Contenido +18.

Llegamos a casa de James y decido bajar rápidamente del vehículo, para ser sincera, no tengo ganas de pelar más con el; estoy segura de que solo serán gritos y más gritos. En una ocasión ya tuvimos una discusión fuerte y James término yendose a dormir a otro lado; yo mejor me regresé a mí departamento y depués James me anduvo buscando por todos lados como loquito. Yo lo sé, posiblemente somos muy exagerados al discutir pero esto es porque ninguno de los dos aceptamos nuestra parte de culpa y para nosotros, el culpable siempre será el otro. De cierta manera, somos demasiado orgullosos pero créanme que eso no esta para nada bien, llegará un día en el que vamos a discutir demasiado feo y nos vamos a cansar de esta situación, después ya no vamos a querer estar juntos y todo lo bonito que teníamos se habra ido en una discusión de diez minutos. 

Abro la nevera y encuentro un poco de pastel, decido sacarlo para comermelo, la verdad muero de hambre y aunque tenía antojo de otra cosa, tendré que comer lo que hay e iré a descansar. 

- Tenemos que hablar, no me parece prudente estar ignorandonos todo el tiempo. - Dice James entrando a la cocina con el pijama puesto. 

- Bien, dime. - Respondo prestandole atención. 

- Solo estoy tratando de comprender la situación, cuando llegamos y logramos abrir, ustedes estaban demasiado felices, tú traías puesto el sueter de el, después el te abrazo y ustedes se despidieron pero quedaron en hablarse por teléfono. 

- De acuerdo pero vamos por partes ¿sí? - Digo tomando asiento en la barra. 

Comienzo a explicarle a James como pasaron las cosas realmente, en realidad me siento demasiado tranquila porque no hice nada malo y tampoco fueron planeadas las cosas que pasaron. 

- Entiendo, es solo que me molesta que mí esposa este con otro hombre que no sea yo. 

- James, tú siempre convives con mujeres y no digo nada. - Digo haciendo un puchero. 

- Ven aquí. 

James toma mí mano y me hace caminar hasta que llego a sus brazos, me abraza y me dejo llevar por su cariño y su aroma tan único. 

- Espera un momento. - Digo separandome sin soltarme de su agarre. 

- ¿Qué sucede ahora? - Pregunta confundido. 

- ¿Me llamasté tú esposa?

- Sí, no eres mi novia, estamos casados, por si no te habías enterado. - Dice sonriendo un poco. 

- Pero creo que es la primera vez que me dices así. - Digo con emoción. 

- Pero siempre demuestro que eres mí mujer en todos lados. 

- Que mentira. - Digo riendo. 

Comienzo a subir para ir a la habitación, les prometo que se me van a cerrar los ojos en cualquier momento. Escucho los pasos de James detras de mi entro a la habitación pero no me tomo la molestia de prender la luz. Siento como las manos de James me toman de la cintura y detiene mis pasos, siento como pega su cuerpo al mío. 

- ¿Qué haces? - Pregunto nerviosa. 

- Solo voy a hacerte una pequeña demostración. - Siento su aliento chocar con mí nuca gracias al moño que me hice en el cabello. 

- ¿Demostración de qué James? 

- De que eres mí esposa y mí mujer. 

James me gira e inmediatamente me besa, yo correspondo a su beso de manera suave, James lentamente mete sus manos debajo del sueter que aún traigo puesto y puedo sentir su suave caricia en mí piel. 

- Estoy odiando que aún tengas ese suéter puesto. - Dice sobre mis labios. 

Se separa y de inmediato me quita el suéter, lo observo por algunos segundos con la poca luz natural que hay en la habitación, me acerco y quito su playera que usa para dormir. Les prometo que el torso de James es demasiado perfecto, es de los mejores que he visto y eso que trabajo con modelos. 

James me hace retroceder poco a poco hasta que mí espalda toca la pared, me encierra con ambas manos y vuelve a besarme, comienza a bajar lentamente mí falda y se toma el tiempo de acariciar mis piernas conforme va bajando, también reparte uno que otro beso en ellas y me hace sentir mil cosas. James aprovecha y quita también mi blusa, se separa unos segundos y me observa de arriba hacía abajo, la pena llega a mi pero no lo demuestro. 

James se sienta en la cama y me jala hasta que quedo sobre sus piernas, abrazando su cintura con mis piernas, el comienza a acariciar mis piernas y cadera. Sube ambas manos y quita mí sujetador, sus labios llegan a mi cuello y comienzan un suave recorrido hacía mis pechos, se detiene en cada uno de ellos besandolos con cariño y pasión. Aviento mi cabeza hacía atras para darle un mejor acceso a mi piel mientras coloco mí mano sobre el miembro de James y comienzo a acariciarlo con delicadeza; James me regala un gruñido. 

- No aguanto más. - Dice y me acuesta en la cama. 

Saca rápidamente la poca ropa que nos quedaba a cada uno y se posiciona sobre mí. Lo observo un poco y muerdo mi labio, James se acerca para besarme y tiro un poco de su labio cuando lo siento entrar en mí ser. James comienza sus movimientos un poco suaves y conforme va pasando el tiempo, aumenta la intensidad; de vez en cuando me besa, besa mi piel. 

Ambos hacemos ruidos de placer cuando llegamos a nuestro punto máximo, James se queda inmovil en la misma posición recuperando un poco el aliento. 

- Me encantas. - Dice acostandose a mí lado. 

- Me encantas también. - Digo sonriendo un poco. 

James me acerca a el tomandome de la cintura, yo abrazo también su cintura y coloco mí cabeza en su pecho que emana calor. 

- Buenas noches preciosa. 

- Buenas noches celoso. - Sonrío y James suelta un suspiro.