Capítulo 11

Dia con Katia

Al día siguiente....

Me sentía relajado, abrí la ventana de mi habitación para disfrutar el fin de semana, era sábado así que llamé a Katia para decirle que se reuniera con nosotros por trabajo, pero la realidad era que quería verla.

-Katia, pasaré por tu casa a las 9 am, el trabajo importa. Dije esperando su respuesta.

-Vale, te espero, respondió y cortó la llamada.

Fui al auto donde John estaba esperando para abrir la puerta.

"Joven, tu auto está listo.

"Gracias, John.

Ambos fuimos al apartamento de Katia, salimos del auto y fuimos a la puerta del edificio donde vivía. Toqué el timbre de su puerta cuando abrió para que yo subiera.

Su piso era algo viejo, estaba con su compañera de cuarto Alina, su compañera de cuarto era una chica musulmana que hablaba por teléfono con su novio, también había un niño pequeño de unos seis años, era el hermano de Katia.

-Perdona el desorden, dijo Katia amablemente con una sonrisa, mientras me invitaba al comedor, había preparado sandwith para que desayunáramos.

Sus ojos parecían cansados, seguramente estuvo despierta hasta tarde haciendo cálculos toda la noche para nuestra nueva empresa, Katia era la más inteligente de la habitación, por lo que confiaba en que ella estuviera a cargo de llevar a cabo las finanzas.

-¿Estás cansada? Le pregunté mientras la veía disfrutar de su comida.

Ella asintió con la cabeza, así que fui a masajear suavemente sus hombros, pero su piel se erizó, me acerqué y comencé a susurrarle cosas bonitas al oído hasta que comenzamos a besarnos.

El momento fue algo mágico para los dos, así que fuimos a su habitación, ella se quitó el pijama, mientras yo me quitaba la camisa y los pantalones, la sujeté fuerte y la llevé a la cama, todo en ella era perfecto, su cuerpo desnudo era indescriptible.

No había duda, me estaba enamorando completamente de Katia, todo en ella era perfecto.

**************

Celos o reclamos

Llegó el lunes, estaba ansioso, quería llegar al instituto y gritar a todos que Katia y yo estamos saliendo, pero cuando llegué al instituto Katia me pasó, como si no me conociera, dejándome con la mano levantada mientras la saludaba, pensé que no me había visto así que me acerqué a ella para saludarla pero ella me ignoró por completo.

Me preguntaba por qué en el colegio era así, es como si no fuera la misma persona.

Caminando en la sala de estar e inmerso en mis pensamientos me acerqué a Adriana, quien me vio con una sonrisa coqueta.

–Buenos días Adri–

"Hola Alessandro, ¿tengo algo que preguntarte?", Dijo Adriana un poco sospechosa.

"¿Es algo malo?"

"Para nada, solo le he digerido a mi madre que tengo un nuevo amigo y me dijo que te invitara a cenar, solo si tienes tiempo, dijo con su sonrisa coqueta.

No quería, sabía que Katia podía malinterpretar las cosas, pero podría ser una oportunidad para ponerla celosa y hacer que viniera a verme a el colegio.

"¿Esta noche, puedes?" Le pregunté, mirando mi reloj, "si puedes estar allí a las 7.

Ella se sentía feliz, mientras yo seguía caminando sin darme cuenta de que las paredes tenían oidos, en cuestión de horas todos sabían que por la noche tenía una cita con Adriana, la chica más bonita de la habitación.

Los rumores llegaron a oídos de Katia, de hecho mi plan había funcionado, ella estaba celosa, y no solo eso, también estaba decepcionada de mí.

Sabía que iba a funcionar, así que al menos me hablará para reclamarme, pensé en ese momento mientras iba al baño, pero sentí que alguien me rompía el brazo y me metío en el sótano de limpieza.

"Eres un sinvergüenza", me escribió una voz, sabía quién era. Katia.

-¿razón? Pregunté haciéndome el tonto.

Ella dejó escapar un suspiro molesta, mientras me veía queriendo matarme.

"Mi plan funcionó", le dije mientras sostenia su mano.

¿Qué plan? Katia preguntó confundida.

-Sabía que te ibas a poner celosa, le acordé a Adriana cenar con ella porque sabía que te ibas a poner celosa. Dije con una sonrisa burlona.

-Alessandro, en el colegio no puedo hablar contigo, no es que no quiera, pero no puedo decirte por qué.

Fue raro, porque Katia no podía hablar conmigo, pero todavía no iba a insistir, así que le di un beso.

-Tranquila que no íre a esta cena, no tienes que estar celosa de tu novio. Dije y salí de la bodega, pero las paredes tenían oidos en este lugar, un amigo de Sebastián me vio salir de la bodega y esperó a ver quién más salia de allí.

Regresé al aula con una sonrisa en la cara, todo había salido a la perfección, pero un amigo de Sebastián entró en el aula y le susurro algo.

Fue algo en relación con Katia, sabia que ella y yo teniamos un romance. Sebastián se puso celoso, haciendo que no se quedara con los brazos cruzados cuando me vio con la mujer que lo rechazó muchas veces.

Tenía un plan, levantar falsos rumores, les dijo a todos que estaba saliendo con Adriana, la nueva chica que era de Suecia y que al mismo tiempo la estaba engañando con mi amante Katia, ese rumor corrió por los pasillos del instituto como un fuego de pólvora.

Como era lógico, los rumores llegaron a oídos de mi hermano Matteo, quien ya le había advertido a Katia que se mantuviera alejada de mí, sabiendo que Katia había desobedecido sus órdenes en el asunto, con una llamada hizo que la familia de Katia permaneciera en ruinas.

**************

El castigo

La familia de Katia estaba furiosa con ella, pero ya la habían desterrado de su familia, que otro castigo podrían darle, solo podían tocarla donde más le dolía, su hermano pequeño.

Su familia se aprovechó de que Katia todavía estaba en el colegio, sabían que su hermano menor estaba con su compañero de cuarto, así que fueron por él, con el poco dinero que les quedaba sobornaron a Aline la niña musulmana para que Katia creyera que su hermano estaba muerto.

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