorpresa, pero se sorprende a sí mismo sentir
La Nochebuena se acercaba rápidamente y, con ella la Navidad y un aire de alegría y expectativas. Aiden había estado esperando este momento, y no solo porque las festividades navideñas lo emocionaran, sino porque había decidido invitar a Hendricks a pasar el fin de semana en su casa en Chablis, Borgoña, para también celebrar su cumpleaños. La idea de compartir esa parte de su vida con Hendricks lo llenaba de entusiasmo, pero también de nerviosismo. Aiden se había mantenido ocupado y sólo intercambiaban algunos besos castos como despedida o cuando llegaba al apartaestudio. El compró el regalo de Hendricks y su familia. Siempre era Hendricks quien daba el primer paso. Pensó en llevarlo poco a poco a su terreno, él quería que Aiden tomara el papel de chica, quería que él fuera el Omega, el de abajo, el que recibe, el dominado, al que le dan como cajón que no cierra, como había leído en algunos textos y mangas. Finalmente, llegó el día luego de una semana donde casi no coincidían pero
El sonido suave de la respiración de Hendricks llenaba la habitación.Aiden lo observaba en silencio, su pecho subiendo y bajando lentamente bajo la manta. Estar tan cerca de él, sin las barreras de la universidad y las responsabilidades, le hizo darse cuenta de lo mucho que significaba Hendricks para él. Su cuerpo estaba relajado, pero su mente iba a mil por hora.Aiden se giró hacia la ventana, donde las estrellas brillaban en lo alto. El silencio de la noche rural contrastaba con el bullicio de la ciudad. Había algo pacífico en estar allí, en su hogar, con Hendricks a su lado. Sin embargo, su corazón latía con fuerza.«¿Por qué me siento tan inquieto?»— se pregunta Aiden. Cerró los ojos, tratando de calmar su mente, pero su cercanía hacía que sus pensamientos se desborden, su cuerpo reaccionó y se avergonzó al instante. Su solución fue regresar al baño y masturbarsë para aliviarse a sabiendas de que no olvidaría jamás ese "accidente" en su baño. Cuando se lavó regreso a la cama y
El primer día del nuevo semestre llegó con la misma mezcla de emoción y nerviosismo que Aiden había sentido el año anterior.Las calles de París estaban abarrotadas de estudiantes, muchos de ellos regresando de sus vacaciones de invierno. La atmósfera era vibrante, llena de expectativas y nuevas oportunidades.Aiden se sentía algo diferente, un poco más seguro, pero el eco de sus sentimientos por Hendricks aún resonaba en su corazón. Su fin de semana fue fabuloso y aunque no volvieron a besarse tan seguido, por temor a ser descubiertos, piensa que más adelante podrán tener su espacio y aprender a disfrutarse de esa manera.Aiden entró en el campus, observando a sus compañeros charlando animadamente sobre sus vacaciones. En la mañana se despidió de Hendricks que tenía una materia a tempranas horas. Su mente estaba llena de recuerdos del Año Nuevo, de las palabras que había compartido con Hendricks. Aunque había un aura de esperanza, también había incertidumbre. ¿Podría realmente abrirs