AUDREY JOHNSONGracias a la buena voluntad y lealtad de Nataniel y Mariana la llegada de Alanna a la casa no fue del todo desagradable, si bien su padre actuaba distante e indiferente respondiendo a regañadientes cualquier comentario de su hija, ella recibía atención y amabilidad de la pareja, aunqu
AUDREY JOHNSONSullivan subió a su habitación a darse una ducha y cambiarse, según le dijo a su amante, esos minutos fueron aprovechados por Audrey para reunir al resto del personal de la casa. –Quiero informarles que Nataniel y Mariana ya no trabajarán más aquí, me traicionaron, se port
AUDREY JOHNSONEl trayecto en el avión fue una gran prueba de tolerancia para Carlos Luis, debido a que la madrastra de Alanna se comportaba como si estuviera ocupando un puesto de primera clase en un avión privado que la llevaba a un viaje de placer.Con cada cosa que había averiguado de esa mujer
AUDREY JOHNSONAnte la frase de Carlos Luis, Sullivan Baker agregó una gran cantidad de cosas sobre su hija, su esposa y su suegra que harían estremecer a cualquiera, incluso Audrey con toda su maldad, lo miraba asombrada del rencor que destilaba contra las mujeres de su vida.Carlos Luis escuchó lo
–¿Qué es esto Alanna? –Audrey, dame esas indicaciones, ¿por qué revisas mis cosas? –Ah, ¿es un secreto?, ¿no le dirás a tu padre que será abuelo? –Se lo diré cuando lo considere oportuno Audrey, ahora por favor, devuélveme esas indicaciones. –¿Quié
–Bien, no tengo mucho tiempo, pero quiero oír su propuesta. –Mi nombre es Zak Mitchell, ella es mi hermana Erin Mitchell, somos mellizos, estudiamos en el Colegio Montessori Capital y nos va muy bien, pero por primera vez habrá un importante y gran evento solo para los papás y necesitam
Cerró la llamada y quedó sonriendo por la astucia del pequeño, había conseguido ir a la heladería sin mucho esfuerzo de su parte. Seguidamente atendió a su madre por teléfono y luego de mucho discutir, aceptó, finalmente, la invitación a cenar en la casa familiar ya que fue persuadido con el argume
Esa noche cuando Alanna llegó a su apartamento fue recibida por sus efusivos pequeños. –Mamita hermosa, ¿cómo estuvo tu día? –Muy bien mi pequeña, ¿tú cómo estás? –Bastante mejor, hoy no pude ir a clases porque él estómago me rechinaba. –Creo que f