El 3 de Abril de 1.939 en Caracas, Venezuela nace Mercedes, una inocente criatura, hija de Don Elías y de alguna mujer cuyo nombre aún es un misterio, al igual que no se sabe mayores datos ni detalles de su vida, solamente se sabe que algún tiempo atrás tuvo un romance con un hombre de contextura delgada, de piel trigueña, pero muy elegante y caballeroso, que a pesar de sus principios y muy buenos modales, se había permitido echar una “cana al aire” con esta mujer de procedencia dudosa, engañando así a su esposa, Eva. Una mujer blanca, muy religiosa, católica, perfectamente elegante, siempre con prendas de oro dejando ver su buena posición económica, pero siempre con el mejor estilo, muy delicada y sin extravagancias. Demostrando en todo momento ser toda una dama. Pero cómo ya se vuelve un infortunio casi normal en la sociedad donde los hombres no valoran lo bueno de sus esposas que tienen en casa y luego terminan traicionándola con alguna mujer de bajos principios de la calle.
De esta relación extramarital si es que así se le puede llamar, de manera clandestina donde muy seguramente no superaron más de tres encuentros ya que nadie nunca supo dar referencia de esa mujer desconocida, nace Mercedes. Pero una vez que nace Mercedes, en tan sólo cuestión de horas más tarde, esa extraña e irresponsable mujer, se deja llevar por los celos y los malos sentimientos que sólo en un ser tan despiadado y frívolo puede haber, sale con la niña en brazos en búsqueda de Don Elías hasta dar con él con y le dice.
–Si tú no te haces cargo de esta criatura que está naciendo, la dejaré abandonada a su suerte en los rieles del tren, ya que yo no la quiero, ni me importa, así como yo te importe, ahora a mí no importa esa criatura…. Lo dice cómo si se estuviese refiriendo a un zapato viejo y desgastado que nadie quiere…. Dejando ver lo mala y de mente trastornada que era. Sin dudar por un segundo Don Elías se la arrebata de sus brazos diciendo.
–Mujer… tu sabias muy bien que yo tengo mi vida, lo nuestro sólo fue cuestiones de trago, me deje llevar por un momento y ya, tú no podías esperar más de mí y estabas consciente de eso. Que te quede claro algo, así cómio te deshaces de esta criatura inocente sin importarte nada, así mismo quiero que desaparezcas de nuestras vidas, en mala hora te conocí y me arrepiento mil veces el haberme enredado con una mujer de tan mala calaña.
Luego sale corriendo Don Elías en búsqueda de un taxi llegando así en fracciones de minutos a su casa para hablar con su esposa con la bebé en los brazos, pues ella era la única que podría ayudarlo a pesar de la infidelidad que él le había hecho, aún sin ella saberlo, no se imaginaba lo que este hombre le confesaría.
Llegando Don Elías a su casa de prisa, con la bebé en los brazos, se encuentra con su esposa Eva, quien se encontraba en su mecedora verde cómo cada tarde cociendo algunas prendas rotas de su esposo, cuando Don Elías dice.
–Eva, tenemos que conversar muy seriamente. Respondiendo ella.
–¿Que sucede Elías? Se levanta ella de su mecedora y pregunta,
– ¿Quién es esa hermosa bebé tan pequeña por Dios? Pero… ¿Por qué está harapienta y así toda sucia?… ¡Dios santo ¡está recién nacida. ¿Y qué haces tú con ella en brazos? Habla ya… no entiendo nada. ¿Qué sucede? Exclama ella totalmente sorprendida por ese escenario que veía, totalmente desconcertada llena de dudas.
Respondiendo Don Elías con el alma destrozada y temeroso sin saber qué sucedería
–Está criatura que ves en mis brazos, es producto de mi infidelidad, sólo fue un par de veces con una mujer que ya no importa, pues quedó sepultada en mi memoria a partir de este momento… A lo que Eva respondió
– ¿Qué cosas dices? ¿Cómo pudiste hacerme eso a mí? Yo… que he sido una dama intachable que nadie tiene nada que decir de mí y te he entregado mi vida. ¿Por qué me fallaste de esta manera? Respondiendo Don Elías
– Ella no quiere a está bebé que es inocente de todo y necesito saber si me perdonas y si puedo contar contigo para criarla ya que es mi hija, y no la pienso dejar a su suerte.
–Pero… ¿cómo te atreves a decirme todo eso y encima me pides que te ayude a criar el producto de tu infidelidad? O te parece demasiado descaro, ponte por un momento en mi mugar. ¿Qué harías tú? Dijo Eva. A lo que él responde
–Te entiendo perfectamente, aunque no lo creas. Y te pido perdón nuevamente. Yo te amo y tú eres la mujer de mi vida, jamás te había traicionado, siempre te he respetado en todo momento, aun no comprendo cómo pude dejarme llevar por momentos de tragos sin medir las consecuencias. Y ahora mírame mujer, estoy aquí al frente de ti, arrepentido de este error y de causarte tanto daño, pero ahora tengo a esta bebé y debo asumir mi responsabilidad
–¿Y de verdad tú crees que las cosas se solucionan así de fácil? con unas disculpas, después que te has burlado de mí y yo aquí como la esposa fiel y respetable mientras tu hacías quien sabe Dios que cosa, por allí con cualquier mujerzuela grito Eva con gran enfado, con su rostro ruborizado por la emoción y bañada en lágrimas. Luego Don Elías se acerca a ella y dice
– De verdad nunca imagine ser el causante de este dolor tan grande que hoy te estoy ocasionando, tú eres el amor de mi vida y lo último que quisiera es hacerte daño. En ese instante él se acerca a ella abrazándola fuertemente quedando la bebé entre sus brazos y comienza a llorar él también con el corazón roto al ver todo el dolor que le ha causado a su esposa intachable. Pero luego ella lo esquiva dando la vuelta sentándose en el sofá llorando desconsoladamente, respondiéndole
–Pero es que tú no entiendes…. No ves que ya nada nunca volverá a ser igual. Después de una traición nunca se podrá recuperar la confianza y mucho menos, si de esa infidelidad quedó un fruto, ese ser que no tiene culpa de nada. ¿Por qué no te cuidaste, acaso no era más sencillo? grito con todo su enfado. A lo que dice Don Elías.
– Sabes… esas son cosas que pasan, sé que no es justificación, pero tampoco voy a solventar nada con esta discusión absurda, tenemos que pensar con cabeza fría y necesito resolver rápido esta situación con mi hija. En eso Eva se levanta del sofá y le dice con frialdad y determinación mirándolo fijamente a la cara.
–¿Y qué esperas tú de mí? ¿Qué quieres que haga? Ahora si me vienes a buscar y ¿por qué no lo pensaste antes?
–Te juro que te entiendo Eva, pero de no aceptarla y no perdonarme pues tendré que marcharme con ella ya que no pienso hacer lo mismo que la loca trastornada que la trajo al mundo. Respondió Don Elías
Eva, confundida, con miles de dudas, cae llorando desconsolada nuevamente al mecedor, con sus manos en los el rostro, totalmente destruida ante la verdad que su esposo le confesaba hace un instante. Don Elías continúa diciendo.
–Mi amor, tú sabes cuánto te amo, eres mi esposa y siempre lo serás, te pido con el corazón en la mano y el alma destruida que me perdones, jamás te había dado motivos de tristezas y nunca te había traicionado, eso fue un momento de tragos. Y pues no medimos las consecuencias de nuestros actos, y aquí está el resultado. Pero, ahora bien, necesito saber si me perdonas y si podemos contar contigo, ahora seremos una familia, la criaremos cómo si fuese nuestra, ya que aún no teníamos hijos. Ahora seremos tres, piénsalo amor ¿sí?
Eva, confundida, con miles de dudas, cae llorando desconsolada nuevamente al mecedor, con sus manos en los el rostro, totalmente destruida ante la verdad que su esposo le confesaba hace un instante.
Respondiendo Eva…
–En algo si tienes razón, está criatura inocente no tiene la culpa de nada, y yo no voy a arrastrar ese pecado de cerrarle las puertas a alguien que no pidió venir a este mundo retorcido, lleno de mentiras y engaños.
En ese momento Don Elías se arrodilla ante Eva con la bebé en los brazos diciendo…
–Eva mi amor tú eres un ángel, yo sabía que podría contar contigo. Te juro que no te volveré a engañar nunca más y que todo será diferente a partir de ahora.
-Si claro, para ti es muy sencillo decir todo eso, después de lo que hiciste, ¿pero ahora donde queda la confianza? ¿Cómo puedo yo volver a creer en ti después de lo que me has hecho? Cambiaste toda mi vida en un segundo, tan sólo por dejarte llevar por tus instintos carnales sin pensar en las consecuencias de tus actos y de todo el dolor que causarías.
–Bien sabes que, si no tenemos hijos, ha sido porque no soy fértil, más no porque no quiera porque tu muy bien sabes que hemos hecho todo para tener a nuestro bebé y ahora me llegas con una bebé en los brazos que tuviste con otra mujer de repente, diciendo Eva aun toda desconcertada
– Dice Don Elías… Lo sé amor, eso no hace falta aclararlo ni repetirlo, Solo te digo que por algo ocurren las cosas y si esta niña ha llegado a nuestras vidas ha sido por algo.
Mientras que debatían Don Elías y Eva, en ese preciso instante llega La señorita Carlota a la casa, ella era hermana de Don Elías, su única hermana, quien, por no tener a sus padres con vida, su hermano decide hace ya algún tiempo atrás compartir su vivienda con ella. Esta era una mujer de unos 45 años de edad, quien nunca había conocido lo que era el amor, pues se había dedicado a cuidar siempre de su hermano ya que era ella su única hermana y la hembra. Una mujer muy cautelosa, de muy poco hablar, con pocos estudios, pero era la mejor en los quehaceres del hogar, nadie lo hacía tan bien como ella. De nobles sentimientos y siempre apegada a las buenas costumbres. Al entrar ella a la casa se percata de la situación y de lo alterado que se encontraban tanto su hermano como Eva y les pregunta, quedando atónita al ver a esa bebé recién nacida en los brazos de su hermano. –¿Qué sucede Elías? ¿Por qué están llorando y están todos alterados? ¿quién es esa bebé tan linda? Respon
CAPITULO III De esta manera finalizo el primer día, están todos agotados tanto Doña Eva como Don Elías, y hasta la señorita Carlota, de tanto trajín ocasionado por el corre corre de un día inolvidable como ese. Ya llegada la noche se encontraban Don Elías y Eva en su habitación. Don Elías dice,– Eva, no tengo palabras para agradecerte todo lo que hiciste.– Elías, quiero que te quede muy claro algo, que, si te di otra oportunidad, fue más por esa criatura, que por ti. Los bebes, son seres inocentes y no tienen la culpa de los errores de sus padres.– Te amo y de aquí en adelante seremos más felices, ya lo veras. Le dice Don Elías en susurro mientras la abraza, ella le corresponde el abrazo y en ese instante sus lágrimas corrían por sus mejillas. Luego en la mañana siguiente al amanecer, se despierta Don Elías, sin hacer ruido, mira hacia su reloj despertador que está sobre la mesa de noche y ve la hora. 6:15 a.m. luego se dirige a la cocina para preparar el café con l
Capitulo IV Habiendo transcurrido algunos días, ya Don Elías un poco más estable emocionalmente comienza hacerle todos los preparativos para el bautizo, sale de su casa temprano y se dirige a la Catedral de Caracas para comenzar con los trámites, se aproxima a la oficina y le explica a la secretaría–Yo quisiera bautizar a mi hija, ella apenas tiene una semana de nacida. Y responde la secretaria. – Perfecto no hay ningún problema. Por favor suministreme los papeles de la niña. – ¿Papeles? Pregunta Don Elías extrañado. ¿Cuales papeles?–Si, el acta de nacimiento de la niña original y copia , y la fe de bautizo de sus padres. Dice la secretaria,. Pero no tarda en refutar Don Elías –Pero... Pero señorita mi bebita no tiene ningún tipo de papeles, quiero presentarla ante Dios primero y luego hacer lo demás. –Pues no caballero, ¿cómo podríamos bautizarla sin saber ni su nombre? Primero debe consignar la documentación solicitada y luego le pondremos fecha al bautizo con gusto. Respondi
Capitulo V Llegada la mañana siguiente se levanta Don Elías y se alista para ir a resolver la documentación de su hija. Se dirige en primera instancia al Hospital donde nació la bebé y va a la oficina de registro solicitando a la secretaria que le suministre una copia del acta de nacimiento una vez que le expone su caso , a lo que la secretaria responde– Debe primeramente redactar un acta exposición de motivos con su copia de la cédula y traer dos testigos para poder tramitarle esa acta de nacimiento. En ese instante él le dice. – Pero señorita yo soy su padre y estoy en todo el derecho de solicitarlo. – Señor, como usted comprenderá, son lineamientos que hay que cumplir, ya que así cualquiera puede presentarse con una bebé y decir que es de él. Púes por seguridad debe consignarle esos documentos para poder responder a su requerimiento. Dice la secretaría un tanto ofuscada.– Comprendo señorita, tiene usted toda la razón, es solo que ya he ido a distintas instancias y todo se ha c
Capitulo VI Al día siguiente se levanta Don Elías a tempranas horas y comienza a alistarse para salir, pero en ese instante en la habitación mientras se vestia, le dice a su esposa nuevamente con voz serena tomando su mano suavemente mientras ella aún dormía. –Eva, buen día mi amor, ¿como amaneces? –Hola Elías, buen día. ¿Qué hora es? ¿y que haces vestido tan temprano? –Recuerda que te dije que hoy presentaría a la niña en la prefectura, quería saber si efectivamente me vas a acompañar y si le darás tu apellido. A lo que ella responde soltando sus manos–Ya te dije que yo no tengo nada que ir hacer para allá, y mucho menos darle mi apellido. –Caramba Eva pensé que lo dijiste en un momento de rabia, pero ya veo que no es así.–Pues no Elías, como ya te dije. no me presiones. – Está bien Eva, ya veo tu posición. No te preocupes, de ahora adelante seré yo quien asuma cualquier gestión o trámite que amerite Mercedes sin molestarte a ti y así te evitó molestias. Tan solo quiero compa
Capitulo VIIY así fueron transcurriendo los días mientras Mercedes crecía, en una familia bien estructurada que se encargó de llenarla de afecto y atención, para que no sintiera nunca la falta de cariño por la lamentable situación en la que se vio envuelta en su nacimiento. Don Elías continuaba trabajando de ebanista, su negocio iba muy bien, lo que les permitía tener una estabilidad económica, no tenían mayores preocupaciones ni dolores de cabeza ya que el cubría todos los gastos necesarios en casa. Por otra parte Eva ya había superado poco a poco ese mal recuerdo de la traición de su esposo, la sociedad y sus comentarios le importaban poco. Ya que siempre mantuvo una reputación intachable y nadie podía señalarla. Ella había aprendido a superar ese mal incidente y a querer a Mercedes. Carlota se había dedicado en cuerpo y alma a Mercedes, por ser ella la más pequeña e inocente además de que Carlota nunca tuvo descendencia, lo que la hizo entregarse por completo a la niñ
Capitulo VIII En eso Don Elías le responde con gran enojo, totalmente alterado y viéndola fijamente a los ojos dice.–Mujer, ya no abuses de tu buena suerte y deja nuestra vida en paz, con que derecho te crees como para venir a perturbar nuestra tranquilidad y arrebatarle la felicidad a mi hija después que te largaste sin importarte nada. y ahora te presentas a molestar nuestras vidas hasta la de mi esposa que sin tener culpa de nada asumió una responsabilidad que no es de ella, por ser noble y regirse por las leyes de Dios, no desamparado así a un ser inocente como lo hiciste tú. – ya basta de babosadas, no vine a pedirte permiso ni a consultar con la señora esa si está de acuerdo o no, vine a buscar a mi hija y me la llevo les guste o no, dame a la niña y punto. Grita la mujer con arrogancia y soberbia, logrando así sacar a Don Elias Elías de sus cabales.–En mala hora me tope contigo en mi camino. Eres frívola y despiadada, no te importa nada ni nadie, así hab
Capitulo IX – La niña está bien Elías , luego de ducharse le prepare algo de comer y se durmió,. Estaba .uy confundida y toda alterada, pero logré dormirla, gracias a Dios.– Menos mal que llegaste Carlota quería.os conversar contigo, Quiero que sepas que le diremos toda la verdad a Mercedes, esta situación no se puede repetir y de ha erlo sabido esto no habría pasado. Dijo Don Elías.– Pero estás seguro de lo que estás diciendo Elías, eso le hará mucho daño, después de 9 años decirle toda esa verdad, le romperá su corazón, y ella no merece sufrir más, ya bastante ha tenido con todo lo que le ha tocado vivir.–Entiendeme Carlota por favor y no lo hagas más difícil, si por mí fuese nunca lo hubiese sabido, Pero fíjate todas las cosas que han pasado y ese acontecimiento de hoy con esa mujer tan nefasta sin escrúpulos, que tuvo la osadía de venir hasta acá para exigir un derecho que perdió hace tantos años desde el momento que abandonó a Mercedes–Si Carlota es verdad, aún estamos a tie