James vuelve a juntar nuestros labios, juego un poco con las puntas de mís dedos haciendo un recorrido por su espalda, sigo a sus hombros y por último me quedo en su cabello. James se dedica a acariciar mí pierna con una mano mientras que con la otra mano se entretiene sosteniendo mí cintura. 

- Jenny ¿estás dormida? - Escucho del otro lado de la puerta y ambos nos sepramos lo más rápido que podemos. 

Tomo una bata y me la coloco, con un poco de pena voy a abrir la puerta para ver de quien se trata. 

- ¿Qué sucede? - Pregunto con la respiración un poco agitada. 

- ¡Oh por Dios! acabo de interrumpir una gran escena de setzo. - Dice Leila emocionada y riendo. 

- Se dice sexo Leila, y no, no interrumpiste nada de eso. - Digo sintiendo calor en todo el cuerpo por la pena. 

- ¿Y por qué estas tan roja? - Pregunta con burla. 

- Cállate mejor, ve a dormir, mañana tenemos cosas que hacer. 

- Usen protección. - Dice un poco fuerte y sale corriendo a su habitación sin esperar mí respuesta. 

Entro a la habitación y veo a James sentado en la cama, en su rostro hay una sonrisa burlona y me observa con curiosidad. 

- Tú rostro te ha delatado. - Dice con burla. 

- No sé de que hablas James, en mí rostro solo se refleja el cansancio que tengo. - Respondo mientras me coloco ropa para dormir. 

- No me parecio ver eso antes de que llegará a interrumpir Leila. - Responde cruzando los brazos. 

- Duérmete ya James. - Digo metiendome a la cama con la poca vergüenza que me queda. 

....

Despierto por el sonido de la alarma de mí celular, abro bien los ojos y busco a James con la mirada pero no lo encuentro. Me levanto y entro al baño con una bolsa de ropa que traje para hoy. 

Salgo lista con un short negro, una blusa negra, un reboso rojo con negro, me coloco un sombrero y unas botas negras que quedan por arriba de mís rodillas , tomo un bolso cartera negro y mis gafas de sol. 

Al bajar, me encuentro con la familia de James desayunando muy animadamente, todos me saludan con una linda sonrisa en los labios y yo les correspondo. 

- Mí hermano estuvo hablando por el teléfono con Samantha mientras salía para irse a trabajar. ¿Estabas enterada? - Comenta Carol situandose a mí lado para que solo nosotras escuchemos. 

- ¿Con Samantha? Pensé que ya no había comunicación entre ellos. - Digo mientras acomodo mí cartera y me coloco los lentes. 

- Yo escuche que hablaba con ella, James ni siquiera me vio pero por lo que escuche, iban a ir a desayunar juntos. 

- Bueno, entonces nos vemos al rato. Disfruten el desayuno, gracias y te quiero mucho cuñada. - Digo despidiendome y salgo para subir al carro de James. 

La verdad voy a ir directamente a su trabajo, espero ya no encontrarme con Samantha, ultimamente me pone los pelos de punta y no quiero terminar mal ahí. Un día puede ser una buena mujer, sabe actuar de manera inocente e incluso te hace sentir que puedes confiar en ella; pero en cualquier otro momento, te demuestra que es una mujer que en cualquier momento puede aprovechar la oportunidad de hacer algo en tú contra, eso, es ser hipócrita. 

Llego al edificio y decido dejar el carro afuera, estoy segura de que no voy tardar mucho en salir de aquí. 

Subo al elevador y justo recibo un mensaje de texto de Leila. 

Leila: Samantha esta aquí, ven pronto. :/

Sonrio ante el mensaje de Leila, eso quiere decir que no tiene mucho que llegaron a la oficina. Salgo del elevador y camino directo a la oficina de Leila, obvio es más importante mí amiga que James. 

- Volaste. - Dice al verme. 

- Carol me dijo en la casa que los escucho hablando por teléfono, tú mensaje llegó cuando yo estaba en el elevador.- Respondo riendo un poco. 

- Entonces ve y pelea lo tuyo. - Dice con emoción. 

- Estas loca Leila. - Digo riendo y salgo de su oficina. 

¡El momento ha llegado! Entro a la oficina de James sin tocar, de inemdiato veo a Samantha sentada en las piernas de James, bueno, por lo menos no se estan besando pero estoy segura de que eso ya sucedio. 

- ¿Interrumpo en el nido de amor? - Samantha se ponde de pie inmediatamente que escucha mí voz. 

- Solamente conversabamos. - Dice Samantha nerviosa. 

- Seguramente la silla no es muy comoda para ti nena. - Digo tomando asiento frente a James pero observando a ambos. 

- ¿Qué sucede? - Pregunta James un poco nervioso. 

- Adiós he, sí quisiera hablar contigo, ten por seguro que iría hasta tu casa Sam. - Digo observandola con un poco de burla y ella sale de inmediato de la oficina. 

- Vine a pedirte que vayamos a desayunar juntos. - Digo tratando de verme lo más tranquila posible. 

- ¿Desayunar? Preferiría que mejor fuéramos a comer juntos, la verdad no desperté con mucho apetito hoy. 

- ¿De verdad? Que raro James, normalmente en las mañanas es cuando más hambre tienes. 

- Pero desayuné un poco en casa. - Responde nervioso. 

- Como digas James, no fue exactamente lo que me dijeron pero bueno. - Respondo con burla y James lo nota. 

El sonido de mí celular interrumpe nuestra conversación, al sacarlo, veo que es una llamada del empresario Stephen, el mismo chico que me pidió la sesión de fotos para su empresa de lencería. 

- Buenos días. - Respondo de inmediato. 

- Buenos días señorita Jenny, estaba observando la ciudad y me he preguntado que tan ocupada se encontrará está mañana . - ¡Dios! Su voz es realmente sensual. 

- No estoy nada ocupada. - Respondo sonriendo. 

- ¿Está bien sí paso por usted para ir a desayunar? Me gustaría tratar algunos temas de trabajo. 

- No se preocupe, yo llego al lugar. Dígame en donde y con gusto estaré ahí. 

- Le enviaré la ubicación. - Dice y cuelga. 

- Bueno James, me avisas sí se va tu familia para irme a mí casa o sí debo regresar a la tuya, esperemos que no. - Digo mientras me pongo de pie. 

- ¿A dónde vas? - Pregunta poniéndose de pie. 

- Iré a desayunar, alguien más me ha invitado y debo irme. 

Salgo de su oficina sin esperar respuesta, al salir, veo a Samantha en la oficina que James le presto; no lo dudo ni un segundo y decido entrar a su oficina. 

- Que sea la última vez que te veo en la oficina de mí esposo. - Digo frente a ella. 

- El me invitó a pasar. - Dice mirandome. 

- No te pregunté, simplemente te estoy diciendo que no quiero volver a verte ahí dentro. 

- No es mí culpa que no puedas tenerlo al cien en la cama Jenny, por eso busca a alguien más; mejor dicho, por eso me busca a mí. - Dice con burla. 

- Mínimo cobra por tú trabajo Samantha. - Su sonrisa se borra y salgo de su oficina.