Capítulo LXXXLlegó el día siguiente y Mercedes junto a toda la familia estaban en agonía, hasta no recibir noticias de José ninguno podría estar tranquilo.A media mañana, al fin llega José donde su abuela Eva, él sentía que ella era la única persona que lo entendía y que no lo maltrataba.Y así fue. Su abuela lo abrazo desesperada, sus lágrimas rodaban por sus mejillas, sentía que el alma le volvía al cuerpo. Y él a su vez, llora en sus hombros como un niño pequeño y le dice– abuelita... No tengo palabras para pedirte perdón por todo lo malo que te he hecho. Tú no mereces sufrir y menos a causa mía. –mi niño no te preocupes por mí, yo solo quiero hacerte feliz, y si tú estás mal yo también estoy mal. – dime José ¿Por qué no me has buscado para hablar conmigo?– No abuelita, cómo crees, yo no quiero mortificarte con mis cosas.– ya va hijo, déjame llamar a tu mamá para que sepa que estás bien y que se tranquilice, ella ha estado en una sola agonía al no saber de ti…– no abuelita,
Capítulo LXXXIAl día siguiente Eva, se levanta, le hace el desayuno a José y lo deja tapadito para cuando él se levante y sale a la casa de Mercedes, sentía la imperiosa necesidad de hablar con ella. No podía ser que sus nietos estuviesen pasando por esa situación.Luego de un rato, llega a casa de Mercedes y esta sale para recibirla, abriendo la puerta, al entrar le dice. – mamá ¿Cómo estás? Gracias por venir. Pero... Y donde está José?– no Mercedes, él no vino ni vendrá por un buen tiempo. Necesita recuperarse – ¿recuperarse? – si Mercedes. Tú y yo necesitamos hablar. – ¿Qué pasa mamá? Aparte de que se va de la academia, no llega a la casa, y ahora me pone mal con usted. Seguro andaba quejándose y victimizándose.– Mercedes no hables así. Las cosas son como son y no puedes seguir tapando el sol con un dedo.– no es eso mamá, de que yo quiera tapar el sol con un dedo, pero está muy mal hecho que él te haya ido a mortificar a ti con las cosas de aquí.– ya tú no estás para eso,
Capitulo LXXXI ILuego de algunos meses, ya Mercedes da a luz a quien sería su última hija, quien llevaría por nombre Carlota, tal y como su madrina Carlota, era elwjor homenaje que Mercedes le.podia hacer a su madrina, que una de sus hijas llevase su nombre.Ya con el.ultimo hijo, Mercedes se sentía más deteriorada físicamente, efectivamente su madre tenía Ya su cuerpo estaba muy maltratado y por su fuese poco la.mala vida que le daba Carlos no era nada normal,.Esta pequeña criatura apenas logro pesar 2,200.gramos. Era muy baja de peso y nació 8 mesina. Por la misma mala situación. Carlos seguía andando en romances entre una y otra Mujer por allí que se le atravesará, solo que sin dejar mayores rastros ni evidencias, pero siempre los rumores llegaban a oídos de Mercedes.La verdad es que su tiempo de felicidad ya ha la pasado hace mucho tiempo atrás, lo único que le daba fuerAs para seguir adelante eran sus 5 hijos. Ya se había perdido el respeto y la poca confianza que hubo en al
Capítulo LXXXVIIIUna vez ,que ya se instalan en el.interior de la ciudad todo comienza nuevamente a cambiar, era un ciclo, donde hacía falta renovación, porbdejarse llevar por las apatias, .monotonía, falta de interés sobre todo por parte de Carlos. Pero ya habían dado un paso avanzado en pro de la relaciónDe pronto llega un día cualquiera y Mercedes siente que tocan puerta de manera grotesca y de muy mal gusto. En eso ella se aproxima ya predispuesta y allí se da cuenta que som dos personas totalmente desconocidas para ella, y sin mediar palabras ni hacer ninguna previa presentación lo primero que hacen es preguntar–¿ En donde está mi hija? – si mi hija no aparece ya los voy a denunciar de secuestro.Grita una mujer robusta en la puerta mientras la golpeaba con sus manos dando fuertes palmadas.– abran la puerta ya , porqué si no llamo a la policía. Quiero ver a mi niña.– Señora le agradezco y a mi casa no me venga a molestar o quién va a llamar a la policía voy a ser yo.– y
Capítulo LXXXIXAl pasar de los años y para poder mantener a sus 4 hijos Mercedes tuvo que iniciar en el mundo de la costura; ella realizaba confecciones, arreglaba uniformes y muchas cosas más. Además de eso también transcribia textos y tareas. Mercedes buscaba la manera de poder cuidar de sus hijos pero no se daba cuenta que con tantos problemas y esfuerzos su salud estaba empeorando poco a poco.Un día su hijo Eduardo se lo dijo:-Mamá, tienes que descansar, trabajas y trabajas, eso no te hace nada bien. Pasas noches sin dormir, bebiendo, sin comer. Necesitas tratar de llevar una vida más sana. -Si hijo, ya lo sé, me siento muy cansada. Pero ¿Cómo hago? Si soy yo la que tiene que cuidar de ustedes. Ustedes no eligieron nacer, yo los traje al mundo y es está mi responsabilidad. – dijo Mercedes -Mamá pero también está mi papá, ese hombre solo te da mala vida. Sal de él. – Dijo Eduardo con desesperación al ver que su mamá no parecía cambiar de idea -Tu papá ha sido mi com
Capítulo XCAsí como José continúo con su vida, así mismo lo hicieron los demás hermanos. En este caso, Soledad, la hembra mayor de los 5 hermanos. Ella decidió dedicarle su vida a Dios luego de haber pasado por tantos problemas. Ella quedó con heridas emocionales, las cuales la hacen sentir mal a veces, se suele sentir deprimida o triste en algunas situaciones de si vida. A veces hasta sin un motivo aparente. Sin embargo, a pasar de como se sienta por dentro, lo triste que este o lo mucho que solo quiera estar acostada en su cama, comiendo chocolates y viendo películas hasta dormir, sale a la calle con una sonrisa enorme que se le contagia a quienes la conocen. Ella creció siendo un sol, como las primeras tres letras de su nombre.Aunque era una de las más inteligentes desde chiquita no pudo culminar una carrera universitaria, sin embargo siempre busco la manera de superarse. Ella aprendió a coser al igual que su madre, y trabajaba con eso, también solia vender cosas y eso la ayu
Capítulo XCILuego de que ya todos los hermanos habían hecho sus vidas decidieron hacer un reencuentro familiar. Todo empezó porque Soledad se encontró con Martin y le comentó que tenían mucho tiempo sin verse y que los extrañaba a todos. Y mientras hablablan se les ocurrió hacer un reencuentro familiar. Diciembre ya había llegado y la cena del 24 era en apenas unos días así que planearon. - Tengo mucho tiempo sin ver a los muchachos, Martin. Me hacen mucha falta. Siempre me acuerdo de ellos y de las cosas buenas que solíamos hacer juntos – dice Soledad en un tono de voz afligido. - Te entiendo, Sol. – responde Martin mientras mira con cariño a su hermana mayor – Yo también los he extrañado a todos. - Y ya vienen las fechas especiales. - ¡Es cierto! – dice Martin emocionado. – El 24 es en unos días. Podemos ponernos de acuerdo para que hagamos la cena familiar todos juntos. Sería una maravilla después de tantos años. - ¿Tu crees que se pueda? – pregunto Soledad, entre emocionada
El 3 de Abril de 1.939 en Caracas, Venezuela nace Mercedes, una inocente criatura, hija de Don Elías y de alguna mujer cuyo nombre aún es un misterio, al igual que no se sabe mayores datos ni detalles de su vida, solamente se sabe que algún tiempo atrás tuvo un romance con un hombre de contextura delgada, de piel trigueña, pero muy elegante y caballeroso, que a pesar de sus principios y muy buenos modales, se había permitido echar una “cana al aire” con esta mujer de procedencia dudosa, engañando así a su esposa, Eva. Una mujer blanca, muy religiosa, católica, perfectamente elegante, siempre con prendas de oro dejando ver su buena posición económica, pero siempre con el mejor estilo, muy delicada y sin extravagancias. Demostrando en todo momento ser toda una dama. Pero cómo ya se vuelve un infortunio casi normal en la sociedad donde los hombres no valoran lo bueno de sus esposas que tienen en casa y luego terminan traicionándola con alguna mujer de bajos principios de la calle.De est