Capítulo 17

Primer dia de CEO

Unos días después,

Llegó la mañana, el día era hermoso cuando los rayos entraban por mi ventana, sonó una alarma despertándome, abrí los ojos y abrí las manos para desactivar esta molesta alarma, fui a la ducha a limpiarme, estaba ansiosa, era mi primer día como CEO de esta gran empresa, el miedo se apoderaba de mí cada vez que pensaba en ello.

Después de ducharme y limpiar elegí cómo iba a vestir mi primer día de trabajo, elegí una chaqueta blanca que acordé con una falda negra y tacones, no quería lucir demasiado extravagante el primer día donde conocería a todo el personal que trabajaba para la industria así que usé un poco de maquillaje suave, Siempre me consideré una persona tímida, pero tenía que mostrarme una mujer de carácter fuerte para que mis empleados me respetaran.

Después de vestirme fui al comedor en busca de algunas frutas, pero ahí estaba ese hombre guapo que mi madre había sacado de las calles, su expresión facial siempre era seria, era alguien muy disciplinado, limpio y considerado, todos los días salía a correr y hacer ejercicio, tal vez por eso siempre se veía bien.

-Buenos días, estás preparado en tu primer día como el falso marido del CEO, le dije mientras él asentía con la cabeza y sonreía coquetamente, esa sonrisa que me había dado ganas de arrastrarme a sus brazos, sin importarme un comino quién era, ni su pasado en las calles.

Era alguien misterioso y educado.Me pregunté si estaba ocultando algún secreto, ya que siempre estaba pensativo con esta expresión tensa en su rostro, pero no le pregunté ya que no teníamos suficiente confianza.

Los dos fuimos a mi auto, le dije que se subiera y se pusiera cómodo, se acomodó y subió conmigo, estaba muy bien vestido, aunque no sabía de dónde había sacado dinero para comprar tanta ropa, pero no le presté atención porque lo más probable es que mi madre se la hubiera comprado, Él sonrió suavemente haciendo que mi corazón se lanzara más rápido de lo habitual, y luego dirigió sus ojos a través de la ventana del auto.

No sabía por qué, pero a veces sentía que este hombre había llegado a sacarme del agujero negro que era mi vida, desde niña mi madre había controlado mi vida, ella elegía con quién tenía que hablar y con quién no, me sentía atrapada en un castillo como Rapunzel, Siempre rodeada de lujos, pero viviendo una vida vacía, inmersa en mis pensamientos de tristeza y angustia.

Mientras un guardia de seguridad me señalaba dónde estacionar, al lado de Alessandro salí del auto y caminé hacia la entrada, todos en la compañía fueron amables y respetuosos conmigo, las mujeres miraron a Alessandro, porque yo no era la única atractiva, no sé por qué, pero comencé a sentir celos. Tal vez me estaba empezando a gustar y no quería aceptarlo.

Fui a la oficina y estando frente a ella quedé impresionada, estaba hecha de cristales finos que me hicieron ver a todos los trabajadores de allí, pero tanta felicidad se interrumpió cuando apareció mi primo Kendall, con su voz aguda que me dolían los oídos.

-Primita bienvenida. Dijo este con una sonrisa hipócrita que odiaba, siempre me molestó que fuera una hija bastarda de mi padre, y si lo admito, era una hija fuera del matrimonio resultante de una aventura padre-madre.

"¿Qué haces, porque no molestas a otra persona, tengo suficiente para soportar tus estupideces?", le dije mientras trataba de ignorarlo, pero como siempre se acercó y me tomó del brazo con fuerza.

-Te advierto bastarda de m****a, haré todo lo posible para quedarme con todo lo que tienes, su mirada era amenazante, tanto que me hizo sentir pasos por todo mi cuerpo, por mi suerte, interfirió Alessandro.

-suelta a mi esposa, estúpida m****a dijo muy serio mientras agarraba a Kendall por el cuello y lo arrojaba contra la pared, cuando escuché estas palabras saliendo de su boca me sacudió por completo, me había llamado su esposa, tal vez lo hizo para que Kendall no me molestara más, pero se sentía tan real. Se veía tan guapo con esta expresión molesta y nunca pensé que fuera tan intimidante.

"Bastardo me pagarás", espetó Kendall antes de salir humillado de mi oficina, pero para Alessandro no había sido suficiente defenderme, sino que se acercó a mí y me puso las manos en la cara.

-¿Estás bien? Me preguntó mientras me miraba a los ojos, sentí que toda la sangre subía a mi cabeza y una sensación de hormigueo recorría las palmas de mis manos y pies, asentía con la cabeza y me liberé de sus manos rápidamente, estaba nerviosa al ver esa mirada penetrante de Alessandro.

"Gracias", dije tímidamente mientras trataba de cambiar las conversaciones. Para mi mala suerte, no solo Kendall estaba en la compañía, también llegaron mis hermanas.

"Hermanita", gritó Cindy, "y caminó para abrazarme.

Mis otras dos hermanas tenían una expresión fría, se acercaron y saludaron un poco sarcásticamente, pero no quitaron los ojos de Alessandro.

-Cuñado, eres fuerte, dijo Marisela mientras tocaba el brazo de Alessandro, pero él rápidamente la soltó, me reí entre dientes, en el poco tiempo que tuve para conocer a Alessandro supe que era alguien frío y distante, nunca dejaría que alguien lo cerrara.

"Cuñado si que eres arisco", dijo mi hermana molesta.

Tenía que salvar a Alessandro de mis hermanas, así que hablé con él coquetamente.

-Mi marido, ¿qué haces coqueteando con mis hermanas?

El me volteo a ver en serio molesto, mientras yo seguía sonriendo coquetamente.

Mis hermanas se morian de envidia, asi que se dieron media vuelta y salieron de la oficina sin siquiera despedirse.

Me acerqué a Alessandro y le enseñé su nueva area de trabajo, no se porque pero lo queria tener cerca de mi, asi que le puse un escritorio frente al mio, le mostre cual sería su funcion dentro de la empresa mientras no dejaba de ver su expresion seria en su rostro.

Narrativa de Alessandro

Viejos amores

Llegó una nueva mañana, los rayos del sol apuntaban directamente a mi cara a través de esa ventana, me senté en el borde de la cama y me di dos suaves bofetadas en la cara para despertarme, el gratificante sonido de los pájaros se escuchó en la distancia, caminé hacia el baño para ducharme y salir a hacer ejercicio.

Me puse mi ropa deportiva y salí de la habitación, asomé la cabeza para ver si veía a Mayelin, pero ella seguía profundamente dormida, toda la semana trabajó duro en su empresa, además sacó tiempo para enseñarme algunas funciones importantes de su compañía, me sentía feliz trabajar frente a ella.

Salí de la casa y me dirigí al parque a ejercitarme, pero me pasó algo raro, una mujer se me acercó con un sobre que me dio y luego se fue, esa misma mujer me había dado un sobre al día después de la fiesta de Mayelin como nueva CEO, con una tarjeta de crédito y una nota que decía “para ti”.

- ¿Quién es esta mujer? Me pregunté la primera vez que me dio el sobre, pero pensé que había sido enviado por la madre de Mayelin así que decidí pasarlo por alto, pero esta vez me había dado otro sobre con una dirección.

La seguí para ver quién era, pero se perdió en medio de la gente, Tenía miedo de ir a esa dirección que ella había escrito en la carta, pero quería correr el riesgo, así que me dirigí allí.

Cuando llegué vi que era un hotel, fui a recepción en busca de información, pero antes de llegar un señor me tocó el hombro.

-Hola joven Alessandro, la señora te ha estado esperando durante media hora. Ese hombre dijo, dejándome más confundido, ¿tal vez fue la madre de Mayelin? Quería salir de dudas así que con un poco de miedo fui tras este señor que me llevó a una habitación, cuando entré vi la silueta de una mujer, tenía un buen cuerpo, mientras llevaba un vestido blanco ceñido al cuerpo, estaba de espaldas para que no pudiera ver quién era.

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