Hendricks bajo el calor del momento y pensando que sus palabras de afecto y seducción ayudarían al ambiente, decide abrir la boca y expresar lo que Aiden lo hace sentir.
—Eres tan deliciosa, que me vuelves loco. Tenía tantas ganas de hacer esto desde que te vi. Nunca había probado unos labios tan dulces y suaves en una chica— murmura Hendricks muy excitado, casi al borde de la locura, lo que lleva a Aiden a intervenir. Había olvidado por completo que Hendrick cree que es una chica por su aspecto y su voz. —Espera…soy un chico—murmura en voz baja— ¡Espera un momento... Hendricks escúchame!—levanta la voz al ver qué Hendricks seguía besándolo, talvez por los tragos en su cabeza— Soy hombre. Un hombre con rasgos andróginos —continuó Aiden, sintiéndose más vulnerable que nunca, mientras se incorpora y se sienta en el sofá —. Creí que te habías dado cuenta. No soy lo que piensas. No soy una chica. Hendricks abre sus ojos como platos por la sorpresa, pero se sorprende a sí mismo sentir que no le molesta ni le da asco haberlo besado o tocado. —Yo…no lo sabía…ni siquiera había escuchado hablar de ese término, pero ahora que lo sé… nunca había besado o estado con un chico, sólo con chicas, pero no me molesta en absoluto el que te haya besado o deseado— le confiesa con su erección latente entre sus pantalones al punto de doler y querer desahogarse. El no quiere que las cosas terminen ahí, pero ve lo nervioso que está el chico a su lado. Se nota que es la primera vez que está con alguien así.—¿Es... tu primera vez? —Nunca he explorado esto antes, pensé que era hetero y no he pensado en estar con un chico, hasta que te conocí. Menos aún en tener sentimientos por uno. He sufrido por amor una vez en el pasado y me cuesta abrir mi corazón. He estado en situaciones donde las traiciones y el acoso escolar me hicieron construir muros alrededor de mí. Me costó abrirme y, aun así, no sé si estoy listo. El rostro de Hendricks se tornó serio, y Aiden sintió una punzada de miedo. Pero lo que vio en los ojos de Hendricks no fue desprecio, sino comprensión y una profunda conexión. —Aiden, eso no cambia cómo me siento por ti, yo no tengo prejuicios. Ahora que se que eres un chico, me sigues gustando, estoy dispuesto a esperar porque eres tú—dijo Hendricks con sinceridad—. No quiero presionarte, yo tampoco había besado a un chico antes. Aiden sintió una mezcla de alivio y confusión. Había temido que su confesión cambiaría todo entre ellos, pero la respuesta de Hendricks le dio esperanza. —No sé cómo manejar esto. Me siento atraído por ti, pero no sé si estoy listo para lo que eso significa —respondió Aiden, su voz apenas un susurro. —Lo entiendo. También a mí me ha tomado por sorpresa—dijo Hendricks, con su voz tranquila y serena, tal vez mareado por los tragos. Aiden sonrió débilmente, sintiendo una conexión más profunda con Hendricks. Sabía que la situación era complicada, pero en el fondo, también sentía que había algo especial entre ellos que no podía ignorar. —Somos amigos, compañeros de cuarto y podemos conocernos mejor, lo importante es que nos llevamos bien y sentimos química —añade Aiden nervioso. —Estoy de acuerdo... siento que por hoy es suficiente, tomamos mucho y aunque me encantan tus besos y quiero más que sólo besarte…mañana despertaremos con la mente más clara. Pero no quiero que me apartes, quiero que me atesores y sigamos conociéndonos. En el pasillo que daba a su habitación, Hendricks caminaba a su lado, sonriendo, ya tendría tiempo de hacerlo suyo. Aun se le hace difícil creer que ha besado a un chico y que encima le gustaba demasiado, tal vez porque se trata de Aiden. Si fuera otro hombre sería imposible y ni borracho, nunca se interesó en personas del mismo sexo, él está claro de que es Heterosexual y que le encanta meterlo, le fascinaba escuchar los gemidos de las novias que tuvo, mientras la embestía en la intimidad, le gustan las mujeres delicadas y tímidas, pero con Aiden la regla se acababa de romper, aunque era similar a una chica, no puede ignorar de que su amigo tiene lo mismo que él entre las piernas, aunque si a Aiden no le importa ser penetrado por detrás no habría ningún problema, el problema estaría si Aiden desea meterselo en algún momento. Hendricks piensa que debe informarse mejor del tema e indagar sobre la relación entre dos hombres antes de querer continuar. Saber mejor los gustos de Aiden y ver cómo se va desarrollando todo. Lo bueno es que la relación entre dos hombres ya no es tabú, ni es tan mal visto siempre y cuando sea discreto en público. Pero de una cosa estaba seguro, quería poseerlo y hacerlo suyo, dominarlo y escuchar sus gemidos debajo de su cuerpo suplicando por más. Aiden miraba hacia adelante, sintiendo mariposas en el estómago, mariposas que no llegó a sentir cuando tuvo su primera novia en Borgoña. Sabía que había muchos desafíos por delante, pero también había algo de emoción en el aire. Quizás, solo quizás, estaba listo para explorar lo que significaba estar con Hendricks, y eso le daba un destello de esperanza. A medida que se acercaban al dormitorio de Aiden, el chico sintió una mezcla de nerviosismo y expectativa. El futuro era incierto, pero sabía que no estaba solo. Hendricks estaba a su lado, dispuesto a acompañarlo en este viaje. —El veinticinco de este mes es mi cumpleaños, no iré a Italia esta navidad… ¿Te gustaría que la pasáramos juntos? — Hendricks lo mira directo a los ojos, mientras sostiene el picaporte de su habitación que da frente a la habitación del francés. —Iré a casa…mis padres me esperan, tenemos un viñedo y en estas fechas hay mucho trabajo, debo ayudar a mis padres, ya compré el boleto del tren, pero si gustas y no tienes ningún problema puedes venir conmigo, no te vas a aburrir, mi familia es muy pintoresca, le encantaría la idea de que lleve a alguien, así no te la pasas solo aquí… me encargare de que te diviertas en Chablis… y así la pasamos juntos. —Me encantaría conocer Borgoña, si te ofreces a ser mi guía personal, además e escuchado que los mejores vinos provienen de Chablis, como buen catador de vinos italianos, tu viñedo se sentirá halagado por tenerme—agrega Hendricks con una sonrisa, mientras se acerca a Aiden y le planta un suave beso en los labios, para que recordara que estaba dispuesto a ir un poco más lejos. La vida en París estaba a punto de volverse más interesante, y Aiden se sintió emocionado por lo que vendría. Se dieron las buenas noches y cada uno entro a su cuarto. En su habitación Aiden corrió a su cama y tomando su almohada se cubrió el rostro para ahogar sus gritos de emoción. Luego de estar pensando una y otra vez en los besos que compartió con Hendricks se quedó dormido sin siquiera tomar una ducha. Por otro lado Hendricks al cerrar su puerta, miro sus pantalones, ese bulto entre sus piernas definitivamente no dejará que concilie sueño alguno, sabiendo lo que debía hacer, mete su mano en sus pantalones y comienza a masturbarse pensando en los besos con Aiden, imaginando sus labios de fresa rodeando su erectö pënë. —Aiden...Aiden—susurra Hendricks mientras su excitación alcanzaba su punto máximo. No pasó mucho tiempo y los jugos de Hendricks salieron disparados empapando su mano. —Carajo...no creo que esto sea suficiente— susurra el italiano, mientras ve el líquido blanquecino entre sus dedos y su penë tan duro como una roca. Luego de una ducha larga y masturbarse de nuevo, se dió por vencido y cayó en su cama, soñando por primera vez con la persona que desea; Aiden.La Nochebuena se acercaba rápidamente y, con ella la Navidad y un aire de alegría y expectativas. Aiden había estado esperando este momento, y no solo porque las festividades navideñas lo emocionaran, sino porque había decidido invitar a Hendricks a pasar el fin de semana en su casa en Chablis, Borgoña, para también celebrar su cumpleaños. La idea de compartir esa parte de su vida con Hendricks lo llenaba de entusiasmo, pero también de nerviosismo. Aiden se había mantenido ocupado y sólo intercambiaban algunos besos castos como despedida o cuando llegaba al apartaestudio. El compró el regalo de Hendricks y su familia. Siempre era Hendricks quien daba el primer paso. Pensó en llevarlo poco a poco a su terreno, él quería que Aiden tomara el papel de chica, quería que él fuera el Omega, el de abajo, el que recibe, el dominado, al que le dan como cajón que no cierra, como había leído en algunos textos y mangas. Finalmente, llegó el día luego de una semana donde casi no coincidían pero
El sonido suave de la respiración de Hendricks llenaba la habitación.Aiden lo observaba en silencio, su pecho subiendo y bajando lentamente bajo la manta. Estar tan cerca de él, sin las barreras de la universidad y las responsabilidades, le hizo darse cuenta de lo mucho que significaba Hendricks para él. Su cuerpo estaba relajado, pero su mente iba a mil por hora.Aiden se giró hacia la ventana, donde las estrellas brillaban en lo alto. El silencio de la noche rural contrastaba con el bullicio de la ciudad. Había algo pacífico en estar allí, en su hogar, con Hendricks a su lado. Sin embargo, su corazón latía con fuerza.«¿Por qué me siento tan inquieto?»— se pregunta Aiden. Cerró los ojos, tratando de calmar su mente, pero su cercanía hacía que sus pensamientos se desborden, su cuerpo reaccionó y se avergonzó al instante. Su solución fue regresar al baño y masturbarsë para aliviarse a sabiendas de que no olvidaría jamás ese "accidente" en su baño. Cuando se lavó regreso a la cama y
El primer día del nuevo semestre llegó con la misma mezcla de emoción y nerviosismo que Aiden había sentido el año anterior.Las calles de París estaban abarrotadas de estudiantes, muchos de ellos regresando de sus vacaciones de invierno. La atmósfera era vibrante, llena de expectativas y nuevas oportunidades.Aiden se sentía algo diferente, un poco más seguro, pero el eco de sus sentimientos por Hendricks aún resonaba en su corazón. Su fin de semana fue fabuloso y aunque no volvieron a besarse tan seguido, por temor a ser descubiertos, piensa que más adelante podrán tener su espacio y aprender a disfrutarse de esa manera.Aiden entró en el campus, observando a sus compañeros charlando animadamente sobre sus vacaciones. En la mañana se despidió de Hendricks que tenía una materia a tempranas horas. Su mente estaba llena de recuerdos del Año Nuevo, de las palabras que había compartido con Hendricks. Aunque había un aura de esperanza, también había incertidumbre. ¿Podría realmente abrirs
La noche avanzó, y Aiden no pudo soportar la tentación de seguir observando. En un impulso, decidió volver a su apartamento. Necesitaba pensar, necesitaría encontrar un modo de superar estos sentimientos que lo estaban consumiendo.Una vez en casa, se sentó en la cama, con la cabeza entre las manos. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Hendricks y April bailando juntos se reproducía en su mente. El sonido de las risas, la cercanía de sus cuerpos, lo llenaba de una tristeza que no podía explicar.Intentó distraerse, encendiendo su computadora y navegando por internet, pero no pudo concentrarse en nada. Tenía que aclarar sus pensamientos y tomar una decisión.Esa noche, Aiden escucho la puerta principal abrirse, él se levantó del escritorio y se paró detrás de su puerta, definitivamente era Hendricks y no estaba sólo, April estaba con él, las risas retumbaban en todo el aparta estudio.—Jejeje, eres pesado Hendricks...te llevaré a tu habitación solo dime cuál es.—Es la puerta d
Una tarde, mientras Aiden estaba en el aparta-estudio , escuchó el timbre de su teléfono. Era Hendricks, que estaba llamando. Aiden sintió una mezcla de alegría y ansiedad.—¡Hey! —respondió Aiden, tratando de ocultar su nerviosismo, mientras doblaba su ropa luego de un día de lavadera— saliste temprano que no te vi.—¡Aiden! Si...tenia algunas cosas que hacer y llegaré tarde hoy tengo algunas materias en la noche, álgebra y aritmética a las 8 de la noche—dijo Hendricks, sonando un poco tenso—. Quería hablar contigo sobre algo, ahora tengo un descanso de una hora, sé que cuando llegue posiblemente estés dormido.—Claro, ¿qué sucede? —preguntó Aiden, sintiendo que la curiosidad le llenaba el pecho.Hendricks hizo una pausa.—En realidad, estaba pensando en algo. ¿Qué te parece si planeamos un viaje a la playa, pero en Italia, antes de graduarnos?Aiden se sorprendió. —¿A la playa? ¿Te refieres a la playa de Portofino?—Sí, justo eso. Quiero que veas cómo es mi hogar en Italia. Mis padr
El sol comenzaba a ocultarse tras las montañas cuando Aiden y Hendricks llegaron a Portofino.El pequeño pueblo costero aparecía ante ellos como una postal viviente: casas coloridas colgando sobre el acantilado, calles empedradas que serpenteaban hasta el puerto, y el mar Mediterráneo que se extendía hasta el horizonte, reflejando los últimos rayos dorados del día.El trayecto desde el aeropuerto de Génova había sido un recorrido pintoresco, con las ventanas del coche ofreciendo vistas de viñedos, olivos y acantilados. Aiden no podía dejar de admirar el paisaje, aunque una parte de él seguía lidiando con el asombro de estar allí, a punto de vivir unos días que prometían ser inolvidables.—¿Estás nervioso? —preguntó Hendricks, rompiendo el silencio mientras el coche descendía por la sinuosa carretera que los llevaba hacia la costa.—Un poco —admitió Aiden—, pero es más emocionante que otra cosa. Nunca pensé que acabaría aquí… contigo.Hendricks le lanzó una sonrisa tranquila mientras e
Aiden respiró hondo, mirando a Hendricks a los ojos, sintiendo el peso de lo que estaba a punto de decir. El sonido suave de las olas golpeando la orilla y el cielo teñido de tonos naranjas y violetas creaban un ambiente casi mágico. El rostro de Hendricks cambio de entusiasmo a tristeza en segundos.— Quiero lo mejor para ti...me encanta tu familia y estarán mejor con mi plan si lo piensas a profundidad, ese es tu objetivo y se convirtió en el mío, por eso se me ocurrió esta idea, no es porque te Heche al menos o no te crea capaz de salir adelante sin mi ayuda es solo que sería muy muy feliz, y quiero verte feliz a ti también.Al ver Aiden que Hendricks no se daría por vencido, sabe que no se callaría hasta escuchar una respuesta en ese momento. —Mi respuesta es que sí, aunque...—dijo finalmente, con una sonrisa tranquila— acepto todo lo que me has dicho . No sé qué nos depara el futuro...pero quiero que sea contigo... además concuerdo contigo a mi familia le iría mejor con su colab
Tiempo presente.* final del flash back.El penthouse compartido de Aiden y Hendricks estaba decorado con globos y serpentinas de colores que aún recordaban la reciente celebración del cumpleaños número 25 de Hendricks. Los ecos de risas y música aún reverberaban en las paredes, pero la mayoría de los invitados ya se habían ido, dejando a los dos amigos en un ambiente íntimo y tranquilo.La luz suave de la lámpara iluminaba sus rostros, y la atmósfera estaba impregnada de una mezcla de alegría y nostalgia.Aiden recogía algunos vasos vacíos de la mesa cuando Hendricks se acercó, todavía vestido con su elegante camisa de celebración. Mientras ambos se movían por la habitación, Hendricks lo jala por el brazo y Aiden tropezó. En un intento de equilibrarse, empujó accidentalmente a Hendricks, quien a su vez perdió el equilibrio. Ambos cayeron al suelo en un torbellino de risas y cuerpos entrelazados.La caída fue rápida, pero el momento se alargó. Aiden miró a Hendricks a los ojos, y en u