Mercedes es una niña nacida a principios de la segunda guerra mundial. en 1939, en Caracas Venezuela. hija de Don Elías y de una mujer desconocida quien prontamente dejará ver su verdadera y nefasta esencia. Don Elías, un hombre apuesto, elegante, de piel trigueña, ojos grandes y achinados, de muy buena estatura pero sobre todo con unos modales y educación excepcionales que donde quiera que llegaba marcaba su presencia no solo por su buen físico sino por su su personalidad intachable. Este es esposo de Eva, una hermosa mujer blanca, de buenas costumbres, muy católica, refinada, siempre muy distinguida por su impecable porte, acostumbraba llevar prendas de oro que aunque muy delicadas permitían dejar en claro su buena posición económica. vivían en una casa aunque pequeña si se quiere, muy bonita eso sí, donde vivían hace muchos años atrás en perfecta armonía junto a Carlota, la hermana de Elías. Sin saber lo que les esperaba de pronto un día la vida les da un giro inesperado donde nunca más vuelven a ser los mismos. Mercedes quien a pesar de todo lo que le tocará vivir desde su nacimiento, le tocará crecer y forjarse su carácter guerrero, siempre adelante a pesar de cualquier situación y con el transcurrir de los años se verá envuelta en situaciones que la harán vivir un torbellino de emociones, rodeada de grandes personalidades en donde encontrará el amor de su vida sin imaginar que eso solo sería el comienzo de una larga historia que desencadenaría sucesos que marcarán su vida para siempre.
Leer másCapítulo XCILuego de que ya todos los hermanos habían hecho sus vidas decidieron hacer un reencuentro familiar. Todo empezó porque Soledad se encontró con Martin y le comentó que tenían mucho tiempo sin verse y que los extrañaba a todos. Y mientras hablablan se les ocurrió hacer un reencuentro familiar. Diciembre ya había llegado y la cena del 24 era en apenas unos días así que planearon. - Tengo mucho tiempo sin ver a los muchachos, Martin. Me hacen mucha falta. Siempre me acuerdo de ellos y de las cosas buenas que solíamos hacer juntos – dice Soledad en un tono de voz afligido. - Te entiendo, Sol. – responde Martin mientras mira con cariño a su hermana mayor – Yo también los he extrañado a todos. - Y ya vienen las fechas especiales. - ¡Es cierto! – dice Martin emocionado. – El 24 es en unos días. Podemos ponernos de acuerdo para que hagamos la cena familiar todos juntos. Sería una maravilla después de tantos años. - ¿Tu crees que se pueda? – pregunto Soledad, entre emocionada
Capítulo XCAsí como José continúo con su vida, así mismo lo hicieron los demás hermanos. En este caso, Soledad, la hembra mayor de los 5 hermanos. Ella decidió dedicarle su vida a Dios luego de haber pasado por tantos problemas. Ella quedó con heridas emocionales, las cuales la hacen sentir mal a veces, se suele sentir deprimida o triste en algunas situaciones de si vida. A veces hasta sin un motivo aparente. Sin embargo, a pasar de como se sienta por dentro, lo triste que este o lo mucho que solo quiera estar acostada en su cama, comiendo chocolates y viendo películas hasta dormir, sale a la calle con una sonrisa enorme que se le contagia a quienes la conocen. Ella creció siendo un sol, como las primeras tres letras de su nombre.Aunque era una de las más inteligentes desde chiquita no pudo culminar una carrera universitaria, sin embargo siempre busco la manera de superarse. Ella aprendió a coser al igual que su madre, y trabajaba con eso, también solia vender cosas y eso la ayu
Capítulo LXXXIXAl pasar de los años y para poder mantener a sus 4 hijos Mercedes tuvo que iniciar en el mundo de la costura; ella realizaba confecciones, arreglaba uniformes y muchas cosas más. Además de eso también transcribia textos y tareas. Mercedes buscaba la manera de poder cuidar de sus hijos pero no se daba cuenta que con tantos problemas y esfuerzos su salud estaba empeorando poco a poco.Un día su hijo Eduardo se lo dijo:-Mamá, tienes que descansar, trabajas y trabajas, eso no te hace nada bien. Pasas noches sin dormir, bebiendo, sin comer. Necesitas tratar de llevar una vida más sana. -Si hijo, ya lo sé, me siento muy cansada. Pero ¿Cómo hago? Si soy yo la que tiene que cuidar de ustedes. Ustedes no eligieron nacer, yo los traje al mundo y es está mi responsabilidad. – dijo Mercedes -Mamá pero también está mi papá, ese hombre solo te da mala vida. Sal de él. – Dijo Eduardo con desesperación al ver que su mamá no parecía cambiar de idea -Tu papá ha sido mi com
Capítulo LXXXVIIIUna vez ,que ya se instalan en el.interior de la ciudad todo comienza nuevamente a cambiar, era un ciclo, donde hacía falta renovación, porbdejarse llevar por las apatias, .monotonía, falta de interés sobre todo por parte de Carlos. Pero ya habían dado un paso avanzado en pro de la relaciónDe pronto llega un día cualquiera y Mercedes siente que tocan puerta de manera grotesca y de muy mal gusto. En eso ella se aproxima ya predispuesta y allí se da cuenta que som dos personas totalmente desconocidas para ella, y sin mediar palabras ni hacer ninguna previa presentación lo primero que hacen es preguntar–¿ En donde está mi hija? – si mi hija no aparece ya los voy a denunciar de secuestro.Grita una mujer robusta en la puerta mientras la golpeaba con sus manos dando fuertes palmadas.– abran la puerta ya , porqué si no llamo a la policía. Quiero ver a mi niña.– Señora le agradezco y a mi casa no me venga a molestar o quién va a llamar a la policía voy a ser yo.– y
Capitulo LXXXI ILuego de algunos meses, ya Mercedes da a luz a quien sería su última hija, quien llevaría por nombre Carlota, tal y como su madrina Carlota, era elwjor homenaje que Mercedes le.podia hacer a su madrina, que una de sus hijas llevase su nombre.Ya con el.ultimo hijo, Mercedes se sentía más deteriorada físicamente, efectivamente su madre tenía Ya su cuerpo estaba muy maltratado y por su fuese poco la.mala vida que le daba Carlos no era nada normal,.Esta pequeña criatura apenas logro pesar 2,200.gramos. Era muy baja de peso y nació 8 mesina. Por la misma mala situación. Carlos seguía andando en romances entre una y otra Mujer por allí que se le atravesará, solo que sin dejar mayores rastros ni evidencias, pero siempre los rumores llegaban a oídos de Mercedes.La verdad es que su tiempo de felicidad ya ha la pasado hace mucho tiempo atrás, lo único que le daba fuerAs para seguir adelante eran sus 5 hijos. Ya se había perdido el respeto y la poca confianza que hubo en al
Capítulo LXXXIAl día siguiente Eva, se levanta, le hace el desayuno a José y lo deja tapadito para cuando él se levante y sale a la casa de Mercedes, sentía la imperiosa necesidad de hablar con ella. No podía ser que sus nietos estuviesen pasando por esa situación.Luego de un rato, llega a casa de Mercedes y esta sale para recibirla, abriendo la puerta, al entrar le dice. – mamá ¿Cómo estás? Gracias por venir. Pero... Y donde está José?– no Mercedes, él no vino ni vendrá por un buen tiempo. Necesita recuperarse – ¿recuperarse? – si Mercedes. Tú y yo necesitamos hablar. – ¿Qué pasa mamá? Aparte de que se va de la academia, no llega a la casa, y ahora me pone mal con usted. Seguro andaba quejándose y victimizándose.– Mercedes no hables así. Las cosas son como son y no puedes seguir tapando el sol con un dedo.– no es eso mamá, de que yo quiera tapar el sol con un dedo, pero está muy mal hecho que él te haya ido a mortificar a ti con las cosas de aquí.– ya tú no estás para eso,
Capítulo LXXXLlegó el día siguiente y Mercedes junto a toda la familia estaban en agonía, hasta no recibir noticias de José ninguno podría estar tranquilo.A media mañana, al fin llega José donde su abuela Eva, él sentía que ella era la única persona que lo entendía y que no lo maltrataba.Y así fue. Su abuela lo abrazo desesperada, sus lágrimas rodaban por sus mejillas, sentía que el alma le volvía al cuerpo. Y él a su vez, llora en sus hombros como un niño pequeño y le dice– abuelita... No tengo palabras para pedirte perdón por todo lo malo que te he hecho. Tú no mereces sufrir y menos a causa mía. –mi niño no te preocupes por mí, yo solo quiero hacerte feliz, y si tú estás mal yo también estoy mal. – dime José ¿Por qué no me has buscado para hablar conmigo?– No abuelita, cómo crees, yo no quiero mortificarte con mis cosas.– ya va hijo, déjame llamar a tu mamá para que sepa que estás bien y que se tranquilice, ella ha estado en una sola agonía al no saber de ti…– no abuelita,
Capítulo LXXIXJosé Antonio estaba agobiado, sentía que no le comprendían, todo lo que quería era estar con Norma, su primer gran amor. Ella era tan tierna e inocente, tan dulce, que José podía sentir que ella le daba todo el cariño que él no recibía en casa. Al transcurrir los días, Mercedes notando la conducta extraña e inadecuada de José, busca de manera casi inmediata la forma de buscar en que ocuparlo, ya que él no quería estudiar, pero ella no lo podía dejar sin hacer nada, ya que el tiempo ocio nunca deja nada bueno.Él tampoco quería trabajar, por lo que Mercedes evaluando las opciones que tenía, no dudó ni por un momento en llamar a uno de sus amigos quien ahora era además su compadre y padrino de Eduardo para consultarle si entre sus conocidos tenía a alguien que la ayudará a ingresar a José Antonio en la aviación. Y de esa manera, afortunadamente, Mercedes acertó y efectivamente si encontró un contacto dentro de e la aviación, quien fue quien la ayudo a realizar todos lo
Capítulo LXXVIIIPasaban las horas y ella solamente quería encontrar una solución a todo.Y así fue, decidió cerrar la óptica, vender todo lo que en ella había comprado a sus otros compañeros de ópticas, y con eso poder saldar las deudas que tenía pendiente y le quedaba algo de dinero para cubrir sus necesidades más básicas hasta que resolviera como conseguir otro empleo u otra fuente de ingresos. Mientras tanto delegaba a Carlos esa responsabilidad, y ella se encargaba de llevar a José Antonio y a Soledad al colegio, para luego quedarse con Eduardo y comenzar con las diligencias para una nueva vivienda que le permitiría un mejor estatus y más tranquilidad.Se tomó la tarea de ir a diversas zonas de Caracas y buscar una nueva casa para arrendar, donde seguramente no sería algo lujoso ni muy céntrico, pero si un poco más espacioso.De esa manera fueron pasando las semanas hasta que al fin llega el día en que Carlos logro vender todo lo que tenían en la óptica, lo que les permitió con