Llegamos a la casa y el chófer que ahora se que anda de amores con Marlene nos ayuda a llevar las bolsas, los dos suben para dejar todo a mi habitación mientras yo me entretengo en la cocina.
—Hola a todas—, saludo, esta Tita la cocinera con sus dos hijas Fátima y Gregoria, son chicas de aproximadamente unos 15 años, sorprendidas me saludan. —Buenos días señorita ¿necesita algo? —¿No fueron a la escuela? —No, hoy no tuvimos clases —, responde Fátima con una sonrisa en los labios. —Bien, me podrías servir un poco de helado de chocolate por favor. —Claro que si enseguida. Mientras Fátima me sirve el helado, me siento a una lado de la barra, observo como en silencio trabajan, Gregoria pica un poco de jitomate y Tita hace una bolas de carne para después ponerlas en un bol, ambas se miran de reojo, las veo tensas y se que es por mi presencia y es que no están acostumbradas a tenerme en la cocina. —¿Y mi nana?—,pregunto cuando Fátima me coloca el pequeño tazón de helado frente a mi. —Salió al mercado a surtirse de despensa, ya hace falta, se llevó a las otras muchachas para ayudarles—, expresa Tita. —Muchas gracias, nos vemos a la hora de la comida —, manifiesto tomando el tazón en mis manos, dispuesta a comerlo en mi habitación, pues hay una charla con Marlene que requiere de mucha concentración. —¿Bajará hoy?—.Pregunta Gregoria sacándome una sonrisa, la mayoría de las veces como en mi habitación, de inmediato su madre le lanza una mirada mordaz, la chica baja la mirada apenada. —Si ,hoy bajaré le diré a mi papa si puede llegar a casa a comer. Después de abandonar la cocina, subo las escaleras para ir a mi habitación, unos murmullos llaman mi atención, me quedo en silencio para enfocarlos. Descubro que vienen de una de las habitaciones de huésped y mis piernas comienzan a caminar hacia esa dirección. Los sonidos se hacen más claros y me doy cuenta de que son gemidos, pero ahogados. Tomo la manija de la puerta y la giró muy despacio, abro los ojos a más no poder cuando me encuentro con una imagen lasciva. Marlene esta de rodillas, de espaldas a mi y frente a ella esta el chofer que no tengo ni las más mínima idea de como se llama, con los pantalones abajo, la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados. Mientras Marlene mueve su cabeza adelante y hacia atrás con ritmo y de su boca salen sonidos obscenos, pareciera que chupa alguna paleta, el chófer la sujeta del cabello con fuerza y le atrae el rostro más hacia adelante con fuerza, los movimientos se hacen más rápidos y con ellos los sonidos El chofer abre los ojos y se encuentra con los míos, asustado trata de cubrirse, mientras yo solo salgo cerrando la puerta y corro a mi habitación. ¡Marlene es una desvergonzada! Me siento en la cama, aún impresionada, no puedo creer que se arriesgue tanto, pudieron haber sido descubiertos por alguien más y estarían en serios problemas. La puerta se abre y me deja ver la imagen de Marlene divertida, mientras yo solo pongo los ojos en blanco ante su descaro. —Espero y hayas aprendido algo—, se sube a la cama y sigue sonriendo divirtiéndose con mi expresión, llevo una cucharada de helado a mi boca y lo saboreo. —¿Cómo puedes arriesgarte de esa manera? ¿ que hubiese pasado si mi nana te hubiera encontrado? Y lo tomas tan a la ligera , le estabas haciendo un oral a ese chico en plena luz del día —, la sonrisa de Marlene se borra. —Te ofrezco una disculpa, pero cuando la calentura es grande te quema hasta las neuronas y te impide pensar con claridad. No volverá a pasar , por lo menos aquí no ¿me perdonas?—, se acerca a mi y me abraza, intenta darme un beso en la mejilla pero no se lo permito. —No te atrevas a besarme con esa boca que estuvo haciendo sucierias. —Ya me la lave —, cuestiona indignada—, no te pases. —No me importa no quiero que me beses no hasta mañana. —Que odiosa eres, creo que me tienes envidia, ya quisieras hacer lo que yo hago y apuesto lo que sea que cuando ese día llegue querrás hacer todo menos lavarte la boca, porque no vas a querer dejar de sentir el sabor de su verga en tu paladar. —Podría ser, talvez y no este muy lejos de hacerlo—, respondo con seguridad mientras recuerdo a Alexander. (…) —Cuando me llamaste para invitarme a comer, me tomo por sorpresa—. Mi papá había llegado en cuanto le pedí que viniera a comer conmigo a la casa, entró con el rostro radiante de alegraría al encontrarme en la sala—. No me importó cancelar la comida con mi nuevo socio, hoy firmamos los acuerdos, pongo toda mi confianza y dinero en esa compañía. —¿De que compañías es? —Pronto lo sabrás, tengo preparada una sorpresa para ti, tendremos visitas este fin de semana, una cena, así que quiero que luzcas hermosa, aún más mi cielo. —¿Una sorpresa?—, dejo los cubiertos y limpio mis labios con la servilleta —, me encanta las sorpresas no podré estar tranquila hasta que sepa que es—, respondo emocionada. —Lo siento cariño, pero tendrás que ser paciente ,ahora dime ¿Por qué estas tan contenta el día de hoy?, me han dicho que saliste de compras y después regresaste de muy buen ánimo ¿Qué hubo de diferente hoy que las otras veces? —Conoció a su amor platónico —, exclama Marlene. —Marlene ¿quieres calmarte?—, mi nana la regaña. Hace aproximadamente seis años que Marlene y mi nana ocupan la mesa con nosotros, las consideramos de la familia y por ello pueden gozar de ciertos privilegios. —¿Amor platónico? —No le hagas caso papá, ya sabes como es Marlene—, digo mientras la fulmino con la mirada. Mi papá me mira con los ojos entrecerrados, sin tragarse ninguna de mis palabras dichas, el no sabe nada me da vergüenza contarle que desde hace un par de años estoy enamorada de Alexander Santana. Él más que nadie debe conocerlo pues se mueven por sus rumbos, bailes ,viajes ,conferencias etc. —Mañana toca tu cita trataré de llegar temprano para acompañarte. —Puedo ir sola ,no te preocupes puedes seguir en tus asuntos con calma. —De ninguna manera, sabes que tu salud para mi es lo más importante ¿nos acompañaras Amparo? —Claro que si Teodoro sabes que yo encantada de acompañarlos. —Perfecto te encargo todo para el la cena del fin de semana, en un momento te doy detalles —. Termina diciendo mi papá para posteriormente levantarse de la mesa y darme un beso en la mejilla—, tengo que volver a la empresa princesa, nos vemos en la noche. —Si papá, te quiero. —Yo más—, dirige si mirada a mi nana Amparo y eso basta para que ella lo siga, mientras nosotras nos quedamos en la mesa esperando el postre. —Así que una sorpresa para la princesa ¿me pregunto que será?—, Marlene se acaricia la barbilla pensativa—, tendremos invitados muy importantes y una sorpresa para ti—, bufa después de unos segundos—, no tengo ni la menor idea. —Ni yo tampoco y eso me causa ansiedad, tienes que sacarle información a mi nana —, le digo con seriedad. —No seas aguafiestas Amy Xiomara así que chiste tendrá—, sonrío porque me causa gracia como dice mi nombre completo—, controla tu curiosidad y espera, será pasado mañana, no esperaras por tanto tiempo—.Se levanta de la mesa y me mira con burla, se que le divierte qué mi padre me haya dejado así—, provechito. —Espera ,¿entonces no le llamo? —Si es así como tu dices no, no lo llames, el papi Alexander debió haberte pedido tu contacto ¿Qué se supone que le dirás cuando lo llames?—, mi mira con las cejas levantadas —, exacto no tienes ni la menor idea y quedarás como la ofrecida. —¿ Y como lo volveré a ver?—. Hace un gesto de tener la respuesta pero me contesta con una no esperada. —No lo se, hay que pensar, pero preocúpate por que sea luego. Suspiro agobiada, esto no será nada sencillo.. Me levanto temprano, a pesar en que toda la noche no pude conciliar el sueño , pues no hice otra cosa más que pensar en Alexander y en su manera de calmarme, en sus manos, en sus labios, en todo. Por más que le di vueltas a él asunto no encontré alguna idea para volver a verlo. Después de arreglarnos y desayunar, salimos de casa, papá llamó para que nos encontráramos en la empresa ya que queda más cerca de la clínica donde tengo mi cita y así sirve que él termine sus pendientes con calma. Marlene decidió unírsenos. Llegamos a la empresa y todo el personal me observa asombrados, son dos ocasiones con esta que pongo un pie en la empresa, son muy amables con nosotras y nos guían hasta el último piso. Nos sentamos a esperar y nos ofrecen café, estoy bastante ansiosa desde ayer que supe de la sorpresa y esperar sentada me pone peor, así que decido curiosear, Marlene prefiere quedarse. Avanzo por los pasillos con calma, todo es gris y blanco, puertas de cristales y enormes ventanas qué te ofrecen una vista espectacular de la ciudad. Las puertas del ascensor están por cerrarse así que apresuro el paso, llego a duras penas, entro sonriente y saludo, solo uno de las dos personas que logré visualizar de reojo responde. Le indico que bajo en el siguiente piso, es el área donde están la mayor parte de los empleados, me entró curiosidad por saber como se desenvuelven y como es el ambiente laboral. Bajo enseguida, miro hacia todos lados pues no se que pasillo tomar, esta algo solitario, me fijo en mi reloj para ver la hora, supongo que debieron irse a desayunar. Camino hacia mi derecha sintiendo una presencia detrás de mi , no lo soporto más y volteo. —¡Xiomara!Creo que Dios se a apiadado de mi y de este loco corazón, mi pecho retumba ante los latidos de este mismo, no puedo estar más feliz y asombrada, tengo frente a mi a Alexander, esta vez vestido en un traje y corbata azul, camisa blanca y zapatos negros, todo le queda perfectamente, se ve elegante, atractivo y varonil. Mi garganta se a secado, su cabello está un poco despeinado a propósito dándole un toque relajado, pero por la forma en que esos ojos negros miran, da a entender que esta todo menos relajado. —¿Qué .. que haces aquí?—, inquiero y el sonríe, me derrito ante esa sonrisa tan sexy que tiene. ¡Cielos! —Creo que debería de preguntártelo yo ¿no crees?—, mete las manos a su bolsillo y relame sus labios. Respiro profundo antes de responderle, no puedo negar que tengo los nervios al mil, me están sudando los pies . ¡ Que asco! —¿Porqué? —Porque yo he venido varias veces a esta empresa y jamás te he visto, ayer te conocí y hoy estas aquí ¿ no era mejor que me llamaras?
Muchas gracias doctora, no se preocupe me cuidaré lo mejor posible.Salimos de la clínica y mi papá no dice nada, llegamos a un restaurante comemos muy rico y nos disponemos de regreso a casa, mi papá canceló todo en su empresa para pasar en resto de la tarde conmigo.—Hija sabes que tu eres lo más valiosa que tengo en la vida, cuando tu madre nos dejó para convertirse en un hermoso ángel, sentí que el mundo a mis pies se abría y me tragaba para soltarme en un inmenso abismo. Los primeros días me sentía muerto en vida, dolía, dolía demasiado y aun duele, porque me hace mucha falta—. Un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas y yo no dude en limpiarlas—. Pensar en que también te puedo perder me llena de angustia, de miedo, si pudiera darte mi corazón no lo dudaría, pero ya esta viejo y cansado, solo quiero que vivas, que vivas mucho y disfrutes al máximo en este vasto mundo, que te cases y que me des nietos tantos como quieras. Pero vivo temeroso qué mis deseos no se hagan reali
POVAlexander La mañana fresca me recibe como todos los días, apago la alarma que no deja de sonar desde hace diez minutos, solo dormí un par de horas, conciliar el sueño se me hizo imposible. Toda la culpa la tiene esa mujer que conocí hace días, se ha metido en mis pensamientos y no quiere abandonarlos. Un hombre exitoso y millonario como yo, esta rodeado de todo tipo de personas, unas buenas otras malas, unas sinceras otras falsas , que decir de las mujeres , se ofrecen como mujeres de lupanar, sin importar perder su dignidad y el respeto, solo por obtener una buena posición o atrapar a el mejor postor. Por un tiempo me perdí entre sus placeres no lo voy a negar, pero con el tiempo y con todo lo que he vivido puedo decir que hoy a mis treinta y dos años estoy cansado de eso y de no encontrar alguien que se muestre tal cual, que no aparente algo que está muy lejos de ser. Que ame, que ame intensamente como yo deseo hacerlo.Ahora estoy en un dilema, esos ojos azules maldita
En el auto voy pensando con frustración en lo que tendré que soportar en la cena con Teodoro y su hija, pero no me queda de otra, cuando mi madre se de cuenta que lo que decía era cierto no podrá obligarme a nada. Mis padres son los únicos que tienen cierta influencia en mis decisiones, se que sin importar la edad que tenga ellos seguirán metiéndose en mis asuntos, me causa estrés, pero al final soy yo el que tome la decisión respecto a mi vida. Y ellos terminan en aceptarla. —¿En que tanto piensas?—. Pregunta Arthur que es quien va de copiloto, me voltea a mirar con una sonrisa. —Complaceré a mi madre con su propuesta . —¿Aceptaste casarte con la hija de Teodoro Saenz?—, Inquiere con las cejas levantadas, sorprendido. —No , pero la conoceré hoy por la noche. —¿Y que te preocupa entonces?¿ que termines enamorado de ella?—. Expresó con burla, Armad comenzó a reírse el conducía el auto, pero eso no le impidió ir atento a nuestra conversación, mis ojos lo aniquilaron. —N
Vamos en el auto detrás de ella, me he desviado de mi rumbo y ahora voy detrás de una mujer de la que no se ni su nombre, pero algo en ella me atrae, es sencilla y su léxico es coloquial, se expresa diferente, me dice palabras que no entiendo, puedo deducir con seguridad que es una persona de bajos recursos. La observo entrar a una calle empedrada en mal estado, baches con agua y demás. Se detiene frente a una casa en mal estado, que no tiene puerta, solo una cortina vieja, Armad se estaciona detrás. —Este lugar no me gusta nada —, lo escucho decir y me observa por el retrovisor. —Igual a mi —, se le une Arthur—. Bajaremos contigo. —Ya les dije que no. —Nos pagan por tu seguridad Alexander así que no esta en discusión . —Quien les paga soy yo así que no, no quiero que vayan conmigo, llamaré mucho la atención—, Arthur sonríe y niega con la cabeza. —¿Ya te viste? ¿Ya viste el lugar?, obvio llamaras la atención. No quiero discutir más con ellos porque veo como la mujer esta parada
La observo acercarse a pasos lentos hacia Teodoro, él tiene una gran sonrisa en el rostro, la mira con orgullo y mucho amor. Noto como ella suspira con pesadez, desde que desvió su mirada no la ha vuelto a levantar hacia mi dirección. Nunca se me cruzó por la cabeza pensar en las posibilidades de que Xiomara fuera hija de Teodoro, ahora entiendo el porqué estaba en su empresa, no se me cruzó por la cabeza saber más de ella, me bastó con solo saber su nombre. —Ella es mi más preciado tesoro— su padre la presenta ante los míos y por la expresión en ellos se que han quedado encantados con ella, tanto como yo. Mi madre se presenta y la abraza besando ambas mejillas, Xiomara sonríe apenada, o mejor dicho Amy. Mi padre la abraza y la alaga por su belleza , mi madre rápidamente se gira en mi dirección y me pide que me acerque. —Mira te presento a Alexander, es hijo único como tu y de igual manera es mi mayor tesoro — nuestras miradas conectan por un momento, me aclaro la gargan
Las mejillas de Amy aun siguen con ese tono rosa, desde que entramos no me ha dirigido la mirada, su la nana nos encontró besándonos, le causó vergüenza y aunque la señora se disculpó y desapareció ella no dejaba de temblar y respirar con dificultad. Tomamos asiento hasta que se tranquilizó. Nos avisaron que la cena ya estaba servida y entramos. Ahora llevamos más media hora entra platicas y risas, pero en ninguna me ha siquiera mirado, me molesta. —Cuéntame Amy ¿tienes pensado quedar al frente de la empresa de Teodoro cuando el ya no pueda?—Le digo lo primero que se me viene a la cabeza para llamar su atención. Mis palabras han tomado por sorpresa a todos, se quedan callados esperando a que Amy responda. —Bueno, pues ese es el plan —Me dice tomándose su tiempo para responderme , pensando en cada palabra que dirán esos encantadores labios—pero uno nunca sabe, hoy puedo estar aquí mañana talvez no y tenga mi padre que buscar a otro sucesor. No tenemos la vida comprada ni aunque tenga
Me recargo en el respaldo de la silla, cruzo mis brazos y no dejo de mirar la puerta ni un segundo. Minutos después se abre y entra mi secretaria con una cara de espanto. Intenta decirme algo pero por la mirada que le lanzo solo asiente y abre más la puerta, dejando pasar a ella, Linda. Su cabello negro y lacio lo lleva suelto, esta vez esta maquillada ligeramente, sus labios están pintados de un color rosa. Lleva puesto un pantalón beige y una blusa amarilla de mangas cortas sencilla, sandalias del mismo color de su pantalón. Su bolsa es una mochila que cuelga de un brazo, intuyo qué no ha de traer nada en ella, se ve vacía. Sus ojos grandes y lindos como su nombre me miran con una mezcla de enfado, lleva las manos a sus caderas en forma de jarro y lo siguiente que me dice me deja con la boca abierta . —Alexander Santana Toto. Cómo es posible que no le hayas dicho a tus empleados que hoy te visitaría tu novia y peor aun que me quieran sacar casi arrastras como si fuera una delincue