Mientras que debatían Don Elías y Eva, en ese preciso instante llega La señorita Carlota a la casa, ella era hermana de Don Elías, su única hermana, quien, por no tener a sus padres con vida, su hermano decide hace ya algún tiempo atrás compartir su vivienda con ella. Esta era una mujer de unos 45 años de edad, quien nunca había conocido lo que era el amor, pues se había dedicado a cuidar siempre de su hermano ya que era ella su única hermana y la hembra. Una mujer muy cautelosa, de muy poco hablar, con pocos estudios, pero era la mejor en los quehaceres del hogar, nadie lo hacía tan bien como ella. De nobles sentimientos y siempre apegada a las buenas costumbres.
Al entrar ella a la casa se percata de la situación y de lo alterado que se encontraban tanto su hermano como Eva y les pregunta, quedando atónita al ver a esa bebé recién nacida en los brazos de su hermano.
–¿Qué sucede Elías? ¿Por qué están llorando y están todos alterados? ¿quién es esa bebé tan linda?
Respondiendo Don Elías. – Ella es mi hija Carlota y vivirá con nosotros a partir de hoy. Pero te pido que por favor no hagas más preguntas por ahora, ya en otro momento te explicaré todo.
–¿Qué? Vaya… que sorpresa. No te preocupes hermano. No necesito mayor explicación y no soy yo quien deba juzgarte ni mucho menos a quien debas rendirle explicaciones. Dame a la niña y yo me encargaré de atenderla a partir de este momento, el sólo hecho que sea tuya me llena de mucho amor, la cuidaré y atenderé cómo si fuese mía. – Diciendo ella
. – Gracias hermana, de verdad eres un ser excepcional, siempre has sido en mi vida esa luz que trajo paz y armonía a mi vida desde siempre. Un ser incondicional. No me cansaré nunca de agradecer a Dios por darme una hermana cómo tú. Dice Don Elías.
A lo que responde Carlota. – no te preocupes hermano, para eso es la familia. Y no se hable más del asunto. Permíteme a la niña para ducharla con agua tibia mientras ustedes buscan la ropita y lo necesario, yo estaré en la habitación con ella. Ya verás que quedará cómo toda una muñeca, cómo lo que es… una digna hija tuya
Diciendo Don Elías. –Nuevamente te agradezco hermana por tu noble gesto y por todo lo que haces por nosotros, eso no tiene precio.
En ese instante la señorita Carlota agarra a la niña llevándosela en sus brazos, susurrándole y dándole pequeñas palmaditas en su espalda, quedando la bebé dormida en cuestiones de pocos minutos.
Luego comienza Eva con su esposo a buscar las soluciones para todo este embrollo, y en ese momento salen de prisa a comprarle algo de ropa y alimento para la que ahora sería su hija, por cosas del destino. Toman un taxi para así poder llegar a la tienda más rápido pidiéndole al taxista Eva, quien le dice en voz serena y muy educada.
– Disculpe usted, tenga la bondad, sería tan amable de aguardar un instante mientras nosotros vamos por algunas cosas de emergencia, ya le sabre agradecer por su tiempo y comprensión.
– Desde luego, no faltaba más, puedo notar su afán. No se preocupen por mí, vayan, vayan, que yo esperaré acá, no tengo prisa. Dijo el taxista.
– Agradecida de antemano por toda su colaboración, aguarde un momento, en breve estaremos de vuelta. Dijo Eva.
En ese momento se bajan Eva y Don Elías del taxi con mucha prisa y entran a una tienda de venta de artículos para bebés y en eso comienzan a escoger ropitas para niñas de 0–6 meses poniéndose de acuerdo entre ambos, a ver cuál es más bonita y cuál le quedaría mejor, luego continúan agarrando artículos varios, entre ellos una bañera rosada para ducharla, un par de toallas, jabón líquido, talcos, toallitas húmedas… y en eso Don Elías, le dice a su esposa.
–Eva, se nos está olvidando lo más importante... el alimento. Tenemos que ir de prisa por comida para la niña. Respondiendo Eva.
–Sí, Elías. Tienes toda la razón con tanta angustia y preocupación se nos pasaba lo más importante. Es mucho lo que hay por hacer.
Dice Don Elías –Vamos a cancelar todo esto y luego vamos al centro comercial, acá al frente hay un supermercado, allí podemos abastecernos de todo lo necesario.
– Está bien. Vamos. Dice ella.
Luego que ya cancelan se van de prisa a donde está el taxi y le pide Don Elías al taxista – Abra un momento su maleta para guardar allí todas las bolsas por favor
– Si claro, no faltaba más, responde el taxista.
Dice Don Elías. –Aguarde un momento mientras vamos por la comida, en un momento regresamos, y dispense tanta espera.
Luego responde el taxista. – No se preocupen, por mí no hay problema. Vayan que yo acá los espero.
Una vez que guardan las cosas que habían comprado en la maleta del carro, se dirigen rápidamente al supermercado y comienzan a seleccionar todo lo necesario para la bebé, compotas, leches, frutas, cereales, pañales, toallitas húmedas, biberones… pero por un momento se detiene Don Elías, sube la mirada y ve fijamente a Eva a los ojos, en eso ella percibe la mirada penetrante de él y le pregunta. –¿Qué sucede? ¿por qué me miras así?
Él se acerca a ella, la toma por sus brazos y le dice.
–Fíjate, es nuestro primer día y mira cómo estamos unidos, aquí buscando todo lo que hace falta para nuestra bebé, porque eso es; ¡es nuestra bebé!… Gracias esposa mía, por eso es que te amo tanto Eva.
Eva dice. –Si, así es, sólo Dios sabe porque pasan las cosas. Esperemos que todo esto traiga consigo cosas buenas y que valores todo mi esfuerzo.
– Claro que sí, ya lo veras, que todo será de ahora en adelante mucho mejor. Eso te lo prometo. Dijo Don Elías dándole un beso en la frente y luego continúan con sus compras.
Una vez finalizada todas las compras se dirigen al taxi, y en eso el taxista abre nuevamente la maleta del carro. Diciendo
–Vengan, guarden todo eso por acá y así van más cómodos en la parte delantera.
Eva responde. –Gracias, es usted muy amable. Tenga, le compre un jugo, de seguro ha de tener mucha sed.
– Sí gracias, muy considerada. efectivamente tenía mucha sed, pero no quise ir a comprar algo por si ustedes volvían yo estuviese aquí atento, ya que sé que tienen prisa. Dice el taxista.
Luego que guardan todas sus pertenencias en la maleta del carro, el taxista lo enciende y de allí se van nuevamente a su casa donde los esperaban la señorita Carlota junto a la bebé.
Así transcurrió ese primer día, envuelto entre sorpresas, choques de emociones y de toma de grandes decisiones que cambiarían para siempre el resto de sus vidas.
CAPITULO III De esta manera finalizo el primer día, están todos agotados tanto Doña Eva como Don Elías, y hasta la señorita Carlota, de tanto trajín ocasionado por el corre corre de un día inolvidable como ese. Ya llegada la noche se encontraban Don Elías y Eva en su habitación. Don Elías dice,– Eva, no tengo palabras para agradecerte todo lo que hiciste.– Elías, quiero que te quede muy claro algo, que, si te di otra oportunidad, fue más por esa criatura, que por ti. Los bebes, son seres inocentes y no tienen la culpa de los errores de sus padres.– Te amo y de aquí en adelante seremos más felices, ya lo veras. Le dice Don Elías en susurro mientras la abraza, ella le corresponde el abrazo y en ese instante sus lágrimas corrían por sus mejillas. Luego en la mañana siguiente al amanecer, se despierta Don Elías, sin hacer ruido, mira hacia su reloj despertador que está sobre la mesa de noche y ve la hora. 6:15 a.m. luego se dirige a la cocina para preparar el café con l
Capitulo IV Habiendo transcurrido algunos días, ya Don Elías un poco más estable emocionalmente comienza hacerle todos los preparativos para el bautizo, sale de su casa temprano y se dirige a la Catedral de Caracas para comenzar con los trámites, se aproxima a la oficina y le explica a la secretaría–Yo quisiera bautizar a mi hija, ella apenas tiene una semana de nacida. Y responde la secretaria. – Perfecto no hay ningún problema. Por favor suministreme los papeles de la niña. – ¿Papeles? Pregunta Don Elías extrañado. ¿Cuales papeles?–Si, el acta de nacimiento de la niña original y copia , y la fe de bautizo de sus padres. Dice la secretaria,. Pero no tarda en refutar Don Elías –Pero... Pero señorita mi bebita no tiene ningún tipo de papeles, quiero presentarla ante Dios primero y luego hacer lo demás. –Pues no caballero, ¿cómo podríamos bautizarla sin saber ni su nombre? Primero debe consignar la documentación solicitada y luego le pondremos fecha al bautizo con gusto. Respondi
Capitulo V Llegada la mañana siguiente se levanta Don Elías y se alista para ir a resolver la documentación de su hija. Se dirige en primera instancia al Hospital donde nació la bebé y va a la oficina de registro solicitando a la secretaria que le suministre una copia del acta de nacimiento una vez que le expone su caso , a lo que la secretaria responde– Debe primeramente redactar un acta exposición de motivos con su copia de la cédula y traer dos testigos para poder tramitarle esa acta de nacimiento. En ese instante él le dice. – Pero señorita yo soy su padre y estoy en todo el derecho de solicitarlo. – Señor, como usted comprenderá, son lineamientos que hay que cumplir, ya que así cualquiera puede presentarse con una bebé y decir que es de él. Púes por seguridad debe consignarle esos documentos para poder responder a su requerimiento. Dice la secretaría un tanto ofuscada.– Comprendo señorita, tiene usted toda la razón, es solo que ya he ido a distintas instancias y todo se ha c
Capitulo VI Al día siguiente se levanta Don Elías a tempranas horas y comienza a alistarse para salir, pero en ese instante en la habitación mientras se vestia, le dice a su esposa nuevamente con voz serena tomando su mano suavemente mientras ella aún dormía. –Eva, buen día mi amor, ¿como amaneces? –Hola Elías, buen día. ¿Qué hora es? ¿y que haces vestido tan temprano? –Recuerda que te dije que hoy presentaría a la niña en la prefectura, quería saber si efectivamente me vas a acompañar y si le darás tu apellido. A lo que ella responde soltando sus manos–Ya te dije que yo no tengo nada que ir hacer para allá, y mucho menos darle mi apellido. –Caramba Eva pensé que lo dijiste en un momento de rabia, pero ya veo que no es así.–Pues no Elías, como ya te dije. no me presiones. – Está bien Eva, ya veo tu posición. No te preocupes, de ahora adelante seré yo quien asuma cualquier gestión o trámite que amerite Mercedes sin molestarte a ti y así te evitó molestias. Tan solo quiero compa
Capitulo VIIY así fueron transcurriendo los días mientras Mercedes crecía, en una familia bien estructurada que se encargó de llenarla de afecto y atención, para que no sintiera nunca la falta de cariño por la lamentable situación en la que se vio envuelta en su nacimiento. Don Elías continuaba trabajando de ebanista, su negocio iba muy bien, lo que les permitía tener una estabilidad económica, no tenían mayores preocupaciones ni dolores de cabeza ya que el cubría todos los gastos necesarios en casa. Por otra parte Eva ya había superado poco a poco ese mal recuerdo de la traición de su esposo, la sociedad y sus comentarios le importaban poco. Ya que siempre mantuvo una reputación intachable y nadie podía señalarla. Ella había aprendido a superar ese mal incidente y a querer a Mercedes. Carlota se había dedicado en cuerpo y alma a Mercedes, por ser ella la más pequeña e inocente además de que Carlota nunca tuvo descendencia, lo que la hizo entregarse por completo a la niñ
Capitulo VIII En eso Don Elías le responde con gran enojo, totalmente alterado y viéndola fijamente a los ojos dice.–Mujer, ya no abuses de tu buena suerte y deja nuestra vida en paz, con que derecho te crees como para venir a perturbar nuestra tranquilidad y arrebatarle la felicidad a mi hija después que te largaste sin importarte nada. y ahora te presentas a molestar nuestras vidas hasta la de mi esposa que sin tener culpa de nada asumió una responsabilidad que no es de ella, por ser noble y regirse por las leyes de Dios, no desamparado así a un ser inocente como lo hiciste tú. – ya basta de babosadas, no vine a pedirte permiso ni a consultar con la señora esa si está de acuerdo o no, vine a buscar a mi hija y me la llevo les guste o no, dame a la niña y punto. Grita la mujer con arrogancia y soberbia, logrando así sacar a Don Elias Elías de sus cabales.–En mala hora me tope contigo en mi camino. Eres frívola y despiadada, no te importa nada ni nadie, así hab
Capitulo IX – La niña está bien Elías , luego de ducharse le prepare algo de comer y se durmió,. Estaba .uy confundida y toda alterada, pero logré dormirla, gracias a Dios.– Menos mal que llegaste Carlota quería.os conversar contigo, Quiero que sepas que le diremos toda la verdad a Mercedes, esta situación no se puede repetir y de ha erlo sabido esto no habría pasado. Dijo Don Elías.– Pero estás seguro de lo que estás diciendo Elías, eso le hará mucho daño, después de 9 años decirle toda esa verdad, le romperá su corazón, y ella no merece sufrir más, ya bastante ha tenido con todo lo que le ha tocado vivir.–Entiendeme Carlota por favor y no lo hagas más difícil, si por mí fuese nunca lo hubiese sabido, Pero fíjate todas las cosas que han pasado y ese acontecimiento de hoy con esa mujer tan nefasta sin escrúpulos, que tuvo la osadía de venir hasta acá para exigir un derecho que perdió hace tantos años desde el momento que abandonó a Mercedes–Si Carlota es verdad, aún estamos a tie
Capitulo X –Papi, por favor ya dime si – Hija aunque se nos rompa el alma en este momento, tengo que decirte la verdad. Esa señora que llegó a nuestra puerta hoy, es tu verdadera madre.–¿ Que? No entiendo papi. Dice Mercedes con un llanto inconsolable, la mirada perdida por tanta confusión que la tenía en búsqueda de miles de respuestas dentro de su cabeza a tan corta edad. –Si Mercedes, así como lo escuchas, ella es tu madre, por un momento de debilidad que tuve yo como hombre una noche de tragos y ella quedó embarazada, pero luego de tenerte ya no te quiso, y me dijo que si yo no me hacía cargo, entonces simplemente te arrojaría a los rieles del tren sin importarrle nada, desde entonces me hice cargo de ti, junto a Eva y Carlota quienes me han ayudado en todo con tu crianza. –¿Al tren? Pregunta Mercedes, totalmente consternada, pues no podía creer que su propia madre fuese capaz de odiarla tanto al punto de querer su muerte.–Realmente yo nunca te hubiese dicho esa terrible ve