Alanna es echada de su casa por su padre, quien furioso reniega de ella, cuando descubre que está embarazada y no tiene idea de quién pueda ser el padre de su hijo. Con unas pocas pertenencias toma un autobús para alejarse de la casa que su madre le dejó al fallecer. Casi ocho años después un vivaz niño, acompañado de su hermana melliza interrumpe el camino de un hombre acompañado de dos guardaespaldas y que, a primera vista cumple todos sus requisitos, es guapo, elegante y se nota que es rico. –Señor, ¿tiene un momento? –¿Qué quieres niño? –¿Puede ser nuestro papá por un día?
Leer másCarlos Luis escuchó lo dicho por el padre de Alanna y solo deseaba poder tener un momento para darle la noticia a su jefe, ahora miraba a Sullivan y quería molerlo a golpes, no concebía que un padre resultara tan egoísta que interviniera en el logro profesional de su única hija impidiendo su graduación.Se prometió a sí mismo investigar al rector de esa universidad porque iba a pagar con creces el haberse dejado llevar por Sullivan Baker. –Debo retirarme unas horas –anunció Carlos Luis. –¿Qué van a hacer con nosotros? –preguntó Audrey. –¿Cuánto tiempo nos retendrán aquí? –quiso saber Sullivan.
Carlos Luis fue bastante intimidante cuando se presentó en la habitación del hotel donde se hospedaba Sullivan Baker, él protestó alegando que iba de regreso a California, no obstante, haciendo gala de su imponente figura, sus palabras secas y la señalización del arma que tenía en su costado, logró persuadirlo de que la mejor opción era acompañarlo.Sin embargo, Baker no deponía su arrogancia y cada cinco segundos preguntaba que, adónde lo llevaban, sin obtener ninguna respuesta por parte de Carlos Luis, quien ni siquiera lo miraba.Estacionaron frente a un edificio de ladrillos rojos con unas escaleras de metal que daban a una pesada puerta de hierro, afuera se encontraban otros vehículos y dos hombres armados custodiaban la entrada, Sullivan miraba todo alrededor y comenzó a inquietarse, entonces preguntó:&nb
Al oírlo llamarlo así y ver su rostro iluminado con su sonrisa alegre, volvió al primer instante en que lo conoció, definitivamente algo lo hizo detenerse ese día, un algo que hoy reconocía al mismo tiempo que lo agradecía con todas sus fuerzas.No se había planteado nunca ser padre, la idea de crear una familia ya la consideraba afianzada con su madre, sus hermanos y sus sobrinos; pero ese pequeño que tenía ante él había robado su atención en un momento y para siempre. Zak junto a su hermana Erin se convirtieron en su mundo irremediablemente.Su pecho se inflamaba al escucharlos decirle “papá”, era la sensación más increíble; había disfrutado, a lo largo de su vida empresarial, de una gran cantidad de triunfos, homenajes, alabanzas, pero nunca lo hicieron sentir tan pleno como sus dos pequeños dándole ese título
En poco tiempo Kurt regresó a la oficina de Theo sosteniendo unos documentos e interrumpiendo el viaje al pasado que su amigo había hecho en su mente. –Resuelto el problema de personal y estos son los contratos con las dos empresas, revisados y firmados por mí, trabajaremos con las dos, nos darán a sus hombres más experimentados para cumplir con creces nuestro compromiso con la defensa. –Gracias amigo, necesito salir de aquí un rato, ¿tienes tiempo para acompañarme? –Me queda poco más de una hora, no he comido, ¿vamos al italiano que está cerca? –Me caerá muy bien una cerveza fría y un buen plato de pasta.Mientras caminaban por la calle hacia el restaurante italiano, Theo le comentó: –Hablé con Luke y está muy contento con la evolución de doña Lynda. –Todos lo estamos, antes de venir aquí pasé a verla, ha comenzado a caminar con el soporte de una andadera y está muy entusiasmada, hoy también recorrió toda la band
Alanna se estremeció al saber que Audrey estaría en la misma ciudad que ella, era algo que no deseaba, los malos recuerdos se agolpaban en su mente y todos tenían que ver con ella. Se abrazó a sí misma y el frío que recorrió su espalda la hizo sacudirse. –¿Qué ocurre? ¿Por qué te pones así? ¿Tanto miedo le tienes? –Siempre he tenido la sensación de que ella tuvo que ver con la muerte de mi madre. –¿Hablas en serio?, tienes que escribir todo lo que recuerdes de esa época, pediré que lo investiguen. –Mami, ya estoy lista –interrumpió Erin, e
Kurt se interpuso entre Sullivan y Alanna, miraba al padre de ella desde su altura y notaba que la soberbia de ese hombre era algo que lo superaba. Alanna se dirigió a Ismael y le pidió que soltara a su padre porque quería hablar a solas con él: –No quiero dejarte con él. –No te preocupes Kurt, ya él no me asusta como antes. –Me quedaré cerca, solo di mi nombre y estaré a tu lado.Alanna asintió y le agradeció con un movimiento silencioso de sus labios, Kurt y el señor Gregg se alejaron lentamente, pero sin perderla de vista, Ismael y los otros dos escoltas se mantuvieron alerta muy cerca de la puerta de la residencia. –Ya estamos solos –dijo Alanna. –¿Hasta cuando vas a arrastrar por el lodo mi apellido? –No estoy haciendo nada contra tu apellido, ni siquiera lo uso. –¡Gracias al cielo! Así que aparte de humillarte viviendo con un hombre mucho mayor que tú, incluso mayor que yo, te has confabulado con
En la ambulancia donde trasladaban a Audrey, Baker iba con ella preocupado y sujetando su mano, cuando su pareja abrió los ojos él la observó contento, pero ella le guiñó un ojo para seguidamente volver a mostrarse como desmayada.Baker quedó atento a cualquier otra reacción de su amante, entraron a la clínica, le dieron ingreso y la pasaron a un cubículo para examinarla, pasada una media hora, el médico le informó que había tenido un desvanecimiento posiblemente por estrés y le permitieron pasar para acompañarla.Al estar junto a ella, su mujer se sentó bruscamente para decirle: –Sullivan, tenemos que salir de la ciudad, si no nos encuentran no pueden hacer ningún reclamo. –Claro que pueden Audrey, solo deben presentar el documento que acredita a Alanna como propietaria y formalizarán todo de inmediato.Apenas escuchó lo que dijo Baker, Audrey buscó su teléfono y comenzó a marcar, cuando no obtuvo respuesta profirió un gran número de insultos y amenazas contra
Conrad Gregg le pidió a Carlos Luis y a Ismael que le permitieran unos minutos a solas con Kurt, poco después que los guardaespaldas salieron, el hombre mayor le pidió que tomara asiento: –Kurt, Erin me mencionó que te ayudará a buscar una casa familiar, ¿le pediste a Alanna que se fuera a vivir contigo? –No, todavía no, pero sí buscaremos una casa familiar, le dije a mi princesa que mi apartamento no es apto para niños por lo que necesito adquirir un lugar adecuado, se entusiasmó mucho y pensó que será una excelente sorpresa para Zak cuando regrese del hospital. –¿Qué intenciones tienes con mi niña?, comprenderás que no permitiré
Semana y media después, Alanna, Erin y Kurt estaban siendo dados de alta, Kurt había durado más de lo previsto ya que a raíz del dolor de cabeza que consideraron producto de su alteración con la emergencia de Zak, manifestó náuseas, mareos, tuvo un poco de temperatura y enrojecimiento en la parte de la incisión en su espalda; todos esos síntomas ameritaron que el médico extendiera su permanencia en la institución.Cosa que lo preocupó y lo molestó ya que, con la experiencia del niño, desconfiaba de todo y de todos, así que no dudó en manifestar su temor de que hubiera sido una mala práctica de alguien allí, finalmente lo calmaron y aceptó quedarse el tiempo que le prescribían, sobre todo por insistencia de Alanna, a ella si le prestó atención y cedió.Erin estaba bien físicamente, pero su ánimo ha